En absoluto es una pérdida de tiempo. Anda que no pasamos horas viendo mierda de todo tipo en la tele.

La película resulta pretenciosa, estúpida e irritante, pero hay que reconocer que tiene muchísimos méritos, que no no deja indiferente y que no puedes dejar de verla. Técnicamente es correcta: interpretaciones solventes, acertada elección de recursos (violencia implícita, planos fijos) En mi opinión, lo de hablar a cámara y lo del mando sobra; es una pena que se considere inteligente al espectador en el planteamiento para luego utilizar esos trucos.

Merece la pena jugar, se pasa la tarde. En cualquier caso, no creo que aporte nada nuevo al tema de la violencia y lo que desde luego es absurdo es que la haya hecho dos veces. No lo entiendo.

Es lo que tiene. Yo haría un guión mínimamente elaborado, con humor, algunos diálogos brillantes, un poco de sexo, un mucho de clase, un malo inteligente pero loco y un par de sorprendentes escenas de acción. El espía inglés salvaría al mundo tirando de inteligencia, audacia y algo de suerte. Eso se parecería a una película de 007. Para mete-ostias y trepa-muros ya tengo otras opciones mejores.

Pero claro, cualquier persona nacida después de 1980 se aburriría mucho en la sala. Si los personajes hablan no hay tiempo para las 14 explosiones, las 9 peleas y las 8 persecuciones. Entonces si que hay acción tío… entonces si que se pueden comer nachos porque no te pierdes lo que dicen, entonces si que mola comprarse el juego para la play y la pistola compatible de 320 euros. No hay nada que hacer, en Hollywood quieren ganar dinero y productos como éste garantizan los bockbusters de fin de semana.

Hay un consuelo, la próxima puede ser muy buena. Ponen el famoso tema de John Barry (en los créditos del final no es suficiente) se curran la aparición de Moneypenny, recuperan a Q, el Craig se fuma un piti, pide un Dry Martini (mezclado, no agitado) dice lo de Bond… James Bond, hace un par de chistes y voilá: “Fulanito de tal recupera la esencia del personaje haciendo las delicias de los fans de la saga y bla bla bla”

Ojalá.

Son inumerables las películas interpretadas por el grupo o cantante de turno que aprovecha el tirón para intentar pasarse a la actuación y de paso ganar un sobresueldo. La fórmula interesa a todos: los productores del film, los del disco con la B.S.O. , el artista de moda y sus agradecidos fans. ¿Quién pierde? Los que no soportan al personaje, que tienen que aguantar sus aires de grandeza y los inevitables minutos de promoción televisiva.

Cada uno, por tanto, es mayorcito para saber si tiene que ver o no la película de marras. A mi ni se me pasa por la cabeza ver las que hicieron Las Spice Girls o Britney Spears (no pienso buscar los títulos) y sin embargo he visto más de una vez Help o Moonwalker (me divierte la primera, infumable la segunda)

Dicho esto, 8 millas es una película que no está nada mal. Está bien dirigida e interpretada, es entretenida y el rapero, pese a quien pese, actúa francamente bien. Por lo menos se lo han tomado en serio y han intentado hacer un producto de calidad. Le da cien mil vueltas a todas las de Elvis y Manolo Escobar juntas, por ejemplo.

Ah, lo justo es verla en v.o.

Oliver Stone demuestra que no ha perdido su talento visual en uno de los mejores arranques de los últimos años. Impresionante el amanecer en NY. La ciudad va despertando en un soleado día de septiembre y a uno hasta le entran ganas de desayunar en una cafetería de Brooklyn.

El resto de la película se lo podía haber ahorrado.

Impresionante el arranque. Asistimos al despertar de un pueblo pesquero de la costa este de Estados Unidos. Poco a poco, el sol va cubriendo de luz cada rincón del puerto, sentimos la humedad y el frío de la mañana. Vemos cómo la gente empieza a dedicarse a sus quehaceres diarios y casi podemos notar el olor a pescado en el muelle.


A partir de ahí... nada.