El joven manos de tijera
1990 

7.7
122,022
Fantástico. Drama. Romance
Durante una noche de Navidad, una anciana le cuenta a su nieta la historia de Eduardo Manostijeras (Johnny Depp), un muchacho creado por un extravagante inventor (Vincent Price) que no pudo acabar su obra, dejando al joven con cuchillas en lugar de dedos. (FILMAFFINITY)
21 de octubre de 2012
21 de octubre de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la clásica película de burton: le criatura distinta marginada por la sociedad por ser diferente, no se si algunos lo saben pero esta película esta basada en la historia de tim burton y caroline thompson por alguna razon ellos escribieron el guión y todo.
La película es perfecta (literalmente) tiene originalidad, romance, un poco de acción y comedia pero tiene un final un poco triste :( debería haber terminado un poco menos horrible para edward, porque al final se queda solo en el castillo .
Yo digo que deberían hacer una segunda parte o continuación o volverla a grabar.
*pero a pesar de eso la historia es hermosa y presenta un drama social, como la gente margina Al diferente*
La película es perfecta (literalmente) tiene originalidad, romance, un poco de acción y comedia pero tiene un final un poco triste :( debería haber terminado un poco menos horrible para edward, porque al final se queda solo en el castillo .
Yo digo que deberían hacer una segunda parte o continuación o volverla a grabar.
*pero a pesar de eso la historia es hermosa y presenta un drama social, como la gente margina Al diferente*
12 de noviembre de 2014
12 de noviembre de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Tim Burton pensó en hacer Edward Scissorhands supongo que no pensó en la recepción positiva tan enorme que acogió gracias a la simpleza de su personaje y al trasfondo tan complejo que esconde su trama. Es decir, la película (que, a priori, puede parecer un simple cuento fantástico con el que entretenerse) va desarrollándose en un ambiente más parecido a una crítica social que a un simple entramado de edificios y calles y consigue, al final, encandilar al espectador.
Dos cosas me llamaron la atención de la película (a mí y, supongo, a la mayor parte de la gente):
Por un lado, el contraste entre el mundo de Edward y el pueblo tan encantador que hay justo debajo de él (que también vaya sitio para hacer un pueblo de tal calibre). La vida de Edward, menospreciada, olvidada, solitaria, triste y apagada frente a la vida de los habitantes del pueblo, que es alegre, libre de preocupaciones, llena de cotilleos, con colores vivos y un ambiente de aparente paz. Resulta increíble cómo Edward, con su sola presencia en el pueblo, lo convierte en un escenario más de su mundo (aunque no lo haga a propósito) y traslada su visión pesimista del mundo a la población, que pronto lo rechaza. Por tanto, para mí lo más llamativo (y lo más elogiable) de la película es su dirección de fotografía, que se sirve de una paleta de colores muy diferenciada en cada escena del castillo de Edward y cada escena de las casas del pueblo para que el espectador sepa, por medio de tan solo eso, colores, cómo es la personalidad de una y otra clase social. Realmente impresionante.
Por otro lado, la personalidad del protagonista, que pronto encierra en nuestro corazón un sentimiento de cariño y aprecio hacia él. Y es aquí donde viene la parte más jugosa de la película. ¿Los espectadores (al igual que el pueblo) le coge cariño por ser un bicho raro, por ser un inadaptado? En caso de que la respuesta sea que sí, Tim Burton ha acertado con el planteamiento de la película. Somos unos hipócritas, pues Edward solo quiere insertarse en la sociedad y vivir como alguien normal, no como alguien con discapacidades elogiables por el resto de la sociedad, que le hacen convertirse en el foco de los comentarios y los gestos de cariño por lo desconocido y raro que resulta al resto de la gente.
La historia es buena, en la línea de Burton. Emociona al final y no aburre en el medio. El comienzo es una pequeña joya de toda su filmografía, al igual que la presentación que le hace al espectador por primera vez de su maniquí más preciado, Edward. Por todo esto y por el cariño que la gente le suele coger (a veces debo decir que exagerado) a la película, es de visualización obligada. Luego de verla, cada uno sacará sus propias conclusiones, pero algo está claro: la película encuentra sentimientos dentro de uno como pocas lo hacen, y quizá eso es lo que más la destaca por encima del resto.
Dos cosas me llamaron la atención de la película (a mí y, supongo, a la mayor parte de la gente):
Por un lado, el contraste entre el mundo de Edward y el pueblo tan encantador que hay justo debajo de él (que también vaya sitio para hacer un pueblo de tal calibre). La vida de Edward, menospreciada, olvidada, solitaria, triste y apagada frente a la vida de los habitantes del pueblo, que es alegre, libre de preocupaciones, llena de cotilleos, con colores vivos y un ambiente de aparente paz. Resulta increíble cómo Edward, con su sola presencia en el pueblo, lo convierte en un escenario más de su mundo (aunque no lo haga a propósito) y traslada su visión pesimista del mundo a la población, que pronto lo rechaza. Por tanto, para mí lo más llamativo (y lo más elogiable) de la película es su dirección de fotografía, que se sirve de una paleta de colores muy diferenciada en cada escena del castillo de Edward y cada escena de las casas del pueblo para que el espectador sepa, por medio de tan solo eso, colores, cómo es la personalidad de una y otra clase social. Realmente impresionante.
