Truman
7.0
30,082
21 de febrero de 2016
21 de febrero de 2016
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente no me ha gustado nada.
Me parece muy bien que en las escuelas de cine se estudie que una película intimista, con un tema trascendental, con amigos de por medio, sea una apuesta segura.
Pero tal vez a estas escuelas hace falta explicarles que hay una cosa que se llama "alma cinematográfica" que en este caso no aparece por ningún lado.
Al final es una cadena de acciones cotidianas diarias de cualquier ser humano (comer, lavarse los dientes, cenar, restaurantes, viajar, dormir y pasear...) pero con una base tan floja como un perro sin sentido por el medio.
Al menos, el perro se podía haber escapado de los rusos y volver con él. Ni eso tiene de emoción.
Se nota que trata de ser algo original rompiendo esquemas con las secuencia de Javier Cámara y la prima en la habitación, pero suena a "vamos a despertar al espectador".
Cuando digo que no tiene alma, es simplemente porque es una cadena de planos, uno tras otro, perfectamente rodados, pero que hasta se siente al director cuando dice "acción" y "corten". Lo veo. Y eso es la mayor de las críticas negativas que se le puede hacer a una película. Todos los planos enmarcados, perfectamente preparados, se siente el acción y corten de cada uno.... ¡¡¡ sin alma, cinematográficamente hablando !!!
¿Los actores? Pues me parece una apuesta segura. No hacen nada del otro mundo pero son tan grandes que es por donde se salva un poco la película. Me ha sonado a un partido con Messi y Neymar, y que simplemente por estar ellos se gana el partido. Sin esfuerzo, sin entrega, sin nada. Para mí, esto es engañar al espectador. Si se paga una entrada es para ver a Ricardo y Javier emocionándome, y no tomando café, paseando, algún abrazo forzado, un viaje y lavándose los dientes, con conversaciones por medio insípidas.
Sigo con el "sin alma". En que se traduce ese modo de rodar tan esquemático de corten y acción, pues en que una película con esos 2 pedazos de actores, que trata lo que trata, y casi 2 horas....¡¡¡no logra emocionar ni un segundo!!!. Es una cadena de planos, de acciones, sin una emoción, salve que la fuercen mucho, tanto , que se note. Un acción/corten, pero con ojos rojos me pareció ver en Javier Cámara en la escalera del edificio. Sin un ápice de credibilidad, salvo...que lo hace porque lo pone el guión.
Un último apunte a la música. Explicarle al director que es original eso de la guitarra surgiendo de la nada, y con acordes melódicos. Ideal para transmitir intimidad a la historia. Pero...¿sólo eso?
En definitiva, sinceramente, un paso más atrás en nuestro cine, si haciendo esto tan simple puede barrer en los Goyas.
Me parece muy bien que en las escuelas de cine se estudie que una película intimista, con un tema trascendental, con amigos de por medio, sea una apuesta segura.
Pero tal vez a estas escuelas hace falta explicarles que hay una cosa que se llama "alma cinematográfica" que en este caso no aparece por ningún lado.
Al final es una cadena de acciones cotidianas diarias de cualquier ser humano (comer, lavarse los dientes, cenar, restaurantes, viajar, dormir y pasear...) pero con una base tan floja como un perro sin sentido por el medio.
Al menos, el perro se podía haber escapado de los rusos y volver con él. Ni eso tiene de emoción.
Se nota que trata de ser algo original rompiendo esquemas con las secuencia de Javier Cámara y la prima en la habitación, pero suena a "vamos a despertar al espectador".
Cuando digo que no tiene alma, es simplemente porque es una cadena de planos, uno tras otro, perfectamente rodados, pero que hasta se siente al director cuando dice "acción" y "corten". Lo veo. Y eso es la mayor de las críticas negativas que se le puede hacer a una película. Todos los planos enmarcados, perfectamente preparados, se siente el acción y corten de cada uno.... ¡¡¡ sin alma, cinematográficamente hablando !!!
