El submarino (Das Boot)
1981 

7.7
24,040
24 de enero de 2022
24 de enero de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya estaba tardando yo en ver esta peli pese a lo mucho que había oído hablar de ella desde que se estrenó y estuvo nominada a varias oscars; aunque curiosamente no al de habla no inglesa, que se llevaría ese año Garci con "Volver a empezar".
Y debo decir, tras ver el montaje del director del año 97, de tres horas y media, que quizá se me haya hecho algo larga, dando la razón -quién sabe- a quienes defienden que los productores mejoran con la tijera el trabajo de los directores. Aunque en líneas generales la película es espléndida.
Y es que tras haber visto también en estos días la convencionalmente americana y triunfalista "U-57", que entretiene y tiene sus virtudes, pero que tiene muy poco en común con ésta, posiblemente la haya disfrutado más aún. Porque la cinta de Petersen es mucho más coherente y encierra mucha más verdad que el divertimento de Mostow (que describe hechos parecidos, pero desde el lado aliado), pero no solo desde el punto de vista histórico, sino desde el meramente humano.
La gran ventaja de "Das Boot" frente a tantas otras películas de submarinos es el tratarse del relato de los perdedores de aquella contienda, lo que pocas veces se ha hecho. Pero también su falta de pretensiones adoctrinadoras, la carencia de cualquier tipo de intención maniquea, con unos protagonistas que no son ni héroes ni villanos y cuyas acciones no se juzgan. La crudeza y horror de la guerra presentados del modo más natural y posible. Y conduciendo al espectador, merced a esa misma naturalidad y crudeza, a una reflexión sobre la moralidad de la guerra que le lleva a adentrarse en vericuetos tan ambiguos como incómodos. Como sucede siempre que aparece el tema de la moralidad en la guerra.
(sigo en zona spoiler)
Y debo decir, tras ver el montaje del director del año 97, de tres horas y media, que quizá se me haya hecho algo larga, dando la razón -quién sabe- a quienes defienden que los productores mejoran con la tijera el trabajo de los directores. Aunque en líneas generales la película es espléndida.
Y es que tras haber visto también en estos días la convencionalmente americana y triunfalista "U-57", que entretiene y tiene sus virtudes, pero que tiene muy poco en común con ésta, posiblemente la haya disfrutado más aún. Porque la cinta de Petersen es mucho más coherente y encierra mucha más verdad que el divertimento de Mostow (que describe hechos parecidos, pero desde el lado aliado), pero no solo desde el punto de vista histórico, sino desde el meramente humano.
La gran ventaja de "Das Boot" frente a tantas otras películas de submarinos es el tratarse del relato de los perdedores de aquella contienda, lo que pocas veces se ha hecho. Pero también su falta de pretensiones adoctrinadoras, la carencia de cualquier tipo de intención maniquea, con unos protagonistas que no son ni héroes ni villanos y cuyas acciones no se juzgan. La crudeza y horror de la guerra presentados del modo más natural y posible. Y conduciendo al espectador, merced a esa misma naturalidad y crudeza, a una reflexión sobre la moralidad de la guerra que le lleva a adentrarse en vericuetos tan ambiguos como incómodos. Como sucede siempre que aparece el tema de la moralidad en la guerra.
(sigo en zona spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por otro lado, aparte la logradísima sensación de claustrofobia y lo fascinante que es todo lo que sucede en el submarino gracias a lo bien interpretada y ambientada que está la peli, son también muy de destacar las escasas secuencias que tienen lugar en otras localizaciones. Así, la salvaje y decadente fiesta envuelta en brumas de alcohol antes de partir -uno pocas veces ha visto algo igual que esos 15 primeros minutos geniales en los que se diría que la cámara vuela sobre nubes imaginarias-; la intermedia de la recepción en el carguero capitaneado por Gunter Lamprecht (el Franz de "Berlin Alexanderplatz") fondeado en Vigo; y la del sorprendente final en el puerto.
Todas ellas son esenciales para comprender el sentido último de la historia -radicalmente antibelicista y al mismo tiempo nada panfletaria y, por eso mismo, tan convincente- y la tremenda injusticia y locura de cualquier guerra.
