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Ocho apellidos vascos

Comedia. Romance Rafa (Dani Rovira) es un joven señorito andaluz que no ha tenido que salir jamás de su Sevilla natal para conseguir lo único que le importa en la vida: el fino, la gomina, el Betis y las mujeres. Todo cambia cuando conoce una mujer que se resiste a sus encantos: es Amaia (Clara Lago), una chica vasca. Decidido a conquistarla, se traslada a un pueblo de las Vascongadas, donde se hace pasar por vasco para vencer su resistencia. Adopta el ... [+]
Críticas 464
Críticas ordenadas por utilidad
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3
7 de febrero de 2015
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
+5 puntos por Carmen Machi.

+5 puntos por Karra Elejalde.

Dos Goyas como dos soles.

-3 puntos por Dani Rovira.

-3 puntos por Clara Lago.

-1 punto por los amigos andaluces.

+1 punto por la ambientación, el mar, los paisajes.

+1 punto por la eficaz campaña de marketing que arrastró a toda España a los cines. Por saber ser engañabobos.

-1 punto por haberse dejado engañar.

+1 punto porque a mí no me la dieron.

-2 puntos porque cuando no están ni la Machi ni el Elejalde la película es patética.

+1 punto porque solo dura 98 minutos.

-1 punto porque hay segunda parte.

Resultado: 3.

Del 3 al 8 de los apellidos faltan cinco, que si los pasamos a euros sería el precio de la entrada al cine, si redondeamos muy por lo bajo, para poder ver la peli.

5 multiplicado por todos aquellos que cayeron como bobos y fueron corriendo al cine como alma que lleva el diablo, incluso por primera vez en años, es igual a un gran sacacuartos. Y digo sacacuartos porque la peli es mala.

Incontables los millones recaudados.

Infinita e incomprensible la diferencia que se da con la recaudación de otras películas españolas ochocientasmilmillones de veces mejor que esta.

Innumerables las personas que se rieron sin haber empezado aún la película, cuando en la pantalla solo salía un trozo de madera. Innumerables personas se rieron sin saber por qué coño se reían, por ver al de al lado reirse o porque había que reirse.

1 consejo te daré: No la veas.
9
25 de marzo de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
... y una dirección de actores excelente.

Y un país con unas enormes ganas de buen rollo. Que estamos hartos de odiar y de que nos digan que nos odiemos unos a otros. Y que entendemos perfectamente a los vascos, cuando nos lo explican estupendamente San José/Cobeaga.

Que Elejalde está muy bien, pero no nos equivoquemos, el gran acierto de la peli es la explosión de Dani Rovira. Una maravilla. Un descubrimiento a la altura de Hugh Grant en Cuatro Bodas y un Funeral. Que esta no es más que una comedia de bodas. Buen rollito y risas.

Y me encanta el final, creo que la peli está bien de principio a fin. Es como es. Y por eso gusta tanto. Es un alivio. La gente sale aliviada y feliz
gon
2
26 de diciembre de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sólo me hace gracia Buster Keaton y Chaplin, me río a carcajadas viendo "El club de la comedia" (bueno, no siempre), a Chiquito de la Calzada y "Vaya semanita". Creo que no soy un tipo raro. Pero no puedo comprender como con dos tópicos mal desarrollados se puede hacer una película como ésta que arrase en taquilla (ese final con Los del Río...). Y lo peor es que acabo de ver en filmaffinity que habrá segunda parte de este bodrio. Propongo a los guionistas que no se olviden esta vez del catalán agarrado (papelón de Puigcorbé) y del gallego desconfiado (por supuesto, Manquiña). Pues anda que no daría juego. El taquillazo está asegurado.
A quien no la haya visto: en YouTube creo que se puede ver un tráiler de 3 minutos con "lo mejor" de esta película. Aprovecha los otros 95 minutos para hacer cualquier otra cosa más productiva.
5
20 de marzo de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ocho apellidos vascos se ha convertido ya en un fenómeno social, siendo una de las películas españolas que más ha arrasado en la taquilla histórica de todos los tiempos. Y quizá vale la pena analizar la película desde un punto de vista sociológico más que artístico, porque no hay grandes hallazgos visuales o argumentales en la película como para destacar algo francamente novedoso o interesante. El film de hecho es una película artesanal, realizada por un director artesano como es Emilio Martínez Lázaro. La película se aprovecha del rocambolesco argumento para explotar una gran serie de situaciones cómicas, sin que haya realmente una conexión dramática entre ellas, sino que Ocho apellidos vascos se convierte en muchos momentos en una larga retahíla de tópicos, encorsetados con más o menos gracia en según qué momentos pero nunca con la función de explicar una historia detrás.

