Enemigo al acecho
7.6
84,033
Bélico. Drama
Año 1942, en plena Segunda Guerra Mundial. Mientras los ejércitos de Alemania y Rusia luchan encarnizadamente y el mundo espera con ansiedad el desenlace de la batalla de Stalingrado, un francotirador ruso, Vassili Zaitsev, persevera en la empresa de eliminar a sus enemigos uno por uno. Danilov -el oficial encargado de la propaganda soviética- lo convierte en un héroe nacional que debe servir de ejemplo para animar a las tropas a ... [+]
24 de marzo de 2017
24 de marzo de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película se desarrolla en plena Segunda Guerra Mundial, a finales del verano de 1942, cuando el otoño augura el frío invierno ruso. En ese entonces las tropas de Hitler habían avanzado por el frente oriental hasta la mismísima Stalingrado en el marco de la llamada Operación azul, que pretendía tomar los pozos petrolíferos del Cáucaso. Devastaron Stalingrado y en ese escenario ruinoso se produce la denominada “guerra de ratas”, en la que soviéticos y alemanes luchaban calle por calle y casa por casa entre los escombros. Por lo tanto, ver esta película lo pone a uno en estado de máxima alerta y con la adrenalina histórica hasta en los dientes, por la sanguinaria contienda que fue esta Batalla de Stalingrado.
Pues bien, allí, entre el laberinto de calles y edificios en ruina, cuando flaqueaban los ánimos del ejército rojo, un francotirador ruso, Vassili Zaitsev, perseveraba en la empresa de eliminar a sus enemigos uno por uno con su fina puntería ejercitada desde niño. Y los alemanes por su parte, envían al frente de Stalingrado a su mejor francotirador, el mayor König, para que elimine a Vassili. Todo ello basado en hechos reales.
El guion de Alain Godard y Jean-Jacques Annaud está parcialmente basado en la novela homónima de William Craig “Enemy at the Gates: The Battle for Stalingrad”, que narra la mencionada batalla y cuenta sobre el personaje Vasili Záitsev versus Wehrmacht Erwin Köning.
Tiene una muy buena música de James Horner y excelente fotografía de Robert Fraisse que contribuye a dotar de gran fuerza expresiva las diferentes tomas de la película. Además, la puesta en escena es grandiosa en esta superproducción bien dirigida por un Jean-Jacques Annaud. Una co-producción USA-Alemania-Reino Unido-Irlanda; Paramount Pictures / Mandalay Pictures present a Repérage Production que nos toca en el alma a los europeos y nos recuerda lo que ojalá nunca más se vuelva a repetir la locura y el delirio de un demente.
Los fallos del film palidecen al lado de aquellos momentos en los que la película lleva la historia a la vida misma; un trozo de historia crucial para Europa y tremendo en pérdida de vidas humanas.
En el reparto, el mejor es sin duda Ed Harris, y el trabajo de Jude Law, Joseph Fiennes, Ron Perlman, Rachel Weisz encarnando a Tania Chernova está bien realizado, pero sin grandes alardes. Hay otros actores y actrices como Bob Hoskins en el papel de un Kruschev un tanto exagerado, Eva Mattes, Gabriel Thomson, Matthias Habich, Sophie Rois, Ivan Shvedoff o Mario Bandi en un aceptable coro de secundarios.
Película bien realizada y que no desmerece de otras muchas películas bélicas.
Pues bien, allí, entre el laberinto de calles y edificios en ruina, cuando flaqueaban los ánimos del ejército rojo, un francotirador ruso, Vassili Zaitsev, perseveraba en la empresa de eliminar a sus enemigos uno por uno con su fina puntería ejercitada desde niño. Y los alemanes por su parte, envían al frente de Stalingrado a su mejor francotirador, el mayor König, para que elimine a Vassili. Todo ello basado en hechos reales.
