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La muerte de Stalin

Comedia La noche del 2 de marzo de 1953 murió un hombre. Ese hombre es Josef Stalin, dictador, tirano, carnicero y Secretario General de la URSS. Y si juegas tus cartas bien, el puesto ahora puede ser tuyo. Una sátira sobre los días previos al funeral del padre de la nación. Dos jornadas de duras peleas por el poder absoluto a través de manipulaciones, lujurias y traiciones.
Críticas 56
Críticas ordenadas por utilidad
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5
4 de diciembre de 2018
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me dispongo a visionar una comedia, en teoría de ficción histórica, con ganas de pasar un buen rato. Dedico a ello parte del tiempo que tengo destinado al ocio. ¿Y con que me encuentro?
Vaya por delante que el director no es alguien que se acabe de caer de un guindo y por de pronto la movida ya le ha costado la prohibición rusa de su distribución. Les ha ofendido el trato frívolo de figuras que para ellos son históricas.
Vamos al spoiler porque esto no tiene remedio
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Supuestamente es una comedia negra sobre la defenestración del "responsable" de las famosas purgas de Stalin, el carnicero Lavrenti Beria, uno como tantos otros que aún siendo completamente culpable de crímenes tenía como destino el ser útil como cabeza de turco en un proceso de cambio político, para la mayor gloria y blanqueamiento del personaje histórico de Nikita Khrusxov.

Con todo y por no dejar de intentarlo aún estoy buscando la vis cómica que tiene el visionado de una ejecución previa simulación de juicio sumarísimo saltándose olímpicamente todas las garantías jurídicas y la inmediata posterior incineración in situ y públicamente del que se da por muerto a modo de hoguera inquisidora. Igual es que no tengo sentido del humos, perdón.... del humor.

Y como de comedia negra de ficción histórica se trata paso por encima y doy por concesiones humorísticas el uso abusivo de lenguaje malsonante, el detalle de que en la URSS un ascensor fuera de servicio se halle rotulado en inglés, y la utilización excesiva de expresiones propias de sociedades con presencia religiosa en las instituciones (dios mio, por dios etc...)

Pero lo que no me trago es que se obvie el detalle tonto de los rumores que inundan la hemeroteca española de la época de que el personaje histórico de de Lavrenti Beria fue objeto de moneda de cambio por parte del régimen franquista en las negociaciones llevadas a cabo en los años cincuenta del acuerdo militar con Estados Unidos que debía abrirle las puertas de la Onu, OTAN, etc...

https://www.elconfidencial.com/mundo/2015-03-13/asi-escondio-franco-en-espana-a-beria-el-carnicero-de-stalin_727353/
https://www.abc.es/historia/abci-esta-beria-escondido-espana-articulo-abc-irrito-franco-201806220205_noticia.html

Y mucho me temo que es demasiado complicado y difícil el hacer ir bien esto con la posverdad o las fake news.

Desde luego los productores ingleses de la película se han cubierto de gloria.
m m
6
28 de octubre de 2018 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El proponer una adaptación de una novela gráfica de éxito como La Mort de Staline teniendo una serie de antecedentes de éxitos en comedia, puede ser un buen principio para atraer al público con sólo un cartel de cine. La trayectoria del director y guionistas deja tras de sí grandes clásicos de la comedia que no hacen sino crear expectativas muy altas para La muerte de Stalin.

Cuando ya te han ganado con los autores, los protagonistas y la propaganda tarantinesca con la que venden la película, comienzan los 106 min de la verdad.
Dejando a un lado el dudoso acierto de enfocar esta obra como comedia negra (podría haberse quedado en comedia), los autores consiguen que durante las casi dos horas que conforman la historia puedas no perder el interés y resulte entretenida.

Sin embargo, queda un sabor agridulce cuando lo cómico está en reírse con y no de los protagonistas: una panda de tiranos que no dudan en hacer desaparecer del mapa al más fiel de sus camaradas si en un momento dado le resulta molesto. Sin caer en el tópico de moda “de este tema no deberían existir chistes”, sólo me quedo con que a mí en concreto no me han hecho gracia. No puedo evitar imaginar lo que hubiesen hecho otros grandes de la comedia con esta premisa histórica, sin caer en escenas esperpénticas que difícilmente te sacan una carcajada. ¡Incluso teniendo a Michael Palin entre los protagonistas!

