Película entretenida que entronca la intriga con la acción y el romance, y es precisamente ésto lo que la hace interesante. Porque no decae. Trata de un aburrido contable, que es Mcgregor que se vuelve viciosillo por culpa de Hugh Jackman. A partir de aquí los periplos del protagonistas será lo que llene la pantalla. La presencia de Michelle Williams es indispensable en la película. Michelle Williams actúa francamente bien, sólo he visto un par de películas suyas y esta chica promete. Con Mcgregor tiene una chispa increíble, es la que mejor me pega con él de todas. Jackman hace un papel distinto, alejado de sus roles habituales. La película enrosca oscuridad con luz, el afecto en su búsqueda más absoluta.

Ahí está su fallo, en el desarrollo. La presentación del argumento es bastante buena, te engancha, pero a medida que avanza se dispersa la intriga, se diluye como un azucarillo en el café. Creo que con un guión más brillante (el argumento es bueno, el guión no) habría sido una cinta más que notable, pero con el guión que tiene, es simplemente bienintencionada (sí, lo escribo todo junto pues para mí es la palabra que la define).

Muy floja.
Bastante pretenciosa además.
Absurdo desenlace.
No hay nada tan poco creíble como el final de la cinta.
Eso sí, queda constatado que Madrid es una bonita ciudad.

Hugh Jackman no es santo de mi devoción pero puedo reconocer que los papeles de malo le calzan bastante bien. Así lo creo luego de su intervención en la película de Woody Allen junto a Scarlett Johansson, Scoop, y luego de visionar este thriller pedante de Langenegger.

Ewan McGregor recoge papeles, últimamente, de héroe por accidente, pusilánime fracasado y tonto del bote. He aquí la muestra y más atrás en The Ghost Writer de Polanski o en la muy chorras Tránsito o Stay de Marc Forster.

Por último, Michelle Williams sigue cogiendo carrerilla para catapultarse a lo alto de la interpretación, pero dudo que llegue a encaramarse a la cima. Tiene demasiada cara de pan. Y aquí, luce palmito para prodigarse poco más.

La complicación de la trama raya lo extremo. Forzar situaciones para volverlas inverosímiles desacreditan un trabajo que a priori resultaría interesante de no ser por la metedura de pata que retuerce tanto el guión. Me cabrea bastante que los directores, por puro efectismo, destrocen su propia obra por, quizás, codicia y prepotencia. Hacer de lo sencillo un arte, parece ser, no es máxima para estos encantadores de serpientes.

Sin embargo, lo bueno de la película es la lista en sí. Interesante media hora la que protagoniza el elitista club privado del sexo en el que se involucra McGregor. Resulta ser, al final, sólo un señuelo que el propio guión descarta de la trama principal, momento en que ésta se precipita a ese vacío de excesos inverosímiles hasta para el más crédulo. Otra vez, nos han querido vender la moto.

Pero no cuela.

Una película que cumple las expectativas que tenía puesta en ella: una película para pasar el rato, sin mucho más fondo.
El tema está ya un poco visto, y el final es más que predecible, por lo que no sorprende en ningún momento, ya que se sabe en todo momento lo que va a pasar a continuación.
Lo malo de la película es sobretodo el argumento, no obstante el trabajo de los autores es bastante bueno. Personalmente, el actor Ewan McGregor me gusta mucho, y aunque en este papel, no destaca demasiado, siempre suele aumentar la calidad de la película.

Por todo ello, si queréis pasar un rato entretenido podéis verla, aunque si queréis algo que os sorprenda no os la redcomiendo

El buen dúo de actores que protagonizan este thriller ya es suficiente para interesarse por verla.
Se trata de una intriga curiosa, pero que tarda mucho en arrancar porque se pasa un buen tiempo en presentar todo el tema de la lista de contactos. Pero bueno, como en todo thriller, tampoco conviene comentar demasiadas cosas de la trama.
Baste decir que si se ha visto mucho cine del género, se puede intuir por donde van a ir los tiros a poco que ande uno espabilado. Y los giros previsibles no dicen mucho a favor de un film de esta clase.
Aún así se deja ver. Mantiene el interés por lo que pueda pasarle a Ewan MacGregor con esta lista de contactos sexuales. También es corta y eso evita el cansancio del espectador.
Simplemente entretiene, aunque con el reparto se podría haber esperado un poco más. Al final no da ni frío ni calor, y solo queda como una película más del montón.