Amuleto
4.8
343
Terror
Tomaz es un refugiado que ha escapado de la guerra que sufre su país natal. Perseguido por su pasado, encuentra cobijo en una casa claustrofóbica y medio en ruinas en la que habita una joven mujer y su madre enferma. A medida que comienza a enamorarse de su nueva compañera de piso, Tomaz siente que una presencia maligna podría estar viviendo con ellos y poniendo su vida en peligro. (FILMAFFINITY)
28 de julio de 2020
28 de julio de 2020
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amulet (2020), primera película de la hasta ahora actriz inglesa Romola Garai, recurre al género del terror fantástico, no sin varias fallas y problemas, para componer una historia en la que muestra a un homeless que es acogido en una casa en la que una hija cuida a su madre que sufre un raro malestar.
Por Nicolás Bianchi
La película comienza con alguna toma interesante, por su composición, de un soldado que cuida un puesto en el que no hay nadie, más allá de él, en medio de un bosque durante una guerra que parecería ocurrir en Europa Oriental, aunque no hay precisiones al respecto. El hombre encuentra un amuleto de madera enterrado en la tierra (tampoco sabemos por qué decidió hacer un pozo) que se asemeja a una virgen pagana, con una suerte de concha que rodea su cabeza, y más adelante recibirá la inesperada visita de una mujer que huye, aunque de nuevo no se sabe de qué.
En breve se entenderá que todo lo que suceda en el puesto de guerra es un largo flashback del pasado del protagonista que ahora trabaja como obrero por jornadas y vive en una situación bastante precaria. Entonces, luego de que se incendie la pensión u hogar en donde vive, Tomas (Alec Secareanu) será amparado por un convento, en el que luego de pasar una noche y ser alimentado, conocerá a la hermana Claire (Imelda Staunton) que lo ubicará en una casa cercana en la que viven dos mujeres.
Magda (Carla Juri) es una joven mujer que pasa los días atendiendo a su madre que en apariencia sufre una grave enfermedad. La casa está muy descuidada, con manchas de humedad y de todo tipo por las paredes, baños que no funcionan del todo bien y demás cuestiones para las que la presencia de Tomas puede ser útil. A cambio, es copiosamente alimentado, ya que Magda es una excelente cocinera.
Por Nicolás Bianchi
La película comienza con alguna toma interesante, por su composición, de un soldado que cuida un puesto en el que no hay nadie, más allá de él, en medio de un bosque durante una guerra que parecería ocurrir en Europa Oriental, aunque no hay precisiones al respecto. El hombre encuentra un amuleto de madera enterrado en la tierra (tampoco sabemos por qué decidió hacer un pozo) que se asemeja a una virgen pagana, con una suerte de concha que rodea su cabeza, y más adelante recibirá la inesperada visita de una mujer que huye, aunque de nuevo no se sabe de qué.
En breve se entenderá que todo lo que suceda en el puesto de guerra es un largo flashback del pasado del protagonista que ahora trabaja como obrero por jornadas y vive en una situación bastante precaria. Entonces, luego de que se incendie la pensión u hogar en donde vive, Tomas (Alec Secareanu) será amparado por un convento, en el que luego de pasar una noche y ser alimentado, conocerá a la hermana Claire (Imelda Staunton) que lo ubicará en una casa cercana en la que viven dos mujeres.
Magda (Carla Juri) es una joven mujer que pasa los días atendiendo a su madre que en apariencia sufre una grave enfermedad. La casa está muy descuidada, con manchas de humedad y de todo tipo por las paredes, baños que no funcionan del todo bien y demás cuestiones para las que la presencia de Tomas puede ser útil. A cambio, es copiosamente alimentado, ya que Magda es una excelente cocinera.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Garai, muy lentamente, construye un ambiente de suspenso en torno a lo que verdaderamente sucede en la casa. La primera revelación se produce cuando Tomas descubre, porque al quedarse como huésped en algún momento lo iba a hacer, que la madre en verdad no está enferma sino que parece poseída, como muerta en vida. Mientras su cuerpo aparenta estar en proceso de descomposición algún tipo de fuerza maligna la mantiene con vida. Para peor, cada tanto la anciana da a luz a unas pequeñas y horrendas criaturas, parecidas a murciélagos, que cuentan con una filosa dentadura. Las mujeres, Magda y la hermana Claire, lo que verdaderamente hacen es custodiar al demonio hasta que muere.