Un relato tremendo, en definitiva, de unos personajes que solo en el caso del oficial de las juventudes hitlerianas y el periodista corresponsal de guerra, están en principio fuera de lugar, lo que el capitán se ocupa de recordarles en alguna ocasión. El resto están allí por obligación aunque no lo deseen, pues se trata de su destino, su trabajo y, sobre todo, su país. Sean o no nazis o aunque en algún caso incluso secretamente los desprecien. Seres reales y repletos de zonas grises, en su forma de ser y en sus motivaciones, en oposición a cualquier estereotipo de personajes de una pieza.
Todas ellas son esenciales para comprender el sentido último de la historia -radicalmente antibelicista y al mismo tiempo nada panfletaria y, por eso mismo, tan convincente- y la tremenda injusticia y locura de cualquier guerra.
Un relato tremendo, en definitiva, de unos personajes que solo en el caso del oficial de las juventudes hitlerianas y el periodista corresponsal de guerra, están en principio fuera de lugar, lo que el capitán se ocupa de recordarles en alguna ocasión. El resto están allí por obligación aunque no lo deseen, pues se trata de su destino, su trabajo y, sobre todo, su país. Sean o no nazis o aunque en algún caso incluso secretamente los desprecien. Seres reales y repletos de zonas grises, en su forma de ser y en sus motivaciones, en oposición a cualquier estereotipo de personajes de una pieza.
20 de septiembre de 2022
20 de septiembre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
41 años han pasado para que de una vez por todas me sentase a disfrutar de ésta magnífica película con una crítica excelente. Es cierto que a Wolfgang Petersen se le fue un muy mucho la mano en la extensión de la cinta, en mi opinión innecesariamente, pero oiga usted, tampoco se ha hecho pesada para contar más de 210 minutos de metraje.
Desde el principio se nota lo descolorida que está la historia, sólo hace falta observar a los protagonistas para ver que la película tiene un mensaje políticamente correcto, se ríen de Hitler, no muestran escudos, señas, ni banderas de forma que se observe bien y todo queda como, si, vamos a interpretar a uno alemanes que causaron el terror en Europa por esos años, pero apenas vamos a mencionar nada del tema, para que la gente no nos vean como los malos de la historia, sino al contrario.
Me gustó mucho la alocada fiesta del principio, creo que a excepción de algunos personajes muy exagerados, sería lo normal en ese tipo de fiestas. Recordemos que se libraba la segunda guerra mundial. Conflictos, intereses, tensión, nervios, miedos, fracasos. Cuando llegaba un momento así, las cabras tiran a la montaña. Sexo, drogas, comida y bebida no pueden faltar. Añadir que todo va en relación a demostrar que durante esa guerra, Alemania mandó al frente, especialmente a la marina, a muchos jóvenes, sin experiencia y sin la disciplina militar necesaria. De ahí las primeras imágenes de la historia y posteriormente en la fiesta.
¿Y los submarinos? Porque ya he escrito mucho y no menciono lo más importante. Das Boot sin lugar a dudas es la película de submarinos de toda la historia del cine y no sólo por su duración, es que prácticamente el 95% del film se centra y ocurre dentro de un montón de hierros que se sumerge o sale a flote en los mares. Las escenas están muy bien rodadas, quizás un poco borrosas y confusas en exteriores, pero meticulosas al cien por cien dentro del aparato. Me imagino las dificultades del equipo de rodaje para filmar en tan estrecho espacio, tuvo que ser una tortura para actores y equipo. ¿Que había que conseguir el efecto de claustrofobia ? Pues se consigue con creces y yo no estaba allí para comprobarlo. Pero es imposible no sentir empatía por esos soldados, porque siempre piensas que cualquier fallo en la nave, la convierte en su tumba.
Sinceramente, ha valido la pena esperar tantos años para disfrutar de ésta maravillosa película.
Desde el principio se nota lo descolorida que está la historia, sólo hace falta observar a los protagonistas para ver que la película tiene un mensaje políticamente correcto, se ríen de Hitler, no muestran escudos, señas, ni banderas de forma que se observe bien y todo queda como, si, vamos a interpretar a uno alemanes que causaron el terror en Europa por esos años, pero apenas vamos a mencionar nada del tema, para que la gente no nos vean como los malos de la historia, sino al contrario.
