Tom siempre ha sido muy mono. Y la chupa y las antiparras de piloto le sentaban divinamente. Y si ya, cogía la moto pa darse un rulo... los suspiros generados podrían abastecer sin problemas a una central de energía eólica. El blanco de sus piños al sonreir basta para generar toda la energía solar mundial de un año... Proyectar esta peli al aire libre cada tarde de verano, mermaría el problema de las emisiones de CO2 (no hay manera de poner el 2 chiquitín, aquí)

Kelly McGillis también era muy mona, igual que Tom. Y aunque, como pareja, química no tuvieran mucha, cada vez que coincidían en el ascensor, las adolescentes echaban tantas chispas que el consumo eléctrico del día en que vieron la peli no venía reflejado en la factura de la luz.

Además, otra cosa no, pero entretenida es. Las secuencias aéreas no están muy bien rodadas y tienen un montaje patético, pero distraen.

Con el paso del tiempo, Tom ha sufrido una extraña involución. Físicamente ha sido incapaz de envejecer de un modo natural y, aunque lo normal es que los años te aporten madurez y sabiduría, él se ha vuelto completamente idiota. Pero la peli sigue siendo la misma. Uno de los iconos de los 80. Es decir, chico mono, ligoteo, guión flojito, superhits musicales y realización apresurada y cutre.

Lo que digo sobre las secuencias aéreas es perfectamente extensible al resto de la peli.

Tony Scott siempre se destacó más por su capacidad de impacto visual que por otra cosa. De su filmografía lo más logrado es "The hunger" (1983) donde la atmósfera lo es todo; y bueno, "True Romance" (1993) pero en gran parte gracias a Tarantino. Sin lugar a dudas el fuerte del director es su capacidad para lograr imágenes visualmente espectaculares y acompañarlas con una banda sonora pop de moda.

Pero en "Top gun" lamentablemente el guion es una cagada, muy previsible, obvio, sin grandes situaciones, cursi y plagado de escenas videocliperas como el afamado partido de beach volley. Los personajes secundarios no llegan ni a servir de relleno, no tienen ningún peso, no aportan nada; ni tan siquiera Edwards, que se supone debería ser relevante. El romance con el personaje de McGillis es de manual y la química con Cruise es muy pobre. La supuesta acción de los aviones tampoco resulta lo suficientemente espectacular como para justificar su visionado de casi dos horas.

En conclusión: esta película es como una muñequita, una figura de plástico muy linda pero sin nada de cerebro.

La caracterización de Tom Cruise como Pit Mitchel, más conocido como Maverick, el piloto que vuela según sus instintos tanto en el aire como en la vida, ese hombre que es impulsivo y qiere alcanzar lo máximo, que cree en sus posibilidades, le hizo conseguir a Tom cruise un lugar al lado de las estrellas del cine como Sylvester Stallone, Bruce Willis o Clint Eastwood. Este estereotipo lo repitió con gran éxito en numerosos films como Días de trueno, Cocktail, Un horizonte muy lejano, Misión imposible, Ran man o Jerry Maguire. Es muy destacable el ritmo que le imprime a la cinta Tony Scott, los estereotipos de los protagonistas, el modelo aviador de las gafas de Ray-ban que lucen los pilotos, la relación entre Maverick y Iceman(Val Kilmer) y el romance entre Tom Cruise y Kelly Mcguillis. Las canciones son muy buenas y acompañan a que la película sea una obra maestra. Como l dice en la cinta Maverick a su copiloto Goose:"Necesito...velocidad".

Pelìcula taquillera y despegue para un actor como Tom Cruise. Encarna a un alumno de la academia, temerario y desafiante que termina enamorando a la instructora. Recomendada para quinceañeras dispuestas a soñar con el chico guapo de la peli y disfrutar de una historia de amor mezclada con el aprendizaje en una academia para pilotos.

Superficial producción bélica de gran éxito en taquilla protagonizada por un Tom Cruise que alcanzó el estatus de estrella por este trabajo. Muchas caras guapas y conocidas en el reparto para un film descaradamente patriotero que con su estética de videoclip logró promocionar a la Armada Norteamericana en el momento culmen del patriotismo yanki de la era Reagan. La historia es tan tópica e insustancial que enseguida fue parodiada con gracia con el estreno cinco años después de Hot Shots.

Top Gun es pura imagen, un producto de diseño bien realizado y con una recordada canción que se llevó el Oscar, pero que sólo destaca por su envoltorio prescindiendo por completo del contenido. El guión tenía ochenta páginas cuando lo normal en una película de estas características suele ser de ciento veinte o treinta. Sin embargo los productores acertaron al conectar con un público poco exigente más preocupado por las apariencias que otra cosa.