La construcción de los elementos de terror y suspenso en la película no constituye una gran novedad en el género pero son funcionales. La casa es ciertamente un lugar suficientemente desagradable y atemorizante, al igual que la anciana poseída, el monstruo. En alguna escena en la que Magda y Tomas salen de la casa, para hacer compras o para bailar en un pub también se sugiere la idea de que algo más sucede con la joven. Sus movimientos, su comportamiento no se condicen con los de una treintañera del común, aunque quizás todo sea por la situación extraordinaria que le toca vivir.
El gran problema de la película es que se queda corta, o sin tiempo, para sostener todo el giro argumental que se plantea en el desenlace. Nada era del todo lo que parecía. Al final, las mujeres resultan ser una suerte de vengadoras y exorcistas feministas, porque cazan o atrapan hombres que han ejercido violencia contra mujeres. Ahora bien, el 90 por ciento del film al espectador se le ofrece el punto de vista de quien, por aquel pasado en la guerra, era un victimario.
Es más, no es hasta el final que Tomas deja de parecer un ex soldado que todavía vive un trauma. Si a esto le sumamos todas las cuestiones que no están suficientemente ligadas a la trama de la historia, como por ejemplo el mismo amuleto que le da título a la película, el resultado es una película fallida, con unas últimas secuencias que opacan algunos méritos anteriores. Amulet falla, en definitiva, en algo de lo más importante, que es la solidez de su argumento.
La construcción de los elementos de terror y suspenso en la película no constituye una gran novedad en el género pero son funcionales. La casa es ciertamente un lugar suficientemente desagradable y atemorizante, al igual que la anciana poseída, el monstruo. En alguna escena en la que Magda y Tomas salen de la casa, para hacer compras o para bailar en un pub también se sugiere la idea de que algo más sucede con la joven. Sus movimientos, su comportamiento no se condicen con los de una treintañera del común, aunque quizás todo sea por la situación extraordinaria que le toca vivir.
El gran problema de la película es que se queda corta, o sin tiempo, para sostener todo el giro argumental que se plantea en el desenlace. Nada era del todo lo que parecía. Al final, las mujeres resultan ser una suerte de vengadoras y exorcistas feministas, porque cazan o atrapan hombres que han ejercido violencia contra mujeres. Ahora bien, el 90 por ciento del film al espectador se le ofrece el punto de vista de quien, por aquel pasado en la guerra, era un victimario.
Es más, no es hasta el final que Tomas deja de parecer un ex soldado que todavía vive un trauma. Si a esto le sumamos todas las cuestiones que no están suficientemente ligadas a la trama de la historia, como por ejemplo el mismo amuleto que le da título a la película, el resultado es una película fallida, con unas últimas secuencias que opacan algunos méritos anteriores. Amulet falla, en definitiva, en algo de lo más importante, que es la solidez de su argumento.
30 de julio de 2020
30 de julio de 2020
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera incursión como guionista y directora de la actriz Romola Garai lleva como título ‘Amulet’. Se configura como una cinta de terror, dónde los elementos asfixiantes y atmosféricos están muy logrados. El gran problema de la película radica en su ritmo. Durante la primera hora de metraje ocurren pocas cosas, me invade el estupor y lo soporífero se adueña de la narración. Es como contemplar un documental de la 2, tumbado en el sofá tras haber degustado una copiosa comida.
Garai impone una estética minuciosa en el detalle, jugando con planos y encuadres en un despliegue técnico de innegable calidad. Las escenas andan marcadas por una quietud estirada en el tiempo al máximo, en un notable ejercicio visual que no tiene la contrapartida de la acción, ni de un guión que lo secunde. Un bello envoltorio que esconde bajo sus múltiples capas, lo exiguo como premio.
Alec Secareanu da vida a un hombre que huye de la guerra. No se ha desempeñado en el frente. Custodiaba uno de esos siniestros puestos de control, que tan difícil hacen la vida a los civiles. Convertido en refugiado, una religiosa (Imelda Staunton) le va a proporcionar cobijo en una casa ávida de reformas. Allí va a convivir con una joven (Carla Juri) y su madre gravemente enferma, aquejada de crónicos dolores.
‘Amulet’ socava el estado psicológico del protagonista por dos vías: los recuerdos de aquellos tiempos de armas, en forma de sucesivos flashbacks; y la atracción física que siente sobre su compañera, atrapada por una madre requerida de continuas atenciones. En su tercio final la cinta, sin desviarse un ápice de los recursos típicos del género, se esfuerza por esclarecer el entramado. Una apelación feminista en forma de vendetta que quizá llega demasiado tarde.
Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es
Garai impone una estética minuciosa en el detalle, jugando con planos y encuadres en un despliegue técnico de innegable calidad. Las escenas andan marcadas por una quietud estirada en el tiempo al máximo, en un notable ejercicio visual que no tiene la contrapartida de la acción, ni de un guión que lo secunde. Un bello envoltorio que esconde bajo sus múltiples capas, lo exiguo como premio.
Alec Secareanu da vida a un hombre que huye de la guerra. No se ha desempeñado en el frente. Custodiaba uno de esos siniestros puestos de control, que tan difícil hacen la vida a los civiles. Convertido en refugiado, una religiosa (Imelda Staunton) le va a proporcionar cobijo en una casa ávida de reformas. Allí va a convivir con una joven (Carla Juri) y su madre gravemente enferma, aquejada de crónicos dolores.
‘Amulet’ socava el estado psicológico del protagonista por dos vías: los recuerdos de aquellos tiempos de armas, en forma de sucesivos flashbacks; y la atracción física que siente sobre su compañera, atrapada por una madre requerida de continuas atenciones. En su tercio final la cinta, sin desviarse un ápice de los recursos típicos del género, se esfuerza por esclarecer el entramado. Una apelación feminista en forma de vendetta que quizá llega demasiado tarde.
Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es
11 de septiembre de 2020
11 de septiembre de 2020
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mal surge en todas partes, enraíza y expande. Se dice que no entiende de raza, edad o nombre… Pero, ¿y si entendiera de géneros?
Tras huir de la guerra, Tomaz ha llegado a Inglaterra y malvive en la calle. Tras sufrir un ataque racista, es auxiliado por una monja que le llevará a la casa de Magda, quien le ofrece techo a cambio de ayudarle con su madre enferma. Con el paso de los días, crecen las sospechas de Tomaz acerca de la enfermedad de la madre.
Amulet es la sorprendente ópera prima de la actriz Romola Garai, quien se atreve con una película de terror que coquetea con varios géneros sin perder el norte en momento alguno. Autora también del guion, Garai plantea una historia repartida en dos tiempos y lugares, con tan solo cinco personajes para sostener una trama en la que el personaje central, Tomaz, es la bisagra entre los dos tiempos y si no funcionara como personaje, Amulet se hundiría en el primer punto de giro.
Garai crea los personajes y las relaciones entre ellos con pocos elementos, gracias a que todos comparten la misma motivación: huir para cambiar de vida, pero siempre hay algo que se lo impide como puede ser la guerra, una madre enferma o unas heridas psíquicas que parecen no curar jamás. Cierto es que la historia del pasado necesitaría haber tenido mayor desarrollo, pero aun así se entiende a la perfección el peso que tiene en la trama. Solo voy a poner dos pegas al guion: pierde mucha intensidad en cuanto la historia se aleja de la casa y el epílogo es innecesario ya que redunda y sobrexplica, eliminando parte del poso final.
Otro acierto de Amulet es su equipo técnico, la fotografía de Laura Bellingham es capaz de impactar tanto con un bosque milenario como con la casa podrida hasta los cimientos, los efectos especiales no rehúyen el gore y generan el asco y el dolor requerido, la música de Sarah Angliss ayuda a hacer más inquietante la atmósfera; y es que el gran acierto de esta película es su apuesta por la atmósfera antes que por el susto fácil.
El nivel interpretativo es alto, sobre todo gracias a la química existente entre Alec Secareanu como el atribulado Tomaz y Carla Juri, quien interpreta a Magda, atención a esta actriz porque me ha parecido un todo terreno con un rostro capaz de transmitir mucho. Imelda Staunton es el rostro más conocido y lo que menos me ha convencido del casting, no porque su interpretación sea mala sino porque Imelda Staunton ES Imelda Staunton y su papel hubiera necesitado alguien menos conocido.
Naturalista y de ritmo lento, la ópera prima de Romola Garai nos recuerda a otro debut que juega con elementos parecidos como es Relic de Natalie Erika James, aunque para mi, Amulet es más honesta en su planteamiento y desarrollo.
Amulet es una película que te sorprenderá.
https://www.terrorweekend.com/2020/09/amulet-review.html
Tras huir de la guerra, Tomaz ha llegado a Inglaterra y malvive en la calle. Tras sufrir un ataque racista, es auxiliado por una monja que le llevará a la casa de Magda, quien le ofrece techo a cambio de ayudarle con su madre enferma. Con el paso de los días, crecen las sospechas de Tomaz acerca de la enfermedad de la madre.
Amulet es la sorprendente ópera prima de la actriz Romola Garai, quien se atreve con una película de terror que coquetea con varios géneros sin perder el norte en momento alguno. Autora también del guion, Garai plantea una historia repartida en dos tiempos y lugares, con tan solo cinco personajes para sostener una trama en la que el personaje central, Tomaz, es la bisagra entre los dos tiempos y si no funcionara como personaje, Amulet se hundiría en el primer punto de giro.
