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Sobre el globo de plata

Ciencia ficción El film utiliza la ficción para acercarse más a la filosofía que a lo estrictamente científico y/o tecnológico. A fuerza de pura cinematografía, en escenarios naturales y sin mayores efectos especiales que algunos pocos filtrados, Zulawski reflexiona aquí sobre lo humano a través de una prosa poética que da forma a un relato que abreva tanto en las preguntas como en el simbolismo de distintas tradiciones místicas y religiosas. (FILMAFFINITY)  [+]
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
5 de noviembre de 2008
65 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy ir directo al grano: nunca había visto una película como esta. Y también sé que no volveré a ver otra igual.
Esta epopeya de ciencia-ficción polaca narra la fundación de una civilización en un planeta remoto a partir de los supervivientes del choque de una nave espacial y sus descendientes. La historia abarca generaciones, mostrando cómo la "civilización" se pierde gradualmente y da paso a un estado tribal de costumbres cada vez más brutales. A partir de aquí, vísceras, simbolismo religioso y bastante fango.
La película destila un evidente aire teatral, por momentos recuerda a Shakespeare; o a los largos monólogos de los personajes de Tarkovski. La realización es increíblemente sofisticada, con un gran énfasis en el aspecto visual. Predominan los tonos fríos, grises y azules, que dibujan un mundo inhóspito y hostil. La calidad de la producción es sorprendente, con decorados y escenarios naturales de gran tamaño y una extraña belleza. Aun así, el realizador no se ahorra escenas de violencia brutal, y se regodea en ambientes malsanos y desagradables.
Esta es una película de esas que no se hacen, de esas que nadie haría. De hecho, se presenta como obra inacabada, y en algunos tramos una narración sustituye a las escenas que no pudieron completarse. El hecho de que exista es ya una razón de peso para verla, porque nunca habrá otra igual, y ya somos afortunados de tener esta.
Guajesen
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9 de mayo de 2010
50 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
He aquí una película con una clara vocación de convertirse en mito o, como se dice ahora, en “film de culto”. Pero con un problema fundamental: el guión. Una trama carente de sentido y coherencia que quiere expresar ideas trascendentales, pero que sólo consigue articular un discurso verborreico, insoportable y pretencioso, sin pies ni cabeza, de resonancias místicas más o menos explícitas. En suma, un gigantesco caos mental, sin duda compartido por el autor de la novela y el director de la película, que, pretendiendo alcanzar lo sublime, caen con frecuencia, si no en lo ridículo (le salva de ello el que la película tiene sus valores desde un punto de vista visual), sí, al menos, en lo absurdo.

Cuando se quiere proponer un discurso metafísico hay que haber comprendido mínimamente, al menos, algunas ideas básicas, pero la “filosofía” de los Zulawski está al nivel mental de un adolescente inquieto con pretensiones de asombrar con su originalidad a los adultos. Da la impresión que los autores hayan leído algún compendio de metafísica y, no habiendo entendido nada, hayan sacado la conclusión de que todo aquello que no se entienda y sea raro debe necesariamente ser, a la inversa, metafísico y genial.

Evocar a Shakespeare o a Tarkovsky —como se lee en una crítica— porque toda la película tenga un marcado —y atractivo, todo hay que decirlo— aire teatral o unas aspiraciones transcendentalistas, me parece que sólo puede interpretarse como una broma. Es cierto que puesta en escena, ambientación, decorados, fotografía, son bastante aceptables, incluso en ocasiones, notables; casi diría que un buen ejemplo de que no hace falta gastarse millones de dólares para recrear con fuerza y convicción un universo fantástico. Lástima que esta salvable dimensión visual de la película ceda al final a unos excesos más o menos “gore”, totalmente innecesarios, que sólo ponen de manifiesto una infantil voluntad de impresionar y que resultan simplemente grotescos.

