Cuarentena
2008 

4.3
4,703
20 de julio de 2017
20 de julio de 2017
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En las entrañas de un edificio del centro de Los Ángeles un gran peligro amenaza con salir a la superficie.
Nadie sabe cómo ni por qué ha llegado hasta ahí, pero la prioridad es contenerlo antes de que se propague, independientemente de las personas allí atrapadas...
Pero esperen, ¿no les resulta demasiado familiar dicha premisa? Y recalco lo de "demasiado". Pues sí, una vez más, y sirviendo de precedente, los astros se configuran, las productoras cinematográficas abren sus arcas y las historias se repiten para disgusto y enfado de los espectadores más puristas; porque con el transcurso del tiempo nos hemos ido acostumbrado a esos infames actos de terrorismo fílmico mayormente ejecutados por los estadounidenses y bautizados con la etiqueta de "remakes", sin embargo es un fenómeno que nunca dejará de crisparnos los nervios.
Hay que afrontar la verdad. Todo film de éxito que llegue de cualquier parte del Mundo tendrá su versión americana; tras comprobar los estragos que se hicieron a partir de "Infernal Affairs", "Un Funeral de Muerte" o las japonesas "The Ring" y "Ju-on" (y para qué hablar de "La Leyenda del Samurái") nada mejor que repasar los "remakes" de títulos de nuestro cine patrio, y si no tuvimos suficiente con el de "Abre los Ojos" aquí llega el de aquella producción independiente de Paco Plaza y Jaume Balagueró que arrasaría en los cines de España y en numerosos festivales. Asistí a la proyección de "REC" un 24 de Noviembre (un día tras su estreno) hace ya trece años, y puedo jurar que nunca sentí el horror tan cercano en una sala de cine...
Mi frustración es palpable al observar que tan sólo un año después Sony Pictures y Screen Gems (¿por qué y por cuanto dinero les vendería Filmax los derechos?) se pusieron manos a la obra con una nueva versión cocinada a fuego rápido contando con el cineasta John E. Dowdle, para quien sería su segunda película tras la muy interesante "The Poughkeepsie Tapes", donde ya demostraba su gusto por el terror, el "gore" en cantidades y el falso documental, lo que le hacía un buen candidato para la ocasión. La mecánica es sencilla: él y su hermano Drew cogerían el guión de "REC" y lo fusilarían a su antojo, calcando situaciones y frases deliberadamente.
Así lo demuestra ese inicio con una reportera de televisión, llamada para más inri Angela Vidal (¡!), que se dispone a pasar una noche con el cuerpo de bomberos de L.A. documentando todo lo que pueda suceder. La copla nos la sabemos porque las letras y la música es la misma; los Dowdle deciden ampliar, y eso (como decía Javier Cortijo) es un acierto, el prólogo, aun presentándonos unos personajes mucho menos carismáticos que los que veíamos en aquel parque de bomberos catalán. Cuando estos minutos de humor y telerrealidad terminan nos vamos con la insulsa periodista y su cámara, al que por cierto veremos, en uno de los camiones.
Y ya nada (pero nada, nada) podrá producir la sorpresa, generar el miedo y causar el asombro en el espectador que disfrutó con la obra de Balagueró y Plaza. En efecto estamos ante un "remake" "shot-by-shot", como podríamos decir; nada escapa al bisturí del director, quien realiza un corta y pega del guión original sin la más mínima vergüenza. Los japoneses por los árabes, el practicante por un veterinario, el modisto argentino por el director de orquesta indio; se realizan algunos cambios y se añaden personajes nuevos de relleno, además de algún animal que otro, pero la composición de estos vecinos no difiere nada de la de "REC".
Vecinos que Dowdle no se molestará en conocer ni radiografiar con la mordaz precisión mostrada en el film español, y aparte de algún momento interesante que no vimos en aquél (el ataque del perro en el ascensor, el asesinato de la infectada con la cámara) la trama circula del mismo modo: carreras arriba y abajo, golpes, gritos, mordiscos, desesperación, pero cambiando el virus desconocido por la rabia. Todo ello protagonizado por personajes "plagiados" que por la poca profundidad de la que están dotados responderán a patéticos e insoportables estereotipos (el bombero fanfarrón, el vecino borracho, los árabes culpables...).
