Retornados
2013 

5.6
3,837
Thriller. Drama
La humanidad convive con los "retornados", gente de apariencia normal que ha sido infectada por un virus devastador. Sólo la inyección diaria de una proteína evita que se transformen en zombis. Kate trabaja en una unidad de investigación intentando encontrar urgentemente una vacuna definitiva que impida que la epidemia se expanda. Además, la mueve una poderosa razón de carácter sentimental: su novio Álex es un "retornado". Cuando el ... [+]
18 de octubre de 2013
18 de octubre de 2013
39 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobra decir que no esperaba absolutamente nada de "Retornados", máxime cuando su director es Manuel Carballo, un señor de la factoría "Filmax presenta" muy lejos de la línea principal de la firma, a la que pertenecen -entre otros- Paco Plaza o Jaume Balagueró. Quizá por eso me haya sorprendido tanto esta "Retornados", no tanto porque sea una buena película sino porque desde luego, tampoco lo es mala. Su línea es la de la corrección, que en el cine de género ya es una barrera que muchos trabajos no consiguen salvar, consiguiendo un trabajo interesante sobra la figura del zombi desde un punto de vista más bien pandémico, con enfoque dramático y no tanto de terror. Así se planea la aparición de un virus (del que no se sabe su origen, ni falta que hace) que convierte a la gente en muertos en vida. Existe una vacuna para controlar la infección, pero obliga a los afectados a tomarla una vez cada día. De lo contrario, mutarán sin posibilidad de volver atrás.
¿Qué hace bien Manuel Carballo? Para empezar, crea con suma facilidad una ambientación válida, en la que todo lo que pasa tiene una razón de ser. Lo cual no significa que el guión sea perfecto y que cada situación tenga un sentido absoluto, pero desde luego no chirría tanto (salvo cierto bloque en un parking) como suele ser habitual. Habría que sumarle una dirección más que eficiente, con algún plano secuencia cuidado a la manera de Scorsese (esto es, pasando de personaje a personaje y midiendo los espacios para definir las acciones) y un buen trabajo manejando a sus actores principales, con Emily Hampshire a la cabeza. ¿Qué hace mal? Bueno, la introducción de ciertos flashbacks da algo de vergüenza ajena y en su necesidad de un final que consiga sorprender al espectador añade varios minutos innecesarios que rompen un clímax conseguido hasta entonces. "Retornados" no es una gran película, y se limita a ejecutar con corrección muchas de sus ideas. Si además le sumamos algo de mala leche nos sale una cosa curiosa, que no emociona ni molesta ver, que no cambiará el subgénero pero que tampoco le hará daño. Correcta.
¿Qué hace bien Manuel Carballo? Para empezar, crea con suma facilidad una ambientación válida, en la que todo lo que pasa tiene una razón de ser. Lo cual no significa que el guión sea perfecto y que cada situación tenga un sentido absoluto, pero desde luego no chirría tanto (salvo cierto bloque en un parking) como suele ser habitual. Habría que sumarle una dirección más que eficiente, con algún plano secuencia cuidado a la manera de Scorsese (esto es, pasando de personaje a personaje y midiendo los espacios para definir las acciones) y un buen trabajo manejando a sus actores principales, con Emily Hampshire a la cabeza. ¿Qué hace mal? Bueno, la introducción de ciertos flashbacks da algo de vergüenza ajena y en su necesidad de un final que consiga sorprender al espectador añade varios minutos innecesarios que rompen un clímax conseguido hasta entonces. "Retornados" no es una gran película, y se limita a ejecutar con corrección muchas de sus ideas. Si además le sumamos algo de mala leche nos sale una cosa curiosa, que no emociona ni molesta ver, que no cambiará el subgénero pero que tampoco le hará daño. Correcta.
16 de enero de 2014
16 de enero de 2014
25 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Digo bien, original. Lejos de las clásicas matanzas perpetradas por los muertos vivientes (La noche de los muertos vivientes, El amanecer de los muertos, Guerra Mundial Z), Manuel Carballo (La posesión de Emma Evans) se ha adentrado con valentía en un género que ya parecía trillado para darle una novedosa vuelta de tuerca y conseguir un cinta fresca, que rompe todos los moldes hasta ahora conocidos.
