Los últimos días
2013 

5.4
14,783
Ciencia ficción. Thriller
Año 2013. Una misteriosa enfermedad se extiende por todo el planeta. La población, dominada por el pánico, se niega a salir a la calle para evitar una muerte fulminante. Mientras la civilización se desmorona, Marc emprende una misión casi imposible: la búsqueda de Julia, su novia desaparecida. (FILMAFFINITY)
29 de noviembre de 2013
29 de noviembre de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película tremendamente aburrida, simple y que ya hemos visto 3000 millones de veces: apocalipsis + caos social + pareja de protagonistas que se ven obligados a ir juntos + buscar a mi novia. El argumento está tan manido que cansa hasta verlo, sobretodo si luego el desarrollo de la película es tan aburrido que te dan ganas de poner una película de Michael Bay para contrarrestar :D
La interpretación de Quim Gutiérrez es pésima, parece que está todo el tiempo sobreactuando y su papel no convence a nadie, de hecho dudo que a alguien le importe lo que le pase en la película.
La interpretación de Quim Gutiérrez es pésima, parece que está todo el tiempo sobreactuando y su papel no convence a nadie, de hecho dudo que a alguien le importe lo que le pase en la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
De risa lo de la vuelta ""épica"" de Coronado para salvar al protagonista alejando al niño y dejándole el puñal para que lo apuñale luego... Casi tan patético como el ataque al supermercado, que no se sabe ni a que viene.
24 de diciembre de 2013
24 de diciembre de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me ha gustado. En lo positivo agradezco a los hermanos Pastor que hayan optado por intentar hacer algo alejado del producto típico español, insertándose en un género de ciencia ficción pos-apocalíptico poco visto por estos lares. Sin embargo, todo lo dicho queda anulado para un servidor ya que hubiera preferido cualquier españolada antes que el producto que nos ocupa. Primeramente, no he entendido nada. Me ha costado saber de que va la cosa, y salvo lo típico que sabemos de antemano leyendo la sipnosis, no se esclarecen los hechos, de manera que uno llega a aburrirse, al ver que no tiene ni pajolera idea de que va la película.
Estéticamente está bien. Buena fotografía, oscura, a juego con el ambiente que se perfila de enfermedades y de miedo ante la muerte, ante la incertidumbre. Mucha escalera, pa arriba pa abajo, en fin el recurso queda molón aunque se abusa de éste, y encima me agobia tanto flaschback mareante al final. Los actores, todos dando imagen sucia, no son malos, con un José Coronado y Quim Gutierrez fríos y apáticos, lo que de alguna forma contrarresta el primer apartado, de nada sirve que sean buenos si no lo demuestran.
Mucho golpe aparatoso, acción bien elaborada e intriga acertadísima. La intriga, si, porque no sabes de que va la cosa... la acción es exagerada e innecesaria y el final es surrealista. ¿Porque nadie puede salir a la calle, entonces si...? Muchos subterráneos, sangre, trifulcas que no van a ninguna parte... No sabes que ocurre en ningún momento de la peli. El final es sensible, pero nuevamente el recurso del flaschback hace que no se vea de que va la cosa. Así de nada sirve la estética, los actores, ni nada de nada.
A mi no me ha gustado. De todas formas, sé que es algo personal. No me gusta perder tiempo de mi vida sin tener ni una noción de saber que estoy viendo. Nadie ha puesto en entredicho la complejidad del argumento, el cual leyendo la sipnosis es muy sencillito, como para perderse. Así que sé que el problema es mio. De todas formas, si lo primero anula lo segundo, y nuevamente se recurre a este recurso, el caso es que nada sirve lo primero. De nada sirve pues, una buena estética si se recurre a estropearla. Tener buenos actores si estos no se lucen. Tener una historia entendible si no causa en mí un entendimiento por motivos cuáles sean. Haber un futuro apocalíptico si al final no sucede nada... En fin, lo dejo ya.
Estéticamente está bien. Buena fotografía, oscura, a juego con el ambiente que se perfila de enfermedades y de miedo ante la muerte, ante la incertidumbre. Mucha escalera, pa arriba pa abajo, en fin el recurso queda molón aunque se abusa de éste, y encima me agobia tanto flaschback mareante al final. Los actores, todos dando imagen sucia, no son malos, con un José Coronado y Quim Gutierrez fríos y apáticos, lo que de alguna forma contrarresta el primer apartado, de nada sirve que sean buenos si no lo demuestran.
