Vaya por delante el nombre del director, el gran Lumet, sin comentarios. Seguimos con el amigo Paul, el solito llena la pantalla, viste la película de elegancia a pesar de su personaje decadente. La trama es muy buena e interesante, la considero imprescindible para los cinéfilos.

Mezcla de suspense, sensualidad y melancolía. Nos describe a la perfección la eterna lucha entre la razón y la emoción, la elección entre el "todo o nada". El protagonista decide quedarse con el "todo" sin darse cuenta hasta el final que en realidad ha elegido la "nada"; ya no importa si lo atrapa la policía, en su delito lleva su condena; la expresión de su cara en la escena final lo dice todo, podrá vivir el resto de sus días con ello?. Genial película, Woody Allen calló muchas bocas con este trabajo, demostró a la crítica lo que muchos ya sabíamos, pero algunos ignoraban.

Vaya por delante que me gustan las películas de woody allen, sobre todo las que él también protagoniza. Creo, sinceramente, que Woody podría haberlo hecho mejor en esta película, quizá me influya el hecho de que nunca me he creído a la Penélope detrás de la pantalla (salvo en "volver"), me empalaga y Bardem ni es tan guapo, ni tan buen actor como nos quieren hacer creer; se nos fue Banderas y necesitábamos otro referente. En definitiva, película que si no la habéis visto no os habéis perdido nada.

Película pasable, no cuenta nada nuevo, parece como un querer y no poder. El personaje de él no es muy creíble, el único reclamo es su atractivo físico, aunque lo intentan disimular con su aspecto final desaliñado que no cuela. Demasiada ternura sobreactuada.

Más western por favor!, "Sin perdón", "El jinete pálido", "Wyatt Earp", "Open range" y ahora "El tren de las 3:10". Para mi gran película, buen reparto y un Christian Bale genial en su papel, por supuesto Russell Crowe llena la pantalla con su imagen y la grata sorpresa es el trabajo de Ben Foster, está expléndido en su personaje, dispuesto a todo por su jefe, siempre fiel. No se trata de profundizar en la película ni filosofar gratuitamente, sólo hay que dejarse llevar y disfrutar del momento en tu butaca; por cierto, hay dos temas en la banda sonora auténticamente buenos.