Me gustó mucho la alocada fiesta del principio, creo que a excepción de algunos personajes muy exagerados, sería lo normal en ese tipo de fiestas. Recordemos que se libraba la segunda guerra mundial. Conflictos, intereses, tensión, nervios, miedos, fracasos. Cuando llegaba un momento así, las cabras tiran a la montaña. Sexo, drogas, comida y bebida no pueden faltar. Añadir que todo va en relación a demostrar que durante esa guerra, Alemania mandó al frente, especialmente a la marina, a muchos jóvenes, sin experiencia y sin la disciplina militar necesaria. De ahí las primeras imágenes de la historia y posteriormente en la fiesta.
¿Y los submarinos? Porque ya he escrito mucho y no menciono lo más importante. Das Boot sin lugar a dudas es la película de submarinos de toda la historia del cine y no sólo por su duración, es que prácticamente el 95% del film se centra y ocurre dentro de un montón de hierros que se sumerge o sale a flote en los mares. Las escenas están muy bien rodadas, quizás un poco borrosas y confusas en exteriores, pero meticulosas al cien por cien dentro del aparato. Me imagino las dificultades del equipo de rodaje para filmar en tan estrecho espacio, tuvo que ser una tortura para actores y equipo. ¿Que había que conseguir el efecto de claustrofobia ? Pues se consigue con creces y yo no estaba allí para comprobarlo. Pero es imposible no sentir empatía por esos soldados, porque siempre piensas que cualquier fallo en la nave, la convierte en su tumba.
Sinceramente, ha valido la pena esperar tantos años para disfrutar de ésta maravillosa película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Los último 45 minutos de metraje son una auténtica joya. No me gusta ver trailers, ni leer mucho sobre las pelis que voy a ver y de verdad que no conocía nada del final, pasé unos agobios increíbles cuando el submarino es alcanzado al intentar de forma suicida atravesar el estrecho de Gibraltar y es enviado al fondo del mar, a más de 280 metros de profundidad, exponiendo a la máquina a las situaciones más extremas. Yo pensaba que ese era el final del grupo, pero sorprendentemente escaparon de milagro para posteriormente morir donde se suponían que estarían mejor protegidos. Paradojas de la vida. Tanto nadar...para terminar muriendo en la orilla.
23 de junio de 2007
23 de junio de 2007
29 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se que hacer con esta película. Si darle matricula de honor, o ponerla cara a la pared. Es extraña la relación que mantengo con ella.
Recuerdo que cuando reinaba en los quioscos los enormes cartones con dos cintas VHS por 1995 pesetas (sólo el primer número), hubo entre tantas colecciones una en particular que decidí hacer; Cine Bélico. Uno de los números era "Das Boot. El submarino". Yo, como normalmente hacía cada quincena, lo compré. Vi la película... me pareció un auténtico peliculón. En aquellos momentos la definí como honorosa película incluida en la lista de las diez mejores películas de la historia de quien esto escribe. Si en aquellos momentos hubiese existido Filmaffynity, me hubiese dado patadas en el culo para conectarme y meterle a esta cinta un diez.
Al tiempo, bastante tiempo después, me la puse nuevamente. Me quedé extrañado al contemplar que aquella película que me encantó en el pasado me estaba aburriendo como pocas películas que yo recuerde. Era un auténtico coñazo. Aguanté heroicamente las dos horas y media por no dejarla inacabada. En aquellos momentos, si nuevamente, hubiese estado Filmaffinity, me hubiese dado las misma patadas en el culo para conectarme y endiñarle el uno más hermoso de la historia de las puntuaciones.
Así que hoy en día, cuando pienso en "Das Boot. El submarino", no se decir si es muy buena, o muy mala; por lo tanto mi votacion para ella es de 6. Me quedo a medio camino. He pensado incluso en volverla a ver (esta vez mediante el DVD), pero me acojona pensar que son dos horas y media; ¿y si no me gusta?
Recuerdo que cuando reinaba en los quioscos los enormes cartones con dos cintas VHS por 1995 pesetas (sólo el primer número), hubo entre tantas colecciones una en particular que decidí hacer; Cine Bélico. Uno de los números era "Das Boot. El submarino". Yo, como normalmente hacía cada quincena, lo compré. Vi la película... me pareció un auténtico peliculón. En aquellos momentos la definí como honorosa película incluida en la lista de las diez mejores películas de la historia de quien esto escribe. Si en aquellos momentos hubiese existido Filmaffynity, me hubiese dado patadas en el culo para conectarme y meterle a esta cinta un diez.