Termino recordando una frase de Ricky Gervais, en uno de sus discursos polémicos en los Golden Globes. Tras soltar una frase que nos resultó más graciosa a los que estábamos detrás de la pantalla, que a cualquiera del público presente, añadió “It’s funny cause it’s true”. Esta frase vino a mi cabeza cuando escuchaba junto a mí la reacción de algún que otro espectador al que sí le había llegado el chiste. En mi caso, por desgracia, no me llegó nada más que una profunda decepción.
6
23 de febrero de 2020 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se trata de una comedia negra con momentos desternillantes. El inicio me parece sensacional, pero la película pierde con el paso de los minutos hasta hacerse un poco larga. Basada en un hecho real lo retuerce para hacer humor de una etapa muy triste de la URSS, pero que sirve para conocer cómo vivía esa sociedad, con sus miedos y temores a lo que decidiera un dictador. Buena película que va perdiendo intensidad. Se deja ver.
8
30 de marzo de 2020 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sátira implacable sobre la muerte de dictador Stalin y las luchas por el poder que se avecinaron los días posteriores.
La historia es impactante, pues delata lo que ya sabíamos sobre las purgas stalinistas, pero que sirve para cualquier dictadura e incluso democracia por mostrar los entresijos del poder absoluto.
Aunque es una comedia, la despiadada crítica sociopolítica y sus duras imágenes te dejan con la risa helada.
Las actuaciones y la puesta en escena son excelentes.
El sueño de igualdad de Marx se vio corrompido por genocidas como Stalin.
8
24 de junio de 2020 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al igual que la “Amadeus” o “300” están basadas respectivamente en una obra de teatro y un cómic, no son históricas al pie de la letra, y aunque haya ficción por medio, los hechos y los conflictos que reflejan, ocurrieron de ese modo o parecido.

Tal vez el titulo debiera de ser “La sucesión de ... ” siendo los personajes más importantes Beria y Krushev; aunque contaban con posibilidades Molotov y Malenkov. Entre estos 4 “semifinalistas” a suceder al difunto, el máximo favorito era Laurenti Beria, el jefe da la temida policía NKVD, que al parecer ya se había ido posicionando para ello.

Beria era un fuera de serie, ya desde muy joven, en su epoca de estudiante y soldado a finales de la I Guerra Mundial. Conocía “El príncipe” de Machiavelo de memoria, Fue él, no se sabe por que métodos, quien consiguió que la Unión Soviética en unos pocos años tuviese la bomba atómica y que la carrera espacial naciese con ventaja para la URSS frente a EEUU. Pero sus capacidades y actividad incesante, estan manchandas por su uso indiscriminado de todo tipo de violencia y venganzas.

Era necesario evitar un nuevo Stalin para los nuevos tiempos, y se temía que Beria se comportase parecido, y mantuviese la represión, la eliminación de disidentes, y otras características negativas del periodo Stalin: las purgas políticas, las purgas por sabotajes (las ferroviarias fueron un autentico desmadre) las deportaciones en masa, el GULAG, las guerras civiles contra los blancos y contra los kulaks.
Eso, unido al miedo a que apareciese otro Rasputin o similar.

Las rivalidades dentro del politburó y Soviet Supremo eran terribles, las perspectivas eran de lucha en las que saldrían vencedores y vencidos.
Todos eran conscientes que el culto a la personalidad de Stalin fue excesivo y enfermizo.
Desaparecido, a todos gustaría que quedasen atrás los aspectos crueles y violentos que ocurrieron en la Union Sovietica y que tan caro pagaron. El asunto clave es que el poder estaba en el Partido, es decir en nadie, ya que el partido era un ente, cuya principal característica es que no se podía discutir, ya que siempre tenia razón. Algo que ya ocurría en el zarismo, sus sucesores lo heredaron.

Para contar lo sucedido, se escoge la factura de “gran guiñol”. El guión opta por el tipo esperpento, casi la astracanada, sin preocuparse mucho por detalles concretos. No es una pintura de brocha gorda, sino de paisaje cubista.
Ridiculiza para explicar a que limites de tipo kafkiano había llegado la situación del ejercicio del poder, y por lo tanto había que resolverlo. Todos lo tienen claro, por eso nadie quiere ser responsable de nada, para no quedar fuera de la carrera, o peor aun, ser acusado, con o sin razón

Las partes más satíricas son las referentes al culto a la personalidad y la obediencia al partido (algo que pudiendo tener su parte positiva, para evitar rivalidades, por irse al otro extremo, paralizaba a todos, incluidos los mejores y los peores.)
Introduce un personaje de gran importancia, el Mariscal Zhukov. En cierto modo deformado, o un poco forzado, pero no falsificado. Este hombre era muy respetado, no solo por sus importantes victorias militares, sino porque tenia “autorictas” y no debía nada a nadie. Se posicionó al lado de Krushev.

Ninguna de las tres veces que he visto me he reido. Como mucho me ha podido sorprender el desparpajo de cómo estan rodadas algunas secuencias.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aparece el carácter caprichoso del hijo, un niñato, a quien todo se le ha permitido, y no precisamente por su padre, sino por todos los que tienen alguna relacion con él, quienes sin pretenderlo, por miedo han construido un monstruo.

Beria fue detenido en una operación compleja y decidida a salir bien a toda costa. Ocultado y preso, fue muerto a finales de año.

Zhukov, es un nuevo Alejandro Magno que ante el nudo gordiano, fue practico ya que lo cortó con la espada, (en vez de perder tiempo deshaciendolo con los dedos) quedando así abierto el camino para la conquista de Asia, tal como auguraba la profecía.
En esta película, Zhukov, que tiene las ideas más claras, es quien va a la solución práctica, pues aunque no ocurrió así, al matar personalmente a Beria, se evidencian estos dos mensajes:
- Comenzamos otra etapa, fuera las luchas intestinas en las cúpulas y las purgas
- Ahora todos juntos a ponerse a trabajar por el futuro de la URSS, sin repetir errores pasados.
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