Tipos de gentileza
2024 

6.1
7,376
Drama. Comedia
Fábula en forma de tríptico que narra tres historias: la de un hombre atrapado que intenta tomar las riendas de su propia vida; la de un policía aterrado porque su mujer, que había desaparecido en el mar, ha vuelto y parece otra persona; y la de una mujer decidida a encontrar a alguien con un don especial, destinado a convertirse en un prodigioso líder espiritual. (FILMAFFINITY)
8 de enero de 2025
8 de enero de 2025
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Tratándose de Yorgos Lanthimos podemos dejar de lado la lógica y las convenciones más comunes del cine. Dentro de su propio universo, la película funciona, pero por momentos. Siento que la misma lógica (o la absoluta falta de esta) funciona al principio pero con el pasar del tiempo, ya no.
Es difícil juzgar así una película y aún más cuando está dividido en capítulos que siguen historias completamente distintas las unas de las otras. Creo que lo que me sucedió viendo esta película es un agotamiento progresivo. Al comenzar estaba sorprendido pero curioso, pero luego de dos horas ya se sentía excesivo.
Jesse Plemons y el resto del cast terminan salvando la película, que me termina pareciendo insuficiente y sobretodo después de una gran película del director como lo fue Poor Things, pero ciertamente se aprecia tener un poco de cine original y auténtico y salir de las mismas historias una y otra vez.
Es difícil juzgar así una película y aún más cuando está dividido en capítulos que siguen historias completamente distintas las unas de las otras. Creo que lo que me sucedió viendo esta película es un agotamiento progresivo. Al comenzar estaba sorprendido pero curioso, pero luego de dos horas ya se sentía excesivo.
Jesse Plemons y el resto del cast terminan salvando la película, que me termina pareciendo insuficiente y sobretodo después de una gran película del director como lo fue Poor Things, pero ciertamente se aprecia tener un poco de cine original y auténtico y salir de las mismas historias una y otra vez.
30 de junio de 2024
30 de junio de 2024
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocos directores pueden presumir de tener un estilo tan inconfundible por el que se les reconoce al ver sólo una escena o dos de su filmografía. Lo cual tiene aún más mérito porque no se trata de efectos visuales o de cámara (el ojo de pez aquí apraece sólo en un par de ocasiones), sino simplemente la temática elegida, la cadencia de los diálogos o la naturaleza misma de estos.
Cuando ves "Kinds of kidness" tardas unos buenos 15 minutos en entender algo (!) de lo que está pasando, lo cual ya te pone a la defensiva con cualquier otro director, pero no con Lanthimos. Su cine cuenta historias muy bien contadas, pero hay que ser paciente, saborear cada plano, cada línea de diálogo, y si te imbuyes de toda esa experiencia con curiosidad y una mente muy abierta, la recompensa al final es inmensa.
De las tres historias en "Kinds of kindness" (trenzadas magistralmente con leitmotifs como comer pescado, herirse un pie o sexo grupal) quizá la más redonda sea la última, donde vemos una vez más a Emma Stone en pleno uso de sus poderes de interpretación: un personaje quebrado entre dos realidades, la mundana en la que ella es una buena madre, y otra en la que aspira a encontrar a una cierta figura mesiánica. La musa de Lanthimos nos deja otra gran actuación, y ya van al menos tres de parte de esta pareja artística.
Las otras dos historias son quizá un vehículo más de lucimiento de Jesse Plemons, que se está convirtiendo en el actor de moda en Hollywood estos días. Willem Dafoe anade las dosis extra de esperpento para estas fábulas tan acertadas sobre el control que ejercemos sobre otros, salpicadas de un brillante, casi cegador humor negro.
Cuando ves "Kinds of kidness" tardas unos buenos 15 minutos en entender algo (!) de lo que está pasando, lo cual ya te pone a la defensiva con cualquier otro director, pero no con Lanthimos. Su cine cuenta historias muy bien contadas, pero hay que ser paciente, saborear cada plano, cada línea de diálogo, y si te imbuyes de toda esa experiencia con curiosidad y una mente muy abierta, la recompensa al final es inmensa.
