Ordet (La palabra)
1955 

8.2
12,281
Drama
Hacia 1930, en un pequeño pueblo de Jutlandia occidental, vive el viejo granjero Morten Borgen. Tiene tres hijos: Mikkel, Johannes y Anders. El primero está casado con Inger, tiene dos hijas pequeñas y espera el nacimiento de su tercer hijo. Johannnes es un antiguo estudiante de Teología que, por haberse imbuido de las ideas de Kierkegaard e identificarse con la figura de Jesucristo, es considerado por todos como un loco. El tercero, ... [+]
14 de diciembre de 2015
14 de diciembre de 2015
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Extraña rareza de tono y estilo digamos "danés", por decir algo, Ordet puede verse como un profundo y sesudo drama transcendental o como un bizarro panfleto religioso de incomprensibles formas. Cuestión de fe.
Me molaría que me hubiese parecido más lo primero, la verdad. Asumir que las gentes campestres de Jutlandia viven como si el tiempo no existiera (o sea, se vuelven lentos de cojones) y poder hallar en cada secuencia (en cada silencio, en cada tic tac, en cada mirada extraviada) un componente de una reflexión lúcida, compleja y contundente sobre la espiritualidad del hombre.
Y en efecto no se pueden desdeñar algunos diálogos, como uno que ya no sé cuál es que contiene la curiosa idea de que quizá Jesucristo (si vuelve) no haga milagros para que le crean, si no que tienen que creer en él para que haga milagros. Creer para ver y no ver para creer. Tampoco podemos menospreciar la chulería de Peter el sastre ni la buena barba de Morten. Dos personajes que en términos de sangre en las venas se comen a los demás, bastante sequitos.
Sin embargo, más que lo primero, el conjunto de Ordet me parece lo segundo: un ensayo promocional (a pesar de lo oscuro) sobre la fe de una simpleza mucho mayor de lo que puedan insinuar sus extravagancias.
Por un lado, tenemos al puto Johaness, hombre que leyó mucha filosofía y en vez de quedar más listo quedó más tonto (cosa razonable). El personaje, que se cree una versión de Jesucristo despojada a todas luces de las capacidades oratorias del original, tiene un collejón que no puede con él. Es Jesucristo reencarnado pero si su padre (tan harto que en un momento dice que a ver si se muere) lo manda a la habitación, él se va a la habitación sin rechistar.
Por otro, tenemos una puesta en escena sobria y gélida, que (y por mucho que se mueva la cámara) junto con el montaje y la acción de los personajes transmite la misma sensación de dinamismo que el coito de un matrimonio puritano.
De estos elementos aflora una apariencia de densidad que, me parece, no está respaldada por el texto. Hace falta fe, pues, para ver una obra maestra.
PD.: a veces suenan pollos y relinchos de caballos de sonido ambiente. Apostaría a que son humanos imitando los ruidos.
Me molaría que me hubiese parecido más lo primero, la verdad. Asumir que las gentes campestres de Jutlandia viven como si el tiempo no existiera (o sea, se vuelven lentos de cojones) y poder hallar en cada secuencia (en cada silencio, en cada tic tac, en cada mirada extraviada) un componente de una reflexión lúcida, compleja y contundente sobre la espiritualidad del hombre.
Y en efecto no se pueden desdeñar algunos diálogos, como uno que ya no sé cuál es que contiene la curiosa idea de que quizá Jesucristo (si vuelve) no haga milagros para que le crean, si no que tienen que creer en él para que haga milagros. Creer para ver y no ver para creer. Tampoco podemos menospreciar la chulería de Peter el sastre ni la buena barba de Morten. Dos personajes que en términos de sangre en las venas se comen a los demás, bastante sequitos.
Sin embargo, más que lo primero, el conjunto de Ordet me parece lo segundo: un ensayo promocional (a pesar de lo oscuro) sobre la fe de una simpleza mucho mayor de lo que puedan insinuar sus extravagancias.
