Heli
6.4
2,095
Drama
En un remoto pueblo de México, la población sólo tiene dos medios para ganarse la vida: un empleo mal pagado en una ensambladora de automóviles, donde trabaja Heli (Armando Espitia), o trabajar para el cártel de droga de la región. Estela (Andrea Vergara), una niña de doce años y hermana de Heli, se ha enamorado perdidamente de un joven, Beto (Armando Espitia), un cadete de la policía que le propone escapar para poder casarse. (FILMAFFINITY) [+]
4 de diciembre de 2013
4 de diciembre de 2013
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Heli no es una película más sobre el régimen del terror de los narcos y su guerra contra la policía y el ejercito mexicano. Heli no cuenta historias de mafiosos que manejan ejércitos de sicarios con actitudes frías y chulescas. Heli no tiene lucecitas, putas, lujos, cocaína esnifada, mujeres guapas que rodean al Jefe del cartel de Sinaloa, coches lujosos, guerra de mafias, tiroteos interminables…
Heli es una historia de niños y jóvenes que han tenido que madurar con urgencia para sobrevivir, de amores con huída hacia delante, de explotados, de chabolas, de terror y silencio.
Amat Escalante, conecta con Los olvidados (Buñuel, 1950) en el retrato de la vida de los habitantes de un poblado sin alma que subsiste del precario empleo de la fábrica de ensamblaje de coches o de ocupar los escalones más bajos del negocio de la droga. Beto de 17 años, enamorado de Estela, 12 , planea la huída de su reducido universo de la única manera posible en ese territorio hostil, el mercadeo de droga sustraída, lo que le va a provocar dramáticas consecuencias a ellos y a su entorno familiar.
El mérito de Escalante es lograr desde el primer momento hacerte prisionero, intencionadamente, de las impactantes imágenes de su film. A primera hora de la mañana, por una carretera poco transitada, una camioneta trasporta dos cuerpos inertes escoltados por siniestros matones. El matón marca la huella de su bota en el rostro ensangrentado del joven herido tumbado en la caja de la furgoneta. En una rápida maniobra detienen el vehículo debajo de una pasarela de peatones que cruza la carretera. Los sicarios descienden rápidamente con uno de los cuerpos y lo cuelgan del puente para escarmiento y advertencia pública. Esto que parece un lugar común en todas las películas de narcos mexicanos, en esta película suena a verdad, a un ejercicio honesto por contar la cruda realidad desde el inicio y de emplazar al espectador a compartir el punto de vista de los protagonistas que viven el problema desde una dimensión diferente a la del estado, la policía y los narcos
Heli es una historia de niños y jóvenes que han tenido que madurar con urgencia para sobrevivir, de amores con huída hacia delante, de explotados, de chabolas, de terror y silencio.
Amat Escalante, conecta con Los olvidados (Buñuel, 1950) en el retrato de la vida de los habitantes de un poblado sin alma que subsiste del precario empleo de la fábrica de ensamblaje de coches o de ocupar los escalones más bajos del negocio de la droga. Beto de 17 años, enamorado de Estela, 12 , planea la huída de su reducido universo de la única manera posible en ese territorio hostil, el mercadeo de droga sustraída, lo que le va a provocar dramáticas consecuencias a ellos y a su entorno familiar.
