La venganza del bergantín
5.8
175
Aventuras. Acción
El capitán Ralls surca los mares tropicales en busca de un tesoro de perlas escondido en el territorio de un enorme pulpo. Sam Rosen, otro marinero, busca lo mismo, lo que les llevará a enfrentarse, pero no sólo por las perlas, sino también por el amor de una bella indígena. (FILMAFFINITY)
28 de diciembre de 2012
28 de diciembre de 2012
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pensaba que me iba a encontrar con otra de esas películas de aventuras olvidables que solo permanecen en el recuerdo de algún cinéfilo por el hecho de que salga un legendario actor. Pero no, la sorpresa fue grata.
Reúne todos los elementos de las películas clásicas de aventuras, aunque con unos aires más dramáticos, ya que cuenta con escasas escenas de acción. El protagonista es una mezcla de héroe fatalista y rudo, pero lo más curioso es que ese hombre es John Wayne y está más enamorado que nunca. La chica es Gail Russell, una actriz venida a menos, que compartió cartel con el mismo en "El ángel y el pistolero", donde tuvieron un sonado romance.
Para mi gusto la relación entre el protagonista y el antagonista resulta muy ambigua y poco creíble.
Quiero resaltar una escena en la que John Wayne camina hacia la cámara con una mirada penetrante y llena de rabia, que acaba agarrando del pelo a Gail Russell, sencillamente escalofriante.
Para estar tan olvidada me parece una película bastante entretenida, sencilla y curiosa. Mi nota; 6'5
Reúne todos los elementos de las películas clásicas de aventuras, aunque con unos aires más dramáticos, ya que cuenta con escasas escenas de acción. El protagonista es una mezcla de héroe fatalista y rudo, pero lo más curioso es que ese hombre es John Wayne y está más enamorado que nunca. La chica es Gail Russell, una actriz venida a menos, que compartió cartel con el mismo en "El ángel y el pistolero", donde tuvieron un sonado romance.
Para mi gusto la relación entre el protagonista y el antagonista resulta muy ambigua y poco creíble.
Quiero resaltar una escena en la que John Wayne camina hacia la cámara con una mirada penetrante y llena de rabia, que acaba agarrando del pelo a Gail Russell, sencillamente escalofriante.
Para estar tan olvidada me parece una película bastante entretenida, sencilla y curiosa. Mi nota; 6'5
24 de febrero de 2016
24 de febrero de 2016
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aventura melodramática realmente atípica dentro de la filmografía del gran John Wayne.
Buen papel de John Wayne.
Recomendable para todo aquél que guste de las clásicas películas de aventuras marinas.
Buen papel de John Wayne.
Recomendable para todo aquél que guste de las clásicas películas de aventuras marinas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Una venganza, dos amantes que viven sus vidas por separado pero donde la mujer espera a estar unos instantes con su amado para morir, un final donde el héroe de la historia se suicida.... para estar por siempre junto a su amada perdida...... En fin, se trata de una historia sin aparente final feliz, donde los aparentemente buenos mueren para poder estar, por fin, juntos.....
Se trata en definitiva, a mi juicio, de una buena historia de aventuras con un final desafortunado que, quizá por ello, ha permanecido injustamente olvidada.
En parte y debido a las secuencias de la lucha contra el pulpo gigante y el final donde Wayne muere ahogado en una inmersión como buzo, me ha recordado a otra gran y anterior película protagonizada por John Wayne donde este también hace un papel de anti-héroe, y donde también al final muere, si bien en un final no tan idílico como el que aquí se nos presenta.
También presenta alguna que otra similitud con una película posterior en lo referente al detalle de las perlas y al ambiente marino.... Me refiero a la magnífica película "Todos los hermanos eran valientes", de Robert Taylor.
Se trata en definitiva, a mi juicio, de una buena historia de aventuras con un final desafortunado que, quizá por ello, ha permanecido injustamente olvidada.
