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Cómo tener sexo

Drama Tres adolescentes británicas se van de vacaciones para celebrar sus ritos de iniciación: beber, salir de fiesta y ligar, en lo que debería ser el mejor verano de sus vidas. (FILMAFFINITY)
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Críticas 16
Críticas ordenadas por utilidad
4 de noviembre de 2023
23 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imagen de una generación joven tremendamente dura, primera película de Molly Manning Walker en la que solo con el título irónico de "Como tener sexo" adivinamos por donde van a ir los tiros.

En la película seguimos a tres chicas menores de edad, dos hermanas y una amiga, que pasan unos días de vacaciones en la isla de Creta. El objetivo lo tienen claro, beber como si no hubiera un mañana, bañarse en la playa y la piscina, tomar el sol y acostarse con el primero que les guste. Una de ellas es virgen, por lo que quiere a toda costa tener relaciones para no ser menos que las otras...

Durante el metraje del film iremos viendo como se mueven durante las vacaciones, pero Tara, la protagonista busca algo más que un revolcón en la playa borracha con un idiota...

Estremece ver a estas descerebradas en su periplo de desfase total, donde parece que la diversión radica en cometer toda clase de estupideces mientras estás borracha, ilusionadas por pasar unas vacaciones inolvidables.

Filmada con bastante realismo, la película, con unas interpretaciones de las tres chicas muy buenas, muestran una adolescencia patética, donde no puedes ser puta pero tampoco virgen.

Las relaciones poco satisfactorias, el concepto de violación, el complacer a alguien sexualmente para caerle bien o temas similares se abordan con bastante crudeza. Aunque hay que advertir que causa algo de repelús, ver como se actúa en estas noches locas de juerga y diversión.

Presentada en la Seminci, ha ganado el primer premio en el Festival de cine por mujeres de Madrid.
Destino Arrakis.com
videorecord
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17 de marzo de 2024
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer largometraje de Molly Manning Walker que pone el foco en una triste realidad a la que ya nos hemos acostumbrado en las dos últimas décadas: el turismo de borrachera que muchos jóvenes emprenden en un momento de su vida, normalmente en ese paso del instituto a la universidad, como si fuera una especie de ridículo rito de iniciación a la vida adulta. En este caso, la película nos muestra, con un estilo a veces casi documental, ese viaje que hacen tres adolescentes a Miali, Creta (podría ser perfectamente a Magaluf) como fin de etapa del instituto, mientras esperan las calificaciones para poder entrar a la universidad (su EvAU, o su selectividad, para los que somos más boomers).

Durante media hora larga asistimos (con cierto aburrimiento y bastante desapego por mi parte, tengo que reconocerlo) a los desfases diarios y, sobre todo, nocturnos, de estas tres muchachas que se comportan como auténticas chonis descerebradas. Conocen a otro grupo de mamarrachos y su rutina consiste básicamente en levantarse tarde con resaca, emperifollarse de nuevo para acudir a fiestas sexuales en piscinas y beber hasta perder el conocimiento. Las tres chavalas tienen perfiles diferentes: está la lista (parece la más centrada de las tres), la virgen (a la postre, nuestra protagonista) y la mala (que se cree la más atractiva y parece disfrutar humillando a su amiga virgen e incitándola a que dé el paso de acostarse por fin con cualquier memo borracho en alguna de esas fiestas de Sodoma y Gomera, que diría el Fiti).

La primera parte de la película, como digo, parece más un reportaje de ‘Equipo de investigación’ sobre ese tipo de turismo de desfase, sexo y alcohol para adolescentes. Lo veo con desagrado y cierto rechazo hacia los personajes, he de reconocerlo. Solo falta algún idiota haciendo balconing para completar ese triste y cotidiano retrato. Es el pack completo que parecen vender en muchas agencias de viaje: playa, alcohol, drogas, sexo y balconing. Abstenerse interesados en visitas culturales a la zona.