Garai crea los personajes y las relaciones entre ellos con pocos elementos, gracias a que todos comparten la misma motivación: huir para cambiar de vida, pero siempre hay algo que se lo impide como puede ser la guerra, una madre enferma o unas heridas psíquicas que parecen no curar jamás. Cierto es que la historia del pasado necesitaría haber tenido mayor desarrollo, pero aun así se entiende a la perfección el peso que tiene en la trama. Solo voy a poner dos pegas al guion: pierde mucha intensidad en cuanto la historia se aleja de la casa y el epílogo es innecesario ya que redunda y sobrexplica, eliminando parte del poso final.
Otro acierto de Amulet es su equipo técnico, la fotografía de Laura Bellingham es capaz de impactar tanto con un bosque milenario como con la casa podrida hasta los cimientos, los efectos especiales no rehúyen el gore y generan el asco y el dolor requerido, la música de Sarah Angliss ayuda a hacer más inquietante la atmósfera; y es que el gran acierto de esta película es su apuesta por la atmósfera antes que por el susto fácil.
El nivel interpretativo es alto, sobre todo gracias a la química existente entre Alec Secareanu como el atribulado Tomaz y Carla Juri, quien interpreta a Magda, atención a esta actriz porque me ha parecido un todo terreno con un rostro capaz de transmitir mucho. Imelda Staunton es el rostro más conocido y lo que menos me ha convencido del casting, no porque su interpretación sea mala sino porque Imelda Staunton ES Imelda Staunton y su papel hubiera necesitado alguien menos conocido.
Naturalista y de ritmo lento, la ópera prima de Romola Garai nos recuerda a otro debut que juega con elementos parecidos como es Relic de Natalie Erika James, aunque para mi, Amulet es más honesta en su planteamiento y desarrollo.
Amulet es una película que te sorprenderá.
https://www.terrorweekend.com/2020/09/amulet-review.html
5 de julio de 2021
5 de julio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mal asesorado, decidí dar una oportunidad a esta cinta de terror a pesar del suspenso que le dedican en esta santa casa. A veces se acierta, a veces no. Hoy hemos fallado, no estrepitosamente, pero sin duda me la podía haber ahorrado. Tomaz es un refugiado en lo que debe ser Reino Unido, ya que aunque no se aclara la peli es inglesa, procedente de alguna guerra de las producidas en los Balcanes. Este extremo tampoco se aclara pero de infiere. Arrastra un trauma y es acogido por una simpática familia compuesta por una monja, una joven bastante raruna y su madre moribunda.
Mientras acepta hacer de manitas en una casa cochambrosa hasta la arcada, percibe que la enfermedad de la madre de la chica es aún mas rara y turbia. Al mismo tiempo desarrolla ciertos sentimientos por la joven que parecen correspondidos. Pero dejemos de hablar de la trama porque todo transcurre tan despacio, se cuenta haciendo tal abuso de los planos largos con banda sonora tétrica y amenazadora que a uno le da tiempo a desgranar cada detalle del relato diez veces. Buenos encuadres, buena fotografía y un ambiente sofocante que no puede eludir que el ritmo plano está cerca de provocarnos un coma. Sí, estamos ante otro de esos exponentes de cine de terror en los que hay que armarse más de paciencia que de valor.
Llegados al colofón, entramos en el tupido mundo de las sobrexplicaciones, necesarias, eso sí, para entender algo; qué sería de este tipo de cine sin los socorridos flashbacks. Es un reconocimiento implícito de la propia directora y guionista de que sin ese recurso nadie entendería nada. Pero ni aun así nos sentimos satisfechos, porque algunas cosas quedan cojas. Se mete con calzador el destino final de Tomaz, en un final que se alarga en exceso, buscando retorcernos la cadera, cuando lo que queremos ya es pasar a otra cosa, y entregándonos algo muy distinto a lo que se nos estaba ofreciendo hasta entonces. Producto claramente mal terminado, aunque una vez resuelto reconocemos que no es una idea mala. Pero mal terminada.
Mientras acepta hacer de manitas en una casa cochambrosa hasta la arcada, percibe que la enfermedad de la madre de la chica es aún mas rara y turbia. Al mismo tiempo desarrolla ciertos sentimientos por la joven que parecen correspondidos. Pero dejemos de hablar de la trama porque todo transcurre tan despacio, se cuenta haciendo tal abuso de los planos largos con banda sonora tétrica y amenazadora que a uno le da tiempo a desgranar cada detalle del relato diez veces. Buenos encuadres, buena fotografía y un ambiente sofocante que no puede eludir que el ritmo plano está cerca de provocarnos un coma. Sí, estamos ante otro de esos exponentes de cine de terror en los que hay que armarse más de paciencia que de valor.