En parte y debido a las secuencias de la lucha contra el pulpo gigante y el final donde Wayne muere ahogado en una inmersión como buzo, me ha recordado a otra gran y anterior película protagonizada por John Wayne donde este también hace un papel de anti-héroe, y donde también al final muere, si bien en un final no tan idílico como el que aquí se nos presenta.
También presenta alguna que otra similitud con una película posterior en lo referente al detalle de las perlas y al ambiente marino.... Me refiero a la magnífica película "Todos los hermanos eran valientes", de Robert Taylor.
18 de septiembre de 2021
18 de septiembre de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de aventuras que podría recordar, perfectamente además, a Raoul Walsh. Hombre con pasado que intenta redimirse, no se sabe por qué, de algo que le atormenta. Intuyes que puede ser una mujer, o un asesinato, algo terrible en todo caso.
Bien narrada, detallista, con un guión que va mostrando las cosas poco a poco, con tintes exóticos y es trasfondo romántico que endulza las tramas y hace aflorar sentimientos encontrados y rivalidades entre los personajes. John Wayne enfrentado con Luther Adler y la chica que es Gail Russell componen los vértices de la estructura argumental de la cinta. Personajes bien definidos y con esquemas muy elementales, como se predica del género de aventuras.
Es la mejor película que he visto del director hasta ahora: El último Gánster (1937), Batallón de construcción (1944), Prueba heroica (1949), El gran Jim McLain (1952), y El Gavilán pistolero (1963). Ruso de nacimiento, hombre emigrado a EE.UU. director que transitó del silente al sonoro, y probablemente un gran hombre de la industria. 37 películas son muchas para ser un outsider.
Bien narrada, detallista, con un guión que va mostrando las cosas poco a poco, con tintes exóticos y es trasfondo romántico que endulza las tramas y hace aflorar sentimientos encontrados y rivalidades entre los personajes. John Wayne enfrentado con Luther Adler y la chica que es Gail Russell componen los vértices de la estructura argumental de la cinta. Personajes bien definidos y con esquemas muy elementales, como se predica del género de aventuras.
Es la mejor película que he visto del director hasta ahora: El último Gánster (1937), Batallón de construcción (1944), Prueba heroica (1949), El gran Jim McLain (1952), y El Gavilán pistolero (1963). Ruso de nacimiento, hombre emigrado a EE.UU. director que transitó del silente al sonoro, y probablemente un gran hombre de la industria. 37 películas son muchas para ser un outsider.
13 de abril de 2024
13 de abril de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Singular y sorprendente esta obra de aventuras, La venganza del bergantín (Wake of the Red Witch, 1949), de Edward Ludwig, con guion de Harry Brown y Kenneth Garnet, que adapta una novela de Garland Roark, tanto por su estructura discontinua, con varios, y en algunos casos, dilatados, saltos en el tiempo, a través de diversos flashbacks, con diferentes perspectivas (que reconfiguran la percepción del relato), como por una deriva que comienza con el áspero retrato de un capitán de barco, Ralls (John Wayne), que nos es presentado obligando a unos marineros a golpearse como castigo, y que finaliza con un inesperado canto a un amor que supera los límites del tiempo, en la línea de obras como Jenny (1948), de William Dieterle, frecuentes en aquellos años. El primer tramo, conducido por la voz en off del segundo oficial, Rosen (Gig Young), dibuja el retrato de este capitán con trazos que parecen resaltar su carácter hosco, cruel y poco simpático, con algunos brotes violentos, en particular, cuando bebe de modo considerable, como acontece cuando agrede con saña a su primer oficial, Loring (Jeff Corey), que ha cuestionado el relato de unos acontecimientos. Esa discrepancia, con respecto a las indicaciones de un rumbo, está relacionada con que Loring protege los intereses de la empresa y Ralls más bien quiere sabotearla. De hecho, su propósito, que consigue materializar, es hundir el barco. Pero nada es lo que parece, o poco se puede comprender de sus motivaciones, relacionadas con un forcejeo interior que dura ya años como se comprenderá a medida que progrese la narración; de ahí que el relato comience con él permitiendo que dos hombres peleen largamente, acorde a su pelea interior, o resentimiento enquistado. Empezarán a precisarse esas motivaciones, el por qué de su hosquedad, en cuanto entre en escena Sidneye (Luther Adler), dueño de la empresa Bajtak (que inspiraría el nombre de la productora de Wayne, aunque un error de la secretaria determinaría que la k final fuera reemplazada por una c). Sidneye, que ha quedado confinado a una silla de ruedas (en correspondencia con el enquistamiento de su obstinación inflexible), relatará a Rosen, en la isla en la que vive, el por qué de la agria disputa entre él y Ralls que se ha alargado en el tiempo que ha encadenado sus respectivas amarguras como si fueran tentáculos de un mismo cuerpo.
