Me gusta mucho el cine, aún más la música, pero lo que de verdad me gusta es ser feliz. Da gusto ver una película como ésta, la moral te sube y realmente te crees el Campeón.

Era domingo por la tarde y mi chica y yo decidimos ver una peli.

Dejé que eligiese después de discutir más de un cuarto de hora y de negarse ella a ver ninguna de las que yo proponía. Ella me dijo que su gente se había reído mucho con ésta y yo accedí a regañadientes.

Creo recordar que sonreimos dos o tres veces hasta que se empezaron a repetir las mismas situaciones una y otra vez entre la madre y la novia, así como cada segundo que pasaba se hacía una eternidad puesto que el final era más previsible que un capítulo de Scooby Doo. Mi chica estuvo dando cabezadas hasta que sucumbió al sopor mientras yo conseguí mantener mis párpados abiertos para confirmar el final que anunciaba la trama.

No se salva ni Jane Fonda, pero lo de la Jenny con su aire pasota, chulesco y tontín a veces me da la impresión de que en vez de sobreactuar, lo que hace es actuar como ella es realmente. Del personaje del novio ni me acuerdo.

Como leí hoy en alguna crítica, una peli tan mala que no debí haber malgastado mi tiempo en verla.