Notting Hill es sin duda una de las comedias románticas más valoradas y recordadas por los amantes de este género, y, por qué no decirlo, una demostración de cómo un argumento aparentemente surrealista e incluso absurdo puede tornarse en una gran película.

La presencia de dos grandes actores y veteranos en este tipo de cine como son Hugh Grant y Julia Roberts, no es más que uno de los muchos aspectos positivos de la película, y es que, en contra de lo que suele ocurrir a menudo, en este caso los protagonistas no son quienes sacan a flote el filme con sus interpretaciones. Un buen guión, unos diálogos entretenidos, unos actores secundarios fabulosos con papeles bien definidos y unas frases que harán las delicias de los más románticos forman en conjunto una gran obra a la cual el estilo inglés ha dotado de gran elegancia, sin olvidar, por supuesto, la química entre Roberts y Grant.

Mención aparte necesitan además los actores secundarios y en especial Rhys Ifans -en el papel del extraño compañero de piso de Hugh-, Gina McKee -en el de la ex del protagonista-, y James Dreyfus -empleado del comercio en donde transcurre el primer encuentro-, los cuales desarrollan una labor impoluta y realmente extraordinaria. De hecho, esta película es un claro ejemplo de la importante labor que los “no-protagonistas” desempeñan en un largometraje.

Por último, pero no menos importante, cabe destacar la banda sonora con sus dos temas principales, “She”, de Elvis Costello, y “When you say nothing at all”, de Ronan Keating, en perfecta sintonía con la historia.

Por todo ello considero que “Notting Hill” es una de las grandes comedias románticas de los años noventa, y recomiendo a todos los amantes del género que disfruten de estos 124 minutos que nos ofrece su director, Roger Michell.

Las comedias románticas son uno de los géneros más comunes entre los estrenos de la cartelera y, posiblemente, uno de los menos valorados por su valor artístico, y más enfocados hacia el entretenimiento del espectador. De hecho, son muchas las películas de este tipo que, sin ser sobresalientes, o incluso resultando un tanto surrealistas o absurdas, agradan y hacen, cuanto menos, sonreír.

Es por ello por lo que no es tan fácil hacer una buena comedia romántica, y menos cuando se han hecho tantas y tan diversas. Aun así, Nancy Meyers consigue con “No es tan fácil” proporcionar al público una comedia romántica divertida, entretenida y agradable, pero sin escatimar en buena interpretación, en un buen reparto y en una buena dirección.

Y es que el elenco de actores, encabezados por la magnífica y polifacética Meryl Streep, en el papel de una mujer cincuentona con la obligación de elegir entre el que se presenta como un hombre comprensivo y atento -un buenazo al más puro estilo Hugh Grant- interpretado por Steve Martin, o el lujurioso y atractivo ex Marido -Alec Baldwin-, hacen que una historia, en principio sencilla y sin un gran argumento, se convierta en toda una demostración de elegancia y buen gusto.

No sé si realmente será tal el valor de la película, o simplemente es que destaca sobremanera entre gran parte del resto de filmes de este género que han aparecido en las pantallas últimamente, pero, sin duda alguna, es una gran opción para disfrutar de un rato agradable, y no terminar con la sensación de haber malgastado dos horas de tu vida.