En esta ocasión los zombis no son los protagonistas si no la excusa perfecta para crear una historia de amor e intriga con muchos tintes de actualidad. Retornados -cooproducción de España y Canadá- va más allá de la sangre, las explosiones y la violencia física de estos devoradores de carne humana. De hecho, este tipo de escenas son muy excepcionales durante la más de hora y media que dura el filme, algo que se agradece en una época donde las películas rebasan sin ton ni son horas y horas de metraje.
Como punto de partida, tras la presentación de los personajes clave, nos encontramos con un virus que ya ha sido atajado y controlado. Sin trampas, existe tratamiento y cura desde el minuto uno, pero eso sí costoso, lo que obliga a las autoridades a recortar su suministro (¿les suena?) con el consecuente peligro de expandir una enfermedad que convierte en zombi a todo el que ha sido contagiado.
A partir de entonces y de forma vertiginosa, el cineasta nos empuja a una lucha por la supervivencia donde se conjugan emociones tan simples como el miedo, el amor, la venganza y la traición. Toronto (Canadá) ha sido el principal enclave elegido por el director para el desarrollo de los acontecimientos, y eso se nota en la fotografía de una gran ciudad que acompaña al argumento.
El guión, pues, es bastante dinámico, aunque en algún momento sufre ligeros altibajos. El gran debe de esta original puesta en escena lo encontramos en unos actores -salvo a Shawn Doyle, asesino en serie en Frequency, desconocía a todos por completo- que no llegan a poner toda la carne en el asador. En muchas ocasiones están faltos de expresividad, y el único que llega a destacar en esa simpleza interpretativa y entiende a lo que se juega en la cinta es Kris Holden-Ried -sorprendente parecido con el cantante de Coldplay, Chris Martin-, en una más que decente interpretación de "retornado".
En definitiva, Carballo ofrece algo más dentro de un género que se presta poco a la innovación, y eso verdaderamente se agradece. Con sus defectos y virtudes, Retornados se deja ver y consigue entretener, lo mínimo que se puede exigir de una película y que bien cuesta una entrada de cine.
Más detalles sobre esta y otras películas en mi blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
En esta ocasión los zombis no son los protagonistas si no la excusa perfecta para crear una historia de amor e intriga con muchos tintes de actualidad. Retornados -cooproducción de España y Canadá- va más allá de la sangre, las explosiones y la violencia física de estos devoradores de carne humana. De hecho, este tipo de escenas son muy excepcionales durante la más de hora y media que dura el filme, algo que se agradece en una época donde las películas rebasan sin ton ni son horas y horas de metraje.
Como punto de partida, tras la presentación de los personajes clave, nos encontramos con un virus que ya ha sido atajado y controlado. Sin trampas, existe tratamiento y cura desde el minuto uno, pero eso sí costoso, lo que obliga a las autoridades a recortar su suministro (¿les suena?) con el consecuente peligro de expandir una enfermedad que convierte en zombi a todo el que ha sido contagiado.
A partir de entonces y de forma vertiginosa, el cineasta nos empuja a una lucha por la supervivencia donde se conjugan emociones tan simples como el miedo, el amor, la venganza y la traición. Toronto (Canadá) ha sido el principal enclave elegido por el director para el desarrollo de los acontecimientos, y eso se nota en la fotografía de una gran ciudad que acompaña al argumento.
El guión, pues, es bastante dinámico, aunque en algún momento sufre ligeros altibajos. El gran debe de esta original puesta en escena lo encontramos en unos actores -salvo a Shawn Doyle, asesino en serie en Frequency, desconocía a todos por completo- que no llegan a poner toda la carne en el asador. En muchas ocasiones están faltos de expresividad, y el único que llega a destacar en esa simpleza interpretativa y entiende a lo que se juega en la cinta es Kris Holden-Ried -sorprendente parecido con el cantante de Coldplay, Chris Martin-, en una más que decente interpretación de "retornado".
En definitiva, Carballo ofrece algo más dentro de un género que se presta poco a la innovación, y eso verdaderamente se agradece. Con sus defectos y virtudes, Retornados se deja ver y consigue entretener, lo mínimo que se puede exigir de una película y que bien cuesta una entrada de cine.