Mucho golpe aparatoso, acción bien elaborada e intriga acertadísima. La intriga, si, porque no sabes de que va la cosa... la acción es exagerada e innecesaria y el final es surrealista. ¿Porque nadie puede salir a la calle, entonces si...? Muchos subterráneos, sangre, trifulcas que no van a ninguna parte... No sabes que ocurre en ningún momento de la peli. El final es sensible, pero nuevamente el recurso del flaschback hace que no se vea de que va la cosa. Así de nada sirve la estética, los actores, ni nada de nada.
A mi no me ha gustado. De todas formas, sé que es algo personal. No me gusta perder tiempo de mi vida sin tener ni una noción de saber que estoy viendo. Nadie ha puesto en entredicho la complejidad del argumento, el cual leyendo la sipnosis es muy sencillito, como para perderse. Así que sé que el problema es mio. De todas formas, si lo primero anula lo segundo, y nuevamente se recurre a este recurso, el caso es que nada sirve lo primero. De nada sirve pues, una buena estética si se recurre a estropearla. Tener buenos actores si estos no se lucen. Tener una historia entendible si no causa en mí un entendimiento por motivos cuáles sean. Haber un futuro apocalíptico si al final no sucede nada... En fin, lo dejo ya.
29 de marzo de 2013
29 de marzo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cinta parte de una idea interesante, pero creo que de primeras ya mal enfocada. Se genera de una buena manera la tensión global, y se juega mucho con la idea de cual será el motivo que genera los ataques incontrolables de agorafobia, ya que el espectador consigue plantearse desde el comienzo las causas, lo que le hace partícipe en el conflicto, el problema es que la trama va creando una ficción demasiado fantástica, por lo que el thriller y la intriga de la primera parte se torna en algo totalmente necio a medida que ambos protagonistas van avanzando hacia sus objetivos, y mientras más increíbles son los acontecimientos dentro de la ficción, más previsible son los hechos, por lo que la película decae de manera estrepitosa, en mi opinión. La factura técnica es buena, y tal vez la película se sacrifica tanto es recrear la puesta en escena que ha descuidado centrarse tanto en las interpretaciones (muy flojo el reparto, sobre todo Gutiérrez) como en la resolución del conflicto, metido con calzador. He visto algunos fallos de raccord en los contraplanos a la hora de realizar el montaje de los diálogos, y a pesar de ser una película de ciencia ficción en la que los efectos especiales cumplen, me ha dado la sensación de que el sonido es bastante pobre, hay diálogos que me ha costado escuchar. Se me ha quedado la sensación de haber visto algo en principio entretenido pero que termina aburriendo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo del oso ha sido de coña, por no hablar de la guerra del centro comercial, me ha parecido totalmente exagerado.
31 de marzo de 2013
31 de marzo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los últimos días de los hermanos Pastor es una buena cinta española, con tintes apocalípticos que mantienen el tipo, pero que podría haber sido mejor.
La trama consigue enganchar al espectador desde el principio por tener un argumento absorbente y distinto del resto de dramas españoles, pero se va desinflando a medida que avanza la historia.
Las interpretaciones son competentes, en especial la de José Coronado, y los efectos visuales tienen buenos detalles aceptables y atractivos, al igual que unos planos y movimientos de cámara que consiguen dar un buen realismo a la acción.
También las caracterizaciones, vestuarios y decorados dan la talla a la hora de evocar el dramatismo apocalíptico que quieren transmitir los directores, aunque tiene un fallo que suele ocurrir en cintas españolas, y es que las voces y comentarios de los protagonistas no se perciben con claridad en los momentos de acción.
Por lo demás, es bastante aceptable y no decepciona, y la considero una entretenida y en ocasiones emocionante película, digna de ver por el público en general, que le guste el cine español que no quiere encasillarse en lo habitual y rutinario.
La trama consigue enganchar al espectador desde el principio por tener un argumento absorbente y distinto del resto de dramas españoles, pero se va desinflando a medida que avanza la historia.
Las interpretaciones son competentes, en especial la de José Coronado, y los efectos visuales tienen buenos detalles aceptables y atractivos, al igual que unos planos y movimientos de cámara que consiguen dar un buen realismo a la acción.
También las caracterizaciones, vestuarios y decorados dan la talla a la hora de evocar el dramatismo apocalíptico que quieren transmitir los directores, aunque tiene un fallo que suele ocurrir en cintas españolas, y es que las voces y comentarios de los protagonistas no se perciben con claridad en los momentos de acción.