El guion de Alain Godard y Jean-Jacques Annaud está parcialmente basado en la novela homónima de William Craig “Enemy at the Gates: The Battle for Stalingrad”, que narra la mencionada batalla y cuenta sobre el personaje Vasili Záitsev versus Wehrmacht Erwin Köning.
Tiene una muy buena música de James Horner y excelente fotografía de Robert Fraisse que contribuye a dotar de gran fuerza expresiva las diferentes tomas de la película. Además, la puesta en escena es grandiosa en esta superproducción bien dirigida por un Jean-Jacques Annaud. Una co-producción USA-Alemania-Reino Unido-Irlanda; Paramount Pictures / Mandalay Pictures present a Repérage Production que nos toca en el alma a los europeos y nos recuerda lo que ojalá nunca más se vuelva a repetir la locura y el delirio de un demente.
Los fallos del film palidecen al lado de aquellos momentos en los que la película lleva la historia a la vida misma; un trozo de historia crucial para Europa y tremendo en pérdida de vidas humanas.
En el reparto, el mejor es sin duda Ed Harris, y el trabajo de Jude Law, Joseph Fiennes, Ron Perlman, Rachel Weisz encarnando a Tania Chernova está bien realizado, pero sin grandes alardes. Hay otros actores y actrices como Bob Hoskins en el papel de un Kruschev un tanto exagerado, Eva Mattes, Gabriel Thomson, Matthias Habich, Sophie Rois, Ivan Shvedoff o Mario Bandi en un aceptable coro de secundarios.
Película bien realizada y que no desmerece de otras muchas películas bélicas.
5 de mayo de 2021
5 de mayo de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son dos las veces que he visto este film, y las dos me he quedado maravillado.
Como casi toda película bélica trata más o menos sobre gente matándose y batallando con armas de fuego. Enemigo a las puertas no es una excepción, pero igualmente toca otros temas más íntimos que le dan una esencia única.
Jude Law interpreta un papel de francotirador, no es un sobresaliente pero si un notable. Disparos y gente muerta, pero cada escena cada imagen esta meticulosamente bien situada, y eso hace que te sienta tenso, inquieto rezando por la vida de tu francotirador ruso.
Escenas que hacen que sea imposible dejar de ver el televisor. Si te pierdes un picosegundo ya has desperdiciado momentos de batalla y eso hace esta película, una casi obra maestra. Los ambientes invernales, los grandes actores como Ralph Fiennes o Ed Harris, desempeñando papeles bélicos y con éxito.
A cada tiro, a cada disparo recibido por un soldado exhibe el potencial gráfico y gran producción. Esto refleja nítidamente las tres palabras esenciales en esta película: Muerte, crueldad y ambición. Estas frases y elementos, hace que esta película se haya convertido en un mito de las películas bélicas. Por el enfoque, el ambiente, todo es una gran aportación.
Por supuesto también demuestra dureza y horror de cualquier guerra. La batalla de Stalingrado o cualquier otra. Y demuestra que aunque sea por una razón clamorosa de querer guerra, nunca va a ser una opción rentable para nadie.
Arrivederci CINÉFILOS
Como casi toda película bélica trata más o menos sobre gente matándose y batallando con armas de fuego. Enemigo a las puertas no es una excepción, pero igualmente toca otros temas más íntimos que le dan una esencia única.
Jude Law interpreta un papel de francotirador, no es un sobresaliente pero si un notable. Disparos y gente muerta, pero cada escena cada imagen esta meticulosamente bien situada, y eso hace que te sienta tenso, inquieto rezando por la vida de tu francotirador ruso.
Escenas que hacen que sea imposible dejar de ver el televisor. Si te pierdes un picosegundo ya has desperdiciado momentos de batalla y eso hace esta película, una casi obra maestra. Los ambientes invernales, los grandes actores como Ralph Fiennes o Ed Harris, desempeñando papeles bélicos y con éxito.