El mérito de Escalante es lograr desde el primer momento hacerte prisionero, intencionadamente, de las impactantes imágenes de su film. A primera hora de la mañana, por una carretera poco transitada, una camioneta trasporta dos cuerpos inertes escoltados por siniestros matones. El matón marca la huella de su bota en el rostro ensangrentado del joven herido tumbado en la caja de la furgoneta. En una rápida maniobra detienen el vehículo debajo de una pasarela de peatones que cruza la carretera. Los sicarios descienden rápidamente con uno de los cuerpos y lo cuelgan del puente para escarmiento y advertencia pública. Esto que parece un lugar común en todas las películas de narcos mexicanos, en esta película suena a verdad, a un ejercicio honesto por contar la cruda realidad desde el inicio y de emplazar al espectador a compartir el punto de vista de los protagonistas que viven el problema desde una dimensión diferente a la del estado, la policía y los narcos
1 de octubre de 2013
1 de octubre de 2013
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amat Escalante, Palma de oro al mejor director, se ha ganado a pulso un lugar de honor en el nuevo y estimulante cine mexicano. Su tercera película es una de esas historias que no se olvidan con facilidad y que torpedean la memoria quieras o no. Un retrato lapidario de los desiertos que rodean en D. F. y que son escenarios sin ley, con narcotraficantes campando a sus anchas, policías y gobernadores tan saturados de expedientes delictivos como inoperantes, casas destartaladas al lado de fábricas y jóvenes que llevan vidas de adultos y que incurren en los mismos errores que sus mayores. Heli es ante todo una película de vocación social que no debe pasar por una concatenación de planos desagradables. Escalante cuenta vidas y espacios que existen, y en pantalla eso se expresa con un western sucio en el que es difícil determinar quién es el verdugo y quién es la víctima, cómo se llegó a esa situación de total desamparo y cómo se puede poner fin a toda la espiral de infelicidad y violencia.
Todo lo que contiene Heli resulta duro e inexplicable, desde las insoportables torturas contempladas por niños que juegan a la videoconsola al lapidario plano final, que abre la película a un precipicio sin fin en el que el drama desgraciadamente prevalece, se consolida y se vuelve cíclico (la desdicha crea más desgracia y es imposible escapar de un destino marcado en negro de antemano). Cuesta calibrar hasta qué punto una película como Heli, tan impúdica y dolorosa, capaz de abrir tantas ampollas y de escocer a tantos estamentos y niveles, puede abrir la senda de un cambio social en su país de origen, pero Escalante, gracias a la rotundidad de su historia y al notable estilo con el que filma la suciedad de sus fotogramas, ha conseguido sin duda una nueva victoria para el cine mexicano, quién sabe si más avanzado que la propia sociedad que retrata. Cine de efectos pesadillescos. Un logro.
@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
Todo lo que contiene Heli resulta duro e inexplicable, desde las insoportables torturas contempladas por niños que juegan a la videoconsola al lapidario plano final, que abre la película a un precipicio sin fin en el que el drama desgraciadamente prevalece, se consolida y se vuelve cíclico (la desdicha crea más desgracia y es imposible escapar de un destino marcado en negro de antemano). Cuesta calibrar hasta qué punto una película como Heli, tan impúdica y dolorosa, capaz de abrir tantas ampollas y de escocer a tantos estamentos y niveles, puede abrir la senda de un cambio social en su país de origen, pero Escalante, gracias a la rotundidad de su historia y al notable estilo con el que filma la suciedad de sus fotogramas, ha conseguido sin duda una nueva victoria para el cine mexicano, quién sabe si más avanzado que la propia sociedad que retrata. Cine de efectos pesadillescos. Un logro.
@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
23 de noviembre de 2013
23 de noviembre de 2013
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más allá de las fiestas privadas en balcones de hoteles donde, de primeras, difícilmente dejarían entrar a Oprah Winfrey; más allá de los ostentosos yates, donde los empleados de la desmantelada Miramax se hacían fotos para compartirlas más tarde con su familia... y para borrar el más que probable recuerdo de verse nadando por su vida después de que el Gran Jefe Harvey los arrojara por la borda (pausa para respirar), Cannes, como cualquier otro festival cinematográfico del mundo, es un foro de debate de primera categoría. Como dijo aquel sabio, lo único mejor que ver películas es hablar / discutir / debatir sobre ellas. Y así transcurren, para los mortales, los preciadísimos ratos libres en la Croisette. Entre opiniones encontradas que, con pasmosa facilidad, derivan, sin darse cuenta los interlocutores, en la más sangrienta de las polémicas.
