Cinta que cuenta una historia entre 3 personas pero que como si fuera cine independiente, sin presupuesto, o vete tu a saber porque subvención que no le dieron... se quedó a medias, o mas bien a un cuarto.

Las interpretaciones son correctas destacando la de María Valverde haciendo de niña "picarona" y un siempre profesional Luis Tosar. Una película que cuenta menos de lo que pretende insinuar y en la que se mete de puntillas lo del "tema bolchevique" (supongo que si metes algo super comunista se consiguen mejores subvenciones en el cine español)
Una vuelta de tuerca a las películas "tipo Lolita" pero que ni son Lolita ni lo pretende, una cinta que amaga mas que golpea.

El momento en que él la busca en el coche al son de Extremoduro. Sólo con eso, la película merece un sobresaliente. A ratos más intensa y a ratos más floja, ese momento la salva por completo.

Pero lejos de la sensualidad de la Lolita de Nabokov, aquí se presenta como una mezcla de naturalidad y desparpajo propios de los 15 años de la protagonista; con las ideas muy claras, capaz de llevarse al huerto (metafóricamente hablando) a quien le dobla, y más, la edad. Un descubrimiento muy agradable María Valverde, que da la réplica sin complejos a todo un Luis Tosar.

La película es realmente interesante. Aunque bueno, quien se haya leido el libro lo sabrá mejor que nadie. Esta película consigue hacerte ver, que el amor no entiende de edades. Y que a pesar de la diferencia de edad entre los dos protagonistas, la historia puede ser igual de dulce que otras historias de amor. Además, si nos fijamos bien, en ningún momento de la película, llega a haber ni si quiera un beso. Es una pelicula de reflexión sin duda alguna. Él, igual que la consigue mediante sus mentiras y persecuciones. La pierde por acosar a su hermana.. No es muy larga, pero en tiempo que dura podemos introducirnos muy bien en toda la historia.

El sobreexplotado Luis Tosar da la talla pero no la imagen y es que la historia aunque buena está traída por los pelos. No ayuda un Tosar cuarentón envejecido a relacionarse con una adolescente que lo más seguro es que hubiera salido corriendo si un tipo así se le hubiera acercado. Por cierto, espléndida la actuación de María Valverde que hace subir enteros la narración cada vez que aparece en pantalla.
El problema de las adaptaciones de novelas es la esclavitud al texto original quedando poco trabajados algunos aspectos de la historia al transcribirlos al lenguaje cinematográfico, así esa auditora que entra y sale del argumento sin ton ni son queda huérfana de contenido o la deriva existencial revolucionaria que paradójicamente lleva a nuestro personaje a brillante economista al servicio del capital no tiene una trayectoria argumental.
No obstante el sutil protagonista es ese Madrid de principios de siglo; las torres de nueva construcción, barrios acomodados y otros de casitas bajas de poblachón manchego, el atemporal templo de Devod, los interminables atascos todo ello envuelto en un paisaje otoñal que fomenta esta imposible relación amorosa.