Pero como decía, la historia ha cautivado a una gran cantidad de público. Sin embargo, el formato que propone el film no es algo puramente español, sino que también ha triunfado en otros países. El guión que en esta ocasión presenta Borja Cobeaga (director de películas realmente mucho más interesantes como Pagafantas o No controles, y esperemos que este film le haya servido para volver a la palestra después del fracaso comercial de su segunda película) sigue la estela de películas exitosas como Bienvenidos al norte (2008) o su homónima italiana, Bienvenidos al sur (2010). Dichas películas trataban desde la comedia las diversas diferencias culturales, sociales y lingüísticas que forman las diferencias provincias de países como Italia y Francia. Siguiendo los clichés (que siguen sendas por cierto muy parecidas, entre gente de lugares urbanitas y otras zonas geográficas más rurales) y estereotipos de la sociedad, las películas consiguieron lograr la simpatía de sus respectivos países. Bienvenidos al norte fue ni más ni menos que la película más taquillera de la historia francesa.

Hay otro nexo de unión más entre estas dos películas y Ocho apellidos vascos. Todas sacan mucho provecho de la cuestión lingüística para sacar el máximo jugo cómico al film. En Bienvenidos al norte era imprescindible visionar la película en su versión original, porque uno de los ejes principales era aprovechar la diferencia de dialectos entre la gente del norte y del sur. En ocho apellidos vascos ocurre exactamente lo mismo, nuestro personaje principal, sevillano de pura cepa, interpretado por el cómico Dani Rovira, deberá adaptarse al acento vasco para poder pasar camuflado como el aparente novio de Clara Lago.

Ocho apellidos vascos es una película que juega exagerando los clichés. Entendido esto (que podrá hacer más o menos gracia pero resulta inofensivo por la gran exageración de todos los personajes y situaciones) resultan incomprensible ciertas críticas como las acontecidas en ciertos periódicos. Pero hablar de eso sería harina de otro costal.

Evidentemente, en la película de Emilio Lázaro (¿o deberíamos decir de Borja Cobeaga? ¿es el guión un síntoma de personalidad más claro en este film que la dirección?) los vascos son mostrados de la manera más absurda posible. Todos participan en la Kale Borroka, montan manifestaciones cada dos por tres, beben como si no hubiera mañana y no pillan con una vasca ni para atrás. Mientras que los sevillanos se engominan diariamente, hablan con su particular acento-miarma-y disfrutan con el folclorismo de las sevillanas y la música de los Del Río (que por cierto, tienen un cameo especial).

El problema es que el drama y la continuidad cuestan brillan por su ausencia. La comedia hace reír, cosa que ya es bastante (impagable las escenas de la manifestación y las apariciones de Alfonso Sánchez y Alberto López), pero nunca tenemos la sensación de que los personajes tengan una verdadera alma. La historia romántica es incomprensible y la resolución final acaba tirando por las vías más tópicas.

Sin embargo el reparto lo hace asombrosamente bien. Nadie tenía grandes esperanzas en el cómico Dani Rovira, que sin embargo cumple correctamente con su papel. Aunque sin duda alguna, el auténtico crack es Karra Elejalde, que borda el papel de vasco arquetípico, padre del personaje de Clara Lago, con la que vuelve a encontrarse después de mucho tiempo sin verse. Las escenas en las que comparte plano con Rovira acostumbran a ser las más eficientes. Y también una lástima que el culebra y el cabesha (Alfonso Sánchez y Alberto López) tengan un papel tan reducido, porque son sin duda lo mejor de la película.

http://neokunst.wordpress.com/2014/03/20/ocho-apellidos-vascos-2014/
6
14 de abril de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace doce años, el director Emilio Martínez-Lázaro, obtuvo un enorme éxito en las taquillas de toda España
con la producción "El otro lado de la cama", una divertidísima comedia que, por aquel entonces, creo que fue la película más taquillera del año o de las más taquilleras. Desde luego, fue una grata sorpresa para la industria cinematográfica en aquel momento.

Pues bien, con "Ocho apellidos vascos", la historia se repite. Esta comedia, al estar producida por Telecinco cinema entre otras, prometía cosechar un buen número de espectadores, pero el tremendo impacto que ha tenido en la sociedad española, ha sido una gran (y grata) sorpresa.