De las tres historias en "Kinds of kindness" (trenzadas magistralmente con leitmotifs como comer pescado, herirse un pie o sexo grupal) quizá la más redonda sea la última, donde vemos una vez más a Emma Stone en pleno uso de sus poderes de interpretación: un personaje quebrado entre dos realidades, la mundana en la que ella es una buena madre, y otra en la que aspira a encontrar a una cierta figura mesiánica. La musa de Lanthimos nos deja otra gran actuación, y ya van al menos tres de parte de esta pareja artística.
Las otras dos historias son quizá un vehículo más de lucimiento de Jesse Plemons, que se está convirtiendo en el actor de moda en Hollywood estos días. Willem Dafoe anade las dosis extra de esperpento para estas fábulas tan acertadas sobre el control que ejercemos sobre otros, salpicadas de un brillante, casi cegador humor negro.
11 de julio de 2024
11 de julio de 2024
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como me pasó con "Pobres criaturas" - salvando las distancias entre ambas películas - salgo del cine después de ver "Kinds of kindness" pensando que pudo haber sido una muy buena película, pero que hay algo en Lanthimos, algo muy bueno, que, a la vez, a veces es malo, que no siempre se enfoca, y que puede echar a perder una materia prima excepcional. Está relacionado con la originalidad, y con el precio que tiene. A veces el costo es alto, otras, se controla más y sale un peli redonda.
A grandes rasgos, me parece una buena película, pero veo en ella muchos defectos, unos cuantos déficits, y maniobras o decisiones incomprensibles. Y aún así, sigue siendo una película altamente interesante. Se podrían hacer tres críticas distintas, una por cada mediometraje. Ni de coña. Además, todo viene a ser lo mismo en las tres partes. El mismo perfil de personajes, la misma distancia gélida en relación al espectador, las mismas situaciones absurdas, que en realidad son situaciones dadas que se presentan como sorpresas, para ir lentamente enfocándose... También hay una técnica, un sistema, un mecanismo en las películas de Lanthimos. La diferencia es que el truco solo lo utiliza él. Eso es lo que le hace genial, claro. Pero sus películas también se pueden radiografiar y diagnosticar, y tratar. De paso, su cine nos orienta sobre las patologías cerebrales del Sr. Lanthimos.
Desde un punto de vista muy personal, siempre afronto las películas de Lanthimos sabiendo que me va a faltar algo. La distancia que antes mencionaba, esas barreras que impiden al espectador empatizar con los personajes, hacen imposible la dramatización de sus historias tal como la entendemos, impiden la conexión. No se puede llorar de tristeza (ni de alegría) en una de sus películas. Te puede mear de risa, eso sí. Con ese punto de partida asumido, uno se sienta a disfrutar del espectáculo.
El espectáculo, para Lanthimos, consiste en historias aleatorias, impensables, de personajes poderosos, sea cual sea su perfil, y situaciones que fascinan desde el primer momento, sobre todo a partir del desasosiego. Tiene algo de Kubrick, algo de Tarantino. Hace malabares con los personajes, con sus historias, mariposeando siempre junto al abismo del absurdo, pero con una perspectiva, casi siempre genial, que hace que haya una coherencia en todas sus historias. Su brillantez como cineasta está quizás en esa perspectiva, esa mirada que tiene una tangente tan particular, tan inusitada, que a la fuerza te obliga a mirar.
El drama en sus películas, tiene una dimensión global que no emociona, pero convida a arrugar la nariz, como si oliera mal, a ver la podredumbre de la especie humana. Sus películas son crónicas de defectos, se desastres, de obsesiones que convierten a los personajes (a los seres humanos) en verdaderos deshechos. No hay rayos de esperanza, solo alarmas y avisos ("Pobres criaturas" es la gran excepción en este aspecto). Lanthimos es el cineasta que saca lo peor de sus personajes, y siempre consigue hacerlo con coherencia. Esa coherencia, es lo que acerca sus películas a la realidad, es lo que, una vez hecha la digestión, hace que sus historias resulten terroríficas, porque comprendemos que pueden ocurrir, que quizá han ocurrido ya.
