Solo Dios perdona
2013 

5.2
14,875
Thriller. Drama
En Bangkok, el joven Julian, un fugitivo de la justicia estadounidense, dirige un club de boxeo tailandés que actúa como tapadera para tráfico de drogas. Su madre, jefa de una poderosa organización criminal, desembarca procedente de Estados Unidos para repatriar el cuerpo de su hijo favorito, Billy: el hermano de Julian ha sido asesinado tras haber violado y matado salvajemente a una joven prostituta. Llena de odio y deseo de venganza, ... [+]
4 de marzo de 2014
4 de marzo de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ryan Gosling se encuentra a su madre, ya asesinada y tristemente apostada en el suelo, y decide abrir su vientre para introducir su mano dentro, en una clara metáfora del rechazo a la influencia materna, que continuamente lo ha minusvalorado, colocando a su hermano siempre por encima de él, hasta su muerte. Semejante escena es terrible y repulsiva, pero tiene un trasfondo muy significativo. Identificar la última película de Refn como una obra vacía de significado es caer en un tremendo error.
Todo lo contrario, el cineasta danés vuelve a realizar otro milagro cinematográfico, contar una historia sólo con imágenes y sirviéndose sólo de la literatura (de los diálogos) en casos puntuales. Claro que en el camino creativo para elaborar Sólo Dios perdona, el director ha sacrificado, de manera voluntaria, a todos los adeptos que se subieron al tren de Refn al haber visionado sólo Drive, y sin haber entendido nada más de la ya fructífera carrera del director. Sólo Dios Perdona es una película mucho más áspera que su inmediata antecesora, no hay ningún tipo de concesión, ni siquiera para nuestro protagonista principal. Al fin y al cabo, la secuencia final en el bosque, no deja de ser el anticlímax de las películas tradicionales de Hollywood, donde el personaje principal acaba saliéndose siempre con la suya, aunque sea contra viento y marea.
Ryan Gosling vuelve a colaborar con Refn, para interpretar de nuevo a un personaje atormentado. La película compone la mentalidad del personaje mediante la utilización de gestos y pequeñas pistas gestuales que nos ayudan a comprender a nuestro personaje. En este sentido, Refn no es lo suficientemente explicito para el espectador convencional, que no entenderá las imágenes que está visionando. Con la llegada de su madre a Tailandia después de que su hermano haya sido asesinado, entendemos que el personaje de Gosling es el segundo en la dinastía familiar, y que realmente nunca ha importado a su madre, lo que ha creado en el personaje de Gosling un tremendo complejo de inferioridad, que determina por completo su retraído conducta, dejándole metafóricamente sin habla (y sin pulsión sexual, en la secuencia en la que vemos como Gosling ni se immuta ante las insinuaciones de la prostituta). Además poco después nos enteramos de que Gosling emigró a Tailandia, después de haber asesinado con sus propias manos (el remarcado es literal en la película y se reiterará a lo lardo de esta) a su padre. No es casual que el director se centre de manera reiterada sobre esas manos de nuestro personaje, que se han vuelto incontrolables. Gosling es de hecho la enésima revisión del personaje trágico griego, que necesita realizar un sacrificio para templar la Hybris cometida. Eso sí, siempre desde una visión muy personal, y recordemos sino el final de la película, que el director dedica exclusivamente (nos lo advierten los títulos de crédito) al piscomago, filósofo y cineasta también, Alejandro Jodorowsky.
La película es en realidad una historia de venganza, en apariencia bastante simple. La grandeza de Refn está en la consecución de un estilo visual absolutamente increíble. Directamente: Pocos directores, por no decir ninguno, son capaces de realizar unos efectos plásticos tan impresionantes como los que consigue el director con Sólo Dios perdona. Describir con palabras la multitud de hallazgos visuales que despliega el director en la película es casi un intento absurdo, porque además la lírica tiende a ocultarse en las palabras del crítico. Sólo Dios Perdona es una película que debe verse y sentirse por uno mismo. El rojo con el que invade Refn la película no deja de ser el tono predominante de la venganza (rojo sangre), pero cualquier detalle en el film está absolutamente calculado, incluido el vestuario de cada secuencia o los objetos que deben estar presentes en cada escena. El encargado de fotografía, Larry Smith, realiza un magnífico trabajo difícil de describir con palabras.
El color, las texturas…incluso la música, que Refn utiliza también en la película, pese a que en esta ocasión rehúsa a utilizar temas pop como si lo hizo en Drive, razón por la que muchos han caído en el error de decir que la música no es importante en Sólo Dios Perdona, lo que sería una injusticia, porque el cineasta danés utiliza poemas musicales (que normalmente son loops continuos de música realizada por sintetizadores o electrónica) para completar la atmósfera del film.
