El vengador anónimo 2
4.8
2,484
Acción
Después de varios años, el arquitecto Paul Kersey ha conseguido superar el asesinato de su mujer y lleva una vida tranquila en Los Angeles. Pero, cuando su hija, ingresada en un sanatorio desde que fuera violada, también es raptada y asesinada, decide tomarse la justicia por su mano. (FILMAFFINITY)
14 de abril de 2009
14 de abril de 2009
51 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando uno ve que el fulano que agarra la pipa y se pone en funcionamiento porque la escoria de la humanidad le ha tocado los huevos (su hija clavada en los hierros de una valla del portal de una casa) y, que entonces va a eliminar irremediablemente a todos porque ni hay perdón ni hay olvido, porque no todas las víctimas son hermanitas de la caridad ni débiles ciudadanos resignados; cuando uno ve que van a caer todos, uno a uno, sin prisas, con seguridad, sin que se le mueva el bigote, entonces uno sabe que ese fulano es Charles Bronson.
Y ahí estaré yo, pegado a la pantalla, porque sí.
Me gusta aclarar las cosas, ajustar cuentas pendientes, cobrar al que la hace y, como yo no valgo para eso, pues me va la cienciología de Bronson.
Bronson fue antes que Schwarzenegger, ya estaba cuando Van Damme chupaba el biberón, fue de la política de Harry Callahan, enseñó a Bruce Willis, fue colega de Chuck Norris, maestro de Rambo, total: el fundador de esta clase de tipos secos que dan dentera.
Y ellos fueron la inspiración, la fuente de la que quiso beber el innombrable, el vergonzoso, el creído Steven Seagal, el indigno aprendiz. No merecía figurar en el mismo papel donde se nombra a Charles Bronson, pero hay que decirlo, pese a quien pese.
Y ahí estaré yo, pegado a la pantalla, porque sí.
Me gusta aclarar las cosas, ajustar cuentas pendientes, cobrar al que la hace y, como yo no valgo para eso, pues me va la cienciología de Bronson.
Bronson fue antes que Schwarzenegger, ya estaba cuando Van Damme chupaba el biberón, fue de la política de Harry Callahan, enseñó a Bruce Willis, fue colega de Chuck Norris, maestro de Rambo, total: el fundador de esta clase de tipos secos que dan dentera.
Y ellos fueron la inspiración, la fuente de la que quiso beber el innombrable, el vergonzoso, el creído Steven Seagal, el indigno aprendiz. No merecía figurar en el mismo papel donde se nombra a Charles Bronson, pero hay que decirlo, pese a quien pese.
29 de agosto de 2009
29 de agosto de 2009
34 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tu hija violada y clavada en lo alto de una verja. Tu mujer asesinada. Tu criada sodomizada. Sales a la calle, buscas a los que han hecho todo eso, los encuentras y los matas. A eso los críticos y los progres de salón lo llaman "cine fascistoide". Yo sólo digo que PAUL KERSEY ES DIOS.
En Death Wish II, Paul Kersey (Charles Bronson) un hombre marcado por un horrible suceso de su pasado (el asesinato de su mujer y la violación de su hija, psicológicamente transtornada tras el hecho) rehace su vida en Los Angeles... hasta que el destino parece burlarse de él y la historia se repite: cuatro pandilleros acaban con su cridada y su hija no sin antes haberlas violado a conciencia. Pero esta vez Paul Kersey no dejará el caso en manos de la policía, superada por el volumen de trabajo en una ciudad con índices de criminalidad espantosos. Kersey retomará el papel de "vigilanti" que adoptó en Nueva York ocho años atrás y no descansará hasta encontrar a los pandilleros y acabar con ellos.
Una vez más, los ciudadanos de a pie con conciencia cívica real no dudarán en ayudar a Kersey en su cruzada particular por hacer un mundo mejor. Esto sí es cine social y no las patochadas de Fernando Leon de Aranoa.
Una buena secuela de "Death Wish", algo más pasada de vueltas y con menos ganas de sentar un debate sobre la ética en las acciones de Kersey. Death Wish II está a medio camino entre la contención de su original y el maravilloso exceso de Death Wish III, sin duda la obra maestra de la saga.
De visionado obligatorio, como toda la saga de la I a la IV.
En Death Wish II, Paul Kersey (Charles Bronson) un hombre marcado por un horrible suceso de su pasado (el asesinato de su mujer y la violación de su hija, psicológicamente transtornada tras el hecho) rehace su vida en Los Angeles... hasta que el destino parece burlarse de él y la historia se repite: cuatro pandilleros acaban con su cridada y su hija no sin antes haberlas violado a conciencia. Pero esta vez Paul Kersey no dejará el caso en manos de la policía, superada por el volumen de trabajo en una ciudad con índices de criminalidad espantosos. Kersey retomará el papel de "vigilanti" que adoptó en Nueva York ocho años atrás y no descansará hasta encontrar a los pandilleros y acabar con ellos.