Más detalles sobre esta y otras películas en mi blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
16 de marzo de 2014
16 de marzo de 2014
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mejor que puedes hacer cuando te enfrentas una película es no saber nada de ella. Si espectador ve Retornados sin saber nada se llevará una sorpresa incluso aunque piense que se trata simplemente de una película de zombis. Retornados es una suerte de extraño alegato contra la intolerancia disfrazada de falsa película de zombis que nunca pretende dar miedo. Técnicamente es impresionante, incluso se permite algunos travellings que quitan el hipo aunque toda esa perfección técnica ni mejora ni empeora el conjunto, eso es lo mejor, la técnica esta al servicio de la historia. El guión es magnífico e incluso da miedo pensar lo que podría haber hecho un director tan personal como David Cronenberg con estos mimbres, en realidad está claro que Manuel Carballo es admirador de Cronenberg, se nota especialmente en el tratamiento de todo lo referente a la tecnología y las enfermedades. Además, Manuel Carballo resuelve sorprendentemente bien la trama, con una simpleza y una claridad que permite al espectador salir del cine con media sonrisa dibujada en el rostro. Este drama social (con zombis) es toda una sorpresa, es intrigante, es inteligente y está fantásticamente bien rodada. ¿Qué más se puede pedir? Bueno, un poco mas de carne en el asador tampoco habría estado mal, se echa de menos que la excusa zombi nos regale algunas escenas (solo hay una en toda la película). El problema de esta película es que la excusa zombi alejará a los seguidores de los buenos dramas de esta rareza y en cambio la escasa presencia de zombis defraudará a los amantes de la hemoglobina y de las cabezas reventadas. A mi en cambio, me ha encantado.
24 de noviembre de 2013
24 de noviembre de 2013
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace falta mucho valor (o locura) para rodar hoy en día una película de zombis, un género explotado hasta la saciedad, que reconozcámoslo, ha dado muy buenas producciones (se me ocurren, por ejemplo, “28 días después” o “Dawn of the Dead”). Tanto es así que en los últimos años, si no fuera por la serie The Walking Dead o alguna cinta más que prescindible, era un género abocado al olvido, por hastío en su fórmula, que al igual que la inteligencia de los propios zombis, no daba más de sí. Por ello su director, Manuel Carballo, le dió la enésima vuelta a la tuerca para innovar, y vistos los resultados parece que lo ha conseguido.
Tras haberla podido ver en su preestreno la pasada semana, salí del cine con la certeza de que era la película de zombis que más me había agradado en los últimos 12 años, ¿el motivo? muy sencillo, no es una película de zombis. Valga la propia definición asociada a la descripción, que expone muy fielmente que los retornados no son zombis, que son personas infectadas por una desconocida enfermedad que les obliga a tomar una medicina diaria de por vida si no quieren convertirse en zombis (o lo que sea).
Aceptado y asumido este pretexto tan banal, la trascendencia que tienen estos infectados en la trama es mínima, casi circunstancial. Lejos de encasillarse en el típico largometraje de hordas de seres come-cerebros que devastan la humanidad a su paso, Manuel Carballo ha conseguido elaborar una compleja alternativa fundada entre dos géneros muy distantes, el thriller y el drama, otorgando a estos particulares zombis un papel secundario, más de justificación argumental que de protagonismo.
Estos dos géneros se distribuyen según la perspectiva ofrecida en cada momento, el objetivo de la historia que se transforma aleatoriamente de lo general a lo particular, siendo desde una tensa cuenta atrás, rebosante de perturbadora intriga, hasta una emotiva historia de amor y amistad, donde los más extremos sentimientos se imponen a las adversidades o sucumben derrotados por ellas, pasando por una evidente crítica hacia la sanidad pública y a la manera que tiene la sociedad de apartar o reciclar a determinados colectivos (llámense retornados o infectados de VIH).
Un trabajo digno de ver, te gusten o no las historias de infectados, ya que aporta otros sólidos motivos que la convierten en una interesante y (casi) reflexiva película, que proporciona gracias a su exquisita ambientación una razón de ser lógica, que no hace chirriar el sentido común del espectador.
