Tras una serie de secuelas de calidad variable y decreciente, la sexta entrega de esta interminable saga de terror es un formidable paso adelante tras una serie de repeticiones y comercialismos en los que la saga parecía haberse atascado. Nos son reveladas varias preguntas sin respuesta, las trampas van acorde con las víctimas y son tan truculentas como inteligentes; hay sangre, pero justificada. El sucesor de Jigsaw, Hoffman, aquí hace su mejor papel en lo que va de la saga. El prólogo es tan impresionante como dicen, y en el final vuelve el factor sorpresa que echábamos de menos desde la primera entrega.
Realmente, merece la pena. Y aunque hay mucha sangre, creo que no se merecía esa infausta X. Pero bueno, si no es en cines, será por la web (como yo) o finamente en DVD.

Esta entrega supone, más que una aventura independiente, una alabanza a la saga original. Por lo que lo llamo cariñosamente un remix de Bond, muy entretenido y espectacular.

Acción no le falta, quizás sí inteligencia, pero eso a la película no la quita el puesto de gran cine de evasión.
Brosnan hace además una amplia galería, implantando en su Bond el carácter de los anteriores. Muy interesante. Además, siendo su despedida, se puede decir que hemos disfrutado.

Espectacular.

Mucha sangre y poco guión. Ésa fué la conclusión que saqué tras ver esta tercera entrega de las andanzas de Puzzle, Jigsaw para los americanos. El prólogo es alucinante y los últimos diez minutos son muy buenos, pero: ¿qué hay del resto?. El resto es una sucesión de trampas gore, destinadas no a producir miedo, ni a provocar suspense, sino a satisfacer a los aficionados al gore más puro. Se salva, aunque es de lo peor de la saga y una gran decepción.

La quinta entrega de la saga arregla mucho la misma tras el embrollo provocado por la anterior, aunque sigue sin explicar varias de las preguntas que llevamos haciendo desde hace ya dos películas. Pero aún así, el entretenimiento es sólido y el conjunto general es mucho mejor que la tercera y la cuarta. El agente Straham hace un correcto papel conductor y Hoffman está mucho mejor planteado que en la cuarta. El final además, y al contrario de lo que opina mucha gente, es completamente inesperado aunque no llegue al nivel de sorpresa de la primera. Lo que falla son las pruebas intermedias de varias víctimas, que no son tan interesantes, y algo más de gancho. Pero, por lo demás, un buen arreglo.

La segunda película de Brosnan como Bond es inevitablemente inferior, pero no es ni mucho menos de las peores.
Todo lo contrario. Es un vibrante entretenimiento, perfecto para los que no les gustase el diálogo de la anterior entrega y aún más para los que esperen nada más que acción.
Aunque quizás, ese sea su punto flaco, exceso de acción. Pero Bueno.
Brosnan sigue siendo un buen Bond.

Digna continuación.