Adultos jóvenes
5.4
12,053
Drama
Tras su divorcio, la escritora Mavis Gary (Charlize Theron) atraviesa una crisis existencial que intenta superar volviendo a su pueblo natal. Su situación empeora cuando intenta volver con su novio del instituto (Patrick Wilson), que ya está casado y es padre de un niño. Pero Mavis encuentra un inesperado aliado en otro compañero del instituto (Patton Oswalt). (FILMAFFINITY)
11 de marzo de 2012
11 de marzo de 2012
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"Young Adult" expone de nuevo el instinto travieso de la guionista Diablo Cody, que ya nos atrajo con aquella embarazada de lengua viperina (Juno) o la serie sobre una ama de casa con tres díscolas personalidades (United States of Tara). En esta ocasión, cuenta la paradoja de una escritora de novelas para adolescentes cuya personalidad sigue aferrada a dicha época pese a que ya sea una adulta. Charlize Theron se desenvuelve bien en un papel casi antagonista, premiado con ser protagonista de la historia y que busca la compasión del espectador a través de un cómico master plan de cumplir sueños adolescentes que le quedaron pendientes. Entretenida, diálogos chispeantes y sólidas caracterizaciones de personajes con mucha dimensión, incluso dramatismo inesperado en un producto de tales características.
12 de marzo de 2012
12 de marzo de 2012
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Reitman y Cody vuelven a trabajar juntos. Y si en Juno abordaban un mundo adulto desde un punto de vista adolescente, es en esta Young Adult donde una treintañera atascada en la inmadurez nos despeja todas las dudas que nos asaltan para afrontar una crisis de este tipo.
Theron lo entrega todo para dibujar un personaje atractivo e inmaduro, que ante una crisis existencial, regresa a su pueblo natal para recuperar un antiguo amor perdido. Esta escritora emocionalmente perdida realiza una terapia de choque mediante la que Cody retrata una generación con un inmenso miedo al compromiso y que desea sobre todo ser feliz aunque no sepa bien cómo conseguirlo. Y regresar a la adolescencia para quedar en ridículo y caer del pedestal no parece una buena forma de conseguirlo.
Y si Diablo Cody pone la tinta (aunque ya sea digital) trazando un gran personaje principal y unos secundarios definidos y con personalidad propia, Reitman pone su ingenio para realizar una estupenda dirección de actores. Ya en "Up in the air" se atisbaba esa inconsistencia de los protagonistas en aquello de echar raíces, y ahora continúa por esa frívola senda.
La comedia ácida que consiguen Reitman y Cody es, en definitiva, el espejo de una sociedad narcisista que busca desesperadamente la felicidad, que se ahoga en la soledad y se rebela contra quien se siente satisfecho con poco, que huye del compromiso para quedarse en un mundo de fantasías adolescentes y que una y otra vez se vuelve a engañar porque es más cómodo vivir mirándose y creyéndose el protagonista de la novela.
Theron lo entrega todo para dibujar un personaje atractivo e inmaduro, que ante una crisis existencial, regresa a su pueblo natal para recuperar un antiguo amor perdido. Esta escritora emocionalmente perdida realiza una terapia de choque mediante la que Cody retrata una generación con un inmenso miedo al compromiso y que desea sobre todo ser feliz aunque no sepa bien cómo conseguirlo. Y regresar a la adolescencia para quedar en ridículo y caer del pedestal no parece una buena forma de conseguirlo.
Y si Diablo Cody pone la tinta (aunque ya sea digital) trazando un gran personaje principal y unos secundarios definidos y con personalidad propia, Reitman pone su ingenio para realizar una estupenda dirección de actores. Ya en "Up in the air" se atisbaba esa inconsistencia de los protagonistas en aquello de echar raíces, y ahora continúa por esa frívola senda.
La comedia ácida que consiguen Reitman y Cody es, en definitiva, el espejo de una sociedad narcisista que busca desesperadamente la felicidad, que se ahoga en la soledad y se rebela contra quien se siente satisfecho con poco, que huye del compromiso para quedarse en un mundo de fantasías adolescentes y que una y otra vez se vuelve a engañar porque es más cómodo vivir mirándose y creyéndose el protagonista de la novela.
17 de marzo de 2012
17 de marzo de 2012
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1. Al principio de la película se construye un nuevo juego de espejos deformados: una escritora de éxito es en realidad una mujer frustrada y solitaria, pese a sus cuarenta años se comporta como una cría, su vacío existencial le lleva a emprender una aventura de lo más descabellada e infantil... De nuevo tenemos el típico discurso de que las apariencias engañan, un ejercicio de imposibles al intentar que el personaje protagonista inspire simpatía pese a sus palabras cortantes.
2. El espectador se sitúa en terreno conocido porque sabe que va a asistir a una dilapidación de las convenciones (todo en Young Adult es disfuncional) y a una posterior defensa de lo criticado, con lo que la rebeldía inicial acaba en paradoja, por no decir en hipocresía (realmente todo el relato bascula sobre las ganas del personaje por tener un marido y un hijo, una familia normal como la que observa en ese antiguo novio de instituto).