Por un lado, tenemos al puto Johaness, hombre que leyó mucha filosofía y en vez de quedar más listo quedó más tonto (cosa razonable). El personaje, que se cree una versión de Jesucristo despojada a todas luces de las capacidades oratorias del original, tiene un collejón que no puede con él. Es Jesucristo reencarnado pero si su padre (tan harto que en un momento dice que a ver si se muere) lo manda a la habitación, él se va a la habitación sin rechistar.
Por otro, tenemos una puesta en escena sobria y gélida, que (y por mucho que se mueva la cámara) junto con el montaje y la acción de los personajes transmite la misma sensación de dinamismo que el coito de un matrimonio puritano.
De estos elementos aflora una apariencia de densidad que, me parece, no está respaldada por el texto. Hace falta fe, pues, para ver una obra maestra.
PD.: a veces suenan pollos y relinchos de caballos de sonido ambiente. Apostaría a que son humanos imitando los ruidos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final toca la moral. A un creyente, se la puede elevar y mandarlo a la cama contentito. A mí, que me enchufen una resurrección por la cara como argumento por el que tener fe y amar la vida, viva, a pesar de la osadía de la propuesta, pues me hace sentir intelectualmente ofendido.
A no ser que la película sea toda una ironía, cosa que concordaría con que la resurrección de Cristo, evento más esperado de la historia por la civilización occidental, se traduzca aquí en el personaje más insoportable de la historia, o por ahí.
A no ser que la película sea toda una ironía, cosa que concordaría con que la resurrección de Cristo, evento más esperado de la historia por la civilización occidental, se traduzca aquí en el personaje más insoportable de la historia, o por ahí.
13 de octubre de 2010
13 de octubre de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece una gran necedad cada que el hombre discuta acerca de religión y se llegue incluso a la guerra.
Un cineasta en Dinamarca nos muestra que a fin de cuentas no importa si veneramos a Odín, a Zeus, o a Shiva. Lo que importa es la fe que mueve montañas.
La palabra, un don que el todopoderoso nos dio. No hemos sabido darle buen uso, y conforme profundizamos el conocimiento del cosmos surgen más dudas. Los parásitos espirituales que pertenecen a un orden regido por el Demiurgo, son todavía un misterio insondable. Que quizás algún dia comprendamos. Por hoy me queda claro que dejemos de entrar en discusiones inútiles y disfrutemos del cine escandinavo, como una opción más de buen cine, aunque a veces nos parezca un tanto lento.
Un cineasta en Dinamarca nos muestra que a fin de cuentas no importa si veneramos a Odín, a Zeus, o a Shiva. Lo que importa es la fe que mueve montañas.
La palabra, un don que el todopoderoso nos dio. No hemos sabido darle buen uso, y conforme profundizamos el conocimiento del cosmos surgen más dudas. Los parásitos espirituales que pertenecen a un orden regido por el Demiurgo, son todavía un misterio insondable. Que quizás algún dia comprendamos. Por hoy me queda claro que dejemos de entrar en discusiones inútiles y disfrutemos del cine escandinavo, como una opción más de buen cine, aunque a veces nos parezca un tanto lento.
6 de septiembre de 2012
6 de septiembre de 2012
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Johannes es el nombre del hermano que ha quedado trastocado mentalmente por haberse adentrado en el mundo de la filosofía de Kierkegaard. A la vez, Johannes de Silentio es el nombre con el que el filósofo danés firma su libro Temor Y Temblor.
En el libro Johannes es una persona que no puede entender la historia de Abraham, cuando Dios le pide que asesine a su hijo Isaac. Kierkegaard entiende que existen 3 espacioso modos de vida. El estético, de quien se entrega a los placeres sensibles de la vida. El ético, de quien busca hacer el bien de forma racional y medida y el religioso. Johannes es un hombre ético, por eso no puede leer la historia de Abraham sin estremecerse y condenarlo por asesino. Johannes representa a la mayoría de las personas (entre ellas el propio Kierkegaard) que viven esclavizados en el mundo ético, bajo ciertos códigos determinados socialmente.