Tras haberla podido ver en su preestreno la pasada semana, salí del cine con la certeza de que era la película de zombis que más me había agradado en los últimos 12 años, ¿el motivo? muy sencillo, no es una película de zombis. Valga la propia definición asociada a la descripción, que expone muy fielmente que los retornados no son zombis, que son personas infectadas por una desconocida enfermedad que les obliga a tomar una medicina diaria de por vida si no quieren convertirse en zombis (o lo que sea).
Aceptado y asumido este pretexto tan banal, la trascendencia que tienen estos infectados en la trama es mínima, casi circunstancial. Lejos de encasillarse en el típico largometraje de hordas de seres come-cerebros que devastan la humanidad a su paso, Manuel Carballo ha conseguido elaborar una compleja alternativa fundada entre dos géneros muy distantes, el thriller y el drama, otorgando a estos particulares zombis un papel secundario, más de justificación argumental que de protagonismo.
Estos dos géneros se distribuyen según la perspectiva ofrecida en cada momento, el objetivo de la historia que se transforma aleatoriamente de lo general a lo particular, siendo desde una tensa cuenta atrás, rebosante de perturbadora intriga, hasta una emotiva historia de amor y amistad, donde los más extremos sentimientos se imponen a las adversidades o sucumben derrotados por ellas, pasando por una evidente crítica hacia la sanidad pública y a la manera que tiene la sociedad de apartar o reciclar a determinados colectivos (llámense retornados o infectados de VIH).
Un trabajo digno de ver, te gusten o no las historias de infectados, ya que aporta otros sólidos motivos que la convierten en una interesante y (casi) reflexiva película, que proporciona gracias a su exquisita ambientación una razón de ser lógica, que no hace chirriar el sentido común del espectador.
16 de noviembre de 2013
16 de noviembre de 2013
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta producción, la figura de la mujer es la más fuerte en la historia, y ello queda sintetizado en el papel de Emily Hampshire. La actriz llevará la voz cantante en todo el metraje, convirtiéndose en una verdadera heroína capaz de hacer cualquier cosa para salvar la vida de su esposo, lo cual provocará que algunos de sus actos, sean moralmente reprochables. Es en estos casos en los que el papel de la actriz gana en profundidad, además de que su trabajo en pantalla es bastante correcto, tanto en los momentos de más tensión como emoción, la actriz se muestra bastante suelta, sin llegar a desentonar en las escenas, aunque eso sí, habrá algún momento en la que la veamos un poco 'plana' expresivamente, aunque no es una tónica que la acompañe en todo el metraje. Sin duda, su personaje es de los más cuidados de la historia, con muchos flecos sueltos en su personalidad que le dan esa veracidad de encontrarnos ante una persona normal, en una situación extrema.
El protagonismo masculino ha recaído en Kris Holden-Ried, con el papel de marido de la protagonista, y 'retornado' a su vez. El rol de Holden-Ried cuenta por lo tanto con la urgencia constante de tener que inyectarse la proteína que le mantiene como un ser humano 'normal', y tiene pequeños e interesantes detalles de tensión cuándo alguien habla del tema, además de mantenerse siempre con cierto halo de soledad y, en parte, cierto miedo a que sepan de su situación, lo cual hace que el actor se muestre en pantalla siempre ocupado, con algo rondando por su cabeza, lo cual le ha servido y mucho para mostrar presencia en pantalla, y con ello, cierto carisma y simpatía con quien le ve, ya que muestra que en casi todas las escenas tiene algo que aportar, y su actuación no flaquea aún en los momentos de más tensión. Sin duda, una buen trabajo de este intérprete al que le hubiera sido muy fácil caer en la desesperación barata, y en cambio, ofrece un rol bastante sólido.
