La bruja
6.2
31,421
Terror
Nueva Inglaterra, 1630. Un matrimonio de colonos cristianos, con cinco hijos, vive cerca de un bosque que, según las creencias populares, está dominado por el mal. Cuando el hijo recién nacido desaparece y los cultivos no crecen, los miembros de la familia se rebelan los unos contra los otros: un mal sobrenatural les acecha en el bosque cercano. (FILMAFFINITY)
16 de mayo de 2016
16 de mayo de 2016
17 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primero que todo agradecer a todas las CRÍTICAS gracias a las cuales me recomendaron la pelicula.
GRACIAS por hacerme perder el tiempo y el dinero viendola.
No he visto nunca un guión tan mal logrado, una trama tan absurda y una visión tan perturbadora como esta del mundo de las brujas.
Una cabra que habla? Unas brujas desnudas? Los niños de repente son demonio de repente no?
Al menos 10 minutos de silencio y oscuridad en los que deseas que por fin se haya acabado la película.
Nunca antes había visto una película de "terror absoluto " (algún fan incondicional o loco de la vida que ha definido así la película) en la que la gente se estuviera riendo, bostezando y en la que diera más miedo que el de al lado tosiera que la peli en sí.
Cuando por fin ha acabado: "ya era hora", "¿para eso me has hecho venir?", "tendríamos que habernos quedado en casa cenando" son entre los comentarios más dulces que he oído sobre la película.
Así que por favor, pido una sección para los descerebrados y depravados que se creen críticos y no saben de lo que hablan y otra para la gente normal que vemos la realidad.
GRACIAS por hacerme perder el tiempo y el dinero viendola.
No he visto nunca un guión tan mal logrado, una trama tan absurda y una visión tan perturbadora como esta del mundo de las brujas.
Una cabra que habla? Unas brujas desnudas? Los niños de repente son demonio de repente no?
Al menos 10 minutos de silencio y oscuridad en los que deseas que por fin se haya acabado la película.
Nunca antes había visto una película de "terror absoluto " (algún fan incondicional o loco de la vida que ha definido así la película) en la que la gente se estuviera riendo, bostezando y en la que diera más miedo que el de al lado tosiera que la peli en sí.
Cuando por fin ha acabado: "ya era hora", "¿para eso me has hecho venir?", "tendríamos que habernos quedado en casa cenando" son entre los comentarios más dulces que he oído sobre la película.
Así que por favor, pido una sección para los descerebrados y depravados que se creen críticos y no saben de lo que hablan y otra para la gente normal que vemos la realidad.
25 de marzo de 2016
25 de marzo de 2016
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
La bruja, de Robert Eggers, es un drama psicológico de terror y cine independiente norteamericano basado en una familia de colonos que vive en Nueva Inglaterra, en 1630, y temen un bosque cercano en el que sospechan que vive algo sobrenatural. Con este entramado sobre la mesa, se construye un film bastante pretencioso cuya primera mitad es bastante floja y no crea demasiado interés ni inquietud. Después la cosa cambia y empieza el desconcierto, a través de una historia turbia y algo tenebrosa que mantiene con más oficio al público pegado al asiento, pero sin embargo no termina de arrancar en ningún momento y concluye sin pena ni gloria para decepción de los seguidores del género.
Uno de los puntos positivos que tiene, es colocar su argumento en una época en la que el cristianismo y la ignorancia hacia lo sobrenatural es desmesurado. Con ello, se logra crear una atmósfera siniestra apoyada en una fotografía alusiva que hace buen uso de los claroscuros y llena de misterio la película. La música usada para crear ambiente es triste en sus melodías nostálgicas, además, también son usados sonidos intensos que hacen sentir una continua sensación de amenaza. Los planos y movimientos de cámara consuman una decente labor técnica mediante el uso de los subjetivos, primeros, primerísimos planos y seguimiento que ayudan a crear más tensión en la película.
