Esta película reúne lo bueno de los documentales, de las películas de fantasía, y de las más caras superproducciones de Hollywood. Le falta una cosa y desborda otra. Le falta un reparto de actores, y rezuma técnica y calidad. Esta película es real, las tomas no están más trucadas que cuando graban en la sabana, simplemente han puesto más medios para contar una realidad que nos concierne a todos de alguna u otra manera. No sólo hablamos de biodiversidad, sino de el derecho a que las futuras generaciones disfruten bañándose en agua limpia y a que vean ballenas. Con tomas sencillamente geniales, una banda sonora como fiel rémora, y una moraleja que nos "refrescará" nuestra concepción del charco que tenemos frente a la costa, habla de cuán grande es el mar y de la urgencia que existe en cuidarlo. Si les gusta la naturaleza, o simplemente si les gusta disfrutar de un espectáculo de azules, ésta es su película.

Es embaucadora y poética, te atrapa desde el primer momento. Y el final es tremendo. Hecho en falta las profundidades abisales. ¡No os la perdáis!

Un regalo para los sentidos. Hermosa crítica a la barbarie del hombre con su entorno en un tono de auténtica poesia visual.

He de reconocer que Océanos es un documental magnífico en lo visual, en lo armónico y hasta en lo musical.

Sin embargo basta compararlo con Home para descubrir sus grandes carencias: una falta total de guión o hilo conductor que nos plantee una historia y un mensaje final. Se intuye, pero no se encuentra y, tal vez por eso, mi nota esté unos enteros por debajo de la media.

En cualquier caso, un documental que hay que ver y, sobre todo, que hay que enseñar a los más pequeños.

La calidad de las imágenes y como han sido obtenidas es indiscutible (sabiendo la gran dificultad que representa filmar bajo el agua).

Lo que le falta a esta película es mucha más intriga, es muy previsible.