Truman
7.0
30,082
11 de noviembre de 2015
11 de noviembre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El nacimiento es el primer estadio hacia la muerte, todo ser humano es consciente que ha de morir, pero cuando sabemos que nuestra fecha de caducidad existencial, como Julián, es inminente, ¿cómo la afrontamos? ¿Como la sentimos?... Pues de ésta, y muchas otras cosas, diserta esta admirable película, sin afortunadamente, caer en la sensiblería barata y lacrimógena, que hubiera sido lo simple, si bien es imposible que las entrañas no se conmuevan en algunas secuencias, no se puede ser totalmente inmune cuando se despliegan emociones de tanta intensidad. Julián nos da una lección de entereza y sobriedad ante el advenimiento de su ocaso vital, si hace lo correcto o no... todo es relativo, nadie puede, ni debe, juzgarlo, pero sabe lo que hace, sus actos son firmes y seguros... Está aprendiendo a morir, con dignidad y orgullo...
Mientras, está Truman, su perro, que es el atento vigilante de su conciencia, todo lo conoce de Julián, y no sólo eso, también comprende los entresijos de su alma, su mente cánida empatiza con la de su amo en una simbiosis geométrica. Sin lugar a dudas, es su mejor psicólogo.
Tomás es diametralmente opuesto a su amigo, pero lo quiere por lo que es, por lo que representa, por lo que fue y será en su memoria, por su ínclita idiosincrasia... Por eso no le pide explicaciones por su comportamiento, amar a alguien es comprenderlo, algo que parece fácil y al mismo tiempo es tan complicado.
Julián en su recta final también se da cuenta de muchas cosas, es hora de hacer balance, de lo que pudo ser y no fue, de que todo pasa y todo queda, de que la vida es una tragicomedia y sobretodo que mientras estás vivo y te quede un hálito de vida puedes decir o hacer aquello que nunca te atreviste a decir o hacer, porque si triste es arrepentirte de algo que hiciste, todavía lo es más de lo que no hiciste, pues como decía mi querido Don Antonio Machado recuerda que "Hoy es siempre todavía"...
Mientras, está Truman, su perro, que es el atento vigilante de su conciencia, todo lo conoce de Julián, y no sólo eso, también comprende los entresijos de su alma, su mente cánida empatiza con la de su amo en una simbiosis geométrica. Sin lugar a dudas, es su mejor psicólogo.
Tomás es diametralmente opuesto a su amigo, pero lo quiere por lo que es, por lo que representa, por lo que fue y será en su memoria, por su ínclita idiosincrasia... Por eso no le pide explicaciones por su comportamiento, amar a alguien es comprenderlo, algo que parece fácil y al mismo tiempo es tan complicado.
Julián en su recta final también se da cuenta de muchas cosas, es hora de hacer balance, de lo que pudo ser y no fue, de que todo pasa y todo queda, de que la vida es una tragicomedia y sobretodo que mientras estás vivo y te quede un hálito de vida puedes decir o hacer aquello que nunca te atreviste a decir o hacer, porque si triste es arrepentirte de algo que hiciste, todavía lo es más de lo que no hiciste, pues como decía mi querido Don Antonio Machado recuerda que "Hoy es siempre todavía"...
15 de noviembre de 2015
15 de noviembre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un importante suceso junta de nuevo en Madrid a dos viejos amigos. Serán 4 días de recuerdos y de sentimientos a flor de piel, con un perro haciendo de callado observador pero que jugará un papel fundamental en toda la historia.
Cesc Gay vuelve a juntar otra vez a dos de los mejores actores de habla hispana del momento, después de la fallida Una pistola en cada mano, como son Ricardo Darín y Javier Cámara, tanto monta, monta tanto, Javier como Ricardo. Ofrecen un máster de interpretación con un canto de esperanza a las amistades de toda la vida. Aunque en esta amistad es cierto que uno da mucho más de lo que recibe y cojea de una pata. Pero su bondad le hace no darle importancia a este sutil detalle. Película que se ve con un nudo en la garganta y con la sonrisa de medio lado. Se disfruta más que se sufre. La edad madura de los protagonistas no disimula su corazón infantil, uno por no saber como irse y el del otro por desear lo que para el otro solo son migajas, como es su propia vida. La película no deja de ser como muchas otras, un cruce de fabulosos diálogos que se podría filmar con dos actores sentados en dos sillas uno enfrente del otro y sin ningún decorado pero que el viaje a Amsterdam consigue darle un plus que la convierte en una excelente película y no en una notable obra de teatro. En definitiva es un film muy recomendable, sin ningún efecto especial visual, pero ni falta que hace, porque no hay mejor escena de acción que una conversación inteligente entre personas que se quieren y respetan. Ah, y con una mascota adorable robando escenas.
Lo mejor: El final, inesperado e inigualable. Las peripecias en Amsterdam. Los diálogos que fluyen de forma espontánea entre el dúo protagonista. La honestidad del albendense.