El guion, escrito por el director, es presuntuoso en su empeño de crear una trama distinta al resto de films de terror, y para ello, se apoya en el drama psicológico al ir creando más y más tensión a través de una familia que siente que algo se cierne sobre ella, y a cada minuto que avanza la historia, es más recelosa de sus propios miembros de la familia. Pero con todo esto, en ningún momento se llega a sentir una inquietud efectiva, por lo que falla en este menester y deja para el final lo mejor aunque sin dejar al espectador perplejo con su resolución. Esto se lleva a cabo con una narrativa llena de intriga que añade enigma al film y profundidad en sus sombrías conversaciones. Merece la pena señalar, que el montaje lineal y seguido marca un ritmo paulatino que es algo asfixiante pero de corta duración.
En cuanto a la parte interpretativa, señalar que son cumplidoras y convencen en su intención de aparentar ser una familia del siglo XVII a través de sus miedos y extremo cristianismo. Cuenta para ello con caras que no son conocidas para el público como de Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Lucas Dawson y Ellie Grainger entre otros. Los vestuarios y caracterizaciones usados para estos son sugestivos del momento y lugar en cuestión en una notable labor que junto con los decorados y exteriores te transportan eficazmente in situ.
Para finalizar, considero La bruja una obra meramente aceptable en algún detalle visual, técnico y de vestuarios pero poco más, ya que se queda bastante corta en su intención de dar miedo o generar desconcierto con profundidad al espectador, ofreciendo un producto poco atractivo que se queda a medias en su intención de crear terror. Por lo que, es una cinta bastante endeble que puede que le guste a alguno de los incondicionales del género terror, aunque repito que es fallida en su intención de utilizar el drama psicológico para aumentar una sensación de turbación que es prácticamente inexistente.
Uno de los puntos positivos que tiene, es colocar su argumento en una época en la que el cristianismo y la ignorancia hacia lo sobrenatural es desmesurado. Con ello, se logra crear una atmósfera siniestra apoyada en una fotografía alusiva que hace buen uso de los claroscuros y llena de misterio la película. La música usada para crear ambiente es triste en sus melodías nostálgicas, además, también son usados sonidos intensos que hacen sentir una continua sensación de amenaza. Los planos y movimientos de cámara consuman una decente labor técnica mediante el uso de los subjetivos, primeros, primerísimos planos y seguimiento que ayudan a crear más tensión en la película.
El guion, escrito por el director, es presuntuoso en su empeño de crear una trama distinta al resto de films de terror, y para ello, se apoya en el drama psicológico al ir creando más y más tensión a través de una familia que siente que algo se cierne sobre ella, y a cada minuto que avanza la historia, es más recelosa de sus propios miembros de la familia. Pero con todo esto, en ningún momento se llega a sentir una inquietud efectiva, por lo que falla en este menester y deja para el final lo mejor aunque sin dejar al espectador perplejo con su resolución. Esto se lleva a cabo con una narrativa llena de intriga que añade enigma al film y profundidad en sus sombrías conversaciones. Merece la pena señalar, que el montaje lineal y seguido marca un ritmo paulatino que es algo asfixiante pero de corta duración.
En cuanto a la parte interpretativa, señalar que son cumplidoras y convencen en su intención de aparentar ser una familia del siglo XVII a través de sus miedos y extremo cristianismo. Cuenta para ello con caras que no son conocidas para el público como de Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Lucas Dawson y Ellie Grainger entre otros. Los vestuarios y caracterizaciones usados para estos son sugestivos del momento y lugar en cuestión en una notable labor que junto con los decorados y exteriores te transportan eficazmente in situ.
Para finalizar, considero La bruja una obra meramente aceptable en algún detalle visual, técnico y de vestuarios pero poco más, ya que se queda bastante corta en su intención de dar miedo o generar desconcierto con profundidad al espectador, ofreciendo un producto poco atractivo que se queda a medias en su intención de crear terror. Por lo que, es una cinta bastante endeble que puede que le guste a alguno de los incondicionales del género terror, aunque repito que es fallida en su intención de utilizar el drama psicológico para aumentar una sensación de turbación que es prácticamente inexistente.
