Clave: Omega
1983 

5.4
1,714
Intriga. Thriller. Acción. Drama
La mujer de Lawrence Fassett, un agente de la CIA, es asesinada por dos enmascarados que, según todos los indicios, obedecían órdenes de Maxwell Danforth, poderoso jefe de la Central de Inteligencia Americana. Fassett sigue la pista de la organización clandestina Omega, posiblemente vinculada con el KGB. (FILMAFFINITY)
12 de febrero de 2010
12 de febrero de 2010
36 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debo admitir, en primer lugar, que me cuesta horrores creer que “Clave: Omega” sea una peli de Peckinpah. Pero lo es. Concretamente, la última. Me cuesta creerlo -así, a bote pronto- porque no atisbo en ella ni el menor rastro de su poética. Ni el menor rastro de su desaliento, ni de su desconsuelo, ni de su amargura, ni de su nihilismo. Ni el menor rastro de ese discurso descarnado y pesimista que siempre caracterizó al cine de Pecki. Un cine tosco y bruto, sí, pero terriblemente intenso y visceral.
“Clave: Omega”, en cambio, es el típico thriller concebido única y exclusivamente para entretener al personal. Un thriller efectivo, sí, pero un thriller -en definitiva- en el que solo aflora el Pecki más frívolo y superficial. El de la cámara lenta, el de la violencia a destajo, el de la misoginia más inicua, el de la acción más trepidante… Solo ese Pecki es el que aparece en su último film.
Aún así, si te van las pelis de espionaje, los repartos con muchas caras conocidas y unas breves pinceladas de denuncia político-social, probablemente pasarás un buen rato viendo “Clave: Omega”. Pero poco más. La mera curiosidad, quizás, de escuchar un último balazo. El último de Sam.
“Clave: Omega”, en cambio, es el típico thriller concebido única y exclusivamente para entretener al personal. Un thriller efectivo, sí, pero un thriller -en definitiva- en el que solo aflora el Pecki más frívolo y superficial. El de la cámara lenta, el de la violencia a destajo, el de la misoginia más inicua, el de la acción más trepidante… Solo ese Pecki es el que aparece en su último film.
Aún así, si te van las pelis de espionaje, los repartos con muchas caras conocidas y unas breves pinceladas de denuncia político-social, probablemente pasarás un buen rato viendo “Clave: Omega”. Pero poco más. La mera curiosidad, quizás, de escuchar un último balazo. El último de Sam.
7 de agosto de 2006
7 de agosto de 2006
22 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera parte es bastante interesante, a pesar de las ridículas grabaciones del asesinato de la mujer de Fasset. Nos ofrece buenas dosis de tensión, intriga y sentido del humor –la entrevista al tardo militar, o cuando Fesset no es capaz de cambiar la señal del televisor y se ve obligado a actuar como improvisado hombre del tiempo–.
Pero a partir de la mitad, la acción toma demasiado protagonismo y, lo que es peor, el argumento degenera bastante.
La música es regular tirando a mala.
Fasset vuelve a ser otro personaje demencial en la irregular carrera de John Hurt, un actor impredecible, capaz de regalarnos en el mismo año trabajos soberbios y detestables.
Pero a partir de la mitad, la acción toma demasiado protagonismo y, lo que es peor, el argumento degenera bastante.
La música es regular tirando a mala.
Fasset vuelve a ser otro personaje demencial en la irregular carrera de John Hurt, un actor impredecible, capaz de regalarnos en el mismo año trabajos soberbios y detestables.
6 de enero de 2014
6 de enero de 2014
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta crítica la escribo sobre todo porque me da la sensación que nadie se entera muy bien de qué va, a tenor de lo que puedo dilucidar de las críticas de los demás usuarios. Este argumento que precisamente no queda nada claro y que si lo sacas no tiene ni pies ni cabeza es precisamente la prueba de su mediocridad. Eso sí, una mediocridad con encanto y digna de verse. Entretenida, gran reparto de la época, chicas guapas y crítica social..eso sí, ésta última deslucida por lo poco creíble de la historia, que hacen poco creíble lo criticado. Una pena...sigo en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Bien, ¿qué pasa con el Sr. Fassett? Le asesinan a su mujer unos supuestos agentes de la KGB por orden del jefe de la CIA, interpretado por Lancaster.
Se supone que estos agentes son los amigos de Rutger Hauer y prepara su venganza contra ellos y Lancaster. Hasta ahí bien. El problema surge cuando se desenmascara que los tres amigos son solo evasores de impuestos, que Omega y el cuento de que son agentes de la KGB es una manipulación del propio Fassett, y que la venganza buscada es solo contra el jefe de la CIA, por lo que utiliza a Rutger haciéndole chantaje para que éste le ponga contra las cuerdas en su programa de televisión.
¿Y de verdad para hacerle ese chantaje hacía falta montar todo ese tinglado y matar a sus amigos? Digo yo que podría haberlo simplificado mucho, e igual que engañó a Lancaster de que tenían a una pandilla de agentes, idear algún plan más simple y directo en el que no fuera todo tan complicado y en la que murieran tantos inocentes que ni pinchan ni cortan en su drama personal.
Se supone que estos agentes son los amigos de Rutger Hauer y prepara su venganza contra ellos y Lancaster. Hasta ahí bien. El problema surge cuando se desenmascara que los tres amigos son solo evasores de impuestos, que Omega y el cuento de que son agentes de la KGB es una manipulación del propio Fassett, y que la venganza buscada es solo contra el jefe de la CIA, por lo que utiliza a Rutger haciéndole chantaje para que éste le ponga contra las cuerdas en su programa de televisión.
¿Y de verdad para hacerle ese chantaje hacía falta montar todo ese tinglado y matar a sus amigos? Digo yo que podría haberlo simplificado mucho, e igual que engañó a Lancaster de que tenían a una pandilla de agentes, idear algún plan más simple y directo en el que no fuera todo tan complicado y en la que murieran tantos inocentes que ni pinchan ni cortan en su drama personal.
18 de enero de 2007
18 de enero de 2007
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clave omega, es la última película del singular realizador Sam Peckinpah, famoso por la violencia que imprimió a la mayoría de sus películas (sobre todo sus westerns), sus excesos con el alcohol y drogas, y sus problemas con las productoras a la hora del montaje final.
Ignoro si Clave Omega, tuvo estos susodichos problemas con el corte final, pero no me extrañaría ya que el final resulta absurdamente abrupto.
Por otra parte, este es un thriller la mar de entretenido, y que cuenta con un reparto espectacular: Hurt, Hauer, Hopper, Lancaster, T. Nelson,..
La tensión está bien llevada, y la acción muy bien rodada (como no, siendo Peckinpah!). De los actores destaco a Craig T. Nelson. El pero como ya digo viene de ese final altamente insatisfactorio, pero al margen de ello, un thriller bastante más que reseñable.
Recomendable.
Ignoro si Clave Omega, tuvo estos susodichos problemas con el corte final, pero no me extrañaría ya que el final resulta absurdamente abrupto.
Por otra parte, este es un thriller la mar de entretenido, y que cuenta con un reparto espectacular: Hurt, Hauer, Hopper, Lancaster, T. Nelson,..
La tensión está bien llevada, y la acción muy bien rodada (como no, siendo Peckinpah!). De los actores destaco a Craig T. Nelson. El pero como ya digo viene de ese final altamente insatisfactorio, pero al margen de ello, un thriller bastante más que reseñable.
Recomendable.
20 de febrero de 2014
20 de febrero de 2014
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película altamente enrevesada, confusa y poco entendible hasta que se llega a un final en el que se explica todo. Pero es entonces cuando uno se da cuenta de que tanto giro de guion era innecesario y poco creíble. Hay que resaltar que el reparto es de lujo, con un Rutger Hauer luchando con John Hurt como protagonistas de la historia. Los secundarios están bastante aceptables, Craig T. Nelson, Dennis Hopper (tiene menos protagonismo) o Chris Sarandon, y con un Burt Lancaster veterano que se adorna como cabeza visible de la CIA.
Pero no se confundan. Aquí no hay espías: hay poca KGB en una historia donde prima la defraudación y los pechos al aire, donde el ambiente ochentero se deja sentir hasta en la dirección del siempre eficiente Sam Peckinpah, donde la música no consigue conectar en ningún momento a espectador y película, donde las explosiones y los disparos suenan como sonaban en mi infancia y, al fin y al cabo, donde la coherencia de la historia es casi lo de menos. Aunque sí hubiese sido justo un poco menos de confusión.
Pero no se confundan. Aquí no hay espías: hay poca KGB en una historia donde prima la defraudación y los pechos al aire, donde el ambiente ochentero se deja sentir hasta en la dirección del siempre eficiente Sam Peckinpah, donde la música no consigue conectar en ningún momento a espectador y película, donde las explosiones y los disparos suenan como sonaban en mi infancia y, al fin y al cabo, donde la coherencia de la historia es casi lo de menos. Aunque sí hubiese sido justo un poco menos de confusión.
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