La verdad es que no me lo esperaba. Puedo decir sin temor a equivocarme que no he visto aún una pelicula que diga tanto en tan poco. No es para verla solo una vez, estoy seguro de que se me han escapado un montón de detalles. Son tantas las ideas, metáforas y matices que nos presenta que no basta con una sola vez.
La peli es un regalo para aquellos a los que nos gusta urgar debajo de la superficie. Rasca, rasca un poco, presta atención, métete dentro de la piel de Zeta y te sumergirás en el mundo de Oz, pero recuerda, si llegas a donde él llega, ya nunca volverás a ser el mismo.

Dos veces la he visto, y las dos me he dormido en un momento u otro y ya no tengo fuerza para poder soportarla una tercera vez, creo que ya he cumplido. Será muy original en su estética, su ambientación, sus movimientos de cámara, sus estrambóticos personajes, etc...pero no. Hacen falta mas cosas para que una película llegue a interesarte, y esta tan solo se queda en la pretensión. Quizá en otro momento... O en otra vida, pero por ahora no quiero mas, gracias.

Ocurre que aquellos que creemos estar de vuelta de todo, después de haber pasado por todo tipo de vivencias, pensamos que pocas cosas serán capaces de volvernos a hacer sentir como cuando éramos jóvenes. Que ciertos sentimientos quedaron enterrados en el pasado y ya no volverán a aparecer. Así suele ser, hasta que un dia, por puro azar, te encuentras con una pequeña gran maravilla como Cinema Paradiso, y todas aquellas emociones olvidadas aparecen de nuevo, y vuelves a encontrarte con el niño y con el joven que un dia fuiste. Todavía siguen ahí. Gracias por recordármelo.

Hay películas de ciencia ficción que pueden ser aburridas o divertidas, estar mejor o peor hechas, con sus aciertos y sus fallos, y que al final te pueden gustar mas o menos. En esta película pueden pasar estas cosas, pero cuando acaba hay un poso de inquietud que se queda alojado en nuestro estómago, y ello es debido a la certeza de que el fondo del argumento es terriblemente posible.
En poco tiempo se nos muestra todo el meollo del montaje de este nuestro mundo. No se si los que dirigen el cotarro serán extraterrestres o ¿humanos?, pero el fondo es real, todo está montado de esta forma y no hacen falta gafas para verlo. Tan solo hay que detenerse un momento para observarlo. Eso es lo que da miedo.