Me ha decepcionado. Destrozan al personaje, con un exceso de peleas y mentalidad tipo asesino-en-serie-que-piensa-despacio, y la película carece de ritmo y estructura narrativa. El equilibrio arquetípico de Doyle entre Holmes y Watson (punto y contrapunto) aquí no aparece, y más parece que los dos actores compiten por ver quién es más guapo y más protagonista. Sin gracia, sin interés, sin suspense... Un horror.

Quien quiera ver en esta película elementos de gran cine no los va a encontrar. Ni se pretende (creo). Pero si se busca una historia sencilla, bien narrada, con ciertas dosis de emoción (ante la naturaleza, ante la amistad, ante la curiosidad y el atrevimiento de una niña) y un mucho de emocionarse ante una cierta idea de belleza del ritmo natural (y los paisajes, y las estaciones, y los ciclos de vida y muerte...), creo que la película sí vale la pena.

La historia es minúscula, como minúsculo es el reparto de actores "humanos" (la niña protagonista y nada más, excepto en los últimos tres minutos). Por eso la película está especialmente aconsejada para los que consideran que un puñado de animales, más o menos salvajes, también pueden hacer reir y llorar a quien se acerque al cine sin prejuicios.

A mí me ha gustado, al menos. Y a la niña de 8 años que la ha visto a mi lado le ha "superencantado".

Una película sencilla, que quiere tratar de emociones y se queda en tópicos algo superficiales. No es melodramática, pero tampoco llega a emocionar. Agradable... y olvidable.

Una película sin alardes. Sin giros de guión. Sin efectos especiales. Sin actores de alfombra roja... Sencillamente una historia que contar, llena de emoción y verdad. Una bofetada de tragedias cotidianas, sin renunciar a la calidez de lo más esencialmente humano: la compasión, el humor, el amor... Más que digna: necesaria.