18 de mayo de 2016
18 de mayo de 2016
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorprende sobremanera que la unánime crítica profesional tilde a esta película de obra maestra utilizando calificativos tales como: "la película más perturbadora del año", "un hito entre las películas de terror de la historia" o "brillante y aterradora".
Y voy yo y me lo creo.
La Bruja aburre al espectador experimentado en el género de terror de tal manera que ve como son echadas por tierra sus legítimas expectativas de ser asustado, de sentir emoción o, tan solo, de disfrutar de una historia bien contada.
No es aceptable el sopor que implica un ritmo de narración incompatible con el género, tan lento que resulta desquiciante.
¿Es que hemos olvidado el fin que persigue el cine? No es otro que divertir, conseguir evadirnos y hacernos olvidar lo que nos rodea durante al menos hora y media en la que seremos nosotros de algún modo también parte de esa historia. Pero una película tan contemplativa y primitiva, en la que poco se nos cuenta, no consigue ese efecto sino el contrario, el de devolvernos a la realidad y pensar cuándo acabará el bodrio renqueante.
La película no es perturbadora, señores, qué más quisiera yo que haberme retorcido en el asiento con el corazón encogido en un puño tal y como han logrado otros films azotados por la crítica. Tampoco aporta nada nuevo al género, siendo sus recursos archiconocidos y predecibles. Y por lo que respecta a la historia, afirmaré sin dar ningún espoiler, que es una estafa en toda regla.
Los eruditos del cine cada vez más alejados del sentir del espectador medio. Lamentable.
Y voy yo y me lo creo.
La Bruja aburre al espectador experimentado en el género de terror de tal manera que ve como son echadas por tierra sus legítimas expectativas de ser asustado, de sentir emoción o, tan solo, de disfrutar de una historia bien contada.
No es aceptable el sopor que implica un ritmo de narración incompatible con el género, tan lento que resulta desquiciante.
¿Es que hemos olvidado el fin que persigue el cine? No es otro que divertir, conseguir evadirnos y hacernos olvidar lo que nos rodea durante al menos hora y media en la que seremos nosotros de algún modo también parte de esa historia. Pero una película tan contemplativa y primitiva, en la que poco se nos cuenta, no consigue ese efecto sino el contrario, el de devolvernos a la realidad y pensar cuándo acabará el bodrio renqueante.
La película no es perturbadora, señores, qué más quisiera yo que haberme retorcido en el asiento con el corazón encogido en un puño tal y como han logrado otros films azotados por la crítica. Tampoco aporta nada nuevo al género, siendo sus recursos archiconocidos y predecibles. Y por lo que respecta a la historia, afirmaré sin dar ningún espoiler, que es una estafa en toda regla.
Los eruditos del cine cada vez más alejados del sentir del espectador medio. Lamentable.
21 de mayo de 2016
21 de mayo de 2016
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
No deja de sorprenderme la sabiduría de la calle. De repente estás en el cine esperando a entrar para ver una película y se te cruza un desconocido, un simpático y honestísimo señor, que te advierte con sonrisa amistosa que no se te ocurra ver «La bruja». Prometo que es una anécdota verídica. El caballero nos encontró leyendo el cartel publicitario y al parecer, recién salido de la sala de cine a la que había acudido en solitario para pasar la tarde, tenía que desahogarse con alguien, debía expresar su sentir sobre esta película. Y así lo hizo con mucha gracia y salero, y tenía razón en la advertencia: hay más sabiduría en el común de las gentes que entre esos críticos especializados que han llenado sus revistas y publicaciones con críticas extraordinarias de «La bruja».
Perdonadme la historieta, pero es que os aseguro que es mucho más entretenida la peripecia con el caballero descontento que «La bruja» en sí. Dado el planteamiento, casi cualquier trama que se les hubiera ocurrido hubiera estado mejor que la historia que nos han plantado. No solo es que sea tirando a aburrida, porque no pasa gran cosa y lo que pasa lo ves venir, sino que además, y esto es muy importante, no da absolutamente nada de susto, miedo o, ya a la desesperada, un mísero repullo. Todo es anodino y, siguiendo la larga (y no positiva) estela del Shyamalan, a quien Eggers nos recuerda bastante, los aspectos dramáticos y ajenos al terror componen los elementos más importantes de la obra.
