La película narra el descenso al infierno de Jacob, incitado por su novia y compañera de trabajo, que representa al demonio que libera su alma quemando las fotos de su pasado (a esta conclusión se llega por las palabras de su quiropráctico: "lo único que arde en el infierno, es la parte de ti que no se va de tu vida, tus recuerdos, tus vínculos... los queman todos allí, pero no para castigarte, liberan tu alma") para así, poder llevarle al infierno, infierno representado por el hospital donde encierran a Jacob, pero del que es rescatado por su particular angel, su quiropráctico, la persona que consigue encaminar al protagonista para que éste pueda reencontrarse con su hijo.

Así, llegamos al final de la historia, y Jacob vuelve a ver a su fallecido hijo, quien lo espera sentado en la escalera que les llevará a ambos al cielo.

La verdad es que el final me ha gustado bastante, a pesar de ir toda la historia dando tumbos.