Al tiempo, bastante tiempo después, me la puse nuevamente. Me quedé extrañado al contemplar que aquella película que me encantó en el pasado me estaba aburriendo como pocas películas que yo recuerde. Era un auténtico coñazo. Aguanté heroicamente las dos horas y media por no dejarla inacabada. En aquellos momentos, si nuevamente, hubiese estado Filmaffinity, me hubiese dado las misma patadas en el culo para conectarme y endiñarle el uno más hermoso de la historia de las puntuaciones.
Así que hoy en día, cuando pienso en "Das Boot. El submarino", no se decir si es muy buena, o muy mala; por lo tanto mi votacion para ella es de 6. Me quedo a medio camino. He pensado incluso en volverla a ver (esta vez mediante el DVD), pero me acojona pensar que son dos horas y media; ¿y si no me gusta?
14 de octubre de 2012
14 de octubre de 2012
19 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me da un poco de pena suspender esta película por el esfuerzo realizado, las interpretaciones, el sufrimiento de la tripulación y lo difícil de rodar permanentemente en un submarino. Pero es que sus eternos no sé cuentos minutos (209 según la versión del director) son como una tortura, máxime si tenemos en cuenta que Wolfgang Petersen no me está contando prácticamente nada. Aunque en la recta final se anima ligeramente toda la parte inicial, prescindiendo de los primeros minutos, hasta 2/3 del metraje más o menos, son de un aburrimiento soberbio. Mientras veía el día a día de nuestros héroes rogaba que pasara algo de interés. Como nada de eso ocurría empecé a divagar para ver como podría mejorarse el argumento. Las ideas para crear un pedazo de película fueron muchas, desde un vampiro que fuera matando a la tripulación uno por uno, hasta una misión suicida en la que debían infiltrarse en una base naval enemiga, pasando por un loco dispuesto a sabotear la nave hasta a una historia romántica ente el capitán y la chica que sería teniente o lo que fuera.
Me temo que el éxito de "Das Boot" resida en ese estilo hiperrealista que podemos apreciar en otros trabajos alemanes como "Stalingrado", un estilo que condena todo lo que se salga de la más absoluta normalidad (¡qué más anormal que apareciera un vampiro!). De este modo, hacemos un monumento a la cotidianidad, a lo prosaico y a lo intrascendente. Los marineros bromean, comen, hunden un barco, escriben cartas, tratar de escapar de sus perseguidores, atracan en algún puerto. O sea, las cosas que vivieron absolutamente todos los combatientes en la segunda guerra mundial y hasta en cualquier otra. El intento de acabar con toda concesión al espectáculo llega al límite de eliminar hasta el propio argumento, con el intento de mimetizarse con el resto de submarinos del mundo mundial. De esta forma la película transcurre de un modo más que plano, tanto como los propios personajes que aparecen. En todos lo sentidos, cualquier parecido con la sobresaliente “Marea Roja” es pura coincidencia.
Se ve que este estilo encandila a los críticos y hasta a bastantes espectadores pero yo considero que esto es directamente la muerte del cine. Uno quiere ver en la pantalla (en el arte en general) lo extraordinario, lo sorprendente, lo edificante, lo bello o lo espectacular. Grandes amores, grandes aventuras, grandes historias y personajes grandiosos. Que, por ejemplo, los protagonistas sean guapos (especialmente ellas), que los buenos sean buenos de verdad, que el terror te asuste, que el drama te conmueva, que la tragedia te haga llorar, que la comedia te haga reír. Y aunque “Das Boot” no sólo sea esto, ver a un individuo como se saca los mocos de la nariz y se los echa a otro, comprobar las enfermedades venéreas de algunos más o como el de más de allá se peina para ir a cenar, la verdad es que no es precisamente la idea que tengo sobre el cine.