Llegados al colofón, entramos en el tupido mundo de las sobrexplicaciones, necesarias, eso sí, para entender algo; qué sería de este tipo de cine sin los socorridos flashbacks. Es un reconocimiento implícito de la propia directora y guionista de que sin ese recurso nadie entendería nada. Pero ni aun así nos sentimos satisfechos, porque algunas cosas quedan cojas. Se mete con calzador el destino final de Tomaz, en un final que se alarga en exceso, buscando retorcernos la cadera, cuando lo que queremos ya es pasar a otra cosa, y entregándonos algo muy distinto a lo que se nos estaba ofreciendo hasta entonces. Producto claramente mal terminado, aunque una vez resuelto reconocemos que no es una idea mala. Pero mal terminada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena final me llamó la atención por un motivo relacionado con algo que ya he señalado: no se menciona donde transcurre la acción, ni de que guerra procede Tomaz. En la gasolinera, Magda paga en euros, pero se la ve circulando por el carril derecho, propio de la Europa continental, en un coche con el volante también a la derecha, es decir, un coche británico. Y por una carretera que atraviesa lo que parecen los Highlands escoceses. No deben ser los Highlands, y quizá es que Magda volvió desde Inglaterra al país de origen de Tomaz para encontrar a la mujer que este violó durante la guerra y darle el "mensaje" de que su violador ha sido castigado.
11 de octubre de 2020
11 de octubre de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ópera prima de la actriz conocida por títulos como Dirty Dancing 2 (Guy Ferland, 2004), o Los Últimos Días en Marte (Ruairi Robinson, 2013), que está protagonizada por Alec Secăreanu (Tierra de Dios, 2017), Carla Juri (Blade Runner 2049, 2017) y Imelda Staunton (Harry Potter y La Orden del Fenix, 2007).
Tomaz es un refugiado que ha escapado de la guerra que sufre su país natal. Perseguido por su pasado, encuentra cobijo en una casa claustrofóbica y medio en ruinas en la que habita una joven mujer y su madre enferma. A medida que comienza a enamorarse de su nueva compañera de piso, Tomaz siente que una presencia maligna podría estar viviendo con ellos y poniendo su vida en peligro.
La película cuenta una historia vista en innumerables ocasiones de forma original, con cierta sensibilidad en el romance protagonista y dando hincapié en los traumas de los personajes principales, a lo que ayudan unas actuaciones muy solventes. Por contraparte un ritmo con altibajos claros y un inicio aburrido empañan la buena labor de producción presente en la cinta, ya que mucha gente saldrá de la película antes de que la historia arranque. Su psicotrópico final liga los cabos sueltos de toda la historia de forma eficaz pero atropellada, perdiendo enteros al desarrollar poco la mejor parte de la cinta.
Amulet es una correcta ópera prima con muchas ideas muy interesantes que pone el nombre de su directora en el mapa, pero un ritmo excesivamente irregular y un inicio tedioso provocan que la película resulte aburrida en ciertos momentos para el espectador.
Nota personal 5/10
Tomaz es un refugiado que ha escapado de la guerra que sufre su país natal. Perseguido por su pasado, encuentra cobijo en una casa claustrofóbica y medio en ruinas en la que habita una joven mujer y su madre enferma. A medida que comienza a enamorarse de su nueva compañera de piso, Tomaz siente que una presencia maligna podría estar viviendo con ellos y poniendo su vida en peligro.
La película cuenta una historia vista en innumerables ocasiones de forma original, con cierta sensibilidad en el romance protagonista y dando hincapié en los traumas de los personajes principales, a lo que ayudan unas actuaciones muy solventes. Por contraparte un ritmo con altibajos claros y un inicio aburrido empañan la buena labor de producción presente en la cinta, ya que mucha gente saldrá de la película antes de que la historia arranque. Su psicotrópico final liga los cabos sueltos de toda la historia de forma eficaz pero atropellada, perdiendo enteros al desarrollar poco la mejor parte de la cinta.
Amulet es una correcta ópera prima con muchas ideas muy interesantes que pone el nombre de su directora en el mapa, pero un ritmo excesivamente irregular y un inicio tedioso provocan que la película resulte aburrida en ciertos momentos para el espectador.
Nota personal 5/10
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