Organizadora de bodas
2020 

5.1
6,633
Comedia. Romance
Marina es una treintañera que se gana la vida organizando bodas. A diferencia de sus clientes, ella disfruta de una vida sin ataduras ni compromisos, hasta que una noche conoce a Carlos, un affaire más para ella y un momento de debilidad para él. Porque él tiene novia: Alexia, una joven perfecta y amiga de infancia de Marina. Cuando Alexia descubre la tarjeta de visita de Marina entre las cosas de Carlos, lo interpreta como una ... [+]
12 de febrero de 2020
12 de febrero de 2020
84 de 126 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antena 3 sólo se interesa por el cine español si la película la ha producido Atresmedia, como se encargan de recordar machaconamente cuando la anuncian por la tele, con aquello de "Atresmedia: cultura europea". Claro que su concepto de ello suele ser el de comedieta olvidable con las mismas caras de siempre (con escasas variaciones) en unos productos que difieren muy poco del de una de sus series para ver un miércoles por la noche.
Ahora se trata de un remake de una película francesa, pero es igual, todas las atresmediadas (o mediasetadas) tienen la misma apariencia: fotografía luminosa e impersonal, localizaciones turísticas, chistes de baja estofa y un reparto muy recurrente; aunque al menos esta vez no está Paco Tous, sí están Adrián Lastra, Mariam Hernández, Alex García, Jordi Sánchez, la sosa Silvia Alonso y esa Belén Cuesta que igual que ahora ha ganado un Goya se deja de estas memeces. También está Resines, un actor excelente en papeles serios, pero que lleva demasiados años perdido en estas gilipolleces.
Ya hay que querer tirar el dinero para pagar por una película-serie en la que sale Leo Harlem (como párroco y hablando de ostias y hostias, jaja, qué refrescante) y que podrías ver gratis en el comedor de tu casa.
Ahora se trata de un remake de una película francesa, pero es igual, todas las atresmediadas (o mediasetadas) tienen la misma apariencia: fotografía luminosa e impersonal, localizaciones turísticas, chistes de baja estofa y un reparto muy recurrente; aunque al menos esta vez no está Paco Tous, sí están Adrián Lastra, Mariam Hernández, Alex García, Jordi Sánchez, la sosa Silvia Alonso y esa Belén Cuesta que igual que ahora ha ganado un Goya se deja de estas memeces. También está Resines, un actor excelente en papeles serios, pero que lleva demasiados años perdido en estas gilipolleces.
Ya hay que querer tirar el dinero para pagar por una película-serie en la que sale Leo Harlem (como párroco y hablando de ostias y hostias, jaja, qué refrescante) y que podrías ver gratis en el comedor de tu casa.
16 de febrero de 2020
16 de febrero de 2020
28 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hasta que la boda nos separe es otra entrega del género favorito del espectador medio español, la comedia. Con todos sus elementos y personajes, situaciones, clichés (las bodas siempre han dado para mucho). Destaca por encima de todo la capacidad de Belén Cuesta para defender sus personajes. Transpira autenticidad y vis cómica.
No esta pensada para pasar a la historia del cine, y consigue sus objetivos y arrancarnos unas cuantas risas. No le pidas más y pasarás un buen rato.
No esta pensada para pasar a la historia del cine, y consigue sus objetivos y arrancarnos unas cuantas risas. No le pidas más y pasarás un buen rato.
27 de diciembre de 2020
27 de diciembre de 2020
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que conste antes de empezar que soy un firme defensor del cine español y que suelo ver mucho y de todos los géneros pero esta que nos ocupa, son de esas con humor grueso y brocha gorda que no tiene gracia ninguna.
Los actores están todos casi sin excepción bastante mal, y aunque leo que a mucha gente BELEN CUESTA, les parece graciosa a mi no me lo parece en absoluto, y algunos secundarios que son lo mejor de la función muy desaprovechados, pero lo que era una comedia romántica sin más, bastante flojita me ha parecido de mal gusto cuando a mitad de la película meten una gracia sobre la muerte de un perro que no viene a cuento ninguno, que me parece tan pasada de rosca, que no hace falta ser animalista para darse cuenta que ya lo que faltaba por ver, es esa escena tan lamentable.
