Impresionante fotografía e intachable entorno. Resulta extremadamente rica a lo ojos esta película, que va más allá de la historia tradicionalmente contada. Àlex Brendemühl, sin embargo, parece algo forzado en ocasiones, aunque sin dejar de subrayar su pulida actuación.

Bonito guiño a la influencia de esta "clase alemana" en esas zonas argentinas, sobre todo con la contraposición del personaje de Natalia Oreiro como alumna y posterior madre de esas escuelas. Hay diálogos, casi al final, que desvelan más incluso si cabe esta influencia.

Sin embargo, se podía haber hecho un uso mayor de la palabra. En ocasiones, los diálogos flotan en la superficie de una historia tan profunda como es ésta... Necesitan más garra, más fuerza, más significación.

El ritmo al final da la sensación de que había "ganas de terminar". Como que lo más importante del filme se narra con dos pinceladas rápidas. Hay cosas que no quedan claras y que dejan al espectador más que con intriga, con necesitad de unir esos flecos que podrían dejarle con un mejor sabor de boca.