Tener y no tener
1944 

7.9
13,657
Cine negro. Intriga. Thriller
Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Harry Morgan y Eddie son dos marineros que tratan de ganarse la vida en la isla de la Martinica alquilando su barco de recreo. Pese a sus reticencias, finalmente se verán obligados a trabajar para la Resistencia. (FILMAFFINITY)
18 de septiembre de 2011
18 de septiembre de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Historia basado en un libro de Hemingway, un libro que no he leído pero que según dicen no fue una de sus mejores obras.
Historia intepretada por la pareja del momento, un Humphrey Bogart correcto en su papel de capitán de barco y una jovencísima e inexperta Lauren Bacall, haciendo un papel de niña carterista, lista y enteradilla. Años después repitiría las mismas frases, chascarrillos, gestos y cigarrillos en El Sueño Eterno, seguía siendo joven pero entre película y película tendría que esperársele una evolución en su interpretación, no hacer el mismo papel. Más que la interpretación de la pareja de tortolitos, me quedo con la simpática interpretación de Walter Brennan haciendo de amigo borrachín.
Historia ambientada, mas bien casi calcada de Casablanca, los mismos elementos, aunque Tener y no tener no tiene un final tan memorable como el de Casablanca, tiene un final un tanto abrupto y decepcionante.
En fin, como diría Emilio Cappa Segis, si la pareja protagonista hubiera sido otros actores menos conocidos y con menos química, la película hubiera caído en el olvido, pero claro apareciendo la parejita del momento, tirandose los tejos mutuamente, cómo no iba a ser una gran película Tener y no tener, que por cierto no entiendo que relación tiene el título con la historia.
Historia intepretada por la pareja del momento, un Humphrey Bogart correcto en su papel de capitán de barco y una jovencísima e inexperta Lauren Bacall, haciendo un papel de niña carterista, lista y enteradilla. Años después repitiría las mismas frases, chascarrillos, gestos y cigarrillos en El Sueño Eterno, seguía siendo joven pero entre película y película tendría que esperársele una evolución en su interpretación, no hacer el mismo papel. Más que la interpretación de la pareja de tortolitos, me quedo con la simpática interpretación de Walter Brennan haciendo de amigo borrachín.
Historia ambientada, mas bien casi calcada de Casablanca, los mismos elementos, aunque Tener y no tener no tiene un final tan memorable como el de Casablanca, tiene un final un tanto abrupto y decepcionante.
En fin, como diría Emilio Cappa Segis, si la pareja protagonista hubiera sido otros actores menos conocidos y con menos química, la película hubiera caído en el olvido, pero claro apareciendo la parejita del momento, tirandose los tejos mutuamente, cómo no iba a ser una gran película Tener y no tener, que por cierto no entiendo que relación tiene el título con la historia.
16 de mayo de 2012
16 de mayo de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
........ la sombra de Casablanca es alargada, y es que algunos ejecutivos de la Warner ya comentaban su parecido mientras se realizaba, para luego llegar a decir, que era tres veces mejor que esta.
Yo la verdad discrepo, "Casablanca" me parece mejor, y "Tener y no tener" se acerca en muchos aspectos a un remake de la primera. Pero, ¿vamos a condenarla por ello?, mi respuesta es no, ya que hay que reconocer que en "Tener y no tener" vemos un claro ejemplo de lo mejor que nos ha dado en Hollywood clásico.
Vayamos por partes, a los mandos Howard Hawks, el director de cine "sin estilo" más grande que ha existido, que narra con solvencia, fluidez y una muy buena dirección de actores la historia del supuestamente peor libro de Hemingway al que retó diciéndole que podría hacer una buena película de su peor novela. Pero no todo queda en eso, ya que tenemos algunos de los mejores diálogos y situaciones que se han oído en el cine, y esto hay que agradecérselo a Faulkner, pero sobre todo a Furthaman de cuya pluma brotaron tan portentosos diálogos.