En la misma línea de “autoestima” está ese final en el que el director, sin duda convencido de su genialidad, no puede evitar la tentación de mostrarse a sí mismo en unas imágenes “místico-evanescentes” más bien penosas. Está claro que el subrayado de la pérdida de una quinta parte de la película (sea real o ficticio, dato que ignoro) es utilizado, en cualquier caso, como mezquina argucia comercial para contribuir a una deseada —pero imposible— mitificación de un film que, si bien tiene ciertos valores estéticos no desdeñables, queda como globalmente irrelevante por la vaciedad pretenciosa de su contenido intelectual.
Ludovico
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21 de junio de 2020
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al disponerse a ver una película que dura casi 3 horas, que nadie conoce, experimental, filosófica, de bajo presupuesto, inconclusa y encima de ciencia ficción, hay que estar preparado para encontrarse desde lo más descabellado y soporífero, hasta la mayor obra maestra del séptimo arte. Ese es el rango en que se mueve una película de este tipo, una verdadera Caja de Pandora. Al destaparla, el resultado puede ir para cualquiera de los dos lados.

No voy a "spoilar" en esta parte, pero la película tiene una magnifica primera hora, y una caótica hora y media final. Desde el comienzo el director nos avisa que es una película cuyas partes se han perdido o no se completaron por falta de presupuesto, y que serán remplazadas por una voz en "off" que explicará lo faltante. A mi criterio las partes que faltan parecen más interesantes que las que no están, o al menos dan más ganas de haberlas visto que escuchado en "off", pero claro, sin alargar inútilmente la película, porque ya van 3 horas y ¡está incompleta!.

En ciertos puntos puntos me hizo acordar a 2001 Una Odisea Espacial, y en otras a los planos que tiene Tarkovsky en sus películas. Pero lejos está de esos directores, no por una cuestión técnica o tecnológica, sino porque la película parece un rejunte de un montón de ideas puestas a la fuerza, sin importar si encajan o no, y no encastradas bellamente en un rompecabezas como hizo Tarkovsky o Kubrick.

Es una obra pesada, por lo que hay que verla descansado. Recomendada solo para ver algo nuevo, una historia diferente y fresca.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Rodión
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27 de agosto de 2013
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este director polaco ha sido un gran hallazgo para mí (altamente recomendables son Diablo, Lo importante es amar y Posesión). Esta obra en concreto es una disparatada demostración de ingenio en la que la cámara se mueve como si la utilizase un aficionado de forma casera pero en un escenario de ciencia ficción, alejado de la Tierra y propulsando así un distanciamiento que nos hace redescubrir y renacer en nuestro planeta. Los personajes se sitúan al borde de la desesperación y de una desgarradora locura, gritan metáforas y sentencias filosóficas y espirituales que nunca antes había oído y que destacan por su inmensa belleza. Además, mezcla símbolos religiosos de todos los tiempos, para unos seres dolientes que se relacionan constantemente con la muerte, arriesgando su carnalidad como modo de descubrir el mundo.

“El actor es la victoria de la fealdad sobre la belleza del mundo.”
Claudiayelcine
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16 de febrero de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobre el globo de plata (1988) se trata de una de las películas más extrañas que se hayan dirigido nunca. La película, del director polaco Andrzej Zulawski, en realidad se empezó a rodar en la década de los años setenta, pero no fue hasta en el 1988 cuando el director pudo mostrar en cines una versión más o menos fiel de lo que había sido capaz de rodar y montar. Desde entonces, se ha convertido en una película de absoluto culto. Puede verse en Filmin.

Una película tan excéntrica y delirante como Sobre el Globo de Plata no podía más que acarrearle problemas a Zulawski. Por este motivo, la primera parte del rodaje, llevada a cabo en los años setenta, fue detenida por orden gubernamental. Algunas fuentes indican que el motivo era que la producción se había excedido en el presupuesto (1), mientras que otros alegan motivos políticos (2). Viendo la película, la sensación es que es muy probable que fuera una mezcla de ambas.

Por un lado, nos encontramos ante de una las películas del bloque del este más espectaculares que se hayan visto jamás. Capaz de competir de tú a tú con otras películas de Tarkowski (quizá por eso se le ha comparado en ocasiones, aunque en el fondo sean películas diferentes). El despliegue de medios, diseño de vestuarios y la creación de localizaciones es simplemente apabullante. Por otro lado, es obvio que la película toca tantos temas y de una manera tan extravagante que es normal que pudiera suscitar suspicacias dentro del gobierno polaco.