En esta película en concreto, es imposible no mirar, es imposible no zambullirse, es imposible no estar alerta, ante lo imprevisible que se puede avecinar en cualquier momento. Para mi gusto, no hacía falta subrayar tanto - tres veces - la condición de potenciales desechos que todos somos, en tanto que seres humanos. Tres historias que funcionan como ruedas engrasadas con el particular aceite de este cineasta. Resulta agotador, a la tercera me retorcía en el asiento del cine. En algún momento, muy brevemente, sentí que la peli se me iba, que desconectaba por fatiga, pero el reenganche fue inmediato. Los puñetazos son certeros, siempre, y duelen gozosamente, como tiene que ser, y hubiera sido la ostia que las tres historias hubieran estado conectadas, y hubieran amplificado su contundente escupitajo. Me han faltado conexiones, intríngulis internos, me ha faltado un ensamblaje cósmico, si bien se ven hilos de conexión casi invisibles, pizcas que invitan a la sonrisa. Me ha faltado eso, y me han sobrado puñetazos. Uno termina asociando siempre esas imágenes impactantes con la arrogancia, con la falta de humildad. Da la sensación que Lanthimos lo controla bastante, pero aún así, uno no puede evitar pensar en algún momento que se pasa de frenada, y que no siempre tiene sentido.
Se hace difícil valorar películas como estas. Uno fluctúa entre el 10 y el 1, ni más ni menos. Es una buena señal. Como mínimo, no te ha dejado indiferente, como mínimo te ha tocado un poco los huevos, como mínimo te ha puesto cachondo en algún momento, o te ha sacado de tus casillas, o te ha arrancado una risa tan absurda que sientes que este monstruoso ente cinematográfico, te ha contagiado alguna enfermedad cerebral. Pues disfruten los que se atrevan del virus, déjense enfermar un poco, que no pasa nada. A la postre, todos somos pequeños desechos humanos, según el señor Lanthimos.
A grandes rasgos, me parece una buena película, pero veo en ella muchos defectos, unos cuantos déficits, y maniobras o decisiones incomprensibles. Y aún así, sigue siendo una película altamente interesante. Se podrían hacer tres críticas distintas, una por cada mediometraje. Ni de coña. Además, todo viene a ser lo mismo en las tres partes. El mismo perfil de personajes, la misma distancia gélida en relación al espectador, las mismas situaciones absurdas, que en realidad son situaciones dadas que se presentan como sorpresas, para ir lentamente enfocándose... También hay una técnica, un sistema, un mecanismo en las películas de Lanthimos. La diferencia es que el truco solo lo utiliza él. Eso es lo que le hace genial, claro. Pero sus películas también se pueden radiografiar y diagnosticar, y tratar. De paso, su cine nos orienta sobre las patologías cerebrales del Sr. Lanthimos.
Desde un punto de vista muy personal, siempre afronto las películas de Lanthimos sabiendo que me va a faltar algo. La distancia que antes mencionaba, esas barreras que impiden al espectador empatizar con los personajes, hacen imposible la dramatización de sus historias tal como la entendemos, impiden la conexión. No se puede llorar de tristeza (ni de alegría) en una de sus películas. Te puede mear de risa, eso sí. Con ese punto de partida asumido, uno se sienta a disfrutar del espectáculo.
El espectáculo, para Lanthimos, consiste en historias aleatorias, impensables, de personajes poderosos, sea cual sea su perfil, y situaciones que fascinan desde el primer momento, sobre todo a partir del desasosiego. Tiene algo de Kubrick, algo de Tarantino. Hace malabares con los personajes, con sus historias, mariposeando siempre junto al abismo del absurdo, pero con una perspectiva, casi siempre genial, que hace que haya una coherencia en todas sus historias. Su brillantez como cineasta está quizás en esa perspectiva, esa mirada que tiene una tangente tan particular, tan inusitada, que a la fuerza te obliga a mirar.
El drama en sus películas, tiene una dimensión global que no emociona, pero convida a arrugar la nariz, como si oliera mal, a ver la podredumbre de la especie humana. Sus películas son crónicas de defectos, se desastres, de obsesiones que convierten a los personajes (a los seres humanos) en verdaderos deshechos. No hay rayos de esperanza, solo alarmas y avisos ("Pobres criaturas" es la gran excepción en este aspecto). Lanthimos es el cineasta que saca lo peor de sus personajes, y siempre consigue hacerlo con coherencia. Esa coherencia, es lo que acerca sus películas a la realidad, es lo que, una vez hecha la digestión, hace que sus historias resulten terroríficas, porque comprendemos que pueden ocurrir, que quizá han ocurrido ya.