¿Los actores? Pues me parece una apuesta segura. No hacen nada del otro mundo pero son tan grandes que es por donde se salva un poco la película. Me ha sonado a un partido con Messi y Neymar, y que simplemente por estar ellos se gana el partido. Sin esfuerzo, sin entrega, sin nada. Para mí, esto es engañar al espectador. Si se paga una entrada es para ver a Ricardo y Javier emocionándome, y no tomando café, paseando, algún abrazo forzado, un viaje y lavándose los dientes, con conversaciones por medio insípidas.
Sigo con el "sin alma". En que se traduce ese modo de rodar tan esquemático de corten y acción, pues en que una película con esos 2 pedazos de actores, que trata lo que trata, y casi 2 horas....¡¡¡no logra emocionar ni un segundo!!!. Es una cadena de planos, de acciones, sin una emoción, salve que la fuercen mucho, tanto , que se note. Un acción/corten, pero con ojos rojos me pareció ver en Javier Cámara en la escalera del edificio. Sin un ápice de credibilidad, salvo...que lo hace porque lo pone el guión.
Un último apunte a la música. Explicarle al director que es original eso de la guitarra surgiendo de la nada, y con acordes melódicos. Ideal para transmitir intimidad a la historia. Pero...¿sólo eso?
En definitiva, sinceramente, un paso más atrás en nuestro cine, si haciendo esto tan simple puede barrer en los Goyas.
5 de noviembre de 2015
5 de noviembre de 2015
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película que veo hipnotizado durante sus 105 minutos. Lo que cuenta es trágico, pero en vez de abandonarse al dramón y a la lágrima fácil, esta película se inclina por dejarnos la sonrisa en la cara durante todo el metraje y por emocionar por vías legítimas, algo bastante infrecuente.
De Cesc Gay ya había visto sus anteriores películas, de las cuales destaco sobretodo "En la ciudad" y "Una pistola en cada mano". Pero es verdad que, a pesar de su buen hacer nunca lograba atraparme del todo con su cine, algo que con "Truman" consigue sobradamente consiguiendo su mejor película hasta la fecha, la más redonda y accesible.
En cuanto a los actores, que decir de Javier Cámara que no se haya dicho ya con su Goya de hace dos años. Un papelón más para este gran actor. Luego está Darín, que es un actor que me fascina, para mí uno de los mejores actores del planeta, que con cada nueva película consigue un retrato para enmarcar y que aquí, está más acertado, encantador y memorable que nunca. Y por último están Darín y Cámara como pareja, una química y una compenetración espectacular, una delicia.
En definitiva, "Truman" es sin duda una de las tres o cinco mejores películas que he visto en la que va de año, y sin duda la mejor española.
Sería la justa vencedora en los Goya en los apartados de mejor película, mejor actor (que debería ser al igual que en San Sebastian ex aequo, y mejor guión.
De Cesc Gay ya había visto sus anteriores películas, de las cuales destaco sobretodo "En la ciudad" y "Una pistola en cada mano". Pero es verdad que, a pesar de su buen hacer nunca lograba atraparme del todo con su cine, algo que con "Truman" consigue sobradamente consiguiendo su mejor película hasta la fecha, la más redonda y accesible.
En cuanto a los actores, que decir de Javier Cámara que no se haya dicho ya con su Goya de hace dos años. Un papelón más para este gran actor. Luego está Darín, que es un actor que me fascina, para mí uno de los mejores actores del planeta, que con cada nueva película consigue un retrato para enmarcar y que aquí, está más acertado, encantador y memorable que nunca. Y por último están Darín y Cámara como pareja, una química y una compenetración espectacular, una delicia.
En definitiva, "Truman" es sin duda una de las tres o cinco mejores películas que he visto en la que va de año, y sin duda la mejor española.
Sería la justa vencedora en los Goya en los apartados de mejor película, mejor actor (que debería ser al igual que en San Sebastian ex aequo, y mejor guión.
