Como aficionado a la historia, que no purista o fanático, esperaba la llegada de esta serie con ilusión. Vi el primer capítulo (hasta la mitad de hecho) el mismo día de su estreno. En fechas posteriores me intente obligar a terminar de ver el capítulo, e incluso visioné el contenido de otros más adelantados (concretamente el segundo) siguiendo la opinión de los que decían que la cosa mejoraba con el tiempo.

En definitiva, la producción me ha parecido un dislate:

- Cutre. Sin vida ni credibilidad. Los propios actores no parecen creer lo que están haciendo, lo que representan. Una cosa es mostrar intensidad o pasión en una escena y otra empaparse de la trayectoria vital del personaje, saber que demonios pintan allí.
- Me parece indignante la caracterización del Cid, o más bien ausencia de la misma. Se toma al espectador por bobo, inculto o las dos cualidades a la vez. ¿Es necesario hacerle comportar de una forma tan vulgar, chulesca (sin ningún motivo para ello) y tan separada de lo mucho o poco que podamos saber sobre los valores y forma de vida de la época?.

Eso sí. Lo que si me ha servido para aprender, o constatar, gracias a los comentarios de filmaffinity, es que las dos Españas siguen cada una su bandera sin ningún razonamiento autocrítico (ni razonamiento en general).

Soy un votante de izquierdas y no creo que porque alguno de los perpetradores de este engendro compartan posicionamiento político haya que puntuar con un 8 o un 10 esta producción ¿para compensar? ¿la voluntad de la derecha de hundirla sólo por antagonismo?. De verdad no sé como alguien con un mínimo de cultura y conocimiento de la calidad de otras producciones (lo comparan con series inglesas y americanas... ¿wtf?) puede intentar vender las supuestas virtudes de esta serie.
No tiene ritmo, ni diversión, ni intensidad, que ya sería una coartada para quién lo compara con "al salir de clase". No enseña nada sobre la época, no es creíble ni atractiva.

Un bochorno. Un último ejemplo en el miniespoiler.

Cada vez que veo esta película (ya va la tercera vez), me parece más sublime. Con una profundidad para la que hay que estar preparado, y una lectura de la vida humana, con sus miserias y grandezas, sus contradiciones o su carácter efímero, que la convierten en una bellísima poesía. Una película poblado de contradictorios héroes y milagros por doquier, como la vida misma.