Pero quizás lo que más vayamos a recordar de esta cinta, es que supone el debut de Lauren Bacall en la gran pantalla, y vaya debut, increíble belleza, y arrolladora personalidad para una joven debutante de 19 años, que da la réplica al propio Bogart que en determinados momentos se empequeñece ante ella.
Como antes he dicho, aunque se pudiera discutir, los clásicos son indiscutibles, tienen un efecto hipnótico, que hacen que perdamos cierta perspectiva y siempre nos cautivan, y a mi no me apetece empezar a sacarle defectos ..... aunque insisto, la sombra de "Casablanca" se cierne alargada.
Yo la verdad discrepo, "Casablanca" me parece mejor, y "Tener y no tener" se acerca en muchos aspectos a un remake de la primera. Pero, ¿vamos a condenarla por ello?, mi respuesta es no, ya que hay que reconocer que en "Tener y no tener" vemos un claro ejemplo de lo mejor que nos ha dado en Hollywood clásico.
Vayamos por partes, a los mandos Howard Hawks, el director de cine "sin estilo" más grande que ha existido, que narra con solvencia, fluidez y una muy buena dirección de actores la historia del supuestamente peor libro de Hemingway al que retó diciéndole que podría hacer una buena película de su peor novela. Pero no todo queda en eso, ya que tenemos algunos de los mejores diálogos y situaciones que se han oído en el cine, y esto hay que agradecérselo a Faulkner, pero sobre todo a Furthaman de cuya pluma brotaron tan portentosos diálogos.
Pero quizás lo que más vayamos a recordar de esta cinta, es que supone el debut de Lauren Bacall en la gran pantalla, y vaya debut, increíble belleza, y arrolladora personalidad para una joven debutante de 19 años, que da la réplica al propio Bogart que en determinados momentos se empequeñece ante ella.
Como antes he dicho, aunque se pudiera discutir, los clásicos son indiscutibles, tienen un efecto hipnótico, que hacen que perdamos cierta perspectiva y siempre nos cautivan, y a mi no me apetece empezar a sacarle defectos ..... aunque insisto, la sombra de "Casablanca" se cierne alargada.
27 de octubre de 2014
27 de octubre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Faulkner, Hawks, Bogart, Brennan, Bacall y Hemingway. Sobran las palabras.
''Tener y no Tener'' es probablemente el gran clásico por excelencia del cine negro. Las similitudes con la obra magna de Curtiz son más que evidentes. Empezando por el protagonista, un Humphrey Bogart que en esta película encontrará la que será su partenaire perfecta.
Con unos diálogos increíbles, un guión perfecto y cohesionado y un montaje milimetrado nos encontramos para mí ante la gran obra maestra de Hawks junto a ''Río Rojo''.
Las actuaciones son sencillamente inmejorables, destacando a una femme fatale legendaria como la recientemente fallecida Lauren Bacall, un siempre correcto Bogart y al adorable Walter Brennan realizando una inmensa actuación.
Absolutamente recomendable.
''Tener y no Tener'' es probablemente el gran clásico por excelencia del cine negro. Las similitudes con la obra magna de Curtiz son más que evidentes. Empezando por el protagonista, un Humphrey Bogart que en esta película encontrará la que será su partenaire perfecta.
Con unos diálogos increíbles, un guión perfecto y cohesionado y un montaje milimetrado nos encontramos para mí ante la gran obra maestra de Hawks junto a ''Río Rojo''.
Las actuaciones son sencillamente inmejorables, destacando a una femme fatale legendaria como la recientemente fallecida Lauren Bacall, un siempre correcto Bogart y al adorable Walter Brennan realizando una inmensa actuación.
Absolutamente recomendable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena en la que la Bacall le enseña a silbar a Bogart pasará a los anales de la historia como uno de los momentos más eróticos de la historia del cine. Brutal.