La violencia no tiene nada que ver con las películas de Tarantino. Sólo hay que ver las primeras películas del director, como la trilogía de Pusher (por cierto, mucho más explícita y con una violencia menos estilizada) para darse cuenta del sentido radical que otorga Refn a esta. La violencia expresa los sentimientos que los personajes son incapaces de realizar con palabras. Evidentemente que hay escenas duras, pero Refn no se recrea en ellas como si fuera un cruel sadista. Al fin y al cabo el teatro griego clásico también estaba colmado de sangre y vísceras (Y como en el film, también a Edipo se le cayeron los ojos por su falta cometida).
http://neokunst.wordpress.com/2014/03/04/ciclo-nicolas-winding-refn-solo-dios-perdona/
Todo lo contrario, el cineasta danés vuelve a realizar otro milagro cinematográfico, contar una historia sólo con imágenes y sirviéndose sólo de la literatura (de los diálogos) en casos puntuales. Claro que en el camino creativo para elaborar Sólo Dios perdona, el director ha sacrificado, de manera voluntaria, a todos los adeptos que se subieron al tren de Refn al haber visionado sólo Drive, y sin haber entendido nada más de la ya fructífera carrera del director. Sólo Dios Perdona es una película mucho más áspera que su inmediata antecesora, no hay ningún tipo de concesión, ni siquiera para nuestro protagonista principal. Al fin y al cabo, la secuencia final en el bosque, no deja de ser el anticlímax de las películas tradicionales de Hollywood, donde el personaje principal acaba saliéndose siempre con la suya, aunque sea contra viento y marea.
Ryan Gosling vuelve a colaborar con Refn, para interpretar de nuevo a un personaje atormentado. La película compone la mentalidad del personaje mediante la utilización de gestos y pequeñas pistas gestuales que nos ayudan a comprender a nuestro personaje. En este sentido, Refn no es lo suficientemente explicito para el espectador convencional, que no entenderá las imágenes que está visionando. Con la llegada de su madre a Tailandia después de que su hermano haya sido asesinado, entendemos que el personaje de Gosling es el segundo en la dinastía familiar, y que realmente nunca ha importado a su madre, lo que ha creado en el personaje de Gosling un tremendo complejo de inferioridad, que determina por completo su retraído conducta, dejándole metafóricamente sin habla (y sin pulsión sexual, en la secuencia en la que vemos como Gosling ni se immuta ante las insinuaciones de la prostituta). Además poco después nos enteramos de que Gosling emigró a Tailandia, después de haber asesinado con sus propias manos (el remarcado es literal en la película y se reiterará a lo lardo de esta) a su padre. No es casual que el director se centre de manera reiterada sobre esas manos de nuestro personaje, que se han vuelto incontrolables. Gosling es de hecho la enésima revisión del personaje trágico griego, que necesita realizar un sacrificio para templar la Hybris cometida. Eso sí, siempre desde una visión muy personal, y recordemos sino el final de la película, que el director dedica exclusivamente (nos lo advierten los títulos de crédito) al piscomago, filósofo y cineasta también, Alejandro Jodorowsky.
La película es en realidad una historia de venganza, en apariencia bastante simple. La grandeza de Refn está en la consecución de un estilo visual absolutamente increíble. Directamente: Pocos directores, por no decir ninguno, son capaces de realizar unos efectos plásticos tan impresionantes como los que consigue el director con Sólo Dios perdona. Describir con palabras la multitud de hallazgos visuales que despliega el director en la película es casi un intento absurdo, porque además la lírica tiende a ocultarse en las palabras del crítico. Sólo Dios Perdona es una película que debe verse y sentirse por uno mismo. El rojo con el que invade Refn la película no deja de ser el tono predominante de la venganza (rojo sangre), pero cualquier detalle en el film está absolutamente calculado, incluido el vestuario de cada secuencia o los objetos que deben estar presentes en cada escena. El encargado de fotografía, Larry Smith, realiza un magnífico trabajo difícil de describir con palabras.
El color, las texturas…incluso la música, que Refn utiliza también en la película, pese a que en esta ocasión rehúsa a utilizar temas pop como si lo hizo en Drive, razón por la que muchos han caído en el error de decir que la música no es importante en Sólo Dios Perdona, lo que sería una injusticia, porque el cineasta danés utiliza poemas musicales (que normalmente son loops continuos de música realizada por sintetizadores o electrónica) para completar la atmósfera del film.
