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Tiempo de revancha

Thriller. Cine negro El ex-sindicalista Pedro Bengoa, previa "limpieza" de su pasado, consigue trabajo en las minas de la empresa Tulsaco, donde se reencuentra con un antiguo compañero quien, pasado algún tiempo, le propone un plan: simular un accidente y hacerse pasar por mudo para cobrar una indemnización. Pero algo inesperado sucede... (FILMAFFINITY)
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Críticas 30
Críticas ordenadas por utilidad
22 de septiembre de 2005
56 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aristarain es uno de los mejores directores latinoamericanos de todos los tiempos. Para mí es el mejor, junto a Berlanga. Películas como ésta apoyan mi teoría.
Incluso creo que debería ser considerado muy importante dentro del panorama mundial.
En general me gusta más cualquier película suya que cualquiera de Bertolucci, Visconti o Eisenstein. Cito estos a botepronto, teniendo en cuenta las marcadas tendencias socialcomunistas presentes en gran parte de su cine, pero independientemente de sus ideas personales. Con esto lo que quiero decir es que se puede hacer crítica social sin apartarse de lo que es el auténtico cine (es resumen, una narración audiovisual ENTRETENIDA).

El cine de Aristarain es discursivo, pero nada teatral, y siempre cuenta con actores expertos en estas lides. Esto le permite rodar cómodamente aun con bajos presupuestos, pudiendo desarrollar libremente sus ideas (tanto políticas como cinematográficas).
La película comienza con un reflejo de los conflictos laborales en una mina que se salta todas las normas de seguridad. Algunos empleados trazan un plan para salir de allí y recibir una cuantiosa indemnización. Pero todo sale mal y un compañero muere. Luppi le sustituirá y se hará pasar por mudo hasta cobrar esa indemnización. Pero el dueño de la empresa es poderoso y está dispuesto a lo que sea para vengarse.
No podía faltar el ex-sindicalista desencantado que se ha dado de morros con el mundo real, otra vez interpretado por Luppi. Lo que me gusta es que casi nunca los muestra como hombres totalmente íntegros, sino con sus debilidades y contradicciones, como todo el mundo.
Una narración en la que se suceden las escenas agobiantes nos llevará hasta un final digno de la mejor colaboración Buñuel-Dalí.
jastarloa
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27 de diciembre de 2010
32 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorprende, a bote pronto, que “Tiempo de revancha” sea -precisamente- de Aristarain. Sorprende -y gratamente, por cierto- porque muy poco parece tener que ver este peliculón con ese halo nostálgico y esas largas peroratas filosóficoexistencialistas a las que Aristarain nos tiene acostumbrados. Y aunque no con ello quiero decir que, por norma general, me moleste o me disguste el cine más reciente del argentino, sí me gustaría dejar bien claro aquí y ahora que “Tiempo de revancha” es, a mi juicio, su mejor película. Mis razones son tres y muy sencillas:

Me atrae, me seduce y me atrapa, por ejemplo, su dirección. Su pulso vigoroso. Su tempo narrativo. Su magistral y calculado crescendo. La naturalidad y la sencillez, en definitiva, con la que Aristarain nos mete de lleno en su historia y nos lleva en volandas hasta un final de auténtico impacto.

Me atrae, me seduce y me atrapa, por ejemplo, su mensaje. Y no sólo porque éste sea sedicioso, rojeras o reivindicativo. Me gusta su mensaje porque, fundamentalmente, es honesto. Y ello constata, por lo tanto, que se puede ser contundente y combativo hasta las trancas sin caer, necesariamente, en la demagogia.

Me atrae, me seduce y me atrapa, por ejemplo, Federico Luppi. Un actorazo que -una vez más- borda su papel y que se tira, ojito al dato, más de media película sin articular una sola palabra. Tremendo.