El hombre religioso por su parte sería aquél que se puede entregar a la fe, sin anteponer los juicios morales ¿por qué? Por que el religioso renuncia a su persona y confía en Dios. Es por esta razón que Abraham accede al sacrificio de su hijo, y es por la misma razón por la cual cuando el ángel lo detiene, éste se puede detener y lograr continuar su vida sin traumas, puesto que sabía que no estaba cometiendo un asesinato, pues su amor y confianza en Dios no le hacían ponerle trabas a su poder. El hombre ético es capaz de renunciar, es decir, puede llegar a sacrificar a su hijo, pero su renuncia le impediría escuchar la voz de Dios, puesto que su vida giraría en torno a su acto, pues su acto no es de sacrificio, sino más bien un asesinato.
Por otro lado Abraham no le comenta a nadie de su sacrificio. Ni siquiera a Sara su esposa, pues el solo contarlo sería una manera de justificar su acción. pero al no ser un hombre ético, sino que religioso, no necesitaba convencerse a sí mismo del acto.
En el libro Johannes es una persona que no puede entender la historia de Abraham, cuando Dios le pide que asesine a su hijo Isaac. Kierkegaard entiende que existen 3 espacioso modos de vida. El estético, de quien se entrega a los placeres sensibles de la vida. El ético, de quien busca hacer el bien de forma racional y medida y el religioso. Johannes es un hombre ético, por eso no puede leer la historia de Abraham sin estremecerse y condenarlo por asesino. Johannes representa a la mayoría de las personas (entre ellas el propio Kierkegaard) que viven esclavizados en el mundo ético, bajo ciertos códigos determinados socialmente.
El hombre religioso por su parte sería aquél que se puede entregar a la fe, sin anteponer los juicios morales ¿por qué? Por que el religioso renuncia a su persona y confía en Dios. Es por esta razón que Abraham accede al sacrificio de su hijo, y es por la misma razón por la cual cuando el ángel lo detiene, éste se puede detener y lograr continuar su vida sin traumas, puesto que sabía que no estaba cometiendo un asesinato, pues su amor y confianza en Dios no le hacían ponerle trabas a su poder. El hombre ético es capaz de renunciar, es decir, puede llegar a sacrificar a su hijo, pero su renuncia le impediría escuchar la voz de Dios, puesto que su vida giraría en torno a su acto, pues su acto no es de sacrificio, sino más bien un asesinato.
Por otro lado Abraham no le comenta a nadie de su sacrificio. Ni siquiera a Sara su esposa, pues el solo contarlo sería una manera de justificar su acción. pero al no ser un hombre ético, sino que religioso, no necesitaba convencerse a sí mismo del acto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El hombre ético en la película pueden ser todos los creyentes que no creían en los milagros, pues su fe reformada liberal ya no hablaba de milagros. En especial el padre y el pastor.
El único personaje religioso es Johannes, el hermano loco, que pregunta impresionado, por qué no han pedido a dios que resucite a su cuñada. Obviamente el ora y dios la resucita, pues su renuncia (el dejar que lo traten como loco) y confianza en Dios son propiedades del hombre religioso.
Creo que este es el vínculo de la obra adaptada por Dreyer y el gran Kierkegaard.
El único personaje religioso es Johannes, el hermano loco, que pregunta impresionado, por qué no han pedido a dios que resucite a su cuñada. Obviamente el ora y dios la resucita, pues su renuncia (el dejar que lo traten como loco) y confianza en Dios son propiedades del hombre religioso.
Creo que este es el vínculo de la obra adaptada por Dreyer y el gran Kierkegaard.
17 de octubre de 2013
17 de octubre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decía Antonio Gimenez Rico contertulio de José Luis Garci en su programa "Que grande es el cine”, que en una clasificación de los directores de cine, estarían los Hitchcock, Hawks, Wilder, Ford, Chaplin, Eseinstein etc., etc., y 'aparte' de todos en su manera personal de hacer cine 'Carl Theodor Dreyer' el gran maestro de cine danés elevando el cine a la máxima potencia como expresión artística.
En esta película asistimos a un despliegue técnico y narrativo espectacular.
