El abuelo
1998 

6.9
12,999
Drama
Asturias, principios del siglo XX. Don Rodrigo de Arista Potestad, Conde de Albrit, Señor de Jerusa y de Polán, creía saber qué era el honor. Hasta que regresó de América viejo, casi ciego y arruinado. A su llegada descubre un amargo secreto: una de sus dos nietas -Nelly y Dolly- es ilegítima, no lleva la noble sangre de su familia. (FILMAFFINITY)
7 de septiembre de 2014
7 de septiembre de 2014
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El prestigio de José Luis Garci como director arrancó en mi primeramente con "El Abuelo" (1998) y después con "You're the One" (2000). Luego, sus posteriores o anteriores trabajos no han vuelto a llegar a este nivel, salvo tal vez "El Crack" (1981), pero aún así, ahí queda uno de los mejores títulos españoles de la década de los 90, me quedo corto, de las últimas 40 años, del director más personal y de más talento de nuestro cine, pese a quien pese. "El abuelo" es la adaptación de la novela homónima de Benito Pérez Galdós y gracias a su pulcra presencia, llena de clasicismo, elegancia y nostalgia del pasado, en este caso la Asturias de principios del siglo XX, se coló en los Goya con 13 nominaciones. Sin embargo, aunque parezca mentira, sólo se llevó un premio, al de mejor actor para el soberbio Fernando Fernán-Gómez en el papel de Don Rodrigo, prefiriendo el jurado galardonar a la normalita "La Niña de tus ojos", incluso como mejor película. Así va el cine y así va el mundo.
Si tuviera que enumerar cinco grandes virtudes, por eso de números redondos, señalaría estas. La primera, la enorme sensibilidad hacia o de los personajes, empezando por el abuelo y terminando por las niñas, que son perfectas. Segunda, la épica de la lucha de una especie de Quijote, Don Rodrigo, que pese a sus constantes derrotas y encontrarse a un paso de la muerte, no transige con "la mentira, la infamia y la avidez que campan a sus anchas". Tercero, todos los personajes tienen un pasado trágico que les determina el presente. Cuarto, la fotografía, los paisajes, la música, los escenarios y los ambientes son bellísimos. Y quinto, el modo al que se fustiga la modernidad democrática frente a los valores antiguos y reaccionarios de la auténtica nobleza. De hecho, en esa lucha entre honor y amor, la victoria es de ambos pues sin el honor no es posible el verdadero amor. Al final, ¿no hace acaso lo más noble? Ah, valiosísima lección de las niñas de autoestima tan alta como su estatus.
Si tuviera que enumerar cinco grandes virtudes, por eso de números redondos, señalaría estas. La primera, la enorme sensibilidad hacia o de los personajes, empezando por el abuelo y terminando por las niñas, que son perfectas. Segunda, la épica de la lucha de una especie de Quijote, Don Rodrigo, que pese a sus constantes derrotas y encontrarse a un paso de la muerte, no transige con "la mentira, la infamia y la avidez que campan a sus anchas". Tercero, todos los personajes tienen un pasado trágico que les determina el presente. Cuarto, la fotografía, los paisajes, la música, los escenarios y los ambientes son bellísimos. Y quinto, el modo al que se fustiga la modernidad democrática frente a los valores antiguos y reaccionarios de la auténtica nobleza. De hecho, en esa lucha entre honor y amor, la victoria es de ambos pues sin el honor no es posible el verdadero amor. Al final, ¿no hace acaso lo más noble? Ah, valiosísima lección de las niñas de autoestima tan alta como su estatus.
27 de junio de 2015
27 de junio de 2015
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los colores del bosque norteño vibran en la luz primaveral. Dos niñas algo repipis discuten, al calor de su inocencia y del saberse solas, sobre si a Dios puede vérsele u oírsele. De pronto, una de ellas avista una figura negra que se aproxima caminando entre el follaje. Aparece quien se identificará después como Don Rodrigo, conde de Albritz. Para las niñas, su abuelo.
4 de marzo de 2024
4 de marzo de 2024
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver, yo quiero mucho a Garci y le tengo bastante respeto, por muchas razones: su programa, su Óscar del 82, el guión de La Cabina y por más cosas. Pero lo siento mucho, esta película no me parece del todo buena por varios factores:
- El horroroso doblaje que le mete a muchos actores
- Un Agustín González demasiado sobreactuado
- Un pésimo uso de una banda sonora con muchísimo potencial de uso (repite la misma canción alrededor de 15 veces)
- Algunos diálogos (aunque realmente esto no es del todo culpa suya, pues el libro es de Galdós)
- Demasiadas más cosas que chirrían (son demasiadas, valga la redundancia)
El caso es que aunque está película no haya envejecido del todo bien, estoy seguro de que cuando se estrenó en el 98, ya habría resultado vieja. No sé si es que me falta ver más cine, pero me da a mí que esta película no me va a provocar un afecto con el paso del tiempo que no tengo ahora. Pero bueno, tengo tiempo para rectificar mis errores.
Sin embargo, esta película tiene cosas muy buenas, y eso se lo tengo que reconocer:
- Un Gil Parrondo fuera de serie en la dirección artística
- Un vestuario muy logrado
- Interpretaciones geniales, como la de Fernando Fernández Gómez, Rafael Alonso y bastantes más (aunque no me haya gustado Agustín González)
Solo por esas cosas, merece la pena ver la película, y por hacer contacto con Garci, que también es muy necesario, aunque a uno no le termine de gustar.