Lo que no acabo de entender, sin embargo, es la escasísima repercusión de la que ha disfrutado esta peli. Y más teniendo en cuenta que ganó, merecidamente, un porrón de premios en 1982. En cualquier caso, me alegra muchísimo haberla descubierto casi por azar. Sin que nadie me la haya recomendado especialmente. Os aseguro que hallazgos así no tienen precio.
Taylor
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3 de febrero de 2009
25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de denuncia casi siempre peca de maniqueísmo y de tono discursivo, problemas en los que años más tarde la obra de Aristarain caería con frecuencia. "Tiempo de revancha" es valiosísima porque presenta un modo completamente diferente de abordar temas sociales espinosos, que es el de mezclar géneros y no subrayar demasiado el aspecto ideológico.

Probablemente la dictadura militar obligó al director argentino a un esfuerzo de sutileza, como en España les ocurrió unos años antes a Buñuel, Berlanga o Bardem. Mediante un guión excelente, sin los monólogos propios de su autor, va montando una trama de suspense mucho más pendiente de emular a Hitchcock que de parecerse a Ken Loach.

La cultura laboral y empresarial que se retrata es inhumana y cruel, pero nada que no sea creíble en la Argentina de la dictadura militar, y porque no, de la democracia. Tampoco los protagonistas son personajes de una pieza. Aristarain es de izquierdas, y por supuesto los sindicalistas acaban mejor parados, pero tampoco son trigo limpio y sólo una punzada de dignidad los acaba salvando.

Un cine de estas características no se sostiene sin buenos actores. Si Federico Luppi hablara inglés le habría robado más de un papel a Gene Hackman, y gente como Julio De Grazia o Ulises Dumont son la definición del término "secundario de lujo".
Felipe Larrea
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15 de febrero de 2008
21 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adolfo Aristarain nos ha legado algunas de las películas más recordadas del cine de habla hispana de las últimas décadas, como las magistrales 'Un lugar en el mundo' y 'Martín (Hache)', pero ello lo ha hecho en el contexto de una cinematografía rica y llena de interés, entre las cuales 'Tiempo de revancha' aparece como una obra destacada.

Narrada con soltura, Aristarain nos adentra en la experiencia luchadora de un Federico Luppi inmenso como siempre, que se enfrenta al reto imposible de imponerse a una gran empresa, representando lo que en el pasado era llamado 'contradicción entre capital y trabajo'. No escapan a ella los ecos de los últimos tiempos de la dictadura argentina, ni las crudas realidades de la Argentina de los ochenta, pero la perspectiva se concentra en ese viejo conflicto entre el asalariador y el asalariado, que no deja de evocarnos los numerosos accidentes laborales con resultado de muerte que suceden en España.

Así pues, una obra de buen cine y portadora de experiencias que no son las de Argentina, sino que son las de todos.
branhunter
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2 de octubre de 2007
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
En plena decadencia de la dictadura militar argentina autodenominada "Proceso de Reorganización" esta cinta denunció oportunamente el miedo, la afrenta y la callada rebelión de un país sin advertirlo la censura de aquellos años. ¡Y plena de suspenso y entretenimiento!

Relato atravesado por simulaciones (los personajes niegan ser lo que son), desmoronamientos (minerales, morales, políticos, sociales y hasta urbanos -con una Buenos Aires demolida por la invasión de autopistas), enterezas y debilidades, gestos y sobreentendidos (se manifiesta mucho más de lo que se dice) en un formato de género que oculta la intención política.

En esos tiempos, el pasado es perturbador (el abuelo vasco republicano así lo acusa; el sindicalismo combativo debe ser escondido) hasta que implosiona en la conducta social de cada personaje atacando la convivencia de cada uno de ellos sumisos y soberbios, carneros y cancheros.

Actuaciones notables de casi todos los actores. Las escenas en la Patagonia, están ágilmente dosificadas y narradas. En ningún momento cae en lo panfletario ni en lo maniqueo como terminó cansando el cine argentino pocos años más tarde.

Personalmente recuerdo cuando la descubrí de adolescente en un cine de la calle Lavalle, en el centro porteño, esquivando los escombros de las avasallantes rutas y con las calles viajadas de dudosos Falcones.
¡¡Ah, Tulsaco es la misma companía minera que hará negocios en la década siguiente -con capitales españoles- en la antiliberalista "Un lugar en el mundo"!!
FerZan
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