El genial e inigualable Woody Allen nos deleita con una interesante comedia musical que no lega a la altura de la gran mayoría de sus películas. Quizás sea el encontrarme a Woody cantando y rodeado de disparatadas coreografías lo que me ha descolocado un poco, pero de todas formas no creo que el filme en si sea del nivel demostrado en otras muchas películas. El reparto está a muy buen nivel, recalcando sobre todo la actuación de jóvenes actores que triunfan en el cine de hoy, como es el caso de Edward Norton( quizá un poco flojo en sus escenas musicales), Natalie Portman y Drew Barrymore, sin olvidarnos también de los demás actores que cumplen a la perfección con sus papeles. Aunque no tenga un guión brillante, en ningún momento sobran chistes de la interminable factoría Allen. La última escena entre el propio Woody y Goldie Hawn es maravillosa. Es un atractivo homenaje al cine musical desde el punto de vista de uno de los mas grandes, pero que al mismo tiempo derrocha drama y humor, aunque no llega a la ironía a la que nos tiene acostumbrado.

Otra rareza del cine de Allen, homenajeando los musicales con tintes de tiempos pasados. La puesta en escena es magistral y los números musicales para nada son pesados. Sin embargo la historia que narra exceptuando algún golpe de humor, es de lo más flojo que ha creado. Destaco en el reparto a Hawn, Alda, Allen y Norton, el resto son puro adorno. En conclusión tanto con este film, como "Acordes y desacuerdos", el director demuestra que es capaz de hacer de cualquier género o historia una gran película.

Simpática comedia musical dirigida por el genial Woody Allen. Es más musical que comedia, porque aunque está simpática y entretenida, no llega a los puntos de gracia e ingenio de otras películas suyas. Ahora bien, el musical es genial, con una música muy buena y una puesta en escena de las mismas bastante curiosa, con algunas coreografías muy simpáticas. Se puede apreciar en la trama es estilo de escribir de Woody, todo su "rollo" de las relaciones y tal. La película tiene momentos con un encanto especial... Sobre todo esa escena del final de Joe con su ex-mujer, en la que hablan y... bailan. También me ha gustado mucho como se enseñan los paisajes de las tres ciudades donde se desarrolla la historia: Nueva York, París y Venecia. En definitiva, una buena comedia musical escrita, dirigida y protagonizada por el (polifacético) maestro Woody Allen.

Es indiscutible el talento de Allen, pero su humor ya empieza a resultar familiar y, al final, cada película no deja de ser como un capítulo más de una serie en la que algún personaje y algunos diálogos te resultan graciosos, pero que parece hecho con prisas.

Para colmo. En esta ocasión, a Allen le ha dado por introducir piezas musicales. Habrá a quien le guste.

Personalmente, odio el género musical, por lo que no puedo valorar tan positivamente como quisiera esta película de Woody Allen. Reconozco que funciona muy bien como comedia, con algunos gags y sentencias divertidísimas ("Dios ha hecho las cosas tan mal que no sé cómo todos no se han juntado y han interpuesto una demanda conjunta"), pero le sobran los numeritos musicales y ese aire tan marcadamente clásico, que funciona en otros films de Allen, pero que aquí me parece forzado e innecesario. De todas formas, es una película bella, por los múltiples y variados escenarios europeos, y una comedia divertida, pero como homenaje al musical no me suscita el menor interés.