Oasis: Supersonic

Marcaron tendencia y hasta época en varias generaciones de adolescentes que idolatraron el estilo, ritmo y empuje de estos dos hermanos, cara y cruz de sus propias familias y de ellos mismos. Dos formas de entender la vida y la música; dos formas que eran contradictorias, como el agua y el aceite, pero que debían aguantarse no ya como buenos hermanos sino como los dos pilares sobre los que se sostuvo Oasis.

Siempre una aportación documental la recibo con un buen aplauso, más si ejemplos como 'Joplin' o 'Amy', e incluso 'Living in the Material World' me dan una imagen que no conocía con unas imágenes y audios con los que complementar mi particular cariño hacia ellos.

Se echa en falta una mayor atención a la parte polémica de Oasis, que es relatada pero no enfatizada como merece. Se echan en falta más declaraciones sensacionalistas a la prensa de los hermanos Gallagher. Aún así el documental tiene el ritmo del "Acorazado Potemkin" y un montaje que funciona y hace roda las piezas para que todo seguidor de la banda británica se apasione, aún más, por ellos y sus formas de ser, que no son sino el origen de su música.

Un documental sobre los principios (desconocidos para mí) de esta banda "de mi época". La verdad es que esperaba más canciones, aunque las que salen suenan brutales!. El acento irlandés de los hermanos Gallagher es imposible de entender (f#ck!)....menos mal que están los subtítulos, sí, pero no es lo mismo.

Para mi gusto, el documental no logra emocionar como lo hizo el de Amy Winehouse, del mismo director, entre otras cosas porque no contiene tanto material íntimo como el de Amy, hay mucha narración sobre fotos de archivo. En cualquier caso, merece la pena ver los vídeos de sus primeras actuaciones y ensayos en el local.

Parece mentira que en sólo 2 años llegaran a lo más alto, en fin, en mi memoria sus canciones siguen aún sonando.

Después de un breve ensueño de música de baile, fiestas interminables de éxtasis en las que los aficionados del City y el United que horas antes se zurraban en las gradas bailaban juntos frenéticamente en The Hacienda, caritas sonrientes como símbolo y pinchadiscos que fugazmente desbancaron del estrellato a los rokeros llegó.....sorpresa, sorpresa.....el Rock de siempre es decir vuelta a lo convencional, a las estrellas del Rock ahora más caprichosas y creídas si cabe. Una fan con aspecto de pija lo dice a las cámaras ¡Oasis son mejor que las fiestas de pastilleros!.
Oasis: Supersonic es el típico documental ampliamente explotado; fotografías familiares, ráfagas de conciertos, entrevistas de TV, ocurrencias varias ante la cámara del grupo, recortes de periódico, la madre de los retoños en el papel de una madre como cualquier otra y todo ello en una secuencia temporal, los duros inicios, auge y caída.
Hay otros caminos para la experimentación, la alternativa en la forma de hacer documental musical "Todas esas noches sin dormir" de Michal Marczak es un ejemplo.
Los hermanos Gallagher como productores ejecutivos condicionan la libertad del director, así Tony McCarrol su primer batería estará vetado, no en vano les sacó 600.000 libras de una demanda, en cambio reconocen cierta crueldad hacia él "Era como un cachorrillo en una manada salvaje", tan solo hay que ver el simbólico entierro que le hacen.
Ojo que tampoco los hermanos han querido hacer una hagiografía de Oasis, en Supersonic salen reflejados como unos inmaduros niñatos que se creen el centro del universo, se jactan de componer éxitos en dos minutos y grabarlos en tres y que no entienden como unos chicos de extracción humilde en una ciudad poco atrayente, por no decir fea, destinados a engrosar las filas del paro fueron un fenómeno fan en países donde no se habla inglés como cuentan en esa visita a Tokio.
Era de esperar que la culpa de los males de Oasis fuera el estres, las giras, las relaciones egocéntricas de los hermanos, la industria discográfica en general todo ello sin que el grupo tuviera responsabilidad. "Éramos más felices cuando cogíamos una furgoneta para ir a tocar" en contraste con el helicóptero que sobrevuela con el grupo el escenario donde darán ese macro concierto.
Así pasa misteriosamente en la música, y no solo por una enorme promoción discográfica y me viene a la cabeza el caso Rosalía, que alguien se vuelva una Rockstar siendo tan delgada la línea que divide a unos gamberros borrachuzos y metepatas de Magaluf destroza hoteles de unos genios del universo pop.

Mat Whitecross y los productores de 'Amy' firman este retrato sobre el auge y la posterior separación de la mítica banda de rock Oasis, la relación entre los dos hermanos, los 90, las drogas, etc. Desde el principio, la película parece más interesada en mostrarnos las fuertes personalidades de los Gallagher que en sí la relación que mantenían entre ellos. Es por eso, por lo que no llega a quedar del todo bien reflejada la separación ni el por qué en ese punto decidieron poner fin a lo que había sido uno de los grupos de rock más importantes de la historia.
Whitecross la mayor parte del metraje la dedica a narrar cómo afrontaron el éxito y lo que supuso el fenómeno Oasis en la década de los 90. Por lo que la parte final, la desintegración de la banda, queda plasmada de forma bastante precipitada a pesar de las más de dos (excesivas) horas de duración de la película.
La realización es bastante clásica, no se sale de los esquemas asentados en el subgénero de los documentales sobre música. Material de archivo, especialmente de conciertos, y grabaciones de voz mezcladas con entrevistas a los que fueron testigos del esplendor de la banda desde sus inicios y a los propios integrantes. Encontramos las partes más interesantes cuando Peggy Gallagher, madre de los dos líderes del grupo, cuenta anécdotas de ellos de pequeños o de su infancia. Estos son de los pocos momentos en los que hay una sensación de querer profundizar más y aportar detalles menos conocidos que son útiles para tener una visión más concreta de la historia de Oasis.
Por lo demás, es un documental tan fácil de ver como de olvidar. No encontramos nada que no supiéramos con anterioridad, y la forma de contarlo, al contrario que en la maravillosa 'Amy', tampoco genera ni empatía ni especial interés. Como en todo este tipo de productos, es a los verdaderos fans de la banda británica a quien va dirigido, y los que probablemente más lo disfrutarán.

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