Por lo demás antes de empezar ya sabes como va a acabar esta nueva apuesta para reventar taquillas de las cadenas de televisión que nos taladran con su publicidad, para intentar recuperar el dinero invertido, pero la formula al final se ha de agotar porque siempre es más lo mismo, repitiendo roles y actores, tanto si se trata de Antena 3 como si se trata de Tele 5.
Ni una broma que merezca la pena, si acaso el prologo bastante bruto con Ernesto Sevilla y una sucesión de gags sin gracia, en esta pséudo comedieta que no pasará a los anales de la cinematografía española.
Los actores están todos casi sin excepción bastante mal, y aunque leo que a mucha gente BELEN CUESTA, les parece graciosa a mi no me lo parece en absoluto, y algunos secundarios que son lo mejor de la función muy desaprovechados, pero lo que era una comedia romántica sin más, bastante flojita me ha parecido de mal gusto cuando a mitad de la película meten una gracia sobre la muerte de un perro que no viene a cuento ninguno, que me parece tan pasada de rosca, que no hace falta ser animalista para darse cuenta que ya lo que faltaba por ver, es esa escena tan lamentable.
Por lo demás antes de empezar ya sabes como va a acabar esta nueva apuesta para reventar taquillas de las cadenas de televisión que nos taladran con su publicidad, para intentar recuperar el dinero invertido, pero la formula al final se ha de agotar porque siempre es más lo mismo, repitiendo roles y actores, tanto si se trata de Antena 3 como si se trata de Tele 5.
Ni una broma que merezca la pena, si acaso el prologo bastante bruto con Ernesto Sevilla y una sucesión de gags sin gracia, en esta pséudo comedieta que no pasará a los anales de la cinematografía española.
25 de abril de 2020
25 de abril de 2020
17 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si será cosa mía, pero las últimas comedias españolas estaban dejando mucho que desear. Vienen acompañadas de una gran promoción en las cadenas de turno (no en vano, han puesto pasta detrás) que llega, incluso, a saturar y a cogerlas manía sin haberlas visto. Además parece que hay cierta saturación en lo que respecta al género. Pero oye, contra todo pronóstico, 'Hasta que la boda nos separe' es diferente al resto.
A pesar de que tiene unos minutos en los que pierde ligeramente el norte, en una secuencia adentrándose al mar con tormenta y todo, volviéndose sumamente exagerada, 'Hasta que la boda son separe' ha sido capaz de entretenerme de principio a fin gracias al gancho, más de ellas, que de ellos.
No lo digo a la ligera. Por un lado, tenemos a Belén Cuesta, una actriz que estaba claramente desaprovechada en papeles secundarios y que aquí se luce como protagonista. Aunque sé que se desenvuelve bien en otros géneros, esta chica tiene algo, un don para la comedia. Con ella, los gags son gags, hacen gracia, me rio y me cae, si cabe, todavía mejor.
No hace falta sumar dos y dos para darse cuenta de que ella tiene más carisma y llena mucho más la pantalla que Alex García, al que no le encuentro la gracia por ningún lado ('Si yo fuera rico' tenía muchos, muchísimos problemas, él era uno de los principales). Hubiera preferido que Adrián Lastra, buen secundario aquí, hubiera ocupado su lugar. Luego está Mariam Hernández, que forma un gran tándem con la protagonista porque también ha nacido para esta clase de películas.
Aunque te la sabes de principio a fin, contiene algún gag muy reseñable (el del perro, por ejemplo) con el que te partes de risa, que es el objetivo principal de la película. Una comedia española con la que pasar un rato entretenido, sin más pretensiones.
Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com/
A pesar de que tiene unos minutos en los que pierde ligeramente el norte, en una secuencia adentrándose al mar con tormenta y todo, volviéndose sumamente exagerada, 'Hasta que la boda son separe' ha sido capaz de entretenerme de principio a fin gracias al gancho, más de ellas, que de ellos.
No lo digo a la ligera. Por un lado, tenemos a Belén Cuesta, una actriz que estaba claramente desaprovechada en papeles secundarios y que aquí se luce como protagonista. Aunque sé que se desenvuelve bien en otros géneros, esta chica tiene algo, un don para la comedia. Con ella, los gags son gags, hacen gracia, me rio y me cae, si cabe, todavía mejor.