La violencia no tiene nada que ver con las películas de Tarantino. Sólo hay que ver las primeras películas del director, como la trilogía de Pusher (por cierto, mucho más explícita y con una violencia menos estilizada) para darse cuenta del sentido radical que otorga Refn a esta. La violencia expresa los sentimientos que los personajes son incapaces de realizar con palabras. Evidentemente que hay escenas duras, pero Refn no se recrea en ellas como si fuera un cruel sadista. Al fin y al cabo el teatro griego clásico también estaba colmado de sangre y vísceras (Y como en el film, también a Edipo se le cayeron los ojos por su falta cometida).
http://neokunst.wordpress.com/2014/03/04/ciclo-nicolas-winding-refn-solo-dios-perdona/
25 de julio de 2013
25 de julio de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras su última película, Drive (2011), éxito de crítica y película de culto casi al instante, Winding Refn decide esta vez tensar la cuerda y hacer una película mucho más al límite, ambientándola para la ocasión en Tailandia. La historia comienza cuando el hermano del protagonista (o no, porque Gosling tampoco es que tenga peso) viola y asesina a una chica de 14 años, lo que deriva en una espiral de violencia entre todas las partes implicadas.
El problema es que no hay mucho más aparte de esto. Refn se contagia de los peores tics del cine oriental y decide rodar una historia de venganza sin pulso y con personajes muy desdibujados. El reparto es verdaderamente uno de los puntos flojos de la película, no se salva nadie. Está Ryan Gosling, que tendrá cinco líneas de diálogo en toda la película y la misma expresión cuando está en una pelea que viendo bailar a una prostituta, Vithaya Pansringarm, que solo sabe sacarse espadas de la espalda (a veces hasta da risa, parece Guardianes de la noche) y cantar así porque sí en un karaoke, y Scott Thomas, cuyo personaje no hay por donde cogerlo de puro esperpento. Tal y como está el patio, es muy difícil poder simpatizar con ningún personaje principal. Probablemente fuera esa la intención del director, pero eso hace que se pierda el interés en la trama.
De todos modos, la trama es prácticamente inexistente, y sin duda prima la fotografía (muy cuidada, eso sí) y la belleza "hipnótica" (sí, a lo Wong Kar Wai) sobre el guión. No habría tanto problema si se complementaran mejor, pero parece que la trama es una mera excusa para mostrar planos bonitos (y muy largos) cargados de rojo.
Para mí, una decepción en toda regla. Es cierto que puede que me haya afectado que no esté tan familiarizado con la obra de Refn fuera de Drive (la cual me encantó) o que no sea un hincha del cine oriental, pero me he sentido ultrajado con esta película, con su vacuidad y sus niveles de violencia punzante, hay una escena en particular que no tiene nada que envidiarle a Martyrs.
De todos modos, le daré un voto de confianza a Refn para sus próximas películas, solo espero que no se le haya subido mucho a la cabeza el éxito que cosechó con Drive.
El problema es que no hay mucho más aparte de esto. Refn se contagia de los peores tics del cine oriental y decide rodar una historia de venganza sin pulso y con personajes muy desdibujados. El reparto es verdaderamente uno de los puntos flojos de la película, no se salva nadie. Está Ryan Gosling, que tendrá cinco líneas de diálogo en toda la película y la misma expresión cuando está en una pelea que viendo bailar a una prostituta, Vithaya Pansringarm, que solo sabe sacarse espadas de la espalda (a veces hasta da risa, parece Guardianes de la noche) y cantar así porque sí en un karaoke, y Scott Thomas, cuyo personaje no hay por donde cogerlo de puro esperpento. Tal y como está el patio, es muy difícil poder simpatizar con ningún personaje principal. Probablemente fuera esa la intención del director, pero eso hace que se pierda el interés en la trama.
De todos modos, la trama es prácticamente inexistente, y sin duda prima la fotografía (muy cuidada, eso sí) y la belleza "hipnótica" (sí, a lo Wong Kar Wai) sobre el guión. No habría tanto problema si se complementaran mejor, pero parece que la trama es una mera excusa para mostrar planos bonitos (y muy largos) cargados de rojo.
Para mí, una decepción en toda regla. Es cierto que puede que me haya afectado que no esté tan familiarizado con la obra de Refn fuera de Drive (la cual me encantó) o que no sea un hincha del cine oriental, pero me he sentido ultrajado con esta película, con su vacuidad y sus niveles de violencia punzante, hay una escena en particular que no tiene nada que envidiarle a Martyrs.