Por otro lado, la personalidad del protagonista, que pronto encierra en nuestro corazón un sentimiento de cariño y aprecio hacia él. Y es aquí donde viene la parte más jugosa de la película. ¿Los espectadores (al igual que el pueblo) le coge cariño por ser un bicho raro, por ser un inadaptado? En caso de que la respuesta sea que sí, Tim Burton ha acertado con el planteamiento de la película. Somos unos hipócritas, pues Edward solo quiere insertarse en la sociedad y vivir como alguien normal, no como alguien con discapacidades elogiables por el resto de la sociedad, que le hacen convertirse en el foco de los comentarios y los gestos de cariño por lo desconocido y raro que resulta al resto de la gente.
La historia es buena, en la línea de Burton. Emociona al final y no aburre en el medio. El comienzo es una pequeña joya de toda su filmografía, al igual que la presentación que le hace al espectador por primera vez de su maniquí más preciado, Edward. Por todo esto y por el cariño que la gente le suele coger (a veces debo decir que exagerado) a la película, es de visualización obligada. Luego de verla, cada uno sacará sus propias conclusiones, pero algo está claro: la película encuentra sentimientos dentro de uno como pocas lo hacen, y quizá eso es lo que más la destaca por encima del resto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un apunte. El único beso de la película (es decir, remite a una escena de amor y, por tanto, a un ambiente feliz) tiene lugar en el castillo de Edward. Todo un detalle por parte de Burton, que no se deja nada en el tintero y, con escenas como esta, premia al observador con detalles que hacen que la película cobre un efecto especial y único. Un jefazo.
23 de octubre de 2015
23 de octubre de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca he sido admirador de Tim Burton, pero he de reconocer que con esta película me conquistó para siempre
Extraña y bella a la vez, la película recrea un cuento de Navidad con un personaje triste que te llega al alma con un brillante Jonhy Deep, quizás en su mejor interpretación. Una historia preciosa con momentos inolvidables que recordarás siempre con una sonrisa, aunque la película te hace llorar.
Pura magia.
Extraña y bella a la vez, la película recrea un cuento de Navidad con un personaje triste que te llega al alma con un brillante Jonhy Deep, quizás en su mejor interpretación. Una historia preciosa con momentos inolvidables que recordarás siempre con una sonrisa, aunque la película te hace llorar.
Pura magia.
18 de marzo de 2024
18 de marzo de 2024
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra maestra comercial de los noventa.
Para hacer un taquillazo y conseguir lo que el público considera una obra maestra hay que ser humilde, y aunque tengas una buena historia contarla en el plazo justo de tiempo sin alargarte, añadir personajes innecesarios para profundizar, ni largos planos secuencias del paisaje, ni cosas por el estilo.
La película tiene un poco de la fábula (aquí con una estética y tono melancólicos navideños) del Rey Midas que todo lo que tocaba se convertía en oro hasta que se murió de hambre porque hasta el alimento se le convertía en oro.
Aquí Eduardo Manostijeras que tiene una mentalidad infantil no sabe qué hacer con sus manos de tijeras hasta que consigue que le sirven en vez de para destruir para cortar el pelo. La estética de Tim Burton es bastante adecuada para cómo está enfocada la trama. Las interpretaciones son extraordinarias sobre todo la de Johnny Depp que no es demasiado bueno, ve las cosas con desorientación y reacciona con shock y huyendo cuando se siente en peligro y Winona Ryder como persona afín que quiere ayudarlo.
Para hacer un taquillazo y conseguir lo que el público considera una obra maestra hay que ser humilde, y aunque tengas una buena historia contarla en el plazo justo de tiempo sin alargarte, añadir personajes innecesarios para profundizar, ni largos planos secuencias del paisaje, ni cosas por el estilo.
La película tiene un poco de la fábula (aquí con una estética y tono melancólicos navideños) del Rey Midas que todo lo que tocaba se convertía en oro hasta que se murió de hambre porque hasta el alimento se le convertía en oro.
Aquí Eduardo Manostijeras que tiene una mentalidad infantil no sabe qué hacer con sus manos de tijeras hasta que consigue que le sirven en vez de para destruir para cortar el pelo. La estética de Tim Burton es bastante adecuada para cómo está enfocada la trama. Las interpretaciones son extraordinarias sobre todo la de Johnny Depp que no es demasiado bueno, ve las cosas con desorientación y reacciona con shock y huyendo cuando se siente en peligro y Winona Ryder como persona afín que quiere ayudarlo.
15 de mayo de 2005
15 de mayo de 2005
30 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me parece injusto (por no decir vergonzoso) que algunos coloquen a "El Doctor Frankenstein" (1931) entre las mejores películas de la historia y no a "Eduardo manostijeras". La primera no está mal, pero no tiene ni punto de comparación con la segunda.
Es la mejor adaptación, hasta el momento, del mito de Frankenstein. En vez de buscar el dilema moral del doctor, se centra en los sentimientos de la criatura.
Es la mejor adaptación, hasta el momento, del mito de Frankenstein. En vez de buscar el dilema moral del doctor, se centra en los sentimientos de la criatura.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here