Lo peor: El momento edredonig en el hotel sobraba. La caradura de pedir dinero sabiendo que no lo vas a devolver nunca. No se sabe nada más de la familia canadiense.
Nota: 8,5/10
Cesc Gay vuelve a juntar otra vez a dos de los mejores actores de habla hispana del momento, después de la fallida Una pistola en cada mano, como son Ricardo Darín y Javier Cámara, tanto monta, monta tanto, Javier como Ricardo. Ofrecen un máster de interpretación con un canto de esperanza a las amistades de toda la vida. Aunque en esta amistad es cierto que uno da mucho más de lo que recibe y cojea de una pata. Pero su bondad le hace no darle importancia a este sutil detalle. Película que se ve con un nudo en la garganta y con la sonrisa de medio lado. Se disfruta más que se sufre. La edad madura de los protagonistas no disimula su corazón infantil, uno por no saber como irse y el del otro por desear lo que para el otro solo son migajas, como es su propia vida. La película no deja de ser como muchas otras, un cruce de fabulosos diálogos que se podría filmar con dos actores sentados en dos sillas uno enfrente del otro y sin ningún decorado pero que el viaje a Amsterdam consigue darle un plus que la convierte en una excelente película y no en una notable obra de teatro. En definitiva es un film muy recomendable, sin ningún efecto especial visual, pero ni falta que hace, porque no hay mejor escena de acción que una conversación inteligente entre personas que se quieren y respetan. Ah, y con una mascota adorable robando escenas.
Lo mejor: El final, inesperado e inigualable. Las peripecias en Amsterdam. Los diálogos que fluyen de forma espontánea entre el dúo protagonista. La honestidad del albendense.
Lo peor: El momento edredonig en el hotel sobraba. La caradura de pedir dinero sabiendo que no lo vas a devolver nunca. No se sabe nada más de la familia canadiense.
Nota: 8,5/10
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Más críticas de películas en el blog de El Sacapuntas del Cine.
2 de diciembre de 2015
2 de diciembre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiene Truman, una mirada condescendiente y a la vez, una ‘mala leche’ contenida. Cesc Gay lleva a cabo una película bien plantada, quizás algo cobarde y con tintes demasiado comerciales, pero que al menos sabe desarrollar una historia y que cuenta con dos actores como la copa de un pino para elevarla de nivel.
La historia de un actor de prestigio que encara sus últimos días de vida por un cáncer que le ha sido diagnosticado, es un retrato, más alegre de lo que pareciera a simple vista. Una reacción vitalista ante la muerte gracias al reencuentro que ofrece la historia entre el desafortunado personaje interpretado por Ricardo Darin, con su gran amigo que vive en Canadá y recorre miles de kilómetros para visitarlo, un no menos extraordinario Javier Cámara.
El otro gran protagonista de la cinta es un perro, y no desdeñen su presencia porque será el animal el que da título a la cinta y no sólo eso, si no que será el protagonista de la acción principal de la película. Buscar un nuevo amo para Truman cuando haya perecido su dueño actual, será la trama principal de una cinta que trata con ternura, alegría, dolor y optimismo a partes iguales una historia destinada al drama más puro pero que se gestiona desde otro ámbito con cierto interés.
Otra cosa son las añadiduras del guión, la historia de amor, algún secundario forjado con clichés y sobreactuado, ciertos excesos en la comedia… pero en líneas generales Truman es una buena película, no es fácil sacarle el punto alegre a una historia que llora por dentro pero que logra sonreír y hasta carcajear por fuera. Es normal que Cesc Gay quiera dar algunas concesiones al espectador medio, obrar una cinta que también tiene intenciones de atraer a muchos hasta la taquilla con dos actores reconocidos y con su estreno no sólo en España si no también en Argentina, donde Darin es Dios.
Dos actores que lo dan todo y que se llevaron ex aequo el premio al mejor actor en el Festival de cine de San Sebastián, casi nada. Saben llorar, saben reprimirse las lágrimas, saben reir y bromear y hasta esconder la rabia. No voy a descubrir ahora a estos dos genios de la interpretación, lo mejor de cada casa.
Truman es, en definitiva, una tragicomedia accesible, sencilla en su concepción, emotiva por momentos y que es difícil que no guste, tanto un público menos cinéfilo, como los sesudos adoradores del séptimo arte, encontrarán en ella algo a lo que agarrarse para salir de la sala con media sonrisa y una sensación de haber visto algo trascendente.
Habrá quién eche en falta el abigarrado dolor ante la muerte, la explosión de llanto por el cáncer que realmente nunca termina por explotar para dejar a Truman en algo más complaciente, pero aquí se ha querido hacer otra película diferente, y funciona bastante bien, el público ha ganado.
http://www.viveiberoamerica.com/truman-los-ultimos-dias-alegres/
@iberoamericavi
La historia de un actor de prestigio que encara sus últimos días de vida por un cáncer que le ha sido diagnosticado, es un retrato, más alegre de lo que pareciera a simple vista. Una reacción vitalista ante la muerte gracias al reencuentro que ofrece la historia entre el desafortunado personaje interpretado por Ricardo Darin, con su gran amigo que vive en Canadá y recorre miles de kilómetros para visitarlo, un no menos extraordinario Javier Cámara.