Su forma de filmar es diferente, acudimos a una obra dramática en un escenario teatral donde los personajes se mueven con una parsimonia fuera de lo común. Los movimientos de cámara se realizan de forma suave con travelling recorriendo el movimiento del personaje.
Existe un plano-secuencia en el cual recorremos, mediante un travelling circular, la figura del personaje siendo de una factura bellísima transmitiendo todas las emociones que se desprende del mismo.
La puesta en escena es vigorosa conjugando todos los elementos que aparecen en pantalla de manera milimétrica y cuidada en su orden, cada plano nos lleva casi a la impresión de un lienzo donde todo y todos forman un conjunto, el concepto escenografía o pintura de escena toma aquí su máxima expresión.
El argumento tiene como eje central la fe y las creencias dogmáticas, desde esta premisa se nos muestra al viejo Morten Borgen de fuertes convicciones religiosas y padre de tres hijos. El hilo narrativo se diversifica en tres partes cada una relacionada directamente con cada descendiente. El mayor Mikkel espera un hijo de su mujer Inger , acontecimiento el cual llena de alegría toda a la familia, el segundo hijo Johannes , antiguo estudiante de teología, sufre una enajenación ya que se identifica con la figura de Jesucristo y por tal motivo recibe el rechazo de todos y por último el tercer hijo Anders , enamorado de un chica la cual vive en el seno de una familia con ideas religiosas antagonistas a las de nuestra familia.
Este es el punto de partida del director para mostrarnos como la fe puede ser la fuerza y el resorte que impulse la vida, donde los problemas se pueden asimilar desde esta perspectiva y donde la existencia puede girar en torno a la creencia de un todopoderoso sobre el que recaen los designios de todo lo que nos ocurra. O quizás se nos muestre la fragilidad del ser humano en no aceptar o afrontar esta realidad con escepticismo. Bueno, para terminar y desde este punto de vista filisófico y metafórico, dejaremos que cada cual saque sus propias conclusiones y que se deje llevar por esta obra mayor del cine.
En esta película asistimos a un despliegue técnico y narrativo espectacular.
Su forma de filmar es diferente, acudimos a una obra dramática en un escenario teatral donde los personajes se mueven con una parsimonia fuera de lo común. Los movimientos de cámara se realizan de forma suave con travelling recorriendo el movimiento del personaje.
Existe un plano-secuencia en el cual recorremos, mediante un travelling circular, la figura del personaje siendo de una factura bellísima transmitiendo todas las emociones que se desprende del mismo.
La puesta en escena es vigorosa conjugando todos los elementos que aparecen en pantalla de manera milimétrica y cuidada en su orden, cada plano nos lleva casi a la impresión de un lienzo donde todo y todos forman un conjunto, el concepto escenografía o pintura de escena toma aquí su máxima expresión.
El argumento tiene como eje central la fe y las creencias dogmáticas, desde esta premisa se nos muestra al viejo Morten Borgen de fuertes convicciones religiosas y padre de tres hijos. El hilo narrativo se diversifica en tres partes cada una relacionada directamente con cada descendiente. El mayor Mikkel espera un hijo de su mujer Inger , acontecimiento el cual llena de alegría toda a la familia, el segundo hijo Johannes , antiguo estudiante de teología, sufre una enajenación ya que se identifica con la figura de Jesucristo y por tal motivo recibe el rechazo de todos y por último el tercer hijo Anders , enamorado de un chica la cual vive en el seno de una familia con ideas religiosas antagonistas a las de nuestra familia.
Este es el punto de partida del director para mostrarnos como la fe puede ser la fuerza y el resorte que impulse la vida, donde los problemas se pueden asimilar desde esta perspectiva y donde la existencia puede girar en torno a la creencia de un todopoderoso sobre el que recaen los designios de todo lo que nos ocurra. O quizás se nos muestre la fragilidad del ser humano en no aceptar o afrontar esta realidad con escepticismo. Bueno, para terminar y desde este punto de vista filisófico y metafórico, dejaremos que cada cual saque sus propias conclusiones y que se deje llevar por esta obra mayor del cine.