A cada tiro, a cada disparo recibido por un soldado exhibe el potencial gráfico y gran producción. Esto refleja nítidamente las tres palabras esenciales en esta película: Muerte, crueldad y ambición. Estas frases y elementos, hace que esta película se haya convertido en un mito de las películas bélicas. Por el enfoque, el ambiente, todo es una gran aportación.
Por supuesto también demuestra dureza y horror de cualquier guerra. La batalla de Stalingrado o cualquier otra. Y demuestra que aunque sea por una razón clamorosa de querer guerra, nunca va a ser una opción rentable para nadie.
Arrivederci CINÉFILOS
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cuando Ed Harris le da el tiro al acompañante de Vasily me sobresalté del sofá.
15 de julio de 2022
15 de julio de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las puertas del Inferno de Dante contienen la escalofriante inscripción "lasciate ogni speranza, voi ch'entrate". Sustentada por logradas interpretaciones de un elenco de primera categoría y una puesta en escena decente, 'Enemigo a las puertas' muestra que precisamente es en las puertas del infierno y dentro de su agónica atmósfera donde coexisten la desolación que trae la guerra y la esperanza de no darse por vencido.
Lo que me resulta más atractivo de esta película es su capacidad por contar una historia que se siente personal y pequeña en comparación con la enormidad de la devastación del campo de batalla. Sus momentos más eficaces son aquellos en los que sentimos las decisiones y emociones de unos personajes que, en general, permanecen frescos y reales, sobre todo cuando las escenas se centran en la creciente e interesante tensión entre el protagonista Zaitsev (Jude Law) y el antagonista Koning (Ed Harris). En vez de mostrarnos uno odio y un rencor desmesurados que subyace ente ellos, sus enfrentamientos están medidos por la estrategia, la tenacidad y la picardía, así como la caballerosidad. Es un duelo para ver quién es mejor estratega. Por ello, las secuencias ganan en intensidad y en potencial de impacto cuando quedan reducidas a sus elementos más sencillos.
La película también explora la dimensión de guerra psicológica. Una batalla se gana tanto por la destreza de los soldados como por las sutiles tácticas de información, propaganda, desinformación y contra-información. La idea es prometedora y atractiva pero, aunque está bien reflejada en varias escenas, podrían haberla desarrollado todavía con más detalle para ofrecernos más capas de complejidad. La principal virtud de este tema es que convierte la película en un drama de poderes enfrentados y no tanto en un despliegue de fuerza bruta. Dicho esto, la película no escatima en escenas de pura crueldad ni en satisfactorias muertes repentinas y sangrientas, tal y como espera el espectador. Todas ellas se desarrollan en un entorno que demuestra estar tan herido, férreo, mecánico, sórdido y fracturado como los personajes que se mueven por él. Muchos de estos personajes no se ven tanto como héroes, sino como supervivientes. Y aunque hay ejemplos de solidaridad y auto-sacrificio entre los miembros del grupo, el espectador no puede evitar confrontar la realidad de que muchos de ellos permanecen prisioneros de sus ideologías dogmáticas y extermas, y que estas creencias corroen algunos fundamentos humanos básicos. El director Jean-Jacques Annaud maneja y combina todos estos elementos con convicción y sin perder nunca de vista el drama humano.
Sin duda, el aspecto más endeble de la película consiste en la forzosa trama amorosa. Joseph Fiennes, Jude Law y Rachel Weisz hacen lo posible para hacer creíbles las escenas que giran en torno a este hilo argumental. Sin embargo, en última instancia, es un aspecto de la historia que se siente poco pulido y demasiado apresurado. Es una trama que ralentiza incluso el curso de la película y hace que el conjunto se sienta mucho más largo de las 2 horas y 10 minutos que dura. Opino que la película hubiera tenido más profundidad si esta línea argumental estuviera omitida, lo cual haría posible un desarrollo todavía mas exhaustivo de los otros temas del guion. Es importante saber optimizar el tiempo, decidiendo qué incluir y qué no incluir en una historia.