En la 66ª edición de dicho certamen, no tuvimos que esperar demasiado para ver cómo la sangre empezaba a brotar, primero de la pantalla, e inmediatamente después del patio de butacas, y de las colas de espera para la siguiente película, y de los espacios designados para tomar café, y del área de prensa, y... En ésta última zona, mientras un energúmeno amenazaba con denunciar a todas las personas ahí presentes si su tablet no le era devuelta en un plazo máximo de cinco minutos (¿lo ven?), un joven periodista mexicano se dedicaba a llevar a cabo, en tono aparentemente mucho más amigable, su propia encuesta. Siempre que se topaba con un compañero que no estuviera excesivamente ocupado haciendo ver que estaba terminando a última hora el artículo del día, le soltaba la misma pregunta que al anterior, y que seguramente al posterior. ''¿Qué le pareció la de Escalante?''
''La de (Amat) Escalante'', para que conste en acta, fue la película encargada aquel año de abrir la Competición de LE Festival. 'Heli', sobre los penosos avatares en una remotísima aldea cuya población depende de la industria automovilística y/o de los cárteles de la droga de la región para seguir adelante, pilló a los asistentes medio descolocados; recién llegados al Palais. Aun así, el material que ofreció (pero sobre todo, ''cómo'' lo ofreció) fue más que suficiente para desatar las primeras pasiones. Por ejemplo, la razón de aquella encuesta improvisada estaba en que al colega mexicano (de quien no habría que descartar que trabajara por alguna oficina de turismo) le preocupaba profundamente la imagen que su compatriota estaba, a su entender, vendiendo de su amado (nunca mejor dicho) país. ''¿Realmente usted cree que esto es así?'' Acostumbraba a ser su segunda pregunta. A partir de ahí, el interrogatorio iba subiendo de tono.
Resultado, quizás, achacable a la inconfundible manera que tiene Escalante (quien por cierto acabó conquistando el Premio a la Mejor Dirección) a la hora de abordar la temática (que, todo sea dicho, es la de siempre en su carrera)... o quizás imputable a un infierno que, sin lugar a dudas, se manifiesta en ciertos lugares de nuestro planeta. Ahí está la trampa en la que muchos quisieron caer. Este director de orígenes fortuita y levísimamemente catalanes nos sitúa en un horror tan extremo que su nacionalidad (que realmente existe y es nombrada) queda relegada casi a la cola en lo que a orden de relevancia se refiere. Dicho de otra manera, si tenemos en cuenta que el lobo pertenece a la familia de los cánidos, entonces el ''Homo homini lupus'' adquiere tantas dimensiones que el pelo empieza a erizarse sólo de pensarlo. La vida de un hombre, tengámoslo por seguro, puede despacharse con la misma frialdad / facilidad con la que se da muerte a un perro que estorba.
La digestión de la cinta, ni falta hace decirlo, exige mucho -muchísimo- estómago (y no sólo hablamos de la que seguramente sea una de las escenas más duras de la temporada que, como ya hiciera 'Hard Candy', a buen seguro hará retorcerse a más no poder al espectador masculino). Amat Escalante se apoya en personajes de corta edad (aquellos que en principio deberían ver con esperanza el futuro) para hablarnos sobre un mundo terriblemente adulto. Personajes encarnados por actores cuya condición amateur en ningún momento es ocultada, pues de ser así, el espíritu del filme quedaría gravemente herido. Al fin y al cabo 'Heli' es una excelente muestra de cómo el buen realismo transforma el ojo del observador en un afiladísimo instrumento capaz de perforar cualquier tejido.
El drama de las drogas, de la familia y de otras calamidades tratado con la violencia, la crudeza y la contundencia que exige la misma realidad. La película, obviamente basada en hechos reales, es el resultado y el vivo reflejo de la convivencia con un terror que sí, existe, que obliga al ser humano a volver a su estado animal (¿se acuerdan de Hobbes?), y que se nos muestra de la única manera mínimamente coherente: como una brutal tortura. En la desembocadura encontramos un impactante documento de denuncia total para un estado tan fallido (al menos en alguna de las regiones que cubre, dejémoslo así) como los valores que dice defender. Esto y la consolidación de un concepto: lo ''escalanfriante'' como síntoma de nuestros tiempos; como rasgo fundamental del terror moderno.