8 de noviembre de 2015
8 de noviembre de 2015
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi crítica tiene poco que aportar a la del compañero antonalva, si acaso reforzarla porque somos de los pocos que no hemos conseguido ver en Truman lo que la mayoría sí.
Es cierto que la presencia de Darín es magnética, ¿cuándo no lo ha sido? Pero el resto de secuencias, personajes, situaciones tópicas, etc. no son más que pura anécdota y de lo más superficial. Medio en broma la película se toma muy en serio, y ahi comete su gran error, no hay tono ni dirección a seguir, sólo momentos y momentos unos más dramáticos, otros más cómicos que no consiguen hacerse creíbles. Un ejemplo de esto son las secuencias del teatro y la aparición del gran José Luis Gómez, totalmente fallidas, inútiles e incluso mal realizadas.
Las relaciones entre los protagonistas están totalmente descompensadas, quizá la hermana y el buen amigo (el limitado Javier Cámara de siempre en el papel de siempre), deberían ofrecer más complejidad y no quedarse en meros muñecos sin ninguna entidad.
Una película sobre la despedida, una película sobre la amistad, una película que no indaga en el fin de una época o de una manera de entender la vida, en el fin de un hombre y de un mundo (como sí hacía la obra maestra que da título a esta crítica), una película que, aunque se esfuerza por disimularlo, se acerca mucho más de lo que parece a productos comerciales al uso.
Es cierto que la presencia de Darín es magnética, ¿cuándo no lo ha sido? Pero el resto de secuencias, personajes, situaciones tópicas, etc. no son más que pura anécdota y de lo más superficial. Medio en broma la película se toma muy en serio, y ahi comete su gran error, no hay tono ni dirección a seguir, sólo momentos y momentos unos más dramáticos, otros más cómicos que no consiguen hacerse creíbles. Un ejemplo de esto son las secuencias del teatro y la aparición del gran José Luis Gómez, totalmente fallidas, inútiles e incluso mal realizadas.
Las relaciones entre los protagonistas están totalmente descompensadas, quizá la hermana y el buen amigo (el limitado Javier Cámara de siempre en el papel de siempre), deberían ofrecer más complejidad y no quedarse en meros muñecos sin ninguna entidad.
Una película sobre la despedida, una película sobre la amistad, una película que no indaga en el fin de una época o de una manera de entender la vida, en el fin de un hombre y de un mundo (como sí hacía la obra maestra que da título a esta crítica), una película que, aunque se esfuerza por disimularlo, se acerca mucho más de lo que parece a productos comerciales al uso.
14 de agosto de 2016
14 de agosto de 2016
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buenos actores y realización correcta, aparte de esto, la historia: casi inexistente. Creo que me quedo con la escena en que los dos "amigos del alma" se preguntan que es lo que más admiran uno del otro. Lo que sigue después son un montón de abracitos de despedida y algún pequeño diálogo que trata de ser ingenioso sin acabar de lograrlo.Quien la califica como película intimista creo que se equivoca: no veo intimidad alguna en la amistad de los dos protagonistas que hacía años que ni se veían. Una lástima no haber sacado más partido a esta "historia".
Por otro lado, también me satura tanto intento de adoctrinamiento digamos "alternativo": las chicas que quieren adoptar al perro son lesbianas y han adoptado a un niño; las infidelidades y "canitas al aire" resulta que están muy bien vistas por todos: uno de los personajes (Eduard Fernandez) !hasta lo agradece!; etc. etc.
Me aburrí bastante y no me pareció sensible ni emotiva, el protagonista más que afrontar el hecho de la muerte con valentía lo afronta sin sentimiento, como si se fuera a comprar tabaco. No se trata de caer en sentimentalismos ñoños pero tampoco en la frivolidad. En definitiva la peli me dejó fría.
Por otro lado, también me satura tanto intento de adoctrinamiento digamos "alternativo": las chicas que quieren adoptar al perro son lesbianas y han adoptado a un niño; las infidelidades y "canitas al aire" resulta que están muy bien vistas por todos: uno de los personajes (Eduard Fernandez) !hasta lo agradece!; etc. etc.