En esta película en concreto, es imposible no mirar, es imposible no zambullirse, es imposible no estar alerta, ante lo imprevisible que se puede avecinar en cualquier momento. Para mi gusto, no hacía falta subrayar tanto - tres veces - la condición de potenciales desechos que todos somos, en tanto que seres humanos. Tres historias que funcionan como ruedas engrasadas con el particular aceite de este cineasta. Resulta agotador, a la tercera me retorcía en el asiento del cine. En algún momento, muy brevemente, sentí que la peli se me iba, que desconectaba por fatiga, pero el reenganche fue inmediato. Los puñetazos son certeros, siempre, y duelen gozosamente, como tiene que ser, y hubiera sido la ostia que las tres historias hubieran estado conectadas, y hubieran amplificado su contundente escupitajo. Me han faltado conexiones, intríngulis internos, me ha faltado un ensamblaje cósmico, si bien se ven hilos de conexión casi invisibles, pizcas que invitan a la sonrisa. Me ha faltado eso, y me han sobrado puñetazos. Uno termina asociando siempre esas imágenes impactantes con la arrogancia, con la falta de humildad. Da la sensación que Lanthimos lo controla bastante, pero aún así, uno no puede evitar pensar en algún momento que se pasa de frenada, y que no siempre tiene sentido.
Se hace difícil valorar películas como estas. Uno fluctúa entre el 10 y el 1, ni más ni menos. Es una buena señal. Como mínimo, no te ha dejado indiferente, como mínimo te ha tocado un poco los huevos, como mínimo te ha puesto cachondo en algún momento, o te ha sacado de tus casillas, o te ha arrancado una risa tan absurda que sientes que este monstruoso ente cinematográfico, te ha contagiado alguna enfermedad cerebral. Pues disfruten los que se atrevan del virus, déjense enfermar un poco, que no pasa nada. A la postre, todos somos pequeños desechos humanos, según el señor Lanthimos.
26 de agosto de 2024
26 de agosto de 2024
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres fábulas con moralejas encriptadas. Terminas de verla y no estás seguro de que haber entendido lo que el director pretende transmitir, pero eso es lo interesante de este tipo de guiones, siempre hay algo que cachas y que te hace reflexionar sobre lo aberrante y absurdo que es el mundo, la humanidad, la sociedad y la aparente gentileza de las personas (una de esas fórmulas en las que cada quien comprende a su modo). Sus componentes y elementos abonan a sentir una cierta frustración, pero realmente en ningún momento es aburrida.
Con ésta, y las "pobres criaturas", Yorgos ha entrado en mi lista de directores contemporáneos notables, sólo espero que no termine tomando el mismo camino y actitud que Lars en su momento...
Con ésta, y las "pobres criaturas", Yorgos ha entrado en mi lista de directores contemporáneos notables, sólo espero que no termine tomando el mismo camino y actitud que Lars en su momento...
8 de agosto de 2024
8 de agosto de 2024
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película está bien, las tres historias son inquietantes y te enganchan desde el principio. Aunque a mi parecer la última, la más floja de las tres. Resulta interesante el vínculo que se crea con el único personaje que es el mismo en las tres historias, el personaje secundario R.M.F. Los actores están magníficos interpretando sus diferentes personajes, con especial mención de Emma Stone y Willem Dafoe. Los planos están bien trabajados, y el ritmo narrativo es bastante tenso y engancha al espectador.
El problema es la duración de la película, demasiado larga. Una tendencia que lleva ocurriendo desde unos años atrás. No entiendo esta manía de alargar las películas innecesariamente. Sinceramente, aunque también era interesante, la última historia se me hizo pesada, y creo que fue por el tiempo. ¿Quizás no habría bastado con dos? Aun así, quiero remarcar que es muy recomendable.
El problema es la duración de la película, demasiado larga. Una tendencia que lleva ocurriendo desde unos años atrás. No entiendo esta manía de alargar las películas innecesariamente. Sinceramente, aunque también era interesante, la última historia se me hizo pesada, y creo que fue por el tiempo. ¿Quizás no habría bastado con dos? Aun así, quiero remarcar que es muy recomendable.
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