En la 66ª edición de dicho certamen, no tuvimos que esperar demasiado para ver cómo la sangre empezaba a brotar, primero de la pantalla, e inmediatamente después del patio de butacas, y de las colas de espera para la siguiente película, y de los espacios designados para tomar café, y del área de prensa, y... En ésta última zona, mientras un energúmeno amenazaba con denunciar a todas las personas ahí presentes si su tablet no le era devuelta en un plazo máximo de cinco minutos (¿lo ven?), un joven periodista mexicano se dedicaba a llevar a cabo, en tono aparentemente mucho más amigable, su propia encuesta. Siempre que se topaba con un compañero que no estuviera excesivamente ocupado haciendo ver que estaba terminando a última hora el artículo del día, le soltaba la misma pregunta que al anterior, y que seguramente al posterior. ''¿Qué le pareció la de Escalante?''
''La de (Amat) Escalante'', para que conste en acta, fue la película encargada aquel año de abrir la Competición de LE Festival. 'Heli', sobre los penosos avatares en una remotísima aldea cuya población depende de la industria automovilística y/o de los cárteles de la droga de la región para seguir adelante, pilló a los asistentes medio descolocados; recién llegados al Palais. Aun así, el material que ofreció (pero sobre todo, ''cómo'' lo ofreció) fue más que suficiente para desatar las primeras pasiones. Por ejemplo, la razón de aquella encuesta improvisada estaba en que al colega mexicano (de quien no habría que descartar que trabajara por alguna oficina de turismo) le preocupaba profundamente la imagen que su compatriota estaba, a su entender, vendiendo de su amado (nunca mejor dicho) país. ''¿Realmente usted cree que esto es así?'' Acostumbraba a ser su segunda pregunta. A partir de ahí, el interrogatorio iba subiendo de tono.
Resultado, quizás, achacable a la inconfundible manera que tiene Escalante (quien por cierto acabó conquistando el Premio a la Mejor Dirección) a la hora de abordar la temática (que, todo sea dicho, es la de siempre en su carrera)... o quizás imputable a un infierno que, sin lugar a dudas, se manifiesta en ciertos lugares de nuestro planeta. Ahí está la trampa en la que muchos quisieron caer. Este director de orígenes fortuita y levísimamemente catalanes nos sitúa en un horror tan extremo que su nacionalidad (que realmente existe y es nombrada) queda relegada casi a la cola en lo que a orden de relevancia se refiere. Dicho de otra manera, si tenemos en cuenta que el lobo pertenece a la familia de los cánidos, entonces el ''Homo homini lupus'' adquiere tantas dimensiones que el pelo empieza a erizarse sólo de pensarlo. La vida de un hombre, tengámoslo por seguro, puede despacharse con la misma frialdad / facilidad con la que se da muerte a un perro que estorba.
La digestión de la cinta, ni falta hace decirlo, exige mucho -muchísimo- estómago (y no sólo hablamos de la que seguramente sea una de las escenas más duras de la temporada que, como ya hiciera 'Hard Candy', a buen seguro hará retorcerse a más no poder al espectador masculino). Amat Escalante se apoya en personajes de corta edad (aquellos que en principio deberían ver con esperanza el futuro) para hablarnos sobre un mundo terriblemente adulto. Personajes encarnados por actores cuya condición amateur en ningún momento es ocultada, pues de ser así, el espíritu del filme quedaría gravemente herido. Al fin y al cabo 'Heli' es una excelente muestra de cómo el buen realismo transforma el ojo del observador en un afiladísimo instrumento capaz de perforar cualquier tejido.
El drama de las drogas, de la familia y de otras calamidades tratado con la violencia, la crudeza y la contundencia que exige la misma realidad. La película, obviamente basada en hechos reales, es el resultado y el vivo reflejo de la convivencia con un terror que sí, existe, que obliga al ser humano a volver a su estado animal (¿se acuerdan de Hobbes?), y que se nos muestra de la única manera mínimamente coherente: como una brutal tortura. En la desembocadura encontramos un impactante documento de denuncia total para un estado tan fallido (al menos en alguna de las regiones que cubre, dejémoslo así) como los valores que dice defender. Esto y la consolidación de un concepto: lo ''escalanfriante'' como síntoma de nuestros tiempos; como rasgo fundamental del terror moderno.