No hace falta sumar dos y dos para darse cuenta de que ella tiene más carisma y llena mucho más la pantalla que Alex García, al que no le encuentro la gracia por ningún lado ('Si yo fuera rico' tenía muchos, muchísimos problemas, él era uno de los principales). Hubiera preferido que Adrián Lastra, buen secundario aquí, hubiera ocupado su lugar. Luego está Mariam Hernández, que forma un gran tándem con la protagonista porque también ha nacido para esta clase de películas.
Aunque te la sabes de principio a fin, contiene algún gag muy reseñable (el del perro, por ejemplo) con el que te partes de risa, que es el objetivo principal de la película. Una comedia española con la que pasar un rato entretenido, sin más pretensiones.
Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com/
15 de abril de 2020
15 de abril de 2020
15 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estrenada en San Valentín de este año 2020, estamos ante la enésima comedia española prefabricada para arrasar en las taquillas y que encima es el remake de otra comedia francesa de hace tan sólo tres años. Algo sucede en el cine español...
Sobre la película que nos ocupa, cero sorpresas, ya que se trata de otra comedia sin gracia, insípida y que se olvida tan rápido como se consume, diseñada para rascar el bolsillo de los espectadores, aunque en esta ocasión les ha salido mal la jugada, ya que este subproducto no llamó demasiado la atención (quizás porque en esta ocasión no estaba Telecirco machacando a sus espectadores con publicidad masiva).
El caso es que nada se puede destacar en esta película del montón, ni su insustancial y vacía dirección (no sorprende ni convence en ni un solo minuto de la cinta, con algunos momentos claramente mal realizados), ni su mediocre guion (el inicio del film es idéntico al de la muy superior 3 bodas de más), ni un reparto que navega entre la pereza (o directamente falta de talento) y lo desaprovechado de intérpretes que están muy por encima del producto por el que han aceptado un, presumiblemente, jugoso cheque.
Por ahí se pasean infinidad de apariciones especiales (o cameos), con personajes populares colocados para intentar asombrar al espectador (como si esto fuese la última bobada de Santiago Segura) o actores contratados únicamente para dar caché a un film que no lo tendría ni fichando al maldito Daniel Day-Lewis, entre los que se encuentran Antonio Resines (que últimamente le dice que sí a todo), Malena Alterio (en un personaje de apenas un minuto) o Jordi Sánchez, en personajes que vienen y van y ni aportan absolutamente nada a la trama. En fin...
Luego tenemos al reparto principal, con una Belén Cuesta que jamás se llega a creer su personaje, ofreciendo una de sus peores interpretaciones, a años luz de lo mostrado en la interesante y recomendable La trinchera infinita. Se la nota incómoda en casi todas las escenas, quizás consciente de la calidad del proyecto.
Y bueno, luego tenemos a unos insustanciales Silvia Alonso y Álex García, haciendo honor a sus sosos y desdibujados personajes. La primera hace lo que puede, pero no es suficiente, y el segundo repite el mismo registro que en la también olvidable Si yo fuera rico, con su voz susurrante, dejando bien claro que no se cree mucho el personaje. Ambos son capaces de mucho más.
Por último, también tenemos a los siempre entregados Adrián Lastra y Antonio Dechent, los cuales aparecen menos de lo deseado y también hacen lo que pueden con lo que les ha tocado. Una lástima, porque, al igual que en el caso de Belén Cuesta, su talento está muy por encima de está tontería.
Mención especial (al igual que en las últimas comedias españolas, todas ellas remakes) al uso de canciones en inglés, no vaya a ser que el público español relacione la historia que nos cuentan con la caspa de antaño. Se nota que quieren adornar los últimos lanzamientos del cine español, para engañar al público y hacer ver que están vendiendo algo novedoso, fresco y que se aleja de las comedias de antaño, más preocupadas por los desnudos que por otra cosa. Se agradece el intento, pero no es suficiente, y menos si te limitas a copiar a otras películas y metes canciones populares con calzador para pretender que nuestros cerebros crean que estamos presenciando un producto americano o extranjero (es decir, cool) y no una españolada más. Esto es lo que hay.