El otro gran protagonista de la cinta es un perro, y no desdeñen su presencia porque será el animal el que da título a la cinta y no sólo eso, si no que será el protagonista de la acción principal de la película. Buscar un nuevo amo para Truman cuando haya perecido su dueño actual, será la trama principal de una cinta que trata con ternura, alegría, dolor y optimismo a partes iguales una historia destinada al drama más puro pero que se gestiona desde otro ámbito con cierto interés.
Otra cosa son las añadiduras del guión, la historia de amor, algún secundario forjado con clichés y sobreactuado, ciertos excesos en la comedia… pero en líneas generales Truman es una buena película, no es fácil sacarle el punto alegre a una historia que llora por dentro pero que logra sonreír y hasta carcajear por fuera. Es normal que Cesc Gay quiera dar algunas concesiones al espectador medio, obrar una cinta que también tiene intenciones de atraer a muchos hasta la taquilla con dos actores reconocidos y con su estreno no sólo en España si no también en Argentina, donde Darin es Dios.
Dos actores que lo dan todo y que se llevaron ex aequo el premio al mejor actor en el Festival de cine de San Sebastián, casi nada. Saben llorar, saben reprimirse las lágrimas, saben reir y bromear y hasta esconder la rabia. No voy a descubrir ahora a estos dos genios de la interpretación, lo mejor de cada casa.
Truman es, en definitiva, una tragicomedia accesible, sencilla en su concepción, emotiva por momentos y que es difícil que no guste, tanto un público menos cinéfilo, como los sesudos adoradores del séptimo arte, encontrarán en ella algo a lo que agarrarse para salir de la sala con media sonrisa y una sensación de haber visto algo trascendente.
Habrá quién eche en falta el abigarrado dolor ante la muerte, la explosión de llanto por el cáncer que realmente nunca termina por explotar para dejar a Truman en algo más complaciente, pero aquí se ha querido hacer otra película diferente, y funciona bastante bien, el público ha ganado.
http://www.viveiberoamerica.com/truman-los-ultimos-dias-alegres/
@iberoamericavi
25 de noviembre de 2015
25 de noviembre de 2015
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
He leído en una de las críticas que se han publicado en este foro que quien no se emocione con este filme es que es de piedra. Yo no sé si yo soy de piedra o de aluminio, aunque sí he de decir que realmente esta película me provocó quizá no una emoción pero sí un estado de ánimo: irritación; irritación hacia la propia película fundamentalmente por la absoluta falta de empatía, más bien por el rechazo, hacia el personaje protagonista de la cinta. Un tipo que dice que tiene dos hijos: el que engendró (es decir un ser humano) y su perro (un baboso cuadrúpedo que compraría en alguna tienda o le daría algún amigo), un tipo que equipara a los animales con los seres humanos, es decir que equipara a los seres humanos con los animales, que desprovee de humanidad a sus semejantes, en definitiva (¡qué decir cuándo se compara un chucho con un hijo; es decir a um hijo con un chucho!), es un tipo que no merece mi simpatía y mucho menos mi respeto. Un tipo, y eso la peli se cuida muy mucho de enfatizar, que presta una atención a un cánido como la que se nos muestra, una atención excesivamente exagerada, no me parece digno más que para ser tratado desde un punto de vista cómico, cosa que aquí no ocurre. Ocurre más bien todo lo contrario. El tal Truman, omnipresente aunque no juegue un gran papel en la trama más que a nivel simbólico (un símbolo muy mal traído, por cierto, pues el chucho es más viejo que Matusalén y seguro que la palma antes que el amo), y su dueño son objeto de una introspección dramática que, en mi opinión, a fuerza de querer ser intensa cae en la enfatización casi banal. El trío calaveras, Truman, su dueño (excelente Ricardo Darín) y el amigo de éste (un soso, como siempre, Javier Cámara) van paseando por aquí y por allá su presunta amistad y la desgracia de la próxima y sabida muerte del amo del can sin despertar un gran interés, por lo menos en mí. En favor de la cinta juegan las interpretaciones de unos cuantos actores, sobre todo de Darín, de Dolores Fonzi y de José Luis Gómez, pero poco más se puede obtener de ella.
2 de enero de 2016
2 de enero de 2016
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Darín y Cámara: cóctel perfecto para llevar al cine hispano a la cima. Sólo con el reparto y el argumento da aires de Óscar. Metidos en la película, es lenta, vemos a un Cámara muy serio y que hace un papelazo bestial. Darín a un nivel por debajo del habitual.
El mensaje de la película es nulo, actores mal aprovechados, argumento mal aprovechado. Trama infumable.
Que grave es que esta peli sea tan mala.
El mensaje de la película es nulo, actores mal aprovechados, argumento mal aprovechado. Trama infumable.
Que grave es que esta peli sea tan mala.
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