3. La resolución final no puede ser feliz, aunque los lazos entre guionista y espectador, que sienten una inexplicable atracción por el inconformismo de la protagonista, llevan a enfocar lo expuesto como un 'viaje físico' y un 'viaje emocional', un 'reencuentro' y al mismo tiempo un 'punto de partida', al fin y al cabo una 'segunda oportunidad' encaminada a rehusar lo excéntrico y abrazar lo anhelado, que para colmo concuerda con lo socialmente aceptado y entendido como normal.
Uniendo lo anterior, no hay duda de que Young Adult es una película construida a partir de un molde. Todo en ella resulta ligeramente previsible, sin que ello reste fuerza a la interpretación de Charlize Theron. La metáfora del título es demasiado evidente. Y aún así, no hay que perder de vista que su responsable es Jason Reitman, el mejor director de entre todos los autores que la crítica especializada ha ensalzado como prepulsores de la nueva comedia norteamericana. También destaca el hecho de que Young Adult sea más dramática que cómica. Reitman, por lo tanto, entiende que la comedia es muy seria, y eso salva a Young Adult del ridículo de la parodia o sátira burda. Esperábamos mucho más del responsable de Up in the air y Gracias por fumar, quizás las dos mejores comedias indies de la década pasada. Algo que sitúa Young Adult entre lo peor de su filmografía, y aun así un peldaño más arriba de otras películas análogas: en su contra hay una estructura de tesis simplista, y a su favor una melancolía ligada a un retrato generacional.
Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
2. El espectador se sitúa en terreno conocido porque sabe que va a asistir a una dilapidación de las convenciones (todo en Young Adult es disfuncional) y a una posterior defensa de lo criticado, con lo que la rebeldía inicial acaba en paradoja, por no decir en hipocresía (realmente todo el relato bascula sobre las ganas del personaje por tener un marido y un hijo, una familia normal como la que observa en ese antiguo novio de instituto).
3. La resolución final no puede ser feliz, aunque los lazos entre guionista y espectador, que sienten una inexplicable atracción por el inconformismo de la protagonista, llevan a enfocar lo expuesto como un 'viaje físico' y un 'viaje emocional', un 'reencuentro' y al mismo tiempo un 'punto de partida', al fin y al cabo una 'segunda oportunidad' encaminada a rehusar lo excéntrico y abrazar lo anhelado, que para colmo concuerda con lo socialmente aceptado y entendido como normal.
Uniendo lo anterior, no hay duda de que Young Adult es una película construida a partir de un molde. Todo en ella resulta ligeramente previsible, sin que ello reste fuerza a la interpretación de Charlize Theron. La metáfora del título es demasiado evidente. Y aún así, no hay que perder de vista que su responsable es Jason Reitman, el mejor director de entre todos los autores que la crítica especializada ha ensalzado como prepulsores de la nueva comedia norteamericana. También destaca el hecho de que Young Adult sea más dramática que cómica. Reitman, por lo tanto, entiende que la comedia es muy seria, y eso salva a Young Adult del ridículo de la parodia o sátira burda. Esperábamos mucho más del responsable de Up in the air y Gracias por fumar, quizás las dos mejores comedias indies de la década pasada. Algo que sitúa Young Adult entre lo peor de su filmografía, y aun así un peldaño más arriba de otras películas análogas: en su contra hay una estructura de tesis simplista, y a su favor una melancolía ligada a un retrato generacional.
Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
15 de agosto de 2012
15 de agosto de 2012
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La camaleónica Charlize Theron (que cada vez me recuerda más a la estupenda Miranda Richardson quien últimamente anda un poco perdida) da lustre a esta cinta, demostrando, al contrario que Angelina Jolie, que se puede ser guapa y actuar bien. Más sutil que en "Monster", hace que empatizemos con un personaje que mal interpretado (o dirigido) podría resultar uno de esos perdedores heróicos henchidos de dignidad que estamos un poco hartos de ver.
Jason Reitman no es santo de mi devoción: "Juno" me resultó insoportable, chirriante y antipática, en gran medida por culpa del repelente personaje intepretado por Ellen Page (no es suya toda la culpa), "Up in the air" es un estupendo ejemplo de como destrozar con un final estúpido una película mayormente salvable , y "Gracias por fumar" se beneficia de la actuación contenida de Aaron Eckhart, pero adolece de cierto "MichelMooreismo". Demos un voto de confianza a Mr. Reitman a partir de ahora, pues se ve que puede dar más de si.
El sobado argumento de la vuelta al origen es un lugar común en buena parte del cine independiente USA, y pocas veces da buenos resultados (bueno, en realidad casi todo el cine independiente USA da malos resultados), y por eso me puse en guardia durante la primera parte para ir relajándome un poco según se va desarrollando la historia. Que hayamos visto una y mil veces a todos y cada uno de los personajes no impide que encajen sin aparente esfuerzo en la trama y el resultado es una historia que transcurre de forma fluida y natural. Recuerdo haberle preguntado hace tiempo a un amigo que entiende de cine más que yo en que se notaba una buena dirección de actores y su respuesta fué: en que no se nota.
