Hubo un momento que parecía que las compañías de streaming venían a salvar al cine. Series de una calidad como nunca se habían visto, presagiaban un gran futuro cuando comenzasen a apostar por el cine. Sin embargo, esa esperanza quedó eliminada por el éxito de estas plataformas. Lo que ha provocado una alocada carrera por tener un catálogo de películas (y series) más extenso que la competencia.

El resultado películas como la guerra del mañana. Productos de consumo rápido que ni siquiera logran entretener. Trabajos de relleno, que no respetan lo más mínimo al consumidor final.

El principal problema de 'La guerra del mañana' es que no funciona como película de acción. No ayuda que la película no se tome en serio en ningún momento su propia línea argumental. Ni se molestan en respetar la propia propuesta.

A partir de ahí, hay poco que rascar. Los personajes no tienen ningún desarrollo. Y la mayoría entran y salen sin venir a cuento. Si la trama principal está mal desarrollada pues imaginad como son las subtramas, la relación del personaje de Chris Pratt con su padre es el mejor ejemplo.

El metraje, esos 140 minutazos que dura, no le ayudan precisamente. Hacía la mitad de la película aquello se convierte en un correcalles sin pies ni cabeza. Hasta llegar a una resolución final a la altura de la película.

En resumen, ni funciona ni entretiene.

La guerra del mañana no aporta nada nuevo. De hecho, su argumento y su desarrollo son una especie de mezcla entre Terminator (por la confusa línea temporal) y multitud de películas sobre marines enfrentándose a especies alienígenas asesinas, como Aliens. El Regreso o, sobre todo, Starship Troopers (aunque el tono no tiene nada que ver con el de esta última, desde luego). Por tanto, su capacidad para sorprender es francamente nula. Tampoco ayuda que Chris Pratt repita, una vez más, su clásico personaje de héroe de acción. Hace años, Stephen Sommers explicaba por qué había elegido a Brendan Fraser para las películas de La momia, a sugerencia de su editor, Bob Ducsay. Sommers explicaba que Fraser era guapo, tenía sentido del humor, podía dar un puñetazo y también recibirlo. Pues bien, algo parecido explica el éxito de Pratt: tiene talento para la comedia (como ha mostrado especialmente en la piel de Star-Lord en el Universo Marvel), tiene una impactante presencia física y sabe desenvolverse en escenas de acción. Sin embargo, ya empieza a ser un poco cansino para el espectador ver siempre las mismas expresiones y los mismos manierismos en la actuación del protagonista de Jurassic World. Haga lo que haga, siempre parece interpretar al mismo personaje, y eso no es buena señal.
Por suerte, Yvonne Strahovski (maravillosa actriz, revelada al mundo gracias a El cuento de la criada). JK Simmons y Sam Richardson aparecen por ahí para salvar la papeleta actoral, y no se puede negar que la película cumple a la perfección son su rol de blockbuster veraniego y palomitero, para pasar un rato entretenido en el cine, lo cual no tiene nada de malo y es francamente admirable.
Correcta, aunque no impresionante.

Lo mejor: Da lo que promete y es francamente espectacular en lo visual.
Lo peor: Es una mezcla de muchas películas previas, y a Chris Pratt empieza a vérsele un poco el plumero.

Con Chris Pratt y Chris McKay de protagonista y director respectivamente quedaba claro que esta película iba a ofrecer un entretenimiento familiar palomitero, y eso lo consigue, siendo una de las cintas de acción más entretenidas de los últimos meses. Además, visualmente es una propuesta bastante vistosa, y no es para menos teniendo al director de fotografía habitual de Zack Snyder a bordo. Sin embargo no todo vale para crear emoción y diversión en el espectador, siendo un despropósito uno tras otro su guion que por mucha ciencia ficción que haya de por medio no terminas de tragar. O sí, porque ciertamente, yo toleré todas estas licencias hasta el final, cuando dije basta. Así que nos queda una película de invasiones alienígenas donde los enemigos están bastante bien, con una evidente inspiración en la saga Alien/s, y la trama ñoña del protagonista se siente tierna, pero donde su premisa central se cae demasiado a menudo con un final que lo termina por detrozar

Una película fantástica de entretenimiento. No le doy un 10 porque al final no grita ¡os tengo caretos!

Netflix y demás cadenas de streaming necesitan más películas de este estilo. Películas que lo importante sea coger el móvil e ir viendo la película a cachos. Y así de esta forma, doblemente nos entretenemos.

La película narra como un señor es obligado junto a una serie de personas alistarse en el ejército porque resulta que dentro de 30 años atacarán unos alienigenas súper chungos que acabará con toda la raza humana.

La película puede parecer que tiene el típico guion, pero no, no prejuzguéis.
La película cuenta con momentos de llevarnos las manos a la cara por la vergüenza que nos da. Momentos de ”¡venga hombre quien se cree eso!” a viva voz y la clásica pedorreta de menuda milonga me estás contando.

Fantástico cine de autor al nivel de las tortitas de arroz sabor jamón del chef Jordi Cruz, que anuncian en la tele.

Lo que más me ha gustado, es que los personajes huyan de estereotipos y se demuestre que cualquiera vale para matar alienigenas turbo chetados.

Puro cine netflix

Parece de coña... Amas de casa y estudiosos con un mix racial del 100% van a salvar al mundo de una invasión hecha por alienígenas con la inteligencia de mapaches y más rudimentarios que un tigre de dientes de sable. No podrían haber conquistado ni Andorra y nos quieren hacer ver que ponen a la humanidad contra las cuerdas. Agujeros de guión terribles, película de vergüenza y para olvidar. Por dios Chris... No te prestes a esto.