Este actor es de los mejores del cine de acción de las dos últimas décadas con películas ligeramente distintas pero el punto en común era el personaje de Statham, donde siempre interpreta al mismo personaje. Pero lo hace tan bien que hace que disfrutemos cada una de sus películas.

Esta puede ser de las que menos acción tenga de Statham, o tal vez no, depende de cada opinión claro. Pero las secuencias de peleas y sus coreografías son realmente buena, utilizando muy bien el entorno que rodea al personaje a su favor. A veces se veía algo exagerado, pero para exagerado, algunas escenas eliminadas, como que desviaba un cohete con una bandeja de metal.

La historia al fin y al cabo es de Statham, en la trama, como historia, Shu Qi es importante, pero sobre la pantalla todos nos olvidamos de ella, la estrella es el ya mencionado. Qi solo nos sirve para ser el motivo de ver a este señor dar de hostiones a todo dios.

Una pena que el guión termine derivando hacia lo fácil y comercial, porque la primera parte es muy buena y bastante original (a menos que años atrás se rodara algún argumento parecido que ignoro). A Jason Statham le queda como un guante el papel y se hace muy entretenida y espectacular. Se nota que tras este proyecto están nombres franceses especialistas en el cine de acción como Luc Besson, Pierre Morel o Louis Leterrier.
Sin embargo, como digo, la película acaba - por muy bien coreografiadas y pensadas que estén las peleas - en un Statham repartiendo patadas y mamporros a diestro y siniestro, a escenas totalmente increíbles (ese policía llega a cualquier parte rápidamente, por ejemplo) y a que la trama acelere mucho de repente sin profundizar, porque sólo se piensa en mostrar acción.
Aun así, no está mal y quizá me anime a ver la segunda parte (aunque supongo que aportará pocas novedades).
Lo que no entiendo es esa manía de calificación para mayores de 18 años, cuando hay películas mucho más violentas y toleradas para menor edad.
Mi nota: 6,7

A esta cinta le debía un revisionado desde no se sabe ya ni cuanto y la verdad es que cuanto más mayor me he hecho, más le he cogido el punto.

A pesar de que es una historia de pasar el rato, que su final no pilla por sorpresa a nadie y da lo que se espera, no significa que lo que hace lo haga mal, al contrario. Jason Statham fue en su momento un soplo de aire fresco para el cine de acción en una época en los que a los grandes ya se les estaban empezando a notar las arrugas y desde que le echó el ojo Guy Ritchie allá por 1998 con 'Lock & Stock' se fue consolidando a pasos agigantados hasta llegar a esta historia de conductor con reglas que le supuso un paso adelante en su carrera.

Desde luego que en la historia del cine hay a lo largo y a lo ancho del globo producciones bastante mejores, con mejores interpretaciones y secuencias más memorables; pero a veces solamente basta que la gente involucrada tanto delante como detrás de las cámaras sepa lo que se hace y este es el caso. Sería de necios pedirle más de lo que puede dar porque este no es uno de esos casos donde se echa en falta más, sino que (si uno sabe donde se mete) hay que intentar disfrutar lo que tiene que mostrar. Y una vez relajado, solo cabe pasar un rato muy entretenido.

El Transportador es la quintaesencia de las películas de acción de principios de los 2000: poca sustancia pero mucho espectáculo. Ofrece exactamente lo que promete: un emocionante viaje con Statham al volante. Los fans del combate cinético y el caos a alta velocidad la encontrarán satisfactoria, aunque los que busquen profundidad narrativa pueden quedarse con las ganas.

De la mano del coreógrafo de Matrix y del ya consagradillo Louis Leterrier (Transporter 2, Danny the dog, y Hulk2) nos llega una de las primeras facturas importantes del cine de acción europeo de la escuela del productor francés Luc Besson.

Con unas persecuciones de vértigo unas peleas muy bien coreografiadas. El Sr. Statham nos ofrece un repertorio de coces y patadas en la boca que nos deja a todos sin dientes. El ya nombrado como "Bruce Willis Británico" (¡como se parecen cojones!) hace alarde de musculatura y estiramientos piernísticos.

Si bien hay que decir que el argumento y el guión estarían a la altura de Barrio Sésamo, también resulta obvio que quién vaya a ver al cine dicha tanda de patacazos desproporcionados no pude buscar en ella argumento kafkiano alguno.

Al poco vino la segunda parte en la que mejoró la acción con más presupuesto y nos encontramos a la espera de la tercera con unas ganas tremendas. Esperemos que el cambio de director no influya demasiado en la calidad fílmica del susodicho film.

¿Que confianza nos da un pavo llamado Oliver Megaton? ¿No será el hijo del malo de los transformers con la madre de Oliver Aton?

Me imagino la conversación con Luc Besson:

- Sí mire Sr. Besson soy Oliver Megaton, el hijo bastardo de Megatron, mi madre me puso de nombre Oliver en honor a mi hermano fallecido de agotamiento después de pasarse 3 capítulos para llegar a la portería rival. Le dio un ataque de flato que se lo llevo al más allá...

Pobres japos...