2 de abril de 2016
2 de abril de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mitología cinéfila ha puesto en un pedestal, ya inamovible a una cinta, a mi juicio, sobrevalorada.
Primero la "boutade" del consagrado Hawks al decirle a su amigote Hemingway que convertiría en un éxito la peor de sus novelas. Ni fue tal éxito como hubiera deseado Hawks ni se ciñó al original más que en el esbozo del personaje principal y algunos secundarios.
En definitiva fueron los deseos de la Warner de estirar sin pudor y plagiándose a si misma el éxito, ese sí, de la cinta inmortal de Curtiz "Casablanca".
La maestría y buen hacer de Hawks vuelven a salir a la luz a la hora de manejar la cámara y la planificación en base a un guión retocado por la censura del Código Hays (no podía transcurrir en Cuba ni ser tan sensual) y cumplidor con el espíritu patriótico al seguir todavía en plena guerra mundial. Hawks redunda en sus temas preferidos como la camaradería y la amistad, el valor desprendido e individualista de sus héroes, etc. Cuenta con guionistas de lujo, dado que Hemingway se desentiende del asunto a pesar de que la publicidad le utiliza descaradamente y nada menos que Willian Faulker junto con Jules Furthman cargan las tintas, no tanto en la trama general que adolece de baches notables (los números musicales, los cuidados médicos de Bogart al herido), sino en los brillantes y acerados diálogos entre la novata e inexperta Bacall y un Bogart que hace muy bien lo que sabe hacer muy bien.
El gran acierto de Hawks que a la postre hizo inmortal la cinta fue en apostar por la debutante Bacall con la que llevaba ejerciendo de Pigmalión un año pagándola un sueldo a la espera de colocarla en un proyecto que la convirtiera en estrella y que había llegado hasta él desde la otra costa gracias a una carambola en el que estaban implicadas su mujer y creo recordar una secretaria personal o algo parecido.
Al final lo consiguió, pero lo que no había previsto es que aquello, como en "Casablanca", fuera el comienzo de más que una gran amistad entre Bogart (con problemas en su matrimonio) y una jovencita de 19 años que no quería ser la marioneta de nadie. Hawks hizo lo que pudo por impedirlo, sin éxito y de rebote se lió con Dolores Moran quien pagó los platos rotos pasando a un segundo plano del que nunca se recuperaría.
Pero es que la imagen inusual de femme fatal que proyectaba Bacall en esa época era de un magnetismo inigualable. Esta imagen y la etiqueta de señora de Bogart la catapultó al Olympo al tiempo que constituyó un lastre que afortunadamente supo superar con el paso del tiempo.
La guinda la puso un Walter Brennan que ya por entonces cargaba con tres Oscars (aún no superado, si igualado, por ningún actor), en una composición de personaje inolvidable, y al que le quedaba cuerda para rato para seguir maravillándonos con sus entrañables personajes.
La leyenda de la película siguió retroalimentándose con el paso de los años basándose sobre todo en la relación de Steve y La Flaca (apodos tomados de Hawk y su mujer) tan mítica a la vez que diferente como la de Rick e Ilsa en "Casablanca", llegando a mimetizarse cosas como que el guión se escribía sobre la marcha o las famosas frases que nunca se dijeron. En este caso: "Si me necesitas silba". Como dijo no se quien: "No dejes que la realidad te estropee una buena historia".
Primero la "boutade" del consagrado Hawks al decirle a su amigote Hemingway que convertiría en un éxito la peor de sus novelas. Ni fue tal éxito como hubiera deseado Hawks ni se ciñó al original más que en el esbozo del personaje principal y algunos secundarios.
En definitiva fueron los deseos de la Warner de estirar sin pudor y plagiándose a si misma el éxito, ese sí, de la cinta inmortal de Curtiz "Casablanca".