El conflicto interno de la familia se contrapone con el externo de la bruja, y sinceramente creo que ambos son incompatibles: el primero destruye al segundo y la película se despeña en la inutilidad de un mensaje crítico-social tan inoportuno como incoherente. Así, la represión y el fanatismo religiosos vuelven a presentarse como raíz del mal y de la psicosis, pero yo me pregunto: si hay de verdad una bruja, si la brujería es un fenómeno realista, esto ya no se trata de fanatismo, ya no puede haber crítica a esas creencias, porque la brujería sí existe y es causa directa de los males del hombre. El foco debería ser la bruja y lo paranormal, no la crítica con pretensiones. El colmo es corroborar que la brujería en el siglo veintiuno se considera una liberación feminista; esto sí es terror.
No puedo dejar de resaltar, porque sería injusto no hacerlo, la bella fotografía a cargo de Jarin Blaschke, especialmente la de los interiores tenebrosos y sin luz. Es lo único notorio de la cinta.
Del resto me he formado la opinión personal de que toda la familia está colocada por algún tipo de planta que hay en el campo y que no dejan de flipar durante toda la película. Haced caso a esta común y normal espectadora y «no la veáis».
Perdonadme la historieta, pero es que os aseguro que es mucho más entretenida la peripecia con el caballero descontento que «La bruja» en sí. Dado el planteamiento, casi cualquier trama que se les hubiera ocurrido hubiera estado mejor que la historia que nos han plantado. No solo es que sea tirando a aburrida, porque no pasa gran cosa y lo que pasa lo ves venir, sino que además, y esto es muy importante, no da absolutamente nada de susto, miedo o, ya a la desesperada, un mísero repullo. Todo es anodino y, siguiendo la larga (y no positiva) estela del Shyamalan, a quien Eggers nos recuerda bastante, los aspectos dramáticos y ajenos al terror componen los elementos más importantes de la obra.
El conflicto interno de la familia se contrapone con el externo de la bruja, y sinceramente creo que ambos son incompatibles: el primero destruye al segundo y la película se despeña en la inutilidad de un mensaje crítico-social tan inoportuno como incoherente. Así, la represión y el fanatismo religiosos vuelven a presentarse como raíz del mal y de la psicosis, pero yo me pregunto: si hay de verdad una bruja, si la brujería es un fenómeno realista, esto ya no se trata de fanatismo, ya no puede haber crítica a esas creencias, porque la brujería sí existe y es causa directa de los males del hombre. El foco debería ser la bruja y lo paranormal, no la crítica con pretensiones. El colmo es corroborar que la brujería en el siglo veintiuno se considera una liberación feminista; esto sí es terror.
No puedo dejar de resaltar, porque sería injusto no hacerlo, la bella fotografía a cargo de Jarin Blaschke, especialmente la de los interiores tenebrosos y sin luz. Es lo único notorio de la cinta.
Del resto me he formado la opinión personal de que toda la familia está colocada por algún tipo de planta que hay en el campo y que no dejan de flipar durante toda la película. Haced caso a esta común y normal espectadora y «no la veáis».
31 de enero de 2018
31 de enero de 2018
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Witch fue una sorpresa que dio de que hablar a medio mundo en el 2016, y es que el debut de Robert Eggers sobre una familia desterrada de su colonia inglesa en pleno siglo XV y sus encuentros con eventos sobrenaturales se convirtió rápidamente en un clásico del terror (psicológico). Eggers se empeña en crear una "fábula" ambientada en un contexto social religioso donde el poder de la Iglesia pone en sumisión a los habitantes de una ex colonia inglesa, y cumple con creces.