Pero Dowdle, aunque cuente con mucho más presupuesto que sus homólogos castellanos, no posee el nervio ni la destreza de éstos para desatar la tensión, la locura, el frenesí arrollador que sí poseía "REC"; al final intenta evitar las comparaciones apartando los elementos referentes a la posesión de Tristana Medeiros metiendo con calzador algunas vagas insinuaciones sobre un apocalipsis que fue pronosticado, entonces...¿por qué incluir el magnetófono y a la propia Medeiros? ¿Qué más se puede decir?
La genial Manuela Velasco, que demostró unas dotes tremendas de interpretación, es reemplazada por la sosa Jennifer Carpenter, conocida por su papel de Debra en "Dexter" (y por films como "El Exorcismo de Emily Rose" o "Brawl in Cell-block 99"); Jay Hernández, Rade Sherbedgia, Greg Germann y Columbus Short cumplen decentemente (¿qué culpa tendrán ellos de la barrabasada de Sony?). En general "Cuarentena" rindió bastante bien en taquilla, aunque no pocos ataques recibiría por parte de la crítica; aquellos no interesados en el cine español ya tenían su propia versión y podían descansar tranquilos.
En resumen, otro atentado fílmico llevado a cabo con la más fría alebosía. Lo único positivo que se puede decir de esta farsa es que contribuyó a que la popularidad de "REC" aumentara, no sólo en nuestro país, sino en EE.UU., donde ya contó a no más tardar con su versión doblada al inglés.
Por si fuera poco, tres años después (cuando Plaza y Balagueró ya habían estrenado la segunda parte de su obra), llegaría una especie de pseudo-secuela dirigida por John Pogue llamada "Cuarentena Terminal", a la cual es mejor no acercarse...
Nadie sabe cómo ni por qué ha llegado hasta ahí, pero la prioridad es contenerlo antes de que se propague, independientemente de las personas allí atrapadas...
Pero esperen, ¿no les resulta demasiado familiar dicha premisa? Y recalco lo de "demasiado". Pues sí, una vez más, y sirviendo de precedente, los astros se configuran, las productoras cinematográficas abren sus arcas y las historias se repiten para disgusto y enfado de los espectadores más puristas; porque con el transcurso del tiempo nos hemos ido acostumbrado a esos infames actos de terrorismo fílmico mayormente ejecutados por los estadounidenses y bautizados con la etiqueta de "remakes", sin embargo es un fenómeno que nunca dejará de crisparnos los nervios.
Hay que afrontar la verdad. Todo film de éxito que llegue de cualquier parte del Mundo tendrá su versión americana; tras comprobar los estragos que se hicieron a partir de "Infernal Affairs", "Un Funeral de Muerte" o las japonesas "The Ring" y "Ju-on" (y para qué hablar de "La Leyenda del Samurái") nada mejor que repasar los "remakes" de títulos de nuestro cine patrio, y si no tuvimos suficiente con el de "Abre los Ojos" aquí llega el de aquella producción independiente de Paco Plaza y Jaume Balagueró que arrasaría en los cines de España y en numerosos festivales. Asistí a la proyección de "REC" un 24 de Noviembre (un día tras su estreno) hace ya trece años, y puedo jurar que nunca sentí el horror tan cercano en una sala de cine...
Mi frustración es palpable al observar que tan sólo un año después Sony Pictures y Screen Gems (¿por qué y por cuanto dinero les vendería Filmax los derechos?) se pusieron manos a la obra con una nueva versión cocinada a fuego rápido contando con el cineasta John E. Dowdle, para quien sería su segunda película tras la muy interesante "The Poughkeepsie Tapes", donde ya demostraba su gusto por el terror, el "gore" en cantidades y el falso documental, lo que le hacía un buen candidato para la ocasión. La mecánica es sencilla: él y su hermano Drew cogerían el guión de "REC" y lo fusilarían a su antojo, calcando situaciones y frases deliberadamente.