Afortunadamente, tras 45 minutos de escenas de desmesura alcohólica y comportamientos neandertales, la película centra el foco por fin en el personaje de Mia McKenna-Bruce (la chica virgen) y su primera experiencia sexual. Es a partir de ahí cuando la película se vuelve realmente interesante, tierna y dura también. La actriz hace un trabajo espectacular y la expresividad de su rostro empieza a comerse la pantalla, ofreciendo por fin un relato dramático y reflexivo. Una pena que Molly Manning Walker haya desperdiciado tantos minutos de película mostrando las orgías alcohólicas y no haya centrado más su película en las relaciones de los personajes y en el drama. Aunque entiendo que, quizás, también la intención de la directora era retratar esa especie de distopía alcohólica y el daño que puede llegar a producir.

Me gustó esa segunda parte de la película y la sutileza con la que trata los temas delicados Manning Walker. Es una sutileza algo fría, pero lo suficientemente impactante para sacudir al espectador y ofrecerle por fin una historia potente, una realidad tan amarga como desgraciadamente habitual. La película gana muchos enteros en esa segunda mitad en la que Mia McKenna-Bruce, con sus gestos, con su mirada, nos lo cuenta todo y te sacude por dentro, ciertamente.

Salgo del cine con la sensación de haber visto una película algo irregular en su construcción narrativa, pero necesaria desde el punto de vista pedagógico y social. Es una película de contrastes, de miedos, de vergüenzas y de heridas. Me voy cabreado de la sala, pensando que, a pesar de todo, queda tanto por hacer todavía…
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Juan Manuel Játiva Rosado
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31 de diciembre de 2023
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vacaciones y alcohol a troche y moche nos trae esta película que nos sumerge en la escapada de tres adolescentes británicas que buscan pasar un gran verano.

'How to Have Sex' puede resultar un poco histérica en su comienzo, ante la euforia desmedida de nuestras tres protagonistas (se destaca Mia McKenna-Bruce), algo que tal vez irrite a más de un espectador.

La cinta explora la iniciación sexual, la innecesaria y repudiable presión sobre este asunto y las fiestas nocturnas en las que los/as jóvenes se desmadran.

Existe un manejo de cámara y de situaciones que le imprime un baño de realismo y de entretenimiento (con irregularidades) al relato.

La obra de Molly Manning Walker toca temas delicados y en varias ocasiones remarca las personalidades de los participantes de un modo que, a gusto personal, le juega en contra.

4,5 Alancitos de Vacaciones en Malia sobre 10
Alaneche
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1 de noviembre de 2023
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante pero, para mi gusto, irregular, ópera prima de Molly Manning Walker que, no obstante, imprime su toque personal a una historia de candente actualidad, donde la iniciación al sexo y el consentimiento son los elementos esenciales.

Film del Reino Unido, dinámico, en ocasiones demasiado, un tanto embarullado y sin descanso, que posee momentos de intensidad y sensibilidad, no en vano la amistad es otro punto fuerte del argumento.

Estando bien, y teniendo un seguimiento fácil, creo sinceramente que esta cinta está pensada para los más jóvenes, por ser, al mismo tiempo que un film entretenido, una clara exposición de los peligros que se ciernen sobre las jóvenes, cuando se va de gran fiesta y se bebe demasiado alcohol, con lo que el discernimiento disminuye y las decisiones, por ello, son erróneas o simplemente no se está en condiciones de tomarlas voluntariamente.

Buenas interpretaciones de las tres protagonistas y montaje enérgico, amén de la propia realización, siempre diligente, sabiendo en todo momento el camino a tomar.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/
Baraka1958
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17 de marzo de 2024
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
ARGUMENTO
Tara llega a la isla cretense de Malia junto con sus dos amigas del alma, Skye y Em, para disfrutar de «las putas mejores vacaciones» de su vida, lo que sobre todo incluye beber, desfasar y (empezar a) follar. Están en el final de su adolescencia, así que… si no es ahora, ¿cuándo?