Por lo demás, es bastante aceptable y no decepciona, y la considero una entretenida y en ocasiones emocionante película, digna de ver por el público en general, que le guste el cine español que no quiere encasillarse en lo habitual y rutinario.
1 de abril de 2013
1 de abril de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Barcelona. Año de un futuro indeterminado pero no muy distinto al presente actual. La Humanidad, tal y como la conocemos, ha dejado de existir. Una epidemia o pandemia ha enclaustrado en los edificios a la raza humana. Las calles las pueblan cadáveres y animales. El aire resulta perjudicial y provoca la muerte. La vida se atrinchera en las alcantarillas y los códigos y principios que la regían ya no son válidos. El Hombre lucha por su supervivencia apartado de su gran creación: la ciudad. He aquí el interesante y desconcertante punto de partida que da origen a Los últimos días, segundo largo de los hermanos Álex y David Pastor, sin lugar a dudas uno de los títulos más destacados del presente curso cinematográfico en el cine español y que, digámoslo sin preámbulos, acaba decepcionando las expectativas generadas por una contundente y efectiva campaña promocional.
Lo que de interesante y desconcertante poseía la premisa argumental, acaba diluyéndose en el transcurso de la trama gracias a un desarrollo en exceso convencional y poco trabajado, que reduce la inhóspita búsqueda del protagonista a una gincana subterránea donde ni los peligros que le acechan son tan temibles ni los obstáculos que se encuentra lo son tanto. De este modo, una vez concluido el planteamiento inicial de la película, cuando debe comenzar su desarrollo y la más que anhelada aventura, ésta transcurre de manera acomodaticia y servicial a los pilares del género, sin llegar a despegar nunca de una trivialidad ciertamente tópica. No hay en Los últimos días mensaje alguno en el fondo, ni siquiera existe o se percibe cierta intencionalidad al respecto por parte de sus directores, por ello chirría tanto un epílogo y un final que, desde cierta óptica, pueden encerrar no poca moralina. Pero en todo lo demás, sólo existe el afán de poner en pie un producto sólido y eficaz que funcione para entretener en todo momento al espectador. Y, en eso, la película funciona. Porque a pesar del trillado viaje a través de túneles de metro y alcantarillas de la pareja protagonista, el ritmo de la cinta no decae en ningún momento y logra mantenerse todo el metraje sobre un confortable nivel medio, aunque las sorpresas y giros de guión no obtengan en nosotros el efecto premeditado, algo que tampoco disuade el ánimo pues aceptamos que son marcas necesarias en el género.
El mérito de ese logrado y satisfactorio tempo es de sus directores, que saben mover la cámara y encuadrar los planos para que, aún no estando ocurriendo nada verdaderamente interesante o primordial, lograr mantener intacta la atención del respetable. Y esto a pesar de insertar en demasía largos y explicativos flash backs que lastran y ponen en riesgo la impecable atmósfera mantenida en la narración en presente. Algo a lo que aporta un gran granito de arena una factura técnica (casi) irreprochable. Es éste uno de los puntos fuertes de la película y donde cobra especial importancia la fotografía creada por Daniel Aranyó, que constriñe a los personajes incluso en los pocos y abiertos exteriores en los que se les filma, aportando una suciedad inhóspita a ese Apocalipsis. En el terreno de los tan publicitados efectos especiales, la película funciona más y mejor cuando la cámara se mantiene cerca de los personajes, dentro de las profundidades de la Tierra, y no tanto cuando las miras de los directores van más allá y tratan de dar empaque a secuencias y situaciones que, en el apartado técnico, hubieran necesitado de un presupuesto algo más holgado. Salvando algunos amenabarismos (ese plano ascendente que termina en cenital sobre uno de los personajes, que le hace parecer prácticamente colgado sobre la ciudad), la mayoría de los recursos utilizados por la pareja de directores para conferir a su película ese efectista y sugestivo empaque visual resultan verdaderamente funcionales, aunque nunca lleguen a entusiasmar, precisamente por su falta de originalidad.