- El horroroso doblaje que le mete a muchos actores
- Un Agustín González demasiado sobreactuado
- Un pésimo uso de una banda sonora con muchísimo potencial de uso (repite la misma canción alrededor de 15 veces)
- Algunos diálogos (aunque realmente esto no es del todo culpa suya, pues el libro es de Galdós)
- Demasiadas más cosas que chirrían (son demasiadas, valga la redundancia)
El caso es que aunque está película no haya envejecido del todo bien, estoy seguro de que cuando se estrenó en el 98, ya habría resultado vieja. No sé si es que me falta ver más cine, pero me da a mí que esta película no me va a provocar un afecto con el paso del tiempo que no tengo ahora. Pero bueno, tengo tiempo para rectificar mis errores.
Sin embargo, esta película tiene cosas muy buenas, y eso se lo tengo que reconocer:
- Un Gil Parrondo fuera de serie en la dirección artística
- Un vestuario muy logrado
- Interpretaciones geniales, como la de Fernando Fernández Gómez, Rafael Alonso y bastantes más (aunque no me haya gustado Agustín González)
Solo por esas cosas, merece la pena ver la película, y por hacer contacto con Garci, que también es muy necesario, aunque a uno no le termine de gustar.
27 de diciembre de 2024
27 de diciembre de 2024
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La historia de El abuelo se sitúa en Asturias, principios del siglo XX, donde don Rodrigo de Arista Potestad, un hombre anciano, regresa a su tierra natal después de haber vivido muchos años en América. Este regreso, marcado por la ceguera y la ruina, lo enfrenta a un descubrimiento que trastocará por completo su concepto del honor y la familia: uno de sus nietos, Nelly o Dolly, es ilegítima y no lleva la sangre noble de la familia. A partir de ahí, se desarrolla un drama de secretos familiares, tensiones heredadas y luchas de poder.
La película transmite un mensaje profundo sobre los valores tradicionales, la herencia familiar y las expectativas sociales, particularmente en relación con el honor y la nobleza. Don Rodrigo es un hombre que, aunque marcado por sus cicatrices físicas y emocionales, se enfrenta a la brutalidad de descubrir que el mundo que construyó y en el que se sentía seguro está basado en una mentira.
También destaca las dinámicas de clase y las tradiciones arraigadas que definen la estructura familiar en una sociedad noble y conservadora. Don Rodrigo, al regresar a su tierra, se enfrenta a un mundo que ya no reconoce: su pérdida de estatus social y la revelación de los secretos familiares lo obligan a confrontar la fragilidad de las estructuras jerárquicas que lo sostuvieron toda su vida. La crítica subyacente a las jerarquías sociales y los lazos familiares como medida de honor es notable.
Me parece interesante como su exploración de los valores familiares, la nobleza y los secretos ocultos invita a reflexionar sobre lo que realmente define a una familia.
La película transmite un mensaje profundo sobre los valores tradicionales, la herencia familiar y las expectativas sociales, particularmente en relación con el honor y la nobleza. Don Rodrigo es un hombre que, aunque marcado por sus cicatrices físicas y emocionales, se enfrenta a la brutalidad de descubrir que el mundo que construyó y en el que se sentía seguro está basado en una mentira.
También destaca las dinámicas de clase y las tradiciones arraigadas que definen la estructura familiar en una sociedad noble y conservadora. Don Rodrigo, al regresar a su tierra, se enfrenta a un mundo que ya no reconoce: su pérdida de estatus social y la revelación de los secretos familiares lo obligan a confrontar la fragilidad de las estructuras jerárquicas que lo sostuvieron toda su vida. La crítica subyacente a las jerarquías sociales y los lazos familiares como medida de honor es notable.
Me parece interesante como su exploración de los valores familiares, la nobleza y los secretos ocultos invita a reflexionar sobre lo que realmente define a una familia.
23 de junio de 2012
23 de junio de 2012
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nada que objetar a Fernán-Gómez, que una vez más ejemplifica lo que es tener presencia en una pantalla y llenar cada plano con una sola mirada: sin duda es El abuelo.
Los problemas empiezan con El cine según Garci, generándose claramente dos bandos muy delimitados: yo estoy entre los que piensan que tiene un concepto lisa y llanamente viejuno, y más que recuperar el espíritu de otros tiempos lo que hace es películas rancias y muuuy aburridas. No tengo nada que objetar al narrar pausado, a la predilección por los temas de época, a cierta nostalgia, pero sí a ese sentimentalismo indigerible, a esos niños con voces dobladas (dios santo), a esa concepción de la existencia taaaaan pasada de moda. En fín, esto es una opinión subjetiva, de modo que a algunos este relato clásico de miriñaques y "voto a bríos" le parecerá precioso y a otros les aburrirá soberanamente.
Los problemas empiezan con El cine según Garci, generándose claramente dos bandos muy delimitados: yo estoy entre los que piensan que tiene un concepto lisa y llanamente viejuno, y más que recuperar el espíritu de otros tiempos lo que hace es películas rancias y muuuy aburridas. No tengo nada que objetar al narrar pausado, a la predilección por los temas de época, a cierta nostalgia, pero sí a ese sentimentalismo indigerible, a esos niños con voces dobladas (dios santo), a esa concepción de la existencia taaaaan pasada de moda. En fín, esto es una opinión subjetiva, de modo que a algunos este relato clásico de miriñaques y "voto a bríos" le parecerá precioso y a otros les aburrirá soberanamente.
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