3 de marzo de 2014
3 de marzo de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro de está película uno de los elementos de mayor importancia es la fe, el director caracteriza cada personaje a través de su fe y la confrontación que esto provoca con los otros personajes que pueblan el film. La religión que profesan dentro de la película es el protestantismo luterano, dentro de este tipo de creencia lo importante es la fe que tengas, es decir, no importa si tus acciones son buenas o malas, sino la fe que tu tengas.
El conflicto del filme comienza cuando el hijo de Morten, Anders Borgen, quiere casarse con Anne la hija del único sastre del pueblo. El problema viene dado por las diferentes creencias religiosas que ambas familias profesan ya que a pesar de que ambas son luteranas son dos ramas diferentes. Ademas de eso también podemos observar que hay diferencias sociales entre ambas familias mientras la de Morten parece ser una clase social elevada la del sastres tiene la apariencia de ser más humilde.
Durante el filme podemos encontrar diferencias entre ambas creencias, la familia de Morten tiene un párroco y una iglesia mientras que el sastre es quien da el sermón en su propia casa. Durante una conversación entre ambas cabezas de familia, veremos como la religión del sastre se define como oscura y triste mientras que la de Morten es alegre y brillante. Sin embargo, estas diferencias no son importantes en el filme lo que de verdad importa es que se traten de fes diferentes y como la viven.
Por ejemplo, Morten y el sastre representan en el filme la autoridad lo cual provoca el conflicto dentro del filme al impedir que sus hijos se casen. Donde se ve la figura de la represión provocada por diferencias religiosas, tema que ya se pudo ver más trabajado en la película muda La Passion de Jeanne d'Arc de 1928.
En contraste con esta fe rígida e fría nos encontramos con la que profesa Inger, la mujer de Mikkel hijo mayor de Morten. Aunque ella también cree su fe presenta importantes diferencias con la de los patriarcas. Ella nunca se opone al amor entre Anne y Anders. Ella le da importancia a la fe pero también a la bondad y nunca va juzgar a alguien por sus creencias ya que Mikkel, su marida, es ateo y a ella no parece importarle.
Por último, quedan dos personajes que muestran una fe verdadera y no heredada. El segundo hijo de Morten, Johannes Borgen y la hija de Inger y Mikkel: Lilleinger. Pero a pesar de que muestran una fe verdadera no se les tiene mucho en cuenta en la película, el primero se volvió loco después de estudiar teología mientras que la segunda no es más que una niña pequeña. Llegan a esa fe de formas diferentes, el primero por estudiar y la segunda de manera intuitiva desde la ignorancia de la infancia. El único que cree en Johannes es la niña, todos los demás lo toman por un loco, non cree en el porque perdieron la facultad de creer, su fe esta heredada, movida por la costumbre y falsas.
El conflicto del filme comienza cuando el hijo de Morten, Anders Borgen, quiere casarse con Anne la hija del único sastre del pueblo. El problema viene dado por las diferentes creencias religiosas que ambas familias profesan ya que a pesar de que ambas son luteranas son dos ramas diferentes. Ademas de eso también podemos observar que hay diferencias sociales entre ambas familias mientras la de Morten parece ser una clase social elevada la del sastres tiene la apariencia de ser más humilde.
Durante el filme podemos encontrar diferencias entre ambas creencias, la familia de Morten tiene un párroco y una iglesia mientras que el sastre es quien da el sermón en su propia casa. Durante una conversación entre ambas cabezas de familia, veremos como la religión del sastre se define como oscura y triste mientras que la de Morten es alegre y brillante. Sin embargo, estas diferencias no son importantes en el filme lo que de verdad importa es que se traten de fes diferentes y como la viven.
Por ejemplo, Morten y el sastre representan en el filme la autoridad lo cual provoca el conflicto dentro del filme al impedir que sus hijos se casen. Donde se ve la figura de la represión provocada por diferencias religiosas, tema que ya se pudo ver más trabajado en la película muda La Passion de Jeanne d'Arc de 1928.