¿POR QUÉ LA ELEGÍ?
En realidad, la película que gozaba de más boletos para ser mi primera elección de entre los estrenos de este fin de semana era ‘El caso Goldman’, a la que adjudiqué un 8 como nota alusiva a mis ganas de verla cuando hice mi habitual repaso de los sábados por la mañana a la lista de novedades de la cartelera. La pestaña de esta ‘How to have sex’ casi la abrí por compromiso, pensando que se trataba de una comedia loca y despendolada para adolescentes, de edad y/o de mentalidad. La sinopsis, las críticas y el trailer me sacaron del error, pero aún así se quedó en el segundo puesto de mis prioridades. El transcurso de mi sábado personal, empero, motivó que mi cuerpo prefiriera una película más visceral, menos intelectual que la francesa. Y me decanté por la propuesta de Manning Walker.

DESDE MI PUNTO DE VISTA
Dejé dicho aquí, en mis comentarios sobre ‘Anatomía de una caída’, que difícilmente se puede pretender militar en el ejército de la cinefilia y no ver, cada año, la cinta premiada con la Palma de Oro de Cannes. Al leer que ‘How to have sex’ ganó en la edición de 2023 del festival el premio a mejor película de la sección ‘Un certain regard’, encontré un nuevo argumento para darle una oportunidad. Y más aún al repasar la lista de obras ganadoras de este galardón desde su creación, en 1998, y comprobar con pasmo que no había visto ni una sola de ellas. Quizá no sea obligatorio para mantener el aprobado cinéfilo ver cada producción merecedora de este reconocimiento, pero creo que puede servir para subir nota, así que fui a por el sobresaliente…

La primera recompensa que encontré, y que ya sospechaba tras ver el trailer, fue de carácter visual. Y creo que estamos ante todo un puntazo, porque al fin y al cabo la cámara retrata las vacaciones de tres jovenzuelas con ganas de mambo. Básicamente, van de la habitación del hotel a la discoteca, y si acaso a la playa. No parece un escenario muy prometedor para alardes fotográficos, pero Nicolas Canniccioni, cuya labor en ‘Génesis‘ ya me conmovió, nos regala un masaje visual que, por inesperado, es muy satisfactorio. Personalmente, se me queda en la retina la secuencia en la que la protagonista recorre la solitaria calle central de la Magaluf cretense ya por la mañana, con los restos del naufragio trufando la escena. Pero más allá de ese momento sublime, en general es una película que seduce desde ese prisma, y eso es algo que no entraba en mis pronósticos.

De nada habría servido que las imágenes fueran muy estimulantes si con ellas la directora, debutante en el terreno del largometraje, no nos transmitiera gran cosa. Pero lo hace, vaya que si lo hace… En su haber le reconozco una gran capacidad para crear atmósfera, para ponernos en situación. Y lo mejor de todo es que triunfa en los variados aspectos que requiere su propio guión. Lo mismo nos evidencia el desparrame hormonal con que las tres muchachas llegan a Malia, que es hábil en mostrárnoslas eufóricas en plena juerga o resacosas unas horas después. No contenta con ello, afronta desfíos más exigentes cuando debe excitar nuestro resentimiento contra esa Skye que, lejos de ser una fraternal amiga, se torna en auténtica víbora; y también cuando, en el último tercio de la película, debe cortarnos el rollo, y provocar nuestra empatía para con el mal trago que está pasando, y que trata de disimular, la protagonista. Estamos, pues, ante un abanico de tonalidades atmosféricas, y Manning Walker las solventa todas con gran eficacia. Aquí hay madera.

Otra cima de esta exitosa cordillera que es ‘How to have sex’ es la interpretación de Mia McKenna-Bruce, a quien hasta ahora no tenía el placer de conocer. Soslayando el hecho de que, con 25 años, el casting le encarga encarnar a una menor de edad, ella asume el reto, y borda el papel. No queda rastro de la loca hormonada que vemos en las primeras secuencias cuando, al final, tenemos delante a una mujer sufriente. Pero ella es tan eficaz en el primer rol como en el último, y también en las gamas de grises que se van sucediendo por el camino. Teniendo en cuenta las hondas diferencias, solo una actriz con mucho talento puede defender este personaje con tal manejo. La película se sujeta sobre sus hombros, y jamás se tambalea.

En resumen, solo tengo buenas palabras hacia mi primera inmersión en una ganadora de ‘Un certain regard’. Igual no va a ser mala idea ver cada año, de aquí en adelante, las películas sucesoras en este palmarés…
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Naroa Lopetegi
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