La trama de la película puede evocar a la que encontramos en la obra literaria de los hermanos Strugadski, autores clásicos soviéticos de la ciencia ficción, muy reconocidos en la URSS y los países socialistas, especialmente en la década de los años setenta. Más concretamente en el libro "Es duro ser un Dios", con el cual comparte ciertos aspectos. En dicha novela, nos encontrábamos con un futuro en el que los seres humanos podían viajar a través del espacio y llegaban a un planeta en el que la civilización se había quedado estancada desde hace milenios en la Edad Media.

En Sobre el globo de plata, hay un concepto similar. Una serie de astronautas, que parecen huir de la Tierra por algunos problemas que existen allí (Zulawski inteligentemente es poco claro en este sentido, dejando a la imaginación del espectador lo que realmente sucede) para llegar a un planeta inhabitado.

Pero pronto estos astronautas tendrán descendencia. Por alguna extraña ley de la física, los humanos originales de la tierra pueden vivir más años que sus sucesores, con lo que son testigos de la evolución y el nacimiento de una nueva civilización.

Este tema, el surgimiento de una civilización desde cero, desde el punto de vista de una sociedad con más conocimientos fue siempre una de las obsesiones de la ciencia ficción socialista, que ponía especial hincapié en remarcar como las civilizaciones más primitivas o poco evolucionadas siempre han necesitado creer en un "ser superior". Así, nuestros astronautas, que siguen viviendo mientras su descedencia sigue muriendo y engrendrando, son vistos como una especie de Dios. A la visión socialista se le una la propia visión de Zulawski, de clara influencia católica, lo que crea una distorsión de lo más extravagante.

La película no es solo revolucionaria desde su propia trama. Estílisticamente es espectacular. Resulta íncreible desde todos los puntos de vista. Para empezar, la primera parte de la película está rodada prácticamente en su totalidad desde un punto de vista subjetivo, porque nosotros vemos lo que está grabando uno de los astronautas que llega a este nuevo planeta. Un recurso que desde luego en los años setenta apenas estaba explorado, y que la película utiliza de manera muy inteligente, para poder captar de manera muy teatral los primeros planos de la tripulación.

La película cuenta también con una prodigiosa fotografía, que se apoya en una evidente paleta de colores azules para la recreación de este nuevo universo. La sensación de desesperación se sustenta en esta gama de colores fríos, que se utiliza durante todo el metraje. 

La película cuenta con un diseño increible, que sobre todo resulta soprendente para el espectador occidental. Zulawski intenta recrear una civilización de cero, que no tiene precedentes, y por ello debe "inventar" todo de la nada. Y el resultado es simplemente indescriptible, porque lo que vemos en pantalla no tiene comparación con nada visto anteriormente. De hecho, en ocasiones, la película nos recuerda aquel fallido proyecto de Dune que Jodorowsky no pudo sacar adelante, pero que (a duras penas), sí lo hizo el director polaco. 

Lo mismo debe decirse de unas localizaciones que son de otro planeta. Gran parte de la película está rodada en unas minas de sal (de las cuales hay numerosas en Polonia) que también resultan idóneas para la creación de este particular universo. 

La película tiene como característica (cada uno sabrá si es una virtud o un defecto) el hecho de expresar histrionismo en el noventa por ciento de los díalogos que exclaman los protagonistas. No son seres reales, sino que son personajes que utiliza de manera ex profeso el director para dar rienda suelta a sus delirios. En muchas ocasiones esto resulta exasperante, porque los personajes parecen estar recitando díalogos teatrales, aparentemente cargados de una profundidad que no es tal.

Conclusión

Sobre el globo de plata es más que cine. Es una obra de arte incontestable, que parece venida de otro planeta. 

(1) HALTOF, Marek, Polish National Cinema, Ed.Berghan Books, New York 2002, p.123

(2) MAJSOVA, Natalia, "In Space, Violence Rules: Clashes and Conquest in Science-Fiction Cinema" Militarizing Outer Space: Astroculture, Dystopia and the Cold War, Ed. Springer, 2021, p.138

Crítica escrita para Cinemagavia.es
Kyrios
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