Por lo que he podido leer, 'Enemigo a las Puertas' cosechó críticas mediocres e incluso negativas tras su estreno: cuenta con una aprobación de poco más del 50% en Rotten Tomatoes y en Metacritic. Desde mi humilde punto de vista, la película tiene claramente más aciertos que fallos en su planificación y ejecución: el producto final está logrado, bien trabajado, satisfactoriamente interpretado. La profundidad de su temática principal, la distintiva personalidad de cada uno de los protagonistas y la correcta elección de la escenografía ayudan a que el conjunto resulte fácil de disfrutar y que mantenga al espectador reflexionando una vez haya acabado de verla. Creo que por estas razones se ha ganado un veredicto que la ponga en valor.
Nota: 7.5 / 10
Lo que me resulta más atractivo de esta película es su capacidad por contar una historia que se siente personal y pequeña en comparación con la enormidad de la devastación del campo de batalla. Sus momentos más eficaces son aquellos en los que sentimos las decisiones y emociones de unos personajes que, en general, permanecen frescos y reales, sobre todo cuando las escenas se centran en la creciente e interesante tensión entre el protagonista Zaitsev (Jude Law) y el antagonista Koning (Ed Harris). En vez de mostrarnos uno odio y un rencor desmesurados que subyace ente ellos, sus enfrentamientos están medidos por la estrategia, la tenacidad y la picardía, así como la caballerosidad. Es un duelo para ver quién es mejor estratega. Por ello, las secuencias ganan en intensidad y en potencial de impacto cuando quedan reducidas a sus elementos más sencillos.
La película también explora la dimensión de guerra psicológica. Una batalla se gana tanto por la destreza de los soldados como por las sutiles tácticas de información, propaganda, desinformación y contra-información. La idea es prometedora y atractiva pero, aunque está bien reflejada en varias escenas, podrían haberla desarrollado todavía con más detalle para ofrecernos más capas de complejidad. La principal virtud de este tema es que convierte la película en un drama de poderes enfrentados y no tanto en un despliegue de fuerza bruta. Dicho esto, la película no escatima en escenas de pura crueldad ni en satisfactorias muertes repentinas y sangrientas, tal y como espera el espectador. Todas ellas se desarrollan en un entorno que demuestra estar tan herido, férreo, mecánico, sórdido y fracturado como los personajes que se mueven por él. Muchos de estos personajes no se ven tanto como héroes, sino como supervivientes. Y aunque hay ejemplos de solidaridad y auto-sacrificio entre los miembros del grupo, el espectador no puede evitar confrontar la realidad de que muchos de ellos permanecen prisioneros de sus ideologías dogmáticas y extermas, y que estas creencias corroen algunos fundamentos humanos básicos. El director Jean-Jacques Annaud maneja y combina todos estos elementos con convicción y sin perder nunca de vista el drama humano.
Sin duda, el aspecto más endeble de la película consiste en la forzosa trama amorosa. Joseph Fiennes, Jude Law y Rachel Weisz hacen lo posible para hacer creíbles las escenas que giran en torno a este hilo argumental. Sin embargo, en última instancia, es un aspecto de la historia que se siente poco pulido y demasiado apresurado. Es una trama que ralentiza incluso el curso de la película y hace que el conjunto se sienta mucho más largo de las 2 horas y 10 minutos que dura. Opino que la película hubiera tenido más profundidad si esta línea argumental estuviera omitida, lo cual haría posible un desarrollo todavía mas exhaustivo de los otros temas del guion. Es importante saber optimizar el tiempo, decidiendo qué incluir y qué no incluir en una historia.
Por lo que he podido leer, 'Enemigo a las Puertas' cosechó críticas mediocres e incluso negativas tras su estreno: cuenta con una aprobación de poco más del 50% en Rotten Tomatoes y en Metacritic. Desde mi humilde punto de vista, la película tiene claramente más aciertos que fallos en su planificación y ejecución: el producto final está logrado, bien trabajado, satisfactoriamente interpretado. La profundidad de su temática principal, la distintiva personalidad de cada uno de los protagonistas y la correcta elección de la escenografía ayudan a que el conjunto resulte fácil de disfrutar y que mantenga al espectador reflexionando una vez haya acabado de verla. Creo que por estas razones se ha ganado un veredicto que la ponga en valor.