Así lo demuestra ese inicio con una reportera de televisión, llamada para más inri Angela Vidal (¡!), que se dispone a pasar una noche con el cuerpo de bomberos de L.A. documentando todo lo que pueda suceder. La copla nos la sabemos porque las letras y la música es la misma; los Dowdle deciden ampliar, y eso (como decía Javier Cortijo) es un acierto, el prólogo, aun presentándonos unos personajes mucho menos carismáticos que los que veíamos en aquel parque de bomberos catalán. Cuando estos minutos de humor y telerrealidad terminan nos vamos con la insulsa periodista y su cámara, al que por cierto veremos, en uno de los camiones.
Y ya nada (pero nada, nada) podrá producir la sorpresa, generar el miedo y causar el asombro en el espectador que disfrutó con la obra de Balagueró y Plaza. En efecto estamos ante un "remake" "shot-by-shot", como podríamos decir; nada escapa al bisturí del director, quien realiza un corta y pega del guión original sin la más mínima vergüenza. Los japoneses por los árabes, el practicante por un veterinario, el modisto argentino por el director de orquesta indio; se realizan algunos cambios y se añaden personajes nuevos de relleno, además de algún animal que otro, pero la composición de estos vecinos no difiere nada de la de "REC".
Vecinos que Dowdle no se molestará en conocer ni radiografiar con la mordaz precisión mostrada en el film español, y aparte de algún momento interesante que no vimos en aquél (el ataque del perro en el ascensor, el asesinato de la infectada con la cámara) la trama circula del mismo modo: carreras arriba y abajo, golpes, gritos, mordiscos, desesperación, pero cambiando el virus desconocido por la rabia. Todo ello protagonizado por personajes "plagiados" que por la poca profundidad de la que están dotados responderán a patéticos e insoportables estereotipos (el bombero fanfarrón, el vecino borracho, los árabes culpables...).
Pero Dowdle, aunque cuente con mucho más presupuesto que sus homólogos castellanos, no posee el nervio ni la destreza de éstos para desatar la tensión, la locura, el frenesí arrollador que sí poseía "REC"; al final intenta evitar las comparaciones apartando los elementos referentes a la posesión de Tristana Medeiros metiendo con calzador algunas vagas insinuaciones sobre un apocalipsis que fue pronosticado, entonces...¿por qué incluir el magnetófono y a la propia Medeiros? ¿Qué más se puede decir?
La genial Manuela Velasco, que demostró unas dotes tremendas de interpretación, es reemplazada por la sosa Jennifer Carpenter, conocida por su papel de Debra en "Dexter" (y por films como "El Exorcismo de Emily Rose" o "Brawl in Cell-block 99"); Jay Hernández, Rade Sherbedgia, Greg Germann y Columbus Short cumplen decentemente (¿qué culpa tendrán ellos de la barrabasada de Sony?). En general "Cuarentena" rindió bastante bien en taquilla, aunque no pocos ataques recibiría por parte de la crítica; aquellos no interesados en el cine español ya tenían su propia versión y podían descansar tranquilos.
En resumen, otro atentado fílmico llevado a cabo con la más fría alebosía. Lo único positivo que se puede decir de esta farsa es que contribuyó a que la popularidad de "REC" aumentara, no sólo en nuestro país, sino en EE.UU., donde ya contó a no más tardar con su versión doblada al inglés.
Por si fuera poco, tres años después (cuando Plaza y Balagueró ya habían estrenado la segunda parte de su obra), llegaría una especie de pseudo-secuela dirigida por John Pogue llamada "Cuarentena Terminal", a la cual es mejor no acercarse...
19 de marzo de 2018
19 de marzo de 2018
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No me ha gustado nada este "remake" de "[REC]" (2007), de Jaume Balagueró y Paco Plaza: supone la degradación absoluta del cine de "metraje encontrado" por la vía del ejercicio mimético más oportunista e innecesario que se pueda concebir. No sólo es eso, sino también la degradación de una fórmula que sí tenía su sentido y su gracia en la versión española, en un contexto español. La acción se sitúa ahora en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, y la Ángela Vidal que se nos propone es una Jennifer Carpenter que no para de chillar y sollozar, y que hasta en su tenacidad profesional resulta insulsa e irritante. El fondo sobrenatural y las críticas a la Iglesia Católica presentes en el largometraje español son sustituidos aquí de forma sorprendente por una posible epidemia de rabia y por una secta apocalíptica de la que no se explica casi nada.