Shawn Doyle y la española Claudia Bassols completan el reparto secundario principal, con sus aciertos y desaciertos. Por una parte, el papel de Doyle muestra muchas virtudes en cuanto a temas de amistad y de saber llevar todos los acontecimientos con un halo de naturalidad y consecuencia muy logrados, haciendo que, pese a ser un secundario, su trabajo esté a un gran nivel y llegue a causar una simpatía en el espectador muy cercana a la que sentiría el protagonista de la historia, algo muy importante en el argumento del filme. Por otro lado, el tratamiento que Bassols ha hecho a su personaje, no ha sido muy profundizado, por lo que vemos que su rol está en muchas ocasiones algo artificial, superfluo, que no llega a conectar con el resto del reparto. Esto toma especial importancia cuando hay conversaciones entre los cuatro protagonistas, y podemos ver que Bassols se muestra demasiado obvia o demasiado contemplativa, en definitiva, que hay momentos en los que no parece conectar con el resto de actores, lo cual es una pena, ya que su personaje femenino tiene también un gran peso de poderío y presencia, que en ocasiones, se le queda algo grande a la actriz.
La dirección ha caído en manos de Manuel Carballo, el cual ha sabido cuidar la manera de enfocar la trama para ofrecer una mirada más íntima de la historia, usando algunos recursos fílmicos de manera muy acertada. Carballo ha sabido ofrecer su sutileza para mostrar la violencia y la tensión, sorprendiendo incluso en alguna que otra escena de acción. Si a ello le sumamos un buen tratamiento del lenguaje del filme, con algunas escenas con una gran fotografía y bien medidas, encontramos que el trabajo del director en este filme ha tenido su mimo, y aunque en ciertas partes parece que las secuencias han sido resueltas de un modo algo rápido, en general es un buen trabajo de dirección.
El punto más favorable de la película, sin lugar a dudas, es su guión de Hatem Khraiche, el cual se muestra asombrosamente sólido y cargado de intriga. Con una historia que en su sinopsis puede tener su atractivo, pero que siempre queda la duda del saber hasta donde puede llegar, Khraiche ha ideado una trama en la que todo parece conectar, y las acciones de los protagonistas en ciertas partes del filme, pueden volver en consecuencias más tarde. Con algún que otro giro en su argumento, el libreto en su mayoría está cargado de situaciones interesantes y ambiciosas, dejándonos con un buen sabor de boca en más de una situación. Aún con todo ello, sí es cierto que hay algunos flecos del argumento que no acaban de atarse, y en ocasiones, algunos de los giros de guión pierden el efecto shock al ser tratados con demasiada calma.
Lo más importante del largometraje es el tratamiento que le ha dado al efecto zombie, esto provoca que sí, los infectados están ahí, se sabe de ellos en la trama, pero no son la pieza angular del argumento, sino que más bien la historia gira con temas más profundos, como el egoísmo, la amistad, la desesperación, y sobre todo, el miedo al diferente. Y es que la discriminación es en realidad la piedra angular de la trama, donde vemos que la sociedad puede lidiar con una epidemia zombie, pero que siempre hay algo en nosotros que nos hace desconfiar de que no es igual, de temer al extraño.
En definitiva, 'Retornados' ofrece una vuelta de tuerca al género zombie, con una historia más íntima de lo que sería una epidemia de estas características, y que sabe tocar temas más allá del mero patriotismo o heroísmo, en una cinta que busca enseñar el lado más humano de este género, el cual ya empieza a ser bastante repetitivo y convencional, siendo una grata sorpresa para aquél que se ha cansado de apocalipsis de muertos vivientes. Y que no nos engañe el póster, ya que no nos encontramos con un filme de terror, sino un drama en el que los protagonistas solo quieren salvarse a si mismos, con el egoísmo que ello implica, la esperanza y sobre todo, la supervivencia cueste lo que cueste.
El protagonismo masculino ha recaído en Kris Holden-Ried, con el papel de marido de la protagonista, y 'retornado' a su vez. El rol de Holden-Ried cuenta por lo tanto con la urgencia constante de tener que inyectarse la proteína que le mantiene como un ser humano 'normal', y tiene pequeños e interesantes detalles de tensión cuándo alguien habla del tema, además de mantenerse siempre con cierto halo de soledad y, en parte, cierto miedo a que sepan de su situación, lo cual hace que el actor se muestre en pantalla siempre ocupado, con algo rondando por su cabeza, lo cual le ha servido y mucho para mostrar presencia en pantalla, y con ello, cierto carisma y simpatía con quien le ve, ya que muestra que en casi todas las escenas tiene algo que aportar, y su actuación no flaquea aún en los momentos de más tensión. Sin duda, una buen trabajo de este intérprete al que le hubiera sido muy fácil caer en la desesperación barata, y en cambio, ofrece un rol bastante sólido.