De todos modos, le daré un voto de confianza a Refn para sus próximas películas, solo espero que no se le haya subido mucho a la cabeza el éxito que cosechó con Drive.
25 de agosto de 2013
25 de agosto de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin entusiasmarme en absoluto, esta película ha provocado en mi el interés de compartir mi opinión, y gracias a ella me doy de alta como usuario de esta web. Eso ya es algo. Y es que el film no deja a nadie indiferente, la mayoría lo odian, y otros, sin adorarlo, con convencemos de la gran necesidad del cine de hoy en llevar a cabo más obras de estilismo como la que nos ocupa, estén creadas con mayor o menor acierto, eso ya lo analizaremos llegados los casos.
Tras incluir "Drive" entre mis películas fetiche, descubrí una anterior obra de Refn a veces sorprendente, a veces excesiva, y siempre interesante. Y eso mismo ocurre con su última obra.
"Only god forgives" no se parece en absoluto a "Drive" más que en el montaje de los diversos trailers que han salido a la luz. Cortina de humo comercial para posteriormente sorprendernos una vez más ante un film muy difícil, mucho más complejo de lo que a muchos le parece en mi opinión, excesivo, estilista y enfermizo. Y es ahí donde puede radicar su encanto, pese a sus defectos. Mi sensación durante todo el film fue de una extraña angustia, desasosiego y desconcertante intriga. Su estilo calara a buen seguro a los amantes de las sensaciones fuertes, porque su puesta en escena es brutalmente pictórica, repleta de surrealismo y colores saturados. Así, y sólo por esto, la película ya merece el calificativo de interesante. Sobre todo para los que estamos un tanto cansados de seguir a los rebaños consumidores de blockbusters y repetitivas fórmulas comerciales sin fin que asaltan tan a menudo las carteleras.
"Only God forgives" es un viaje visual al laberinto de la mente de su protagonista, no tan ávido de venganza sino de redención. Un retrato de obsesión y miedo, de culpabilidad y deseo. Su atmósfera rezuma sexo, sangre e incesto.
Cine de autor, difícil y sin concesiones. Muchos buscarán en las salas un film con gángsters y acción y se toparán con algo muy distinto.
La apuesta de Refn es valiente, tanto que demuestra que millones de abucheos no le harán retractarse de su modo de contar no una historia de venganza, como me he hartado de leer por ahí, sino de redención.
A mi modo de ver, la sola idea de llevar a cabo un proyecto como este ya merece un aprobado. Aunque lo demás si sea discutible.
Para mi, Winding Refn sigue siendo una de las escasísimas ilusiones y esperanzas dentro del nuevo cine.
Tras incluir "Drive" entre mis películas fetiche, descubrí una anterior obra de Refn a veces sorprendente, a veces excesiva, y siempre interesante. Y eso mismo ocurre con su última obra.
"Only god forgives" no se parece en absoluto a "Drive" más que en el montaje de los diversos trailers que han salido a la luz. Cortina de humo comercial para posteriormente sorprendernos una vez más ante un film muy difícil, mucho más complejo de lo que a muchos le parece en mi opinión, excesivo, estilista y enfermizo. Y es ahí donde puede radicar su encanto, pese a sus defectos. Mi sensación durante todo el film fue de una extraña angustia, desasosiego y desconcertante intriga. Su estilo calara a buen seguro a los amantes de las sensaciones fuertes, porque su puesta en escena es brutalmente pictórica, repleta de surrealismo y colores saturados. Así, y sólo por esto, la película ya merece el calificativo de interesante. Sobre todo para los que estamos un tanto cansados de seguir a los rebaños consumidores de blockbusters y repetitivas fórmulas comerciales sin fin que asaltan tan a menudo las carteleras.
"Only God forgives" es un viaje visual al laberinto de la mente de su protagonista, no tan ávido de venganza sino de redención. Un retrato de obsesión y miedo, de culpabilidad y deseo. Su atmósfera rezuma sexo, sangre e incesto.
Cine de autor, difícil y sin concesiones. Muchos buscarán en las salas un film con gángsters y acción y se toparán con algo muy distinto.
La apuesta de Refn es valiente, tanto que demuestra que millones de abucheos no le harán retractarse de su modo de contar no una historia de venganza, como me he hartado de leer por ahí, sino de redención.
A mi modo de ver, la sola idea de llevar a cabo un proyecto como este ya merece un aprobado. Aunque lo demás si sea discutible.
