El precio de la codicia
6.6
21,496
Drama
Crónica de la vida de ocho trabajadores de un poderoso banco de inversión durante las 24 horas previas al inicio de la crisis financiera de 2008. Cuando Peter Sullivan (Zachary Quinto), un analista principiante, revela datos que podrían conducir la empresa a la ruina, se desencadena una catarata de decisiones tanto morales como financieras que producen un terremoto en la vida de los implicados en el inminente desastre. (FILMAFFINITY)
26 de abril de 2012
26 de abril de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo en DVD "Margin call" (título que hace referencia a la cantidad de dinero en cuenta necesario para garantizar operaciones financieras) inspirada en los sucesos ocurridos con Lehman Brothers en Estados Unidos. La sensación de catástrofe y angustia viene reforzada por el papel estelar de la música y por las localizaciones (más de 100 minutos en dos oficinas), siendo las interpretaciones estelares de maravillosos actores como Kevin Spacey, Paul Bettany, Jeremy Irons, Demi Moore y Stanley Tucci, las que hacen de este film, un estimulante drama sobre finanzas lleno de diálogos muy atractivos.
29 de abril de 2012
29 de abril de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguien conoce la historia real de Lehman Brothers , esta película te despejara muchas dudas...
Impecable interpretación de los personajes que hacen sentir que la economía de un país la manejan un par de peces gordos sin escrúpulos , que para ellos todo es un juego.
Me gusta la creatividad de director para ponerte en la piel de los distintos personajes , teniendo la certeza de que cada uno esta haciendo lo correcto.
Para mi gusto le falta algo de acción se llega hacer un poco lenta y no estaría mal algo mas de agresividad por parte de esos " tiburones financieros " .
Impecable interpretación de los personajes que hacen sentir que la economía de un país la manejan un par de peces gordos sin escrúpulos , que para ellos todo es un juego.
Me gusta la creatividad de director para ponerte en la piel de los distintos personajes , teniendo la certeza de que cada uno esta haciendo lo correcto.
Para mi gusto le falta algo de acción se llega hacer un poco lenta y no estaría mal algo mas de agresividad por parte de esos " tiburones financieros " .
8 de mayo de 2012
8 de mayo de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El realizador novel J. C. Chandor trata de ilustrarnos sobre el origen de la crisis mundial. Para ello, ambienta su film en una institución financiera cualquiera (aunque casi todos la asociaremos a Lehman Brothers), en la que durante una noche deben decidir que hacer con una serie de activos perjudiciales.
Lo que hicieron finalmente lo sabemos todos, ya que aún estamos sufriendo las consecuencias. Lo interesante del film de Chandor no es la supuesta intriga, sino cómo argumentar lo que van a hacer y después irse tranquilamente a casa. Para ello Chandor se sirve de diversos elementos. Por un lado, una puesta en escena fría, distante. Casi aséptica. La cámara de Chandor se mantiene fija en muchas ocasiones como contemplando las diferentes oficinas en la distancia, con el ir y venir de sus empleados cual hormigas. Esto combinado con planos cortos que retratan a sus protagonistas cuyas caras son bien conocidas. Y es que otro de los puntos fuertes del film es su reparto, en el que vemos tanto a estrellas del cine como de la televisión como Paul Bettany, Zachary Quinto, Penn Badgley, Simon Baker, Kevin Spacey, Demi Moore o Jeremy Irons. Si a esto le sumamos un buen guión, en el que además de destilar cierta mirada crítica, otorga a cada uno de los personajes un peso específico dentro de la historia puesto que cada uno ocupa un escalón superior dentro de la empresa.
Pese a que el realizador intenta mantener una postura neutral, no puede evitar que se le vaya la mano hacia el lado oscuro. Así, Chandor nos muestra una empresa avariciosa y despiadada (el film empieza con varios despidos y acaba con más despidos), en la que a medida que vamos subiendo en el escalafón de mando, cada uno es más despiadado que su subordinado, hasta llegar al que está en lo más alto (Jeremy Irons) un tipo que sólo piensa en ganar dinero a cualquier precio. Y es que son recurrentes los comentarios sobre las ganancias de cada uno, como si fuera lo único que importa. Otro detalle interesante es que prácticamente ninguno de los protagonistas tienen en realidad formación económica (no por casualidad se mencionan sus estudios), lo que resulta paradójico (y en cierto modo explica muchas cosas).Y no sólo eso, sino que a medida que sube el escalafón, las explicaciones económicas deben ser más sencillas. Chandor retrata a una serie de personas que están allí sólo por su capacidad de hacer ganar dinero a la empresa y cuando esa capacidad se reduce....dejan de estar allí.
Quizás el punto débil del film es la excesiva carga de moralina que se acaba filtrando a través de las imágenes. Tampoco le beneficia el tono discursivo con el que pretende asegurarse que llegue el mensaje al espectador, sobretodo en su último tramo. La forma de concluir la historia es un gran acierto, y que de alguna forma cierra lo que intentaba decirnos sutilmente durante todo el metraje: En la misma situación, todos haríamos lo mismo, puesto que somos egoístas, codiciosos y avariciosos.
Lo que hicieron finalmente lo sabemos todos, ya que aún estamos sufriendo las consecuencias. Lo interesante del film de Chandor no es la supuesta intriga, sino cómo argumentar lo que van a hacer y después irse tranquilamente a casa. Para ello Chandor se sirve de diversos elementos. Por un lado, una puesta en escena fría, distante. Casi aséptica. La cámara de Chandor se mantiene fija en muchas ocasiones como contemplando las diferentes oficinas en la distancia, con el ir y venir de sus empleados cual hormigas. Esto combinado con planos cortos que retratan a sus protagonistas cuyas caras son bien conocidas. Y es que otro de los puntos fuertes del film es su reparto, en el que vemos tanto a estrellas del cine como de la televisión como Paul Bettany, Zachary Quinto, Penn Badgley, Simon Baker, Kevin Spacey, Demi Moore o Jeremy Irons. Si a esto le sumamos un buen guión, en el que además de destilar cierta mirada crítica, otorga a cada uno de los personajes un peso específico dentro de la historia puesto que cada uno ocupa un escalón superior dentro de la empresa.