Nota: 7.5 / 10
27 de septiembre de 2023
27 de septiembre de 2023
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No recuerdo si esta es la primera vez o ya la vi hace bastante tiempo. Sea como fuere, 'Enemigo a las puertas' merecía ser visionada y hoy ha sido el día donde ha caído por fin una de las grandes películas bélicas del siglo XXI, cosa que ya puedo decir en propiedad.
Y para convencer de su potencial no hay más que presenciar su tramo inicial donde los personajes de Jude Law y Rachel Weisz coinciden por primera vez como presagio de lo que vendría después y se ve la llegada de Vasili Záitsev (Law) a Stalingrado, una llegada caótica entre explosiones y tiros, fantásticamente dirigido por Jean-Jacques Annaud aportando una gran secuencia que permite entrar de lleno en su historia durante los primeros minutos. Y no quisiera pasar por alto la escena donde se ven por primera vez las dotes casi naturales de Záitsev con el rifle de francotirador donde la escena y la banda sonora se fusionan en una dando como resultado una gran secuencia.
Aunque no todo iban a ser tiros y explosiones, también hay espacio para el elemento humano, priorizado en los rostros de Jude Law, Joseph Fiennes, Rachel Weisz, Ed Harris y Bob Hoskins (con Ron Perlman como invitado de lujo) con los cuatro primeros sosteniendo el 80% del filme con dos historias principalmente: una sobre un triángulo amoroso y otra, un duelo de titanes entre Vasili Záitsev y Heinz Thorvald (el nombre real de Erwin König, aunque no se sabe si realmente existió), un duelo entre dos legendarios francotiradores y dos grandes actores, si bien Ed Harris está un poco por delante en esta y durante gran parte de su carrera. La frialdad y los pocos momentos de bondad del personaje de Harris son ejecutados por el actor de 'La roca' de forma magistral. Lo que no quiere decir que el resto del elenco apeste, ni mucho menos. Hablamos de grandes nombres del séptimo arte, si bien ya no podemos disfrutar de más trabajos de Bob Hoskins por su fallecimiento, demasiado pronto.
Jean-Jacques Annaud aún es capaz de revitalizar el género bélico cuando ya se habían estrenado grandes largometrajes por aquel entonces como 'Apocalypse Now', 'El cazador', 'Platoon', 'Salvar al soldado Ryan', 'La chaqueta metálica' o 'La delgada línea roja', entre otros. Cuando todo el pescado parecía estar vendido, se saca de la manga una notable obra en la que dos hombres jugarán al gato y al ratón y cuenta con una historia de amor a tres bandas tan atractiva como la narrativa con los francotiradores con un desenlace que también dará ganas de saber qué pasará.
Y para convencer de su potencial no hay más que presenciar su tramo inicial donde los personajes de Jude Law y Rachel Weisz coinciden por primera vez como presagio de lo que vendría después y se ve la llegada de Vasili Záitsev (Law) a Stalingrado, una llegada caótica entre explosiones y tiros, fantásticamente dirigido por Jean-Jacques Annaud aportando una gran secuencia que permite entrar de lleno en su historia durante los primeros minutos. Y no quisiera pasar por alto la escena donde se ven por primera vez las dotes casi naturales de Záitsev con el rifle de francotirador donde la escena y la banda sonora se fusionan en una dando como resultado una gran secuencia.