Una vez más, los ciudadanos de a pie con conciencia cívica real no dudarán en ayudar a Kersey en su cruzada particular por hacer un mundo mejor. Esto sí es cine social y no las patochadas de Fernando Leon de Aranoa.
Una buena secuela de "Death Wish", algo más pasada de vueltas y con menos ganas de sentar un debate sobre la ética en las acciones de Kersey. Death Wish II está a medio camino entre la contención de su original y el maravilloso exceso de Death Wish III, sin duda la obra maestra de la saga.
De visionado obligatorio, como toda la saga de la I a la IV.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Respecto a la crítica de fantomas, con la que estoy casi de acuerdo al 100%, discrepo en su opinión sobre Steven Seagal. Su filmografía inicial (Difícil de matar, Buscando justicia, Alerta máxima 1 y 2, En tierra peligrosa, Decisión ejecutiva...) está diez cuerpos por encima de Van Damme o Bruce Willis, y algo por encima de Chuck Norris. Chuache juega en otra liga, con más presupuesto y más sentido del espectáculo. Pero Seagal... son palabras mayores.
2 de agosto de 2011
2 de agosto de 2011
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera secuela de la saga del justiciero, ya producida por la Cannon tras comprarle los derechos a Dino de Laurentiis. Si en la primera parte Kersey actuaba un poco a lo loco, disparando al primer robagallinas que se le ponía por delante, en ésta ocasión el hombre planifica muy bien lo que tiene que hacer. Lógico, porque tras el primer varapalo (cuando no llevamos ni 10 minutos de película) ya ve que la cosa no puede estancarse en manos de la incompetente policía, así que deberá ponerse manos a la obra.
Vemos que repite Vincent Gardenia, con su tos y su inseparable puro, y la música corre a cargo de Jimmy Page (Led Zeppelin). A destacar la buena forma de Charles Bronson, enseguida vemos que no se le escapa el primer mangurrián al que le toca perseguir (qué grande es el cine). Por cierto, ya es mala suerte que de toda la gente que pulula por la calle, los maleantes siempre acaben fijándose en nuestro amigo...
Segundas partes nunca fueron buenas, excepto aquí. Para mi ésta entrega es superior, tanto en ritmo y estética como en el tratamiento de las agresiones.
Lamentablemente para nuestros oídos, el doblaje habitual de Charles Bronson, realizado por Paco Hernández, cambia por otro doblador.
Vemos que repite Vincent Gardenia, con su tos y su inseparable puro, y la música corre a cargo de Jimmy Page (Led Zeppelin). A destacar la buena forma de Charles Bronson, enseguida vemos que no se le escapa el primer mangurrián al que le toca perseguir (qué grande es el cine). Por cierto, ya es mala suerte que de toda la gente que pulula por la calle, los maleantes siempre acaben fijándose en nuestro amigo...
Segundas partes nunca fueron buenas, excepto aquí. Para mi ésta entrega es superior, tanto en ritmo y estética como en el tratamiento de las agresiones.
Lamentablemente para nuestros oídos, el doblaje habitual de Charles Bronson, realizado por Paco Hernández, cambia por otro doblador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo mejor:
- Charles Bronson disfrazado de pobre diablo, con el gorro de lana y alojándose en una pensión de mala muerte.
- Esos efectos de sonido para dar énfasis al asunto: WAAAAUUUUW.
- "Así que crees en Dios
- Sí creo
- Ahora vas a ir con él"
BRUTAL
- Charles Bronson disfrazado de pobre diablo, con el gorro de lana y alojándose en una pensión de mala muerte.
- Esos efectos de sonido para dar énfasis al asunto: WAAAAUUUUW.
- "Así que crees en Dios
- Sí creo
- Ahora vas a ir con él"
BRUTAL
14 de marzo de 2014
14 de marzo de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Secuela directa de 'El justiciero de la ciudad' que está de nuevo dirigida por Michael Winner, y protagonizada por Charles Bronson (el justiciero Paul Kersey), y Vincent Gardenia (inspector Frank Ochoa) quienes repiten sus roles de la cinta original. 'El arquitecto Paul Kersey ahora vive felizmente en Los Ángeles junto a su hija Carol y su novia Geri Nichols (Jill Ireland), pero de nuevo la tragedia invade su vida cuando unos pandilleros asaltan su hogar y violan y asesinan a su ama de llaves y posteriormente a su hija, entonces Kersey decide volver a las andadas tomándose la justicia por su mano. De todos los ciudadanos de Los Ángeles, le vuelve a tocar la lotería criminal a Kersey, hecho que no es nada creíble, y tan solo es una excusa para dar continuidad a la historia de la primera entrega. Comenzaban los años 80, y esta secuela es más cruda, dura, y explícita (las escenas de las violaciones/desnudos integrales) en contenido que su predecesora, es el reflejo más brutal del cine violento de aquella época.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Curiosidades:
- La fallecida actriz Jill Ireland quien interpreta a la novia de el arquitecto Paul Kersey (Charles Bronson) era la mujer de Bronson en la vida real.