Con un elenco en el que los más conocidos del reparto son Ralph Ineson y Kate Dickie (ambos de Game of Thrones) y la actriz revelación Anya Taylor Joy (Split, Nuevos Mutantes) y con una cinematográfia que toma influencias del cine europeo y la filmografia de Kubrick, Eggers como cineasta narra al espectador una historia donde el verdadero horror que experimenta la familia protagonista comienza con el secuestro del recién nacido y la inseguridad de vivir en medio de un bosque alejado de todo (o eso creen).
Aunque claramente es un proyecto independiente, The Witch no abusa de clichés y logra hacerse un lugar en el género del horror más Mainstream. "O la amas o la odias" es la frase que describiría mejor a la obra de Eggers, que acompañada con escenas perturbadoras (véase la del cuervo), TW jamás aburre y te mantiene en constante tensión.
Las actuaciones son tremendas: Ralph Ineson y Kate Dickie convencen como marido y mujer creyentes, pero es en Anya Taylor Joy como la hija mayor donde recae el peso de la trama. En resumen actuaciones magníficas acompañadas por un inglés arcaico y una ambientación tétrica.
Mi nota:10/10 un clásico moderno
Con un elenco en el que los más conocidos del reparto son Ralph Ineson y Kate Dickie (ambos de Game of Thrones) y la actriz revelación Anya Taylor Joy (Split, Nuevos Mutantes) y con una cinematográfia que toma influencias del cine europeo y la filmografia de Kubrick, Eggers como cineasta narra al espectador una historia donde el verdadero horror que experimenta la familia protagonista comienza con el secuestro del recién nacido y la inseguridad de vivir en medio de un bosque alejado de todo (o eso creen).
Aunque claramente es un proyecto independiente, The Witch no abusa de clichés y logra hacerse un lugar en el género del horror más Mainstream. "O la amas o la odias" es la frase que describiría mejor a la obra de Eggers, que acompañada con escenas perturbadoras (véase la del cuervo), TW jamás aburre y te mantiene en constante tensión.
Las actuaciones son tremendas: Ralph Ineson y Kate Dickie convencen como marido y mujer creyentes, pero es en Anya Taylor Joy como la hija mayor donde recae el peso de la trama. En resumen actuaciones magníficas acompañadas por un inglés arcaico y una ambientación tétrica.
Mi nota:10/10 un clásico moderno
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Quiero señalar algunas teorías sobre el film:
1. Cada integrante de la familia representa un pecado capital, el padre (avaricia), la madre (envidia), el hijo recién nacido (gula), el hijo mayor (lujuria), los hermanos gemelos (orgullo y pereza) y la hija mayor (Ira).
2. Una critica en contra del cristianismo, a lo largo del film, las figuras autoritarias (el pastor de la colonia o el padre de familia) son vistos como hombres duros y descorazonados, asi mismo, la familia ora y reza pero jamás parece que escuchan sus súplicas y al final, la hija Thomasin le pide protección y manto a Satanás (representado como un macho cabrío negro).
3. Una cinta a favor del feminismo: Todos los hombres en la historia son vistos como gente con grandes defectos y la madre demuestra ser sumisa al patriarcado. Solo la hija Thomasin es quién está en contra de todo este aspecto y encuentra refugio en un aquelarre de brujas bailando alrededor de una hoguera.
1. Cada integrante de la familia representa un pecado capital, el padre (avaricia), la madre (envidia), el hijo recién nacido (gula), el hijo mayor (lujuria), los hermanos gemelos (orgullo y pereza) y la hija mayor (Ira).
2. Una critica en contra del cristianismo, a lo largo del film, las figuras autoritarias (el pastor de la colonia o el padre de familia) son vistos como hombres duros y descorazonados, asi mismo, la familia ora y reza pero jamás parece que escuchan sus súplicas y al final, la hija Thomasin le pide protección y manto a Satanás (representado como un macho cabrío negro).
3. Una cinta a favor del feminismo: Todos los hombres en la historia son vistos como gente con grandes defectos y la madre demuestra ser sumisa al patriarcado. Solo la hija Thomasin es quién está en contra de todo este aspecto y encuentra refugio en un aquelarre de brujas bailando alrededor de una hoguera.
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