La maestría y buen hacer de Hawks vuelven a salir a la luz a la hora de manejar la cámara y la planificación en base a un guión retocado por la censura del Código Hays (no podía transcurrir en Cuba ni ser tan sensual) y cumplidor con el espíritu patriótico al seguir todavía en plena guerra mundial. Hawks redunda en sus temas preferidos como la camaradería y la amistad, el valor desprendido e individualista de sus héroes, etc. Cuenta con guionistas de lujo, dado que Hemingway se desentiende del asunto a pesar de que la publicidad le utiliza descaradamente y nada menos que Willian Faulker junto con Jules Furthman cargan las tintas, no tanto en la trama general que adolece de baches notables (los números musicales, los cuidados médicos de Bogart al herido), sino en los brillantes y acerados diálogos entre la novata e inexperta Bacall y un Bogart que hace muy bien lo que sabe hacer muy bien.
El gran acierto de Hawks que a la postre hizo inmortal la cinta fue en apostar por la debutante Bacall con la que llevaba ejerciendo de Pigmalión un año pagándola un sueldo a la espera de colocarla en un proyecto que la convirtiera en estrella y que había llegado hasta él desde la otra costa gracias a una carambola en el que estaban implicadas su mujer y creo recordar una secretaria personal o algo parecido.
Al final lo consiguió, pero lo que no había previsto es que aquello, como en "Casablanca", fuera el comienzo de más que una gran amistad entre Bogart (con problemas en su matrimonio) y una jovencita de 19 años que no quería ser la marioneta de nadie. Hawks hizo lo que pudo por impedirlo, sin éxito y de rebote se lió con Dolores Moran quien pagó los platos rotos pasando a un segundo plano del que nunca se recuperaría.
Pero es que la imagen inusual de femme fatal que proyectaba Bacall en esa época era de un magnetismo inigualable. Esta imagen y la etiqueta de señora de Bogart la catapultó al Olympo al tiempo que constituyó un lastre que afortunadamente supo superar con el paso del tiempo.
La guinda la puso un Walter Brennan que ya por entonces cargaba con tres Oscars (aún no superado, si igualado, por ningún actor), en una composición de personaje inolvidable, y al que le quedaba cuerda para rato para seguir maravillándonos con sus entrañables personajes.
La leyenda de la película siguió retroalimentándose con el paso de los años basándose sobre todo en la relación de Steve y La Flaca (apodos tomados de Hawk y su mujer) tan mítica a la vez que diferente como la de Rick e Ilsa en "Casablanca", llegando a mimetizarse cosas como que el guión se escribía sobre la marcha o las famosas frases que nunca se dijeron. En este caso: "Si me necesitas silba". Como dijo no se quien: "No dejes que la realidad te estropee una buena historia".
24 de agosto de 2016
24 de agosto de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nada menos que, Ernest Hemingway, William Faulkner y Jules Furthman, el primero como autor de la novela y los dos últimos como guionistas, pusieron en bandeja de plata una de esas historias que se hicieron para dejar huella, porque, de manera muy efectiva, sirve para despertar a los "apolíticos" demostrándoles que, en ciertos momentos históricos llega el momento en que hay que tomar partido, porque, aunque el silencio sea otra forma de opinar, suele dejar en opción a los más ineptos para conseguir la toma o retoma del poder. ¡Y así no debe ser!
Después, la historia de Hemingway –y es con lo que justificaba el título “To have and have not”- muestra el choque de clases en una sociedad en la que, mientras algunos gozan de toda suerte de privilegios, otros son arrinconados y excluidos hasta de sus más elementales derechos.
Pero, el director Howard Hawks, quería una película de éxito por más que la historia fuera de Hemingway, y encontró que, más le valía servirse de algunos elementos de “Casablanca” (Michael Curtiz, 1942) y del inmortal personaje que, Humphrey Bogart, había representado en ella, y es así como, de nuevo, la historia transcurre durante la invasión de Alemania a Francia en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Harry Morgan, es un hombre duro con corazón de mantequilla, y es un apolítico que, luego, tomará partido hacia donde debe ser. También, Morgan, tendrá un estrecho lazo de amistad con un hombre del pueblo (un borracho al que algunos repelen), así como, Rick Blaine, sentía profundo aprecio por el pianista afroamericano… y cuando es indispensable hacer parte de la causa por la libertad, aquí como allí, el héroe "escéptico" pondrá el asunto en sus manos y hará lo que tiene que hacer.