Me temo que el éxito de "Das Boot" resida en ese estilo hiperrealista que podemos apreciar en otros trabajos alemanes como "Stalingrado", un estilo que condena todo lo que se salga de la más absoluta normalidad (¡qué más anormal que apareciera un vampiro!). De este modo, hacemos un monumento a la cotidianidad, a lo prosaico y a lo intrascendente. Los marineros bromean, comen, hunden un barco, escriben cartas, tratar de escapar de sus perseguidores, atracan en algún puerto. O sea, las cosas que vivieron absolutamente todos los combatientes en la segunda guerra mundial y hasta en cualquier otra. El intento de acabar con toda concesión al espectáculo llega al límite de eliminar hasta el propio argumento, con el intento de mimetizarse con el resto de submarinos del mundo mundial. De esta forma la película transcurre de un modo más que plano, tanto como los propios personajes que aparecen. En todos lo sentidos, cualquier parecido con la sobresaliente “Marea Roja” es pura coincidencia.
Se ve que este estilo encandila a los críticos y hasta a bastantes espectadores pero yo considero que esto es directamente la muerte del cine. Uno quiere ver en la pantalla (en el arte en general) lo extraordinario, lo sorprendente, lo edificante, lo bello o lo espectacular. Grandes amores, grandes aventuras, grandes historias y personajes grandiosos. Que, por ejemplo, los protagonistas sean guapos (especialmente ellas), que los buenos sean buenos de verdad, que el terror te asuste, que el drama te conmueva, que la tragedia te haga llorar, que la comedia te haga reír. Y aunque “Das Boot” no sólo sea esto, ver a un individuo como se saca los mocos de la nariz y se los echa a otro, comprobar las enfermedades venéreas de algunos más o como el de más de allá se peina para ir a cenar, la verdad es que no es precisamente la idea que tengo sobre el cine.
19 de agosto de 2019
19 de agosto de 2019
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si ya tenía miedo de que con "Dr. Stangelove" me cayesen palos por criticar una película cuyo humor había envejecido terriblemente y se valoraba solo por su director, con "Das Boot", de la que no he visto prácticamente críticas malas, me va a caer la de Dios. Pero bueno, aquí hemos venido a criticar y dar opiniones así que se a lo que me expongo.
Trama cortita: casi como si fuese un documental, la película acompaña a un grupo de jovenes marineros alemanes dirigidos por el capitán (Jürgen Prochnow) durante una larga travesía en submarino. Y ya, esa es básicamente la premisa sin destapar.
Doy gracias porque solo he visto la versión "corta", porque ni de broma habría aguantado la friolera de casi 5 horas de hombres encerrados en un submarino. Por darle lo que es bueno: la humanización de los jóvenes alemanes que van a la guerra y el mensaje antibélico me parecen correctos. El principal problema que tengo es que su tiempo de exposición para ello es ridículo, La película tiene momentos puntuales que te hace parecer que te van a sacar de la monotonía solo para volverte a meter en conversaciones insulsas que te obligan a replantearte si no puedes invertir tu vida en otra cosa.
Y esa es básicamente mi crítica de "Das Boot". Una película cuyo mensaje y su manera de mostrarlo no es desacertada, pero que debido a su sobreexposición y un director que debía estar en sustancias alucinógenas cuando decidió que todavía le faltaba metraje que rodar se hace machacona hasta límites insospechados y acaba menoscabando sus buenas intenciones.
Trama cortita: casi como si fuese un documental, la película acompaña a un grupo de jovenes marineros alemanes dirigidos por el capitán (Jürgen Prochnow) durante una larga travesía en submarino. Y ya, esa es básicamente la premisa sin destapar.
Doy gracias porque solo he visto la versión "corta", porque ni de broma habría aguantado la friolera de casi 5 horas de hombres encerrados en un submarino. Por darle lo que es bueno: la humanización de los jóvenes alemanes que van a la guerra y el mensaje antibélico me parecen correctos. El principal problema que tengo es que su tiempo de exposición para ello es ridículo, La película tiene momentos puntuales que te hace parecer que te van a sacar de la monotonía solo para volverte a meter en conversaciones insulsas que te obligan a replantearte si no puedes invertir tu vida en otra cosa.
Y esa es básicamente mi crítica de "Das Boot". Una película cuyo mensaje y su manera de mostrarlo no es desacertada, pero que debido a su sobreexposición y un director que debía estar en sustancias alucinógenas cuando decidió que todavía le faltaba metraje que rodar se hace machacona hasta límites insospechados y acaba menoscabando sus buenas intenciones.
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