Serpientes a bordo
Terror. Thriller. Acción
Un agente del FBI (Samuel L. Jackson) tiene que escoltar a un importante testigo desde Hawaii a Los Ángeles. Para evitar que testifique, un asesino libera cientos de serpientes venenosas en el avión comercial en pleno vuelo. El agente del FBI, un piloto novato y una tripulación aterrorizada intentarán sobrevivir como sea a la mortal invasión. (FILMAFFINITY)
27 de noviembre de 2007
27 de noviembre de 2007
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que actores de la talla de Samuel L. Jackson interpreten semejantes mierdas, no lo entiendo...De Elsa Pataki lo entiendo porque la chica no llega a más (lo único que dice es :"tienes aceite de oliva"???!!!)....Que una productora como New line Cinema acepte producir esto....(????)...
Película realmente mala, con unas serpientes irreales, que hay veces que hasta parecen que piensen y todo...
Un guión, y una trama penosos. Además, ¿esto es miedo? que coño quiere hacer sentir esto al espectador,¿angustia?...
Realmente no se como pude acabar de ver tal bazofia. Creo que es una de las peores películas que he visto. Realmente asquerosa en todos su sentidos.
NO la veaís. Malísima (se merece un -10)
Película realmente mala, con unas serpientes irreales, que hay veces que hasta parecen que piensen y todo...
Un guión, y una trama penosos. Además, ¿esto es miedo? que coño quiere hacer sentir esto al espectador,¿angustia?...
Realmente no se como pude acabar de ver tal bazofia. Creo que es una de las peores películas que he visto. Realmente asquerosa en todos su sentidos.
NO la veaís. Malísima (se merece un -10)
11 de septiembre de 2009
11 de septiembre de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo cuando iba a salir esta película en el cine. Se le dio muchísimo bombo, pero cuando al final salió todo fueron decepciones. 'Serpientes en el avión' prometía ser algo interesante, una película más de terror que se quedó en un quiero y no puedo. Todo el peso de la película recae en los hombros de Samuel L. Jackson y eso es demasiado incluso para él, a pesar de que, como siempre, está muy convincente en su papel (en este caso de poli rudo). En cuanto a los efectos especiales, yo me esperaba algo mucho mejor, ya que se nota demasiado cuándo las serpientes que le dan título están generadas por ordenador y cuándo son simples serpientes de goma. Y por último hablemos de su trama, que no es más que otra historia simplona y ya muy usada.
Sin duda alguna una película que rápido olvidaremos, pero con la que podremos pasar el rato si ya sabemos a lo que vamos. Eso sí, creo que es para ver una sola vez.
Sin duda alguna una película que rápido olvidaremos, pero con la que podremos pasar el rato si ya sabemos a lo que vamos. Eso sí, creo que es para ver una sola vez.
1 de octubre de 2009
1 de octubre de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Divertidísimo batiburrillo interpretado por un Samuel L. Jackson que sabe reírse de sí mismo y que se atreve a interpretar un personaje tan plano como el que le ha tocado y salir airoso en el intento.
Hay un asesinato, hay un testigo, hay un policía que protege al testigo, hay un plan para poner a salvo al testigo, hay un avión lleno de pasajeros (a cada cual más estúpido) en el que van el poli y el testigo y hay- ¡SORPRESA!- serpientes para todos los gustos (hasta una anaconda señores y me asusté porque pensé que me había puesto otra película, pero no, porque ahí seguía L. Jackson), cuya misión (hipotética claro, ellas no lo sabían, sólo eso faltaba) es acabar con el testigo. Por supuesto, las serpientes se darán un festín de los de cinco estrellas, pero el bueno de Samuel no dejará que nada ni nadie se entrometa en su trabajo y quiere a esas p***s serpientes fuera de su p**o avión (como debe ser).
- Lo mejor: Como ya he dicho, Samuel L. Jackson sirve lo mismo pa' un roto que pa' un descosío. Y desde luego, las serpientes (muy traviesas todas ellas).
- Lo peor: sabértela enterita, apenas habiendo visto los primeros 15 minutos.
¡Ah, por cierto!, el chaval que interpreta al testigo protegido es Nathan Phillips, el sufrido prota masculino de la magistral y sorprendente WOLF CREEK. Lo comento, porque me debané los sesos mientras la veía porque me sonaba muchísimo, pero no conseguía ubicarle y quería compartir mi hazaña con todos ustedes. ¡Jeje!
Hay un asesinato, hay un testigo, hay un policía que protege al testigo, hay un plan para poner a salvo al testigo, hay un avión lleno de pasajeros (a cada cual más estúpido) en el que van el poli y el testigo y hay- ¡SORPRESA!- serpientes para todos los gustos (hasta una anaconda señores y me asusté porque pensé que me había puesto otra película, pero no, porque ahí seguía L. Jackson), cuya misión (hipotética claro, ellas no lo sabían, sólo eso faltaba) es acabar con el testigo. Por supuesto, las serpientes se darán un festín de los de cinco estrellas, pero el bueno de Samuel no dejará que nada ni nadie se entrometa en su trabajo y quiere a esas p***s serpientes fuera de su p**o avión (como debe ser).