El enredo es bastante similar al que podamos encontrar, por ejemplo, en un capítulo de la popular serie "Aída", mezclado con unos cuantos chistes, muy bien contados por cierto, metiéndose con los prejuicios que hay sobre los vascos y también sobre los andaluces.

"Ocho apellidos vascos" se sostiene, principalmente, sobre el buen hacer en la comedia de la mayoría de sus actores, y el contraste (y la confrontación inevitable), entre algunos de esos personajes, bien sea por sus "raíces", o por su posición en la historia (padre de la novia, futuro casamentero, etc...).

Basándose en los prejuicios que puedan tener los andaluces de los vascos y los vascos de los andaluces, los guionistas Borja Cobeaga y Diego San José, desarrollan una historia donde un joven andaluz, interpretado a la perfección por Dani Rovira, se aventura a viajar a "Las Vascongadas", aún a riesgo de su propia integridad, para intentar conquistar a una hermosa muchacha (Clara Lago) con la excusa de devolverle su bolso extraviado durante su estancia en Sevilla. La joven, plantada días antes de su boda por un tal Antxon, manifiesta su resentimiento al género masculino contra el pobre andaluz y lo manda tomar por donde la espalda termina.

El enredo se produce cuando el padre de la joven (Karra Elejalde), un vasco de pura cepa, y a quien especialmente los sevillanos le caen fatal, se entera de que su hija "va a casarse" y se ofrece a cargar con el banquete a cambio de conocer a su futuro marido. A la chiquilla no se le ocurrirá otra solución mejor que meter en el follón al pobre andaluz, haciéndole pasar por el exnovio de ésta, con quien iba a casarse.

El enredo está bastante bien planteado si no fuera por lo inverosímil que puede llegar a ser en determinados baches en la arquitectura de la peli, son producidos únicamente para justificar ciertas situaciones hilarantes que después, por desgracia, defraudan bastante.

Además, al ser principalmente una típica historia de amor, mil veces vista antes, cuando la historia se centra en el romance de la pareja protagonista (u otros que pudiera haber), se desinfla, hasta tal punto que, en mi opinión, la película pierde toda su fuerza. Sobre todo, en aquellos momentos donde se destensa y el componente cómico desaparece.

Gran parte del éxito de esta película es culpa del buen hacer de su elenco actoral, sobre todo de Dani Rovira, que está genial y se le ve muy cómodo en el terreno de la comedia, y el gran actor que es Karra Elejalde, cuyo personaje es, sin duda, el mejor elaborado de todos.

El personaje que interpreta Carmen Machi está cogido con pinzas y da un poco la sensación de haber sido diseñado para justificar ciertas situaciones divertidas, por mucho que la actriz se esfuerce en darle credibilidad. El personaje que interpreta Clara Lago, y sobre el que gira toda la película, no destaca demasiado, precisamente, por la fuerza que tienen sus partenaires masculinos.

Detrás de este cuarteto de actores principales, encontramos un buen elenco de secundarios "trazados a brocha gorda" por así decirlo, pero muy divertidos que provocan un buen puñado de momentos divertidos en la película. Esta composición, me recuerda a otros éxitos en diferentes países de Europa como Francia (Bienvenidos al Norte), o Italia (Bienvenidos al Sur), donde también se reían de ciertos clichés que tenían en esas zonas.

Técnicamente, "Ocho apellidos vascos" se presenta como una película "muy normalita", con una fotografía muy plana y sin ninguna intención artística y una música de guitarreo flamenco, mezclado con pianos y demás muy sencillita de oír, pero nada destacable ni mucho menos. No hay ningún apartado que pueda destacar y todo gira en favor de ser funcional a bajo coste, para disfrute de un espectador de consumo, digamos, televisivo (lo cual no considero despectivo).

En resumen, "Ocho apellidos vascos" es una divertida película para disfrute de un rango muy amplio de público cuyo fin es única y exclusivamente, provocar risas hasta convertirlas en carcajadas. Si tuviese que definirla con un solo adjetivo, diría que es chistosa, y, sobre todo, muy blanca y con un componente romántico que la han aupado a convertirse, en las próximas semanas, en la película española más taquillera de la historia.

Tal éxito asegura el nacimiento de una nueva franquicia cuya segunda parte tendremos seguro para dentro de un par de años con algún título parecido... Hagan apuestas: "Ocho apellidos catalanes", "Nueve apellidos canarios"... Lo sabremos, como mucho, en un par de años.

http://twitter.com/Hablandodepelis
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