Pese a que el realizador intenta mantener una postura neutral, no puede evitar que se le vaya la mano hacia el lado oscuro. Así, Chandor nos muestra una empresa avariciosa y despiadada (el film empieza con varios despidos y acaba con más despidos), en la que a medida que vamos subiendo en el escalafón de mando, cada uno es más despiadado que su subordinado, hasta llegar al que está en lo más alto (Jeremy Irons) un tipo que sólo piensa en ganar dinero a cualquier precio. Y es que son recurrentes los comentarios sobre las ganancias de cada uno, como si fuera lo único que importa. Otro detalle interesante es que prácticamente ninguno de los protagonistas tienen en realidad formación económica (no por casualidad se mencionan sus estudios), lo que resulta paradójico (y en cierto modo explica muchas cosas).Y no sólo eso, sino que a medida que sube el escalafón, las explicaciones económicas deben ser más sencillas. Chandor retrata a una serie de personas que están allí sólo por su capacidad de hacer ganar dinero a la empresa y cuando esa capacidad se reduce....dejan de estar allí.
Quizás el punto débil del film es la excesiva carga de moralina que se acaba filtrando a través de las imágenes. Tampoco le beneficia el tono discursivo con el que pretende asegurarse que llegue el mensaje al espectador, sobretodo en su último tramo. La forma de concluir la historia es un gran acierto, y que de alguna forma cierra lo que intentaba decirnos sutilmente durante todo el metraje: En la misma situación, todos haríamos lo mismo, puesto que somos egoístas, codiciosos y avariciosos.
1 de junio de 2012
1 de junio de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguien quiere saber cómo es la gente agazapada detrás de la palabra "mercados", aquí obtendrá la respuesta. Si alguien busca una crítica o análisis del sistema que ha engendrado estos monstruos, ésta no es su película, porque adolece de los mismos defectos que The Company Men: los guionistas pasan de puntillas sobre la madre de todas las crisis, el capitalismo salvaje y desregulado. Se nos cuentan historias individuales de personas que vivían al margen de lo que llamamos la realidad y se topan de bruces con el paro y la inseguridad. En ningún momento se cuestiona la legitimidad de sus actos. Son películas que insinúan más que afrontan la problemática. Queda, eso sí, un potente trabajo de dirección (se trata de una ópera prima) y una exhibición actoral liderada por un carismático Jeremy Irons y un resabiado Kevin Spacey, que se meriendan sin problemas al resto del elenco, pese a la corrección de sus prestaciones.
2 de julio de 2012
2 de julio de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La terrible crisis económica mundial que nos está azotando a todos desde hace cuatro o cinco años ha sido objeto de varios filmes, la mayoría de ellos en forma de documentales bastante notables, como Inside Job. Pero, a veces, la ficción puede ser incluso más certera para descubrir o resaltar algunos de los aspectos más recónditos de esta realidad en concreto.
Margin call muestra, sin ambages ni florituras, el día en que una empresa financiera se da cuenta de que todo va caerse como un castillo de naipes. La película de J. C. Chandor pone en imágenes el desmoronamiento del sistema, pero sin perspectivas generales, sino centrándose en la situación límite de una empresa ficticia, pero tan real como la vida misma. Es un afilado retrato de los tiburones financieros, de los que manejan los destinos del universo moderno. Da miedo comprobar cómo se manejan muchos de ellos.
Margin call también es la oportunidad para disfrutar de un reparto estupendo. Con los veteranos Kevin Spacey y Jeremy Irons a la cabeza, y los más jóvenes Zachary Quinto, Paul Bettany y Simon Baker, a los que se suman en papeles más breves Stanley Tucci y una recuperada Demi Moore, Margin Call es un duelo interpretativo de altísimo nivel.
Quien quiera tomarle el pulso a la actualidad y entender un poco mejor cómo nos hemos ido al garete -económicamente hablando-, y conocer un poco más a los responsables, Margin Call es muy buena opción. Aunque el envase no llame la atención, el contenido es apasionante. Merece la pena probarlo.
Margin call muestra, sin ambages ni florituras, el día en que una empresa financiera se da cuenta de que todo va caerse como un castillo de naipes. La película de J. C. Chandor pone en imágenes el desmoronamiento del sistema, pero sin perspectivas generales, sino centrándose en la situación límite de una empresa ficticia, pero tan real como la vida misma. Es un afilado retrato de los tiburones financieros, de los que manejan los destinos del universo moderno. Da miedo comprobar cómo se manejan muchos de ellos.
Margin call también es la oportunidad para disfrutar de un reparto estupendo. Con los veteranos Kevin Spacey y Jeremy Irons a la cabeza, y los más jóvenes Zachary Quinto, Paul Bettany y Simon Baker, a los que se suman en papeles más breves Stanley Tucci y una recuperada Demi Moore, Margin Call es un duelo interpretativo de altísimo nivel.
Quien quiera tomarle el pulso a la actualidad y entender un poco mejor cómo nos hemos ido al garete -económicamente hablando-, y conocer un poco más a los responsables, Margin Call es muy buena opción. Aunque el envase no llame la atención, el contenido es apasionante. Merece la pena probarlo.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here