Rosen es el invitado en un drama del que no tiene idea alguna. No sabe por qué Ralls quiso hundir ese barco y cree que llegan a esa isla porque meramente aspiran a conseguir unas perlas. Le intriga que Sidneye haya interpuesto una barrera que impide la salida de su barco así como las indicaciones de Teleia (Adela Mara), por la que se siente atraído, cuando le indica que no acepte la invitación a comer que le ha hecho Sidneye. Pero acude, quizá porque ella le atrae y porque quiere dejar de sentirse en las sombras como si fuera partìcipe de un drama, que le afecta, pero del que desconoce su guion. Los sucesos del pasado vendrán revelados por Sidneye a través de un largo flashback que se iniciarán con los momentos previos al instante en el que Sidneye encontró atado a Rails en unas maderas a la deriva, castigo de unos nativos por querer seducir a una nativa (en esos momentos previos ha quedado patente la crueldad de Sidneye, porque al ver que un tripulante se ha desmayado tras sufrir dieciseis latigazos le indica al capitán que le dén los nueve restantes estipulados). Sidneye hace un trato con él, prometerle ser el capitán del navío si le indica en qué isla hay numerosas perlas que poder conseguir. Pero las tiranteces surgirán cuando ambos se sientan atraídos por la misma mujer, Angelique (Gail Rusell), y aquel que no acepta ser rechazado, Sidneye, decida casarse con ella con la aceptación de su padre, el diplomático francés Desaix (Henri Daniell), para quien es más importante la cuestión de clase o posesión de dinero. Ella se convertirá en botín tan anhelado como las perlas para quien no acepta que su voluntad no sea complacida.
Rosen es el invitado en un drama del que no tiene idea alguna. No sabe por qué Ralls quiso hundir ese barco y cree que llegan a esa isla porque meramente aspiran a conseguir unas perlas. Le intriga que Sidneye haya interpuesto una barrera que impide la salida de su barco así como las indicaciones de Teleia (Adela Mara), por la que se siente atraído, cuando le indica que no acepte la invitación a comer que le ha hecho Sidneye. Pero acude, quizá porque ella le atrae y porque quiere dejar de sentirse en las sombras como si fuera partìcipe de un drama, que le afecta, pero del que desconoce su guion. Los sucesos del pasado vendrán revelados por Sidneye a través de un largo flashback que se iniciarán con los momentos previos al instante en el que Sidneye encontró atado a Rails en unas maderas a la deriva, castigo de unos nativos por querer seducir a una nativa (en esos momentos previos ha quedado patente la crueldad de Sidneye, porque al ver que un tripulante se ha desmayado tras sufrir dieciseis latigazos le indica al capitán que le dén los nueve restantes estipulados). Sidneye hace un trato con él, prometerle ser el capitán del navío si le indica en qué isla hay numerosas perlas que poder conseguir. Pero las tiranteces surgirán cuando ambos se sientan atraídos por la misma mujer, Angelique (Gail Rusell), y aquel que no acepta ser rechazado, Sidneye, decida casarse con ella con la aceptación de su padre, el diplomático francés Desaix (Henri Daniell), para quien es más importante la cuestión de clase o posesión de dinero. Ella se convertirá en botín tan anhelado como las perlas para quien no acepta que su voluntad no sea complacida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero para que la visión de conjunto, o de los hechos, sea completa, será necesaria la aportación, en otros dos flashbacks posteriores, de Teleia, sobrina