En resumidas cuentas, y para pena de los tres grandes escritores, muy poco que sea fiel a lo suyo ni que pueda llamarse original… pero, esos estupendos diálogos que se pintan de un alto gracejo; esa deliciosa química que se da entre Bogart y la debutante Lauren Bacall, que culminaría en matrimonio en la vida real; y ese embrollado beodo que recrea, Walter Brennan -que a Hawks, como a nosotros, le gustaría tanto que, pronto, lo volveríamos a ver-, hacen que, <<TENER Y NO TENER>>, consiga dejar una bien marcada huella y se convierta en uno de los filmes más recordados del prolífico director.
Para poder ver la historia de Hemingway, una mayor aproximación la tuvo -otra vez- Michael Curtiz, en su película “The Breaking Point”, donde otra suerte de elementos menos optimistas, pero, no menos valiosos, entrarán en juego.
El filme de Hawks -como “Casablanca”-, está hecho para sentir el calor de la amistad y de la generosidad; para poder apreciar que es lo que, las mujeres, muy especialmente, valoran en un hombre… y también para invitarnos a hacer parte activa del cambio social, sobre todo, cuando es urgente que éste se produzca.
Después, la historia de Hemingway –y es con lo que justificaba el título “To have and have not”- muestra el choque de clases en una sociedad en la que, mientras algunos gozan de toda suerte de privilegios, otros son arrinconados y excluidos hasta de sus más elementales derechos.
Pero, el director Howard Hawks, quería una película de éxito por más que la historia fuera de Hemingway, y encontró que, más le valía servirse de algunos elementos de “Casablanca” (Michael Curtiz, 1942) y del inmortal personaje que, Humphrey Bogart, había representado en ella, y es así como, de nuevo, la historia transcurre durante la invasión de Alemania a Francia en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Harry Morgan, es un hombre duro con corazón de mantequilla, y es un apolítico que, luego, tomará partido hacia donde debe ser. También, Morgan, tendrá un estrecho lazo de amistad con un hombre del pueblo (un borracho al que algunos repelen), así como, Rick Blaine, sentía profundo aprecio por el pianista afroamericano… y cuando es indispensable hacer parte de la causa por la libertad, aquí como allí, el héroe "escéptico" pondrá el asunto en sus manos y hará lo que tiene que hacer.
En resumidas cuentas, y para pena de los tres grandes escritores, muy poco que sea fiel a lo suyo ni que pueda llamarse original… pero, esos estupendos diálogos que se pintan de un alto gracejo; esa deliciosa química que se da entre Bogart y la debutante Lauren Bacall, que culminaría en matrimonio en la vida real; y ese embrollado beodo que recrea, Walter Brennan -que a Hawks, como a nosotros, le gustaría tanto que, pronto, lo volveríamos a ver-, hacen que, <<TENER Y NO TENER>>, consiga dejar una bien marcada huella y se convierta en uno de los filmes más recordados del prolífico director.
Para poder ver la historia de Hemingway, una mayor aproximación la tuvo -otra vez- Michael Curtiz, en su película “The Breaking Point”, donde otra suerte de elementos menos optimistas, pero, no menos valiosos, entrarán en juego.
El filme de Hawks -como “Casablanca”-, está hecho para sentir el calor de la amistad y de la generosidad; para poder apreciar que es lo que, las mujeres, muy especialmente, valoran en un hombre… y también para invitarnos a hacer parte activa del cambio social, sobre todo, cuando es urgente que éste se produzca.
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