- Un joven Laurence Fishburne interpreta a 'Cutter' uno de los 5 integrantes de la pandilla callejera.
- La fallecida actriz Silvana Gallardo quien interpreta a Rosario la ama de llaves, era la esposa del actor Billy Drago.
Escenas explícitas:
- La violación de Rosario la ama de llaves llevada a cabo por los 5 miembros de la banda.
- La violación de Carol la hija de Kersey y su muerte (empalada en una verja).
La venganza personal de 'El vigilante' Paul Kersey:
- Kersey en esta secuela es más planificador y metódico ... y solo se dedica a buscar a los responsables de la violación y asesinato de su hija.
- Kersey recorre nocturnamente las calles y suburbios de Los Ángeles disfrazado de vagabundo.
¿Así que crees en Dios? ... Ahora vas a ir con él. (Paul Kersey).
Ochoa dice que hace cuatro años, Kersey mató a 9 personas en NYC pero fueron 10.
- La fallecida actriz Jill Ireland quien interpreta a la novia de el arquitecto Paul Kersey (Charles Bronson) era la mujer de Bronson en la vida real.
- Un joven Laurence Fishburne interpreta a 'Cutter' uno de los 5 integrantes de la pandilla callejera.
- La fallecida actriz Silvana Gallardo quien interpreta a Rosario la ama de llaves, era la esposa del actor Billy Drago.
Escenas explícitas:
- La violación de Rosario la ama de llaves llevada a cabo por los 5 miembros de la banda.
- La violación de Carol la hija de Kersey y su muerte (empalada en una verja).
La venganza personal de 'El vigilante' Paul Kersey:
- Kersey en esta secuela es más planificador y metódico ... y solo se dedica a buscar a los responsables de la violación y asesinato de su hija.
- Kersey recorre nocturnamente las calles y suburbios de Los Ángeles disfrazado de vagabundo.
¿Así que crees en Dios? ... Ahora vas a ir con él. (Paul Kersey).
Ochoa dice que hace cuatro años, Kersey mató a 9 personas en NYC pero fueron 10.
14 de marzo de 2014
14 de marzo de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segunda parte de las aventuras del arquitecto justiciero Paul Kersey. Siete años después del asalto sufrido por su familia en Nueva York, Paul vive en Los Angeles con una nueva compañera sentimental y su hija que poco a poco va recuperándose de las secuelas. Sin embargo, la historia se repite y esta vez los delincuentes se ceban con la hija del protagonista a la que violan y acaba muriendo ensartada en una verja después de huir de sus agresores. También es atacada brutalmente la asistenta doméstica que sufre en sus carnes una salvaje violación. Kersey decide ponerse manos a la obra y limpiar de escoria los barrios de Los Angeles. Pero a diferencia de la primera parte esta vez sí que va en busca de quienes atacaron a su hija.
Entre los maleantes distinguimos a un joven Lawrence Fishburne, que junto a sus compinches harán de las suyas en las calles de Los Angeles, igual o más peligrosas que las de Nueva York. Bronson se encargará de todos uno a uno, con la ayuda del jefe de policía neoyorkino interpretado de nuevo por Vincent Gardenia. En esta película la violencia es más gráfica. Hay escenas muy duras, como la de la violación de la empleada doméstica o los tiroteos que Bronson mantiene con los malos.
La música corre a cargo del rockero miembro de Led Zeppelin, Jimmy Page, cuyo trabajo fue nominado con un razzie a la peor banda sonora del año. La verdad es que la música es bastante floja. Cuando Kersey pasea con su familia la música es suave y hermosa pero cuando aparecen los delincuentes suenan unos punteos de guitarra estridentes y reiterativos. En la película también se critican los métodos científicos para tratar a los criminales, así como el uso de pistolas eléctricas para reducirlos. Lo que queda bien claro es que el método más efectivo es el de Bronson, es decir, un buen balazo en la cabeza.
Entre los maleantes distinguimos a un joven Lawrence Fishburne, que junto a sus compinches harán de las suyas en las calles de Los Angeles, igual o más peligrosas que las de Nueva York. Bronson se encargará de todos uno a uno, con la ayuda del jefe de policía neoyorkino interpretado de nuevo por Vincent Gardenia. En esta película la violencia es más gráfica. Hay escenas muy duras, como la de la violación de la empleada doméstica o los tiroteos que Bronson mantiene con los malos.
La música corre a cargo del rockero miembro de Led Zeppelin, Jimmy Page, cuyo trabajo fue nominado con un razzie a la peor banda sonora del año. La verdad es que la música es bastante floja. Cuando Kersey pasea con su familia la música es suave y hermosa pero cuando aparecen los delincuentes suenan unos punteos de guitarra estridentes y reiterativos. En la película también se critican los métodos científicos para tratar a los criminales, así como el uso de pistolas eléctricas para reducirlos. Lo que queda bien claro es que el método más efectivo es el de Bronson, es decir, un buen balazo en la cabeza.
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