Esta copia es fiel al original donde no debe, e infiel al su modelo donde no debe. Destacan detalles "gore" innecesarios y gratuitos, como la rata pisoteada sin piedad por el cámara, o el taladro introducido en la cabeza de una de las víctimas.
En suma, esta película es un horror, pero no por terrorífica, sino por mala. A su lado, "Cuarentena terminal" (Quarantine 2: Terminal, 2011), de John Pogue, es decir, la secuela del "remake", es mucho más interesante, porque al menos es más original.
Esta copia es fiel al original donde no debe, e infiel al su modelo donde no debe. Destacan detalles "gore" innecesarios y gratuitos, como la rata pisoteada sin piedad por el cámara, o el taladro introducido en la cabeza de una de las víctimas.
En suma, esta película es un horror, pero no por terrorífica, sino por mala. A su lado, "Cuarentena terminal" (Quarantine 2: Terminal, 2011), de John Pogue, es decir, la secuela del "remake", es mucho más interesante, porque al menos es más original.
20 de abril de 2018
20 de abril de 2018
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Copia muy copia de Rec, pero de copia de copiar muy fuertemente, remake literalmente, ya que esta rehecha paso por paso, hasta el nombre de la protagonista. Y se atreven a poner en los créditos que está basada en REC, ¿BASADA? Creo que deberían haber puesto copiada, pero bueno igualmente es buena excusa para ver REC de nuevo.
3 de febrero de 2021
3 de febrero de 2021
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Con 6 veces más de presupuesto que REC, el remake “made in Hollywwod” consiguió recaudar algo más que el triple de su presupuesto a nivel de taquilla global, obteniendo un éxito comercial muy limitado en comparación con el film original.
El film copia la premisa original y adapta las situaciones y diálogos (elimina “tacos” de los diálogos originales para “suavizar” el contenido y conseguir difusión mainstream (la icónica frase “Grábalo todo por tu puta madre” desaparece en el remake). El film hizo un intento de marketing viral en la promoción del film, sin el éxito de REC o Paranormal Activity.
El remake sigue el lema americano “Bigger is Better”. La trama se complica con nuevas situaciones y añaden muchas más escenas “de acción”. Singularmente conservan el hecho de no incorporar banda sonora (música extradiegética) para potenciar el realismo.
Por el camino se pierden varias cosas:
-La menor definición de personajes perjudica la implicación emocional del espectador. La explicación de los hechos cambia (no hay niña de Medeiros) y es más confusa.
-El film renuncia al tono satírico que aportaba el retrato muy particular de cada vecino, que actuaba como escenas de distensión, potenciando la fuerza de las escenas de acción.
-El film limita el mensaje de crítica a los medios por utilización de la realidad para generar contenido de entretenimiento.
-Pierde verosimilitud (estilo visual demasiado “limpio”, demasiado cinematográfico, inclusión de efectos digitales que “cantan”). El diseño sonoro es menos creíble (se oye todo “demasiado” bien si pretendes que es material real filmado en esas condiciones).
El film renuncia a sugerir y prefiere mostrar más (el ejemplo paradigmático es mostrarnos al personaje del cámara, al cual nunca llegábamos a ver en el film original). Quarantine potencia la acción y renuncia a mostrar personajes más definidos. Se adapta al supuesto gusto de la audiencia mainstream yanqui, a la que le cuesta ver un film con subtítulos y que necesita impactos visuales más explícitos. En definitiva un singular film de terror, particular por su premisa y su verosimilitud, gracias al cuidado de detalles y personajes, se convierte en un film de acción con “infectados”, de consumo rápido.
El film copia la premisa original y adapta las situaciones y diálogos (elimina “tacos” de los diálogos originales para “suavizar” el contenido y conseguir difusión mainstream (la icónica frase “Grábalo todo por tu puta madre” desaparece en el remake). El film hizo un intento de marketing viral en la promoción del film, sin el éxito de REC o Paranormal Activity.
El remake sigue el lema americano “Bigger is Better”. La trama se complica con nuevas situaciones y añaden muchas más escenas “de acción”. Singularmente conservan el hecho de no incorporar banda sonora (música extradiegética) para potenciar el realismo.