Me aburrí bastante y no me pareció sensible ni emotiva, el protagonista más que afrontar el hecho de la muerte con valentía lo afronta sin sentimiento, como si se fuera a comprar tabaco. No se trata de caer en sentimentalismos ñoños pero tampoco en la frivolidad. En definitiva la peli me dejó fría.
8 de enero de 2016
8 de enero de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salí del cine pensando cómo temas fundamentales como la muerte, la amistad y el amor pueden convivir en una armonía tan natural. Y es que todo forma parte de la vida. La historia se construye sobre un único pilar: la decisión de Julián de aceptar lo inevitable, y de preocuparse de lo evitable. Pocas veces el título de una película dice tanto. Es esta coherencia, de la que el director no se despega ni un segundo, la que consigue que el espectador no pestañee esperando qué es lo siguiente que hará Julián.
Una vez embarcados en la historia, no podemos evitar hacernos algunas preguntas: ¿seríamos tan valientes como Julián? ¿podemos presumir de tener amigos tan fantásticos como Tomás? Mucho me temo que las pequeñas historias que, como los capítulos de un libro, se suceden en la película, retornarán a nuestra memoria en más de una ocasión.
Es una buena película ... pero tenía los ingredientes para ser algo más. El ritmo es irregular, hasta pasados unos veinte minutos es Ricardo Darín el encargado de mantener la tensión y la fluidez. Por suerte, esto pasa, y los personajes quedan acompasados. Darín hace una vez más un papel extraordinario. Lejos de parecer una valoración de perogrullo, se hace necesario decirlo, porque es precisamente el momento en el que Julián no está presente cuando la película cae de ese altísimo nivel al que nos ha elevado el director.
Puede que hilar tan fino perjudique a nuestra percepción. Habría que "culpar" al director, por rayar la perfección en muchos momentos, por hacernos crear tan altas expectativas. Aunque francamente, creo que es una virtud de Cesc Gay despertar en nosotros esa exigencia, algo que desgraciadamente no nos suele ocurrir.
Comentaba que Cesc Gay raya la perfección ... creo que la consigue en el capítulo de Ámsterdam.
Finalmente, es llamativo cómo la película se puede resumir en unas cuantas frases sueltas que dejan caer los protagonistas. Pero esto es una crítica sin "spoiler". Animo a los aficionados a descubrirlas, si aún no la han visto.
Una vez embarcados en la historia, no podemos evitar hacernos algunas preguntas: ¿seríamos tan valientes como Julián? ¿podemos presumir de tener amigos tan fantásticos como Tomás? Mucho me temo que las pequeñas historias que, como los capítulos de un libro, se suceden en la película, retornarán a nuestra memoria en más de una ocasión.
Es una buena película ... pero tenía los ingredientes para ser algo más. El ritmo es irregular, hasta pasados unos veinte minutos es Ricardo Darín el encargado de mantener la tensión y la fluidez. Por suerte, esto pasa, y los personajes quedan acompasados. Darín hace una vez más un papel extraordinario. Lejos de parecer una valoración de perogrullo, se hace necesario decirlo, porque es precisamente el momento en el que Julián no está presente cuando la película cae de ese altísimo nivel al que nos ha elevado el director.
Puede que hilar tan fino perjudique a nuestra percepción. Habría que "culpar" al director, por rayar la perfección en muchos momentos, por hacernos crear tan altas expectativas. Aunque francamente, creo que es una virtud de Cesc Gay despertar en nosotros esa exigencia, algo que desgraciadamente no nos suele ocurrir.
Comentaba que Cesc Gay raya la perfección ... creo que la consigue en el capítulo de Ámsterdam.
Finalmente, es llamativo cómo la película se puede resumir en unas cuantas frases sueltas que dejan caer los protagonistas. Pero esto es una crítica sin "spoiler". Animo a los aficionados a descubrirlas, si aún no la han visto.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here