13 de agosto de 2013
13 de agosto de 2013
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dividiré la critica en dos aspectos, en contenido, forma, y al final un comentario extenso sobre lo que creo fue Heli.
La película trata sobre un tema bastante recurrente en nuestros días: el narcotráfico y todos sus desvaríos. La trama a pesar de que en México se esté exhibiendo en una sala destinada al cine del arte, no está situada bajo un aspecto subjetivo o psicologizante ( regularmente el punto de vista de la vasta colección de la películas categorizadas como de "arte"; por ello es que resulta paradigmática la dirección de Escalante, pulcra, encimosa y distante.
El aspecto técnico y evolutivo de la cinta es apabullante, realmente pocas películas logran ser contadas sin la fanfarronería que supone un blockboster; los tiempos, la edición, los cortes, lo diálogos encajan y no están de sobra, ¿perfeccionista? no lo creo, creo que Escalante es más afortunado y oportunista, prevé y llega justo al momento en donde la toma está ahí.
La película trata sobre un tema bastante recurrente en nuestros días: el narcotráfico y todos sus desvaríos. La trama a pesar de que en México se esté exhibiendo en una sala destinada al cine del arte, no está situada bajo un aspecto subjetivo o psicologizante ( regularmente el punto de vista de la vasta colección de la películas categorizadas como de "arte"; por ello es que resulta paradigmática la dirección de Escalante, pulcra, encimosa y distante.
El aspecto técnico y evolutivo de la cinta es apabullante, realmente pocas películas logran ser contadas sin la fanfarronería que supone un blockboster; los tiempos, la edición, los cortes, lo diálogos encajan y no están de sobra, ¿perfeccionista? no lo creo, creo que Escalante es más afortunado y oportunista, prevé y llega justo al momento en donde la toma está ahí.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un aspecto de suma importancia, es que "Heli" aborda de una manera totalmente diferente la problemática del narcotráfico en México, regularmente son dos las posturas que se toman al respecto, o todo es un nihilismo hedonista en donde los protagonista están sumidos en un goce imbécil del ciclo dinero-drogas-dinero o la opción politiquera-cínica / la comedia critica como fue el caso de "infierno"; en Heli por contrario estamos situados desde el punto de vista "subjetivo" de una familia, en la que vemos cómo de manera desgraciada caen en la lógica del movimiento drogas-dinero-drogas; ya ni siquiera se podría llegar a decir que se trata propiamente del narcotráfico puesto que la idea principal no fue esa, sino ver cómo una familia "sin deberla ni temerla" se convierten en un daño colateral.
Heli en este sentido es un film innovador, ya que si bien el punto de vista es tan pero tan subjetivo ( una familia se mete en problemas porque el novio de su hija esconde droga en su depósito de agua) es decir no nos muestra en ningún momento a los "narcotraficantes" en sus operaciones ilicitas etc., solamente aspectos sesgados, por ejemplo los hombres que entrenan técnicas militares qué nunca dejan en claro cuál es su función dentro de narcotráfico, lo único que sabemos es que su función es de hacer respetar una ley subterránea, ominosa "ya verás que hacemos con las ratas" le dicen a Beto poco antes darle su castigo.
