Película para reflexionar en plan ecologista. Es muy sosa y aburrida, pero tiene la virtud de engancharte porque da la sensación de que algo va a ocurrir pero al final es que no ocurre nada que te sorprenda y te deja la sensación de que has perdido el tiempo en ver este truñín. Los actores correctos, la chica, Sam (Margaret Qualley) muy guapa, y vaya, es la hija de Andie Macdowell