Sobre las virtudes de la afamada y tan de moda guionista sólo puedo opinar a la luz de las dos películas en las que ha colaborado con Jason Reitman pues no he visto nada del resto de su filmografía, así que una de cal y otra de arena para Diablo Cody por "Young adult" y "Juno", aunque debo confesar a riesgo de parecer un tanto carca que su nombre artístico me inquieta un poco.
Jason Reitman no es santo de mi devoción: "Juno" me resultó insoportable, chirriante y antipática, en gran medida por culpa del repelente personaje intepretado por Ellen Page (no es suya toda la culpa), "Up in the air" es un estupendo ejemplo de como destrozar con un final estúpido una película mayormente salvable , y "Gracias por fumar" se beneficia de la actuación contenida de Aaron Eckhart, pero adolece de cierto "MichelMooreismo". Demos un voto de confianza a Mr. Reitman a partir de ahora, pues se ve que puede dar más de si.
El sobado argumento de la vuelta al origen es un lugar común en buena parte del cine independiente USA, y pocas veces da buenos resultados (bueno, en realidad casi todo el cine independiente USA da malos resultados), y por eso me puse en guardia durante la primera parte para ir relajándome un poco según se va desarrollando la historia. Que hayamos visto una y mil veces a todos y cada uno de los personajes no impide que encajen sin aparente esfuerzo en la trama y el resultado es una historia que transcurre de forma fluida y natural. Recuerdo haberle preguntado hace tiempo a un amigo que entiende de cine más que yo en que se notaba una buena dirección de actores y su respuesta fué: en que no se nota.
Sobre las virtudes de la afamada y tan de moda guionista sólo puedo opinar a la luz de las dos películas en las que ha colaborado con Jason Reitman pues no he visto nada del resto de su filmografía, así que una de cal y otra de arena para Diablo Cody por "Young adult" y "Juno", aunque debo confesar a riesgo de parecer un tanto carca que su nombre artístico me inquieta un poco.
15 de septiembre de 2012
15 de septiembre de 2012
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Lo primero que me llama la atención es que a este drama tristón y patetico (en el buen sentido) se le califique de comedia, ni siquiera aunque se le añada en ocasiones, dramática.
El nombre de Charlize, el hábilmente engañoso cartel y las referencias de la nueva colaboración de Reitman con su guionista de "Juno", Diablo Cody, también contribuyen al despiste. Sin embargo nos encontramos con una obra nada comercial dentro de los cánones de los circuitos norteamericanos, muy sutil y con un resultado de los que cobran sentido más cuando los razonas a posteriori que cuando estas en la butaca esperando que tan buenos mimbres no se queden tan solo en eso.
Y a mi juicio se quedan, por mucho que entendamos lo que Cody y Reitman nos quieran contar sobre la sociedad actual, la perdida de las ilusiones juveniles, la búsqueda de la felicidad, el vacío existencial... y bla, bla, bla. Hay tramos de la cinta realmente reiterativos y soporíferos. Tampoco acaba de convencerme la subtrama del antiguo compañero de clase lisiado injustamente y sus consecuencias algo forzadas.
Reitman dirige con mimo la historia sustentada en su totalidad por una genial Theron que parece que encuentra sus mejores cotas interpretativas con personajes interesantes que ella sublima, en cintas débiles.
Preñada de detalles y metáforas, puede que el tiempo la revalorice o se quede como una curiosidad en la obra de Reitman.
El nombre de Charlize, el hábilmente engañoso cartel y las referencias de la nueva colaboración de Reitman con su guionista de "Juno", Diablo Cody, también contribuyen al despiste. Sin embargo nos encontramos con una obra nada comercial dentro de los cánones de los circuitos norteamericanos, muy sutil y con un resultado de los que cobran sentido más cuando los razonas a posteriori que cuando estas en la butaca esperando que tan buenos mimbres no se queden tan solo en eso.
Y a mi juicio se quedan, por mucho que entendamos lo que Cody y Reitman nos quieran contar sobre la sociedad actual, la perdida de las ilusiones juveniles, la búsqueda de la felicidad, el vacío existencial... y bla, bla, bla. Hay tramos de la cinta realmente reiterativos y soporíferos. Tampoco acaba de convencerme la subtrama del antiguo compañero de clase lisiado injustamente y sus consecuencias algo forzadas.
Reitman dirige con mimo la historia sustentada en su totalidad por una genial Theron que parece que encuentra sus mejores cotas interpretativas con personajes interesantes que ella sublima, en cintas débiles.
Preñada de detalles y metáforas, puede que el tiempo la revalorice o se quede como una curiosidad en la obra de Reitman.
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