De esta manera Escalante da un acierto sin precedentes en las películas acerca del narcotráfico; nos da una perspectiva en la que toda falta de "objetividad" es decir de toda falta de mostrarnos, darnos razones, o por qués, nos acerca de una manera mucho más radical a la lógica objetiva del narcotráfico: lo único que tenemos son movimientos objetivos de una lógica que no deja sentido tras su paso, y en ese sentido Heli nos da una perspectiva del problema mucho más real ( en sentido lacaniano) que ver el cinismo de la autoridades o el salvajismo de los narcos etc.; Heli es puramente instrumental: es ver cómo una lógica significante opera sin darnos una pequeña significación, Heli es ver cómo está lógica mata y destruye a una familia sin tener a un "sujeto" agente al cual podamos culpar. Quizás por ellos las autoridades que quisieron ayudar a Heli le demandaban que firmará la existencia de algo que no pasó ( que su padre estaba relacionado con el narcotráfico ) sólo para que entonces el expediente tuviera una consistencia y un sujeto a quién perseguir. Heli derriba la intencionalidad dentro del narcotráfico y lo único que queda después de eso, es una pura lógica insensata, fuera de quicio que sigue adelante sin “fin”.
Heli en este sentido es un film innovador, ya que si bien el punto de vista es tan pero tan subjetivo ( una familia se mete en problemas porque el novio de su hija esconde droga en su depósito de agua) es decir no nos muestra en ningún momento a los "narcotraficantes" en sus operaciones ilicitas etc., solamente aspectos sesgados, por ejemplo los hombres que entrenan técnicas militares qué nunca dejan en claro cuál es su función dentro de narcotráfico, lo único que sabemos es que su función es de hacer respetar una ley subterránea, ominosa "ya verás que hacemos con las ratas" le dicen a Beto poco antes darle su castigo.
De esta manera Escalante da un acierto sin precedentes en las películas acerca del narcotráfico; nos da una perspectiva en la que toda falta de "objetividad" es decir de toda falta de mostrarnos, darnos razones, o por qués, nos acerca de una manera mucho más radical a la lógica objetiva del narcotráfico: lo único que tenemos son movimientos objetivos de una lógica que no deja sentido tras su paso, y en ese sentido Heli nos da una perspectiva del problema mucho más real ( en sentido lacaniano) que ver el cinismo de la autoridades o el salvajismo de los narcos etc.; Heli es puramente instrumental: es ver cómo una lógica significante opera sin darnos una pequeña significación, Heli es ver cómo está lógica mata y destruye a una familia sin tener a un "sujeto" agente al cual podamos culpar. Quizás por ellos las autoridades que quisieron ayudar a Heli le demandaban que firmará la existencia de algo que no pasó ( que su padre estaba relacionado con el narcotráfico ) sólo para que entonces el expediente tuviera una consistencia y un sujeto a quién perseguir. Heli derriba la intencionalidad dentro del narcotráfico y lo único que queda después de eso, es una pura lógica insensata, fuera de quicio que sigue adelante sin “fin”.
7 de diciembre de 2013
7 de diciembre de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra muestra de ese cine hiperrealista al alza, con ese endemoniado dilema que arrastra Mexico y en el que esta vez, se nos muestran los daños colaterales del narcotráfico arrastrando al espectador a asistir sin anestesia previa, a una cronología de sucesos atroces, de una contundencia no apta para todos los estómagos y en definitiva, a presenciar el significado de la impotencia en estado puro.
Un casting amateur, un guión parco en palabras y una fotografía muy conseguida de esa zona nada fotogénica del país ayudan a involucrar al espectador en esa brutalidad cotidiana reflejada con tal naturalidad que consigue provocar la conmoción y el estremecimiento instantáneo durante su visionado. Este es el verdadero mérito de Escalante, potenciar el impacto visual sin recurrir a la emotividad.
La falta de nervio en tramos puntuales y la introducción de la escena más desagradable que he visto en mucho tiempo no impiden estar ante una propuesta más que interesante del terror moderno.
Un casting amateur, un guión parco en palabras y una fotografía muy conseguida de esa zona nada fotogénica del país ayudan a involucrar al espectador en esa brutalidad cotidiana reflejada con tal naturalidad que consigue provocar la conmoción y el estremecimiento instantáneo durante su visionado. Este es el verdadero mérito de Escalante, potenciar el impacto visual sin recurrir a la emotividad.
La falta de nervio en tramos puntuales y la introducción de la escena más desagradable que he visto en mucho tiempo no impiden estar ante una propuesta más que interesante del terror moderno.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here