En conclusión, otra comedia olvidable y del montón, que desperdicia a medio reparto (el otro hace lo que puede... y ni por esas) y que no quedará en el recuerdo de nadie, más que nada porque ya la hemos visto, no innova en nada (ni siquiera en su sobado título) y es tan floja y perezosa que hasta mosquea. Que miedo las comedias españolas... antes daban pavor, pero no creo que la cosa haya mejorado, aunque intenten hacernos creer que sí. No perdamos la esperanza...
Más críticas: ocioworld.net
Sobre la película que nos ocupa, cero sorpresas, ya que se trata de otra comedia sin gracia, insípida y que se olvida tan rápido como se consume, diseñada para rascar el bolsillo de los espectadores, aunque en esta ocasión les ha salido mal la jugada, ya que este subproducto no llamó demasiado la atención (quizás porque en esta ocasión no estaba Telecirco machacando a sus espectadores con publicidad masiva).
El caso es que nada se puede destacar en esta película del montón, ni su insustancial y vacía dirección (no sorprende ni convence en ni un solo minuto de la cinta, con algunos momentos claramente mal realizados), ni su mediocre guion (el inicio del film es idéntico al de la muy superior 3 bodas de más), ni un reparto que navega entre la pereza (o directamente falta de talento) y lo desaprovechado de intérpretes que están muy por encima del producto por el que han aceptado un, presumiblemente, jugoso cheque.
Por ahí se pasean infinidad de apariciones especiales (o cameos), con personajes populares colocados para intentar asombrar al espectador (como si esto fuese la última bobada de Santiago Segura) o actores contratados únicamente para dar caché a un film que no lo tendría ni fichando al maldito Daniel Day-Lewis, entre los que se encuentran Antonio Resines (que últimamente le dice que sí a todo), Malena Alterio (en un personaje de apenas un minuto) o Jordi Sánchez, en personajes que vienen y van y ni aportan absolutamente nada a la trama. En fin...
Luego tenemos al reparto principal, con una Belén Cuesta que jamás se llega a creer su personaje, ofreciendo una de sus peores interpretaciones, a años luz de lo mostrado en la interesante y recomendable La trinchera infinita. Se la nota incómoda en casi todas las escenas, quizás consciente de la calidad del proyecto.
Y bueno, luego tenemos a unos insustanciales Silvia Alonso y Álex García, haciendo honor a sus sosos y desdibujados personajes. La primera hace lo que puede, pero no es suficiente, y el segundo repite el mismo registro que en la también olvidable Si yo fuera rico, con su voz susurrante, dejando bien claro que no se cree mucho el personaje. Ambos son capaces de mucho más.
Por último, también tenemos a los siempre entregados Adrián Lastra y Antonio Dechent, los cuales aparecen menos de lo deseado y también hacen lo que pueden con lo que les ha tocado. Una lástima, porque, al igual que en el caso de Belén Cuesta, su talento está muy por encima de está tontería.
Mención especial (al igual que en las últimas comedias españolas, todas ellas remakes) al uso de canciones en inglés, no vaya a ser que el público español relacione la historia que nos cuentan con la caspa de antaño. Se nota que quieren adornar los últimos lanzamientos del cine español, para engañar al público y hacer ver que están vendiendo algo novedoso, fresco y que se aleja de las comedias de antaño, más preocupadas por los desnudos que por otra cosa. Se agradece el intento, pero no es suficiente, y menos si te limitas a copiar a otras películas y metes canciones populares con calzador para pretender que nuestros cerebros crean que estamos presenciando un producto americano o extranjero (es decir, cool) y no una españolada más. Esto es lo que hay.
En conclusión, otra comedia olvidable y del montón, que desperdicia a medio reparto (el otro hace lo que puede... y ni por esas) y que no quedará en el recuerdo de nadie, más que nada porque ya la hemos visto, no innova en nada (ni siquiera en su sobado título) y es tan floja y perezosa que hasta mosquea. Que miedo las comedias españolas... antes daban pavor, pero no creo que la cosa haya mejorado, aunque intenten hacernos creer que sí. No perdamos la esperanza...
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