No tengo mucho rato así que voy a ser breve. Sólo escribo esta crítica para advertir a todos aquellos que como yo, antes de verla, esperan de esta película una obra maestra.

Alexander Payne es un auténtico maestro. Pocos directores tienen el talento para explicar una historia de la manera en que lo hace él: con un ritmo narrativo perfecto, las escenas precisas, enlazadas de forma ideal para dar un ritmo relajado pero no aburrido, un tono reflexivo pero no pretencioso.

Y sabe sacar lo mejor de sus actores: Clooney está realmente bien, y el padre de ella y la niña adolescente mucho mejor todavía, yo diría que perfectos.

Y ahora empiezan los palos: "A propósito de Schmidt" era una película de la cual salíamos como si hubiésemos hecho un viaje hacia el redescubrimiento de la vida, y "Entre copas" era un viaje hacia el redescubrimiento de la amistad. "Los descendientes" es un viaje hacia... ¿hacia dónde? Alexander hijo mío, ¿qué demonios nos querías explicar en esta película? Tengo claro que esta peli vuelve a parecer un viaje, una serie de hechos bien explicados y encaminados a sacar unas conclusiones, pero sinceramente no he encontrado esas conclusiones. ¿Que el amor es muy complejo? ¿Que es incomprensible? ¿Que a menudo es el ni contigo ni sin ti? ¿Que del amor al odio hay un paso?

Una pena, pobres conclusiones para un viaje tan agradable. Y esta vez el equilibrio entre comedia y drama no es acertado. A esta película le falta la ironía fina de las dos anteriores. Aunque tiene algunas escenas que cumplen ese cometido, las escenas lacrimógenas acaban por tener demasiado peso a lo largo del metraje como para que te quede el regusto de "qué mala leche tenía esta peli" o como para que la recuerdes por esas sonrisitas furtivas que te sacó en momentos inesperados.

Por no decir que muchos de los momentos cómicos son bastante forzados, incluidas todas las intervenciones del niñato, que es un personaje metido con calzador y que resta bastante coherencia a la historia.

Así que Alexander seré el primero en ver tu próxima película porque eres un crack. Pero en esta has patinado un poco. El guión es el rey, y hoy has flojeado. Aún cuentas con el apoyo de toda la prensa que te ha declarado niño mimado oficial, pero tienes que volver al nivel de "A propósito..." y "Entre copas" si no quieres acabar como los hermanos Cohen, los otros niños mimados, que ya llevan demasiados años facturando trabajos por debajo de sus posibilidades y haciéndonos recordar en cada estreno lo grandes que fueron, lo grandes que podrían seguir siendo, y lo medianos que son.