- Lo mejor: Como ya he dicho, Samuel L. Jackson sirve lo mismo pa' un roto que pa' un descosío. Y desde luego, las serpientes (muy traviesas todas ellas).
- Lo peor: sabértela enterita, apenas habiendo visto los primeros 15 minutos.
¡Ah, por cierto!, el chaval que interpreta al testigo protegido es Nathan Phillips, el sufrido prota masculino de la magistral y sorprendente WOLF CREEK. Lo comento, porque me debané los sesos mientras la veía porque me sonaba muchísimo, pero no conseguía ubicarle y quería compartir mi hazaña con todos ustedes. ¡Jeje!
5 de enero de 2014
5 de enero de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una pena que el asalto a Hollywood por parte de la española Elsa Pataky empezara con una obra menor, en un papel pequeño y con pocas líneas. Ella es sin duda el principal aliciente aunque una vez empiezas a verla, Julianna Margulies y Sunny Mabrey, interpretando a las dos azafatas, tampoco están nada mal. Sea como fuere, me hubiera gustado aprobar "Serpientes en el avión" pero es que no puedo ocultar que es mala a ratos. O dicho de otra manera, hay unos momentos en los que mantiene el nivel pero en otros se hunde de manera bochornosa.
En conjunto, la película tiene agilidad pero también estupidez. Sobre lo primero, tras la típica presentación de personajes, una vez que las serpientes atacan a la tripulación, el título lo revela todo, la obra se hace digerible. Sin gran imaginación pero con mucho ritmo la plaga ofídica te mantiene en vilo hasta el final casi. Pero con lo segundo, estropea lo dicho. El comienzo es ridículo, el final, pomposo y entre medias, alguna parida como el propio alucinado plan de asesinar al testigo de esta forma tan peregrina. ¿No hubiera sido mejor una bomba?
En conjunto, la película tiene agilidad pero también estupidez. Sobre lo primero, tras la típica presentación de personajes, una vez que las serpientes atacan a la tripulación, el título lo revela todo, la obra se hace digerible. Sin gran imaginación pero con mucho ritmo la plaga ofídica te mantiene en vilo hasta el final casi. Pero con lo segundo, estropea lo dicho. El comienzo es ridículo, el final, pomposo y entre medias, alguna parida como el propio alucinado plan de asesinar al testigo de esta forma tan peregrina. ¿No hubiera sido mejor una bomba?
16 de marzo de 2007
16 de marzo de 2007
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien al principio estaba pensando lo a gusto que me despacharía en la crítica de esta película, he de reconocer que conforme digería el demencial argumento hacia el final ya casi me parecía hasta simpática.
Con un argumento trillado y sin interés alguno (alguien que ve lo que no debe va a declarar contra el malo y este se lo intenta cargar... ¿como? con serpientes naturalmente), acaba convirtiéndose en la excusa perfecta para presentar una película de... ¿acción?¿terror? Nooooo! Una comedia con efectos especiales de serie B (las serpientes tienen aspecto gomoso y son de colorines) y escenas totalmente desquiciantes y cómicas, por como dicen por ahi, la adicción de estas serpientes a tetas de plástico y otras cosas más comprometidas.
Si bien los personajes no pintan nada y son los arquetipos del macarrilla, la tia buena, la super estrella, etc... superado el shock de tanta escena esperpéntica por la aparición de las serpientes, el producto resulta graciosa en determinados momentos: por ver a Sam haciendo de Sam, por el homenaje a la playstation, por el tio borde mata perros (momento más desequilibrante de la cinta)...
Lo que me pregunto es... ¿qué hace Elsa Pataky paseándose por la cinta con un bebé en brazos? Su personaje ni siquiera hace nada más digno de mención.
En fin, una peliculilla meramente funcional para pasar el rato si no tienes nada mejor que hacer y de la que rápidamente te olvidarás, pero tampoco tan mala como para poder recrearse a gusto, pues se le tienen que reconocer algunos momentos con chispa.
Con un argumento trillado y sin interés alguno (alguien que ve lo que no debe va a declarar contra el malo y este se lo intenta cargar... ¿como? con serpientes naturalmente), acaba convirtiéndose en la excusa perfecta para presentar una película de... ¿acción?¿terror? Nooooo! Una comedia con efectos especiales de serie B (las serpientes tienen aspecto gomoso y son de colorines) y escenas totalmente desquiciantes y cómicas, por como dicen por ahi, la adicción de estas serpientes a tetas de plástico y otras cosas más comprometidas.
Si bien los personajes no pintan nada y son los arquetipos del macarrilla, la tia buena, la super estrella, etc... superado el shock de tanta escena esperpéntica por la aparición de las serpientes, el producto resulta graciosa en determinados momentos: por ver a Sam haciendo de Sam, por el homenaje a la playstation, por el tio borde mata perros (momento más desequilibrante de la cinta)...
Lo que me pregunto es... ¿qué hace Elsa Pataky paseándose por la cinta con un bebé en brazos? Su personaje ni siquiera hace nada más digno de mención.
En fin, una peliculilla meramente funcional para pasar el rato si no tienes nada mejor que hacer y de la que rápidamente te olvidarás, pero tampoco tan mala como para poder recrearse a gusto, pues se le tienen que reconocer algunos momentos con chispa.
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