http://actoressinverguenza.blogspot.com
Lo que de interesante y desconcertante poseía la premisa argumental, acaba diluyéndose en el transcurso de la trama gracias a un desarrollo en exceso convencional y poco trabajado, que reduce la inhóspita búsqueda del protagonista a una gincana subterránea donde ni los peligros que le acechan son tan temibles ni los obstáculos que se encuentra lo son tanto. De este modo, una vez concluido el planteamiento inicial de la película, cuando debe comenzar su desarrollo y la más que anhelada aventura, ésta transcurre de manera acomodaticia y servicial a los pilares del género, sin llegar a despegar nunca de una trivialidad ciertamente tópica. No hay en Los últimos días mensaje alguno en el fondo, ni siquiera existe o se percibe cierta intencionalidad al respecto por parte de sus directores, por ello chirría tanto un epílogo y un final que, desde cierta óptica, pueden encerrar no poca moralina. Pero en todo lo demás, sólo existe el afán de poner en pie un producto sólido y eficaz que funcione para entretener en todo momento al espectador. Y, en eso, la película funciona. Porque a pesar del trillado viaje a través de túneles de metro y alcantarillas de la pareja protagonista, el ritmo de la cinta no decae en ningún momento y logra mantenerse todo el metraje sobre un confortable nivel medio, aunque las sorpresas y giros de guión no obtengan en nosotros el efecto premeditado, algo que tampoco disuade el ánimo pues aceptamos que son marcas necesarias en el género.
El mérito de ese logrado y satisfactorio tempo es de sus directores, que saben mover la cámara y encuadrar los planos para que, aún no estando ocurriendo nada verdaderamente interesante o primordial, lograr mantener intacta la atención del respetable. Y esto a pesar de insertar en demasía largos y explicativos flash backs que lastran y ponen en riesgo la impecable atmósfera mantenida en la narración en presente. Algo a lo que aporta un gran granito de arena una factura técnica (casi) irreprochable. Es éste uno de los puntos fuertes de la película y donde cobra especial importancia la fotografía creada por Daniel Aranyó, que constriñe a los personajes incluso en los pocos y abiertos exteriores en los que se les filma, aportando una suciedad inhóspita a ese Apocalipsis. En el terreno de los tan publicitados efectos especiales, la película funciona más y mejor cuando la cámara se mantiene cerca de los personajes, dentro de las profundidades de la Tierra, y no tanto cuando las miras de los directores van más allá y tratan de dar empaque a secuencias y situaciones que, en el apartado técnico, hubieran necesitado de un presupuesto algo más holgado. Salvando algunos amenabarismos (ese plano ascendente que termina en cenital sobre uno de los personajes, que le hace parecer prácticamente colgado sobre la ciudad), la mayoría de los recursos utilizados por la pareja de directores para conferir a su película ese efectista y sugestivo empaque visual resultan verdaderamente funcionales, aunque nunca lleguen a entusiasmar, precisamente por su falta de originalidad.
http://actoressinverguenza.blogspot.com
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Los últimos días, cinta honesta donde las haya, pues literalmente ofrece lo que da (cine espectáculo, entretenimiento para nada sesudo y, con sus asumidas limitaciones, pirotecnia visual), más que una película apocalíptica o de aventuras, deviene a ser una muestra más de buddy movie a la española, porque es en la relación que entablan los dos personajes protagonistas en su particular odisea de supervivencia, donde se encuentra el verdadero motor que salva a la historia de la insignificancia más endeble a la que la hubiera podido condenar un guión falto, en exceso, de garra y de enjundia, que atesora unas cuantas inversimilitudes de más. Y no es que el dibujo de los dos protagonistas sea algo especialmente conseguido, sino que la pareja de intérpretes encargados de darles vida, literalmente: les dan vida. Quim Gutiérrez cumple con corrección con su rol de héroe que no sabe que lo es, infundiendo calor a las motivaciones emocionales de su personaje, afrontándolo por ello desde un punto de partida eminentemente humano, aunque no pueda sortear por completo el enorme cliché del que partía. Algo similar le sucede a Jose Coronado, que parece entablar una lucha entre el esquematismo de su rol y la imagen cinematográfica que tan buenos resultados le ha venido dando en los últimos tiempos. Ante esta dualidad, Coronado responde con prestancia y no poco entusiasmo, imbuido por la seguridad aplastante que le proporcionan tantos años delante de una cámara y su presencia llega a erigirse en poco tiempo como lo mejor de una función que termina dominando en el diálogo frente a la hoguera en el interior de la iglesia, cuando con pocas y escuetas palabras, la estrella logra conmovernos el doble que todas las imágenes juntas que, con semejante intención, salpican la trama en su recta final. La excelente y vibrante química establecida entre Gutiérrez y Coronado resulta tan palpable como la inabarcable naturalidad y frescura de una Marta Etura ejerciendo nuevamente de 'chica de la peli' y confirmando de este modo el desaprovechamiento artístico que padece dentro de la industria.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here