Para mi, Winding Refn sigue siendo una de las escasísimas ilusiones y esperanzas dentro del nuevo cine.
7 de septiembre de 2013
7 de septiembre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Julian (Ryan Gosling) es un estadounidense que vive en Tailandia, trabaja en un gimnasio donde se práctica el Muay Thai (boxeo tailandés), trabajo que sirve como tapadera de su verdadera labor como vendedor de drogas.
Julian deberá hacer frente a la muerte de su hermano, y la venganza deseada e impulsada por su madre Crystal (Kristin Scott Thomas), de esta forma deberá luchar contra Chang (Vithaya Pansringarm), un peligroso policía retirado.
Mucho de lo que se le ha achacado a Only God Forgives es que no tiene una historia bien definida, cuestión que no comparto en lo absoluto, aquí la historia está perfectamente mostrada y deja pocas dudas, que sea contada de una forma muy particular es otra cosa.
Ya que todo se muestra de forma muy minimalista, con el color rojo predominante presente en la fotografía, color de la sangre y que representa la venganza, pocos diálogos, la música es muy recurrente (en exceso), como intentando llenar esos vacíos.
Only God Forgives resulta ser ciertamente lamentable, la sentí acartonada en exceso, acartonada por la forma en cómo se miran los personajes, en como caminan, en los cambios en las tomas hechas por Refn, en las peleas, en todo.
Gosling hace un trabajo pésimo, mostrando cara de bobo en gran parte del metraje, muy diferente a su personaje en Drive. De igual forma lo que hace Vithaya, flojo totalmente, creo que la única que se salva por poco es Kristin.
Una película que resulta ser totalmente decepcionante, demasiado maquetada, se antoja poco natural, de la violencia particularmente no me quejo, bah, no es para tanto. Esperemos que Refn retome el nivel con su próxima película.
Julian deberá hacer frente a la muerte de su hermano, y la venganza deseada e impulsada por su madre Crystal (Kristin Scott Thomas), de esta forma deberá luchar contra Chang (Vithaya Pansringarm), un peligroso policía retirado.
Mucho de lo que se le ha achacado a Only God Forgives es que no tiene una historia bien definida, cuestión que no comparto en lo absoluto, aquí la historia está perfectamente mostrada y deja pocas dudas, que sea contada de una forma muy particular es otra cosa.
Ya que todo se muestra de forma muy minimalista, con el color rojo predominante presente en la fotografía, color de la sangre y que representa la venganza, pocos diálogos, la música es muy recurrente (en exceso), como intentando llenar esos vacíos.
Only God Forgives resulta ser ciertamente lamentable, la sentí acartonada en exceso, acartonada por la forma en cómo se miran los personajes, en como caminan, en los cambios en las tomas hechas por Refn, en las peleas, en todo.
Gosling hace un trabajo pésimo, mostrando cara de bobo en gran parte del metraje, muy diferente a su personaje en Drive. De igual forma lo que hace Vithaya, flojo totalmente, creo que la única que se salva por poco es Kristin.
Una película que resulta ser totalmente decepcionante, demasiado maquetada, se antoja poco natural, de la violencia particularmente no me quejo, bah, no es para tanto. Esperemos que Refn retome el nivel con su próxima película.
13 de septiembre de 2013
13 de septiembre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Winding Refn lo ha vuelto a conseguir. Ha rodado una película con su ADN particular. La puesta en escena, el uso de la música (grande Cliff Martinez) y ese tono tan espectral y onírico me ha recordado a "The Lords of Salem", aunque evidentemente por temática y género no tienen nada que ver. Aquí también el ancho del encuadre y los planos recuerdan a Kubrick, no por casualidad el director de su magnífica fotografía es Larry Smith (que colaboró con el maestro en "El resplandor", "Barry Lyndon" y ya en funciones mayores en "Eyes Wide Shut"). Tremenda iluminación y unos de los trabajos más impactantes del año la de Smith. Pero creo que su mayor influencia es David Lynch, por momentos llega a ser tan críptica que te desorienta. Es verdad que no es una película modélica, pero tiene los bemoles contar de forma diferente algo que en otras manos quedaría intrascendente y plano. Puede parecer pretenciosa, probablemente lo es, pero al menos no es un Drive II como todo el mundo esperaba. Y que de decir de esa Kristin Scott Thomas que devora todo a su paso y termina siendo la reina de la función. Es de esas películas que hay que ver predispuesto, al igual que algunas de Terrence Malick o Lars Von Trier. A mi sin entusiasmarme, me ha gustado.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here