Por el camino se pierden varias cosas:
-La menor definición de personajes perjudica la implicación emocional del espectador. La explicación de los hechos cambia (no hay niña de Medeiros) y es más confusa.
-El film renuncia al tono satírico que aportaba el retrato muy particular de cada vecino, que actuaba como escenas de distensión, potenciando la fuerza de las escenas de acción.
-El film limita el mensaje de crítica a los medios por utilización de la realidad para generar contenido de entretenimiento.
-Pierde verosimilitud (estilo visual demasiado “limpio”, demasiado cinematográfico, inclusión de efectos digitales que “cantan”). El diseño sonoro es menos creíble (se oye todo “demasiado” bien si pretendes que es material real filmado en esas condiciones).
El film renuncia a sugerir y prefiere mostrar más (el ejemplo paradigmático es mostrarnos al personaje del cámara, al cual nunca llegábamos a ver en el film original). Quarantine potencia la acción y renuncia a mostrar personajes más definidos. Se adapta al supuesto gusto de la audiencia mainstream yanqui, a la que le cuesta ver un film con subtítulos y que necesita impactos visuales más explícitos. En definitiva un singular film de terror, particular por su premisa y su verosimilitud, gracias al cuidado de detalles y personajes, se convierte en un film de acción con “infectados”, de consumo rápido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El remake sigue el lema americano “Bigger is Better” y el film tiene más personajes, más ruido, más luz, más efectos, más infectados. La trama se complica con nuevas situaciones (ascensor, francotiradores, perros, vecinos que intentan saltar por la ventana, acceden a ver la tv) y añaden muchas más escenas “de acción” (ejemplo: cargarse a uno de los infectados literalmente a golpes de cámara).
2 de marzo de 2025
2 de marzo de 2025
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QUARANTINE (Cuarentena) (2008)
Dir. John Erick Dowdle
Con Jennifer Carpenter, Steve Harris, Jay Hernández, Dania Ramírez, Rade Serbedzija, Elaine Kagan, Greg Germann, Bernard White, Columbus Short, Johnathon Schaech, Sharon Ferguson, Jermaine Jackson, Marin Hinkle, Joey King, Denis O'Hare, Jeannie Epper y Doug Jones
4/10
Aunque este remake cuenta con algunas variaciones interesantes y un elenco acertado, esta adaptación de Hollywood de la película española no funciona del todo porque no genera ese terror y esa tensión que generaba el film de 2006.
Es un producto muy regular y seco, pero que -como comentó Paco Plaza- sirvió para que más gente conozca la original.
Un poco me jugó en contra debido a que las ví seguidas y predecía lo que iba a pasar, como muy obvio todo… a pesar de que está la belleza de Jennifer Carpenter y lo hace bien, el resto no.
Una reportera y su cámara se quedan atrapados en un edificio con otra gente cuando, en ese momento, sellan el lugar por una supuesta infección vírica en la ciudad de Los Ángeles. Remake americano de la exitosa película española [REC] de 2007.
Dir. John Erick Dowdle
Con Jennifer Carpenter, Steve Harris, Jay Hernández, Dania Ramírez, Rade Serbedzija, Elaine Kagan, Greg Germann, Bernard White, Columbus Short, Johnathon Schaech, Sharon Ferguson, Jermaine Jackson, Marin Hinkle, Joey King, Denis O'Hare, Jeannie Epper y Doug Jones
4/10
Aunque este remake cuenta con algunas variaciones interesantes y un elenco acertado, esta adaptación de Hollywood de la película española no funciona del todo porque no genera ese terror y esa tensión que generaba el film de 2006.
Es un producto muy regular y seco, pero que -como comentó Paco Plaza- sirvió para que más gente conozca la original.
Un poco me jugó en contra debido a que las ví seguidas y predecía lo que iba a pasar, como muy obvio todo… a pesar de que está la belleza de Jennifer Carpenter y lo hace bien, el resto no.
Una reportera y su cámara se quedan atrapados en un edificio con otra gente cuando, en ese momento, sellan el lugar por una supuesta infección vírica en la ciudad de Los Ángeles. Remake americano de la exitosa película española [REC] de 2007.
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