A lo que nos tiene acostumbrados James Cameron: Una de cal y otra de arena.

Más que una secuela, esta película parece un remake (o "refrito" en castellano). Las mismas situaciones que en la primera cambiando los personajes (padres por hijos), el escenario (árboles por agua) y los bichos (alas y patas por aletas).

En fin, tres horas y cuarto de aburrimiento, con pocos alicientes y ninguna sorpresa.

Y lo peor de todo: dejan un final abierto para una tercera parte, y me han dicho que piensan hacer hasta una cuarta. En las montañas y el desierto, o viceversa, supongo. Ya me contareis, porque yo no pienso verlas.