En contraste con esta fe rígida e fría nos encontramos con la que profesa Inger, la mujer de Mikkel hijo mayor de Morten. Aunque ella también cree su fe presenta importantes diferencias con la de los patriarcas. Ella nunca se opone al amor entre Anne y Anders. Ella le da importancia a la fe pero también a la bondad y nunca va juzgar a alguien por sus creencias ya que Mikkel, su marida, es ateo y a ella no parece importarle.
Por último, quedan dos personajes que muestran una fe verdadera y no heredada. El segundo hijo de Morten, Johannes Borgen y la hija de Inger y Mikkel: Lilleinger. Pero a pesar de que muestran una fe verdadera no se les tiene mucho en cuenta en la película, el primero se volvió loco después de estudiar teología mientras que la segunda no es más que una niña pequeña. Llegan a esa fe de formas diferentes, el primero por estudiar y la segunda de manera intuitiva desde la ignorancia de la infancia. El único que cree en Johannes es la niña, todos los demás lo toman por un loco, non cree en el porque perdieron la facultad de creer, su fe esta heredada, movida por la costumbre y falsas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por último cabe mencionar la escena final de la resurrección. En ella se produce un milagro cuando Johannes, quien recupero la cordura, logra hacer que Inger vuelva a la vida. Un hecho que se repite mucho en la biblia: Elías en Reis 17:21-23, Eliseo en Reyes 4:33-37, Reyes 13:20-21 Cristo en Lucas 7:11-15, Mateo 9:18, 23-25, Juan 11:38-44 y por último Pedro en Hechos 9:36-41 e Pablo Hechos 20:9-12. Sin embargo, con el tiempo, estas historias no son más que cuentos.
Esto se puede ver mejor na escena de la cocina cuando la mujer del sastre les lee la biblia a Anders y Anne, el fragmento es el Evangelio según San Luchas 7:15 y cuenta la resurrección de la Joven de Naín. Les enseña una ilustración mientras les dice: Es un dibujo encantador. Un milagro que guarda más de una semejanza con el final de la película.
Tanto Johannes como Cristo están hablando en nombre de Jesús y dicen la misma palabra para que el milagro funcione: Levántate.
El milagro de Cristo y los restantes no son más que un cuento para los creyentes que ya no llegan a pensar que esos milagros son posibles.
A pesar de que Inger resucita, el director no quiera dar una respuesta tan fácil. No sabemos si está muerta ya que cuando Mikkel lo anuncia, el médico ya se fuera. Después de la supuesta muerte vemos como Mikkel para el reloj, que hasta ese momento estaba sonando todo el rato.
Al parar el tiempo, de pronto lo imposible se torno posible: El hijo loco recuperar la cordura, el sastre reconoce su error y se produce la reconciliación, Mikkel consigue la fe y Johannes consigue que Inger se levante de los muertos. Y el silencio que dominara la película se rompe con una música.
Esto se puede ver mejor na escena de la cocina cuando la mujer del sastre les lee la biblia a Anders y Anne, el fragmento es el Evangelio según San Luchas 7:15 y cuenta la resurrección de la Joven de Naín. Les enseña una ilustración mientras les dice: Es un dibujo encantador. Un milagro que guarda más de una semejanza con el final de la película.
Tanto Johannes como Cristo están hablando en nombre de Jesús y dicen la misma palabra para que el milagro funcione: Levántate.
El milagro de Cristo y los restantes no son más que un cuento para los creyentes que ya no llegan a pensar que esos milagros son posibles.
A pesar de que Inger resucita, el director no quiera dar una respuesta tan fácil. No sabemos si está muerta ya que cuando Mikkel lo anuncia, el médico ya se fuera. Después de la supuesta muerte vemos como Mikkel para el reloj, que hasta ese momento estaba sonando todo el rato.
Al parar el tiempo, de pronto lo imposible se torno posible: El hijo loco recuperar la cordura, el sastre reconoce su error y se produce la reconciliación, Mikkel consigue la fe y Johannes consigue que Inger se levante de los muertos. Y el silencio que dominara la película se rompe con una música.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here