Aunque no todo iban a ser tiros y explosiones, también hay espacio para el elemento humano, priorizado en los rostros de Jude Law, Joseph Fiennes, Rachel Weisz, Ed Harris y Bob Hoskins (con Ron Perlman como invitado de lujo) con los cuatro primeros sosteniendo el 80% del filme con dos historias principalmente: una sobre un triángulo amoroso y otra, un duelo de titanes entre Vasili Záitsev y Heinz Thorvald (el nombre real de Erwin König, aunque no se sabe si realmente existió), un duelo entre dos legendarios francotiradores y dos grandes actores, si bien Ed Harris está un poco por delante en esta y durante gran parte de su carrera. La frialdad y los pocos momentos de bondad del personaje de Harris son ejecutados por el actor de 'La roca' de forma magistral. Lo que no quiere decir que el resto del elenco apeste, ni mucho menos. Hablamos de grandes nombres del séptimo arte, si bien ya no podemos disfrutar de más trabajos de Bob Hoskins por su fallecimiento, demasiado pronto.
Jean-Jacques Annaud aún es capaz de revitalizar el género bélico cuando ya se habían estrenado grandes largometrajes por aquel entonces como 'Apocalypse Now', 'El cazador', 'Platoon', 'Salvar al soldado Ryan', 'La chaqueta metálica' o 'La delgada línea roja', entre otros. Cuando todo el pescado parecía estar vendido, se saca de la manga una notable obra en la que dos hombres jugarán al gato y al ratón y cuenta con una historia de amor a tres bandas tan atractiva como la narrativa con los francotiradores con un desenlace que también dará ganas de saber qué pasará.
27 de junio de 2011
27 de junio de 2011
23 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
...y no lo digo yo, sino Antony Beevor, posiblemente el historiador más documentado sobre una de las batallas más decisivas de la Segunda Guerra Mundial. El infierno vivido allí tiene poco que ver con este pastel, donde nos reflejan a rusos viviendo y divirtiéndose alegremente como Boy Scouts, folleteando con sus amadas bajo el mismo techo donde dormían cientos de compatriotas. Y los alemanes… ¡qué a gustito estaban, con sus finos trajes de primavera y sus cigarrillos de boquillas doradas!
Partimos de la base que la trama de la película es más falsa que Máximo (el extraterrestre del club Megatrix), ya que el francotirador alemán nunca existió y, es más, no hay el más mínimo registro de este enfrentamiento en cualquiera de los bandos. Así que con una historia ficticia, había que rellenarla de drama con el pobrecito niño ruso bilingüe (¡con la de ingenieros españoles que se comen los mocos en la cuenca del Ruhr por no saber alemán!) yendo a las bases de los alemanes como el que va a comprar el pan, y el triángulo amoroso de los Superamigos y la rusa más preparada hasta la fecha. Y, por supuesto, Zaitsev no sólo podía matar a un mosquito a un kilómetro de distancia o a quince alemanes en menos de lo que canta un gallo, sino que se las sabía todas, con unos movimientos que ni un enganchado al Call of Duty haría en una consola de última generación.
Historia inventada, personajes que nunca existieron, romances de pega y sensiblería barata en una cinta que es un insulto a la batalla de Stalingrado y lo que significó.
Partimos de la base que la trama de la película es más falsa que Máximo (el extraterrestre del club Megatrix), ya que el francotirador alemán nunca existió y, es más, no hay el más mínimo registro de este enfrentamiento en cualquiera de los bandos. Así que con una historia ficticia, había que rellenarla de drama con el pobrecito niño ruso bilingüe (¡con la de ingenieros españoles que se comen los mocos en la cuenca del Ruhr por no saber alemán!) yendo a las bases de los alemanes como el que va a comprar el pan, y el triángulo amoroso de los Superamigos y la rusa más preparada hasta la fecha. Y, por supuesto, Zaitsev no sólo podía matar a un mosquito a un kilómetro de distancia o a quince alemanes en menos de lo que canta un gallo, sino que se las sabía todas, con unos movimientos que ni un enganchado al Call of Duty haría en una consola de última generación.
Historia inventada, personajes que nunca existieron, romances de pega y sensiblería barata en una cinta que es un insulto a la batalla de Stalingrado y lo que significó.
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