Shawn Doyle y la española Claudia Bassols completan el reparto secundario principal, con sus aciertos y desaciertos. Por una parte, el papel de Doyle muestra muchas virtudes en cuanto a temas de amistad y de saber llevar todos los acontecimientos con un halo de naturalidad y consecuencia muy logrados, haciendo que, pese a ser un secundario, su trabajo esté a un gran nivel y llegue a causar una simpatía en el espectador muy cercana a la que sentiría el protagonista de la historia, algo muy importante en el argumento del filme. Por otro lado, el tratamiento que Bassols ha hecho a su personaje, no ha sido muy profundizado, por lo que vemos que su rol está en muchas ocasiones algo artificial, superfluo, que no llega a conectar con el resto del reparto. Esto toma especial importancia cuando hay conversaciones entre los cuatro protagonistas, y podemos ver que Bassols se muestra demasiado obvia o demasiado contemplativa, en definitiva, que hay momentos en los que no parece conectar con el resto de actores, lo cual es una pena, ya que su personaje femenino tiene también un gran peso de poderío y presencia, que en ocasiones, se le queda algo grande a la actriz.
La dirección ha caído en manos de Manuel Carballo, el cual ha sabido cuidar la manera de enfocar la trama para ofrecer una mirada más íntima de la historia, usando algunos recursos fílmicos de manera muy acertada. Carballo ha sabido ofrecer su sutileza para mostrar la violencia y la tensión, sorprendiendo incluso en alguna que otra escena de acción. Si a ello le sumamos un buen tratamiento del lenguaje del filme, con algunas escenas con una gran fotografía y bien medidas, encontramos que el trabajo del director en este filme ha tenido su mimo, y aunque en ciertas partes parece que las secuencias han sido resueltas de un modo algo rápido, en general es un buen trabajo de dirección.
El punto más favorable de la película, sin lugar a dudas, es su guión de Hatem Khraiche, el cual se muestra asombrosamente sólido y cargado de intriga. Con una historia que en su sinopsis puede tener su atractivo, pero que siempre queda la duda del saber hasta donde puede llegar, Khraiche ha ideado una trama en la que todo parece conectar, y las acciones de los protagonistas en ciertas partes del filme, pueden volver en consecuencias más tarde. Con algún que otro giro en su argumento, el libreto en su mayoría está cargado de situaciones interesantes y ambiciosas, dejándonos con un buen sabor de boca en más de una situación. Aún con todo ello, sí es cierto que hay algunos flecos del argumento que no acaban de atarse, y en ocasiones, algunos de los giros de guión pierden el efecto shock al ser tratados con demasiada calma.
Lo más importante del largometraje es el tratamiento que le ha dado al efecto zombie, esto provoca que sí, los infectados están ahí, se sabe de ellos en la trama, pero no son la pieza angular del argumento, sino que más bien la historia gira con temas más profundos, como el egoísmo, la amistad, la desesperación, y sobre todo, el miedo al diferente. Y es que la discriminación es en realidad la piedra angular de la trama, donde vemos que la sociedad puede lidiar con una epidemia zombie, pero que siempre hay algo en nosotros que nos hace desconfiar de que no es igual, de temer al extraño.
En definitiva, 'Retornados' ofrece una vuelta de tuerca al género zombie, con una historia más íntima de lo que sería una epidemia de estas características, y que sabe tocar temas más allá del mero patriotismo o heroísmo, en una cinta que busca enseñar el lado más humano de este género, el cual ya empieza a ser bastante repetitivo y convencional, siendo una grata sorpresa para aquél que se ha cansado de apocalipsis de muertos vivientes. Y que no nos engañe el póster, ya que no nos encontramos con un filme de terror, sino un drama en el que los protagonistas solo quieren salvarse a si mismos, con el egoísmo que ello implica, la esperanza y sobre todo, la supervivencia cueste lo que cueste.
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