del abogado Van Schreeven. Ambos están relacionados con los dos posteriores reencuentros, el primero siete años después, de Ralls y Angelique. Dos relatos que, por un lado, exponen cómo su amor superaba el tiempo, las dilatadas separaciones y la distancia y, por otro, ponen en evidencia la implícita e interesada manipulación, por omisión, del relato de Sidneye sobre Ralls, ya que la vida del primero se sostiene sobre su obcecada rivalidad con el segundo; sin él es nada, ya que se ha casado más bien por Angelique por la soberbia de quitarle a él un amor correspondido; su finalidad, como Sidneye reconoce que es en general, es destruir. Entre luchas acuáticas con pulpos que dificultan la extracción de perlas, violentos enfrentamientos de Ralls con el padre de Angelique durante una ceremonia nativa y rescate de tesoros en barcos hundidos, se va desarrollando, en una sorprendente estructura, un sugestivo relato sobre las equívocas apariencias y la huidiza verdad, evolucionando del descarnado relato inicial sobre un hombre cuya violencia se debe a la privación de un amor al intenso canto amoroso, en el que el primer hundimiento no es más que el símbolo de un dolor, el del amor truncado, y la inmersión final en el barco hundido, el reencuentro, más allá de los límites del tiempo, con el amor añorado.
Alexander Zárate
elcinedesolaris.blogspot.com
Alexander Zárate
elcinedesolaris.blogspot.com
30 de julio de 2020
30 de julio de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
John Wayne se nos cala la gorra de marinero en esta ocasión y se nos planta a bordo de un navío que surca los mares del Sur en el siglo XIX, donde encarnará a un poco escrupuloso capitán, buscador de perlas, así como sostendrá una encarnizada rivalidad con su armador que, además, pretende robarle a la chica ( Gail Russell).
La historia no está bien contada. El director recurre a sucesivos flash backs, así como a diferentes puntos de vista que, en mi opinión, entorpecen la narración. A mí, por lo menos, me ha resultado bastante embarullada y no tenía por qué, ya que la historia, en realidad, es bastante sencilla. Los personajes no están bien definidos. No los comprendo muy bien, no sé por qué actúan así ni qué buscan realmente.
Es una peli con pocos medios así que no veremos muchas escenas de acción ( más bien ninguna). Algunas escenas románticas que son lo mejor del film aunque, en algún momento, también resultan artificiosas y un final también poco comprensible para mí, me impide apreciarla lo suficiente como para darle más nota,
Sí que tiene algunas buenas escenas sueltas pero eso es todo. Para completistas, nada más.
La historia no está bien contada. El director recurre a sucesivos flash backs, así como a diferentes puntos de vista que, en mi opinión, entorpecen la narración. A mí, por lo menos, me ha resultado bastante embarullada y no tenía por qué, ya que la historia, en realidad, es bastante sencilla. Los personajes no están bien definidos. No los comprendo muy bien, no sé por qué actúan así ni qué buscan realmente.
Es una peli con pocos medios así que no veremos muchas escenas de acción ( más bien ninguna). Algunas escenas románticas que son lo mejor del film aunque, en algún momento, también resultan artificiosas y un final también poco comprensible para mí, me impide apreciarla lo suficiente como para darle más nota,
Sí que tiene algunas buenas escenas sueltas pero eso es todo. Para completistas, nada más.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here