El arranque me gusta. De repente todo se vuelve aburrido y pienso que (efectivamente) le sobrará duración, dos horazas. Yo aquí he venido a ver sangre y me encuentro con unos diálogos flojos y unas actuaciones no muy buenas. Pasa hora y media, por fin llega el asco ¡qué gusto! Del mejor gore que se ha hecho aquí, en el top de lo asqueroso. ¿Merece la pena el viaje? Qué se yo. Si buscas vísceras, que tampoco te pene mucho no ir prestándole excesiva atención hasta que llegan, pero todo hubiera fluido mejor con menos metraje.

Aunque la historia de los personajes es bastante tópica (y reconozcámoslo, ya huelen un poco este tipo de relaciones) la película es todo lo que puede ser: corta, lo suficientemente entretenida como para gustar a todo el mundo y lo suficientemente original como para que resulte interesante ver cómo resuelven un bucle de 22 segundos en dos metros cuadrados. Es sorprendente lo que se puede hacer con dos actores, un ascensor y una bolsa de basura. Ojalá no pase desapercibida. Le pongo un 10 porque me da que va a haber que protegerla.

Sorpresón y un diez de seguridad para Paraíso. Se va a liar con la excusa de que es Stranger Things a la española, pero eso no tiene nada de malo (y menos cuando Stranger Things ya es un refrito de otras cosas) Ningún rastro autoral, factura técnica impecable y unos giros de guion lo suficientemente buenos como para convertirse en la serie española del público de 2021.

Lo dicho, puede lastrarse al compararse con la de Netflix, sin embargo de momento es mejor que las dos últimas temporadas de ST y, para mí, a la altura de la primera. Que